América Latina en su música

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Isabel Aretz
Siglo XXI, 1983 - 344 páginas
La hora actual de la música en América Latina: América Latina en la confluencia de coordenadas históricas y su repercusión en la música. Expresiones musicales: sus relaciones y alcance en las clases sociales. Raíces musicales. La música de América Latina / La sociedad y el artista: La materia prima de la creación musical. Adiestramiento del artista en el medio social. Situación del músico en la sociedad / El artista y la obra: El artista popular. Vigencia del músico culto. Técnica y estética. Estudio comparativo dentro de la producción musical latinoamericana / La obra y la sociedad: La música como fachada cultural. La música como mercancía. La música como tradición / Política musical: Realidad y utopía en la educación musical. íInterignoranciaî musical en América Latina.
 

Contenido

II
7
III
20
IV
35
V
53
VI
71
VII
73
VIII
88
IX
103
XIII
174
XV
199
XVI
227
XVII
229
XVIII
238
XIX
255
XX
269
XXI
271

X
139
XI
141
XII
154

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 15 - Los españoles que pasan a aquellas partes y están en ellas mucho tiempo, con la mutación del cielo y del temperamento de las regiones aun no dejan de recibir alguna diferencia en el color y calidad de sus personas; pero los que nacen de ellos, que llaman criollos, y en todo son tenidos y habidos por españoles, conocidamente salen ya diferenciados en el color y el tamaño...
Página 335 - Guatemala Haití Honduras Jamaica México Nicaragua Panamá Paraguay Perú República Dominicana Trinidad y Tobago...
Página 14 - América, se habían encontrado, mezclado, concertado, en ese prodigioso crisol de civilizaciones, encrucijada planetaria, lugar de sincretismos, trasculturaciones, simbiosis de músicas aún muy primigenias o ya muy elaboradas, que era el Nuevo Mundo. El ya viejo romance hispánico se mezclaba con las percusiones africanas, y con elementos de expresión sonora debidas al indio...
Página 15 - Simón Rodríguez, maestro del Libertador Simón Bolívar, habrá de escribir, en 1828, en nueva afirmación de los valores de una criolledad que ya había engendrado grandes guerras de independencia: «Los hijos de españoles se parecen muy poco a sus padres.» América, según el discípulo de Rousseau y traductor de Chateaubriand, «no es España». Y añade, en texto de 1840: «La América no ha de imitar servilmente, sino ser original. La lengua, los tribunales, los templos y las guitarras engañan...
Página 18 - Porque el error de muchos compositores "nacionalistas" nuestros consistió —como apuntamos antes— en creer que el tema, el material melódico, hallados en campos o en arrabales, bastaban para comunicar un carácter peculiar a sus obras, dejando de lado los contextos de ejecución que eran, en realidad, lo verdaderamente importante.
Página 18 - Porque hay algo evidente: a la música latinoamericana hay que aceptarla en bloque, tal y como es, admitiéndose que sus más originales expresiones lo mismo pueden salirle de la calle como venirle de las academias. En el pasado, fueron tañedores campesinos, instrumentistas de arrabal, oscuros guitarreros, pianistas de cine (como los que en Río de Janeiro causaban la admiración de Darius Milhaud), quienes le dieron tarjetas de identidad, empaque y estilo — y ahí está la diferencia esencial,...
Página 17 - Stravinsky, de Hindemith, de Darius, Milhaud. Habanera, tango argentino, rumba, guaracha, bolero, samba brasileña, fueron invadiendo el mundo con sus ritmos, sus instrumentos típicos, sus ricos arsenales de percusión hoy incorporados por derecho propio a la batería de los conjuntos sinfónicos. Y ahora son músicas de México, de Venezuela, de los Andes (y un tango renovado en sonoridad y estilo) las que se escuchan en todas partes, con sus bandoleones, guitarras, quenas de muy viejo abolengo,...
Página 1 - Americano para emprender el estudio de las culturas de América Latina en sus expresiones literarias y artísticas , a fin de determinar las características de dichas culturas.
Página 16 - Cuarteto", omnipresente en el siglo anterior, es considerado, durante largos años, como un mero ejercicio de escuela. Y la onda operática habría pues de alcanzarnos, por nuestro laudable afán de estar al día.

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