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DISFRACES PARA MÁSCARAS.

abandonaba por otros nuevos, y como era pre

elegirse uno, resolví sujetar la decision del punto á una hechicera personita que juzgó en efecto acreditando su raro tino.

HA llegado el Carnaval, queridas mias, saben ventaron. Ya separaba este, ya aquel, ya los vds. cuanto encierra esta palabra mágica, Carciso decidirse y el tiempo urgia, y solo debia naval?.... Con cuánto placer, despues de algun intervalo de silencio, tomo la pluma para escribir å vds., y luego en un tiempo como el presente, tiempo de alegría tumultuosa, entusiasta; porque ¿qué corazon de jóven no palpita, qué piés no hormiguean à los solos nombres de Carnaval y máscaras? Vamos, es preciso que el Liceo participe de la locura de la época, y que hoy hable con vds. solo de disfraces y caretas, de bailes y de música.

El magnífico salon del nuevo Teatro está ya pronto, y todo anuncia que tendremos las mas brillantes fiestas de este género que se hayan visto en México. Sastres, modistas, peluqueros, todos se empeñan á porfia en presentar vestidos, adornos, peinados de todo género, que hacen creer que el lujo y buen gusto que reinará en los bailes en este año, no habrá tenido ejemplo en los anteriores.

Es preciso gozar, lindas y amables suscritoras, y gozar de prisa, que la descarnada cuaresma nos amenaza; y aunque se le hagan algunas drogas, no saben esas tanto como los tres dias consagrados, por decirlo así, à la locura y al delirio. No faltará quien me tache de inquieto y alborotador y diga que propalo doctrinas alarmantes, todo porque soy amigo de la bulla y algazara; pero será sin duda algun vejete de rancias ideas ó alguna devota que no sepa lo que trae entre manos. Los compadezco, eso ménos gozan. Mas en cambio tengo probablemente á mi favor la mayor parte de una juventud fresca y lozana, y bailaremos mal que les pese, que bastantes ayunos y vigilias y sermones tenemos despues.

Habiendo manifestado tales ideas, y siendo partidario del movimiento verdadero, ¿cómo no habia de pensar en presentar á vds. un figurín análogo? La dificultad consistia en la eleccion; porque figúrense vds., si mi colaboradora, si Mme. Gourgues (1), que tantas pruebas nos dá á cada momento de buen gusto, andaria poco pródiga conmigo en esto de disfraces. Una multitud innumerable tuve à la vista, todos graciosos, ligeros como las cabezas que los in

[1] Correo de modas, calle 2. de Plateros núm. 2.

Obedeci la sentencia y presento á vds. dos graciosísimos disfraces-Una Cracoviana y una Maga. Adopten alguno de ellos ó los dos, y si alguna vez en el baile me encontrare con una jóven vestida como el figurín, tendré un singular placer, lo aseguro, porque pensaré que es alguna suscritora.

Sencillos son ambos trages.-El de Cracoviana, que es un poco guerrero, me ha hecho reir

algun tanto, porque se me figura que pudiera muy bien tomarse por parodia de algunos militares que conozco. ¿Y saben vds. que un cuerpo de semejantes soldaditos seria muy curioza? Yo por mí sé decir, que aunque soy eneso, y no faltaria quien pretendiera sentar plamigo acérrimo de la milicia, como no hay regla sin excepcion, estoy por esta, y es la razon porque escribo artículos de Modas, y digo piropos, y qué se yo que mas.

Me he estraviado de mi fin principal en digresiones, y aunque, como dijo alguno, dan buenos ratos, es preciso sin embargo economizarlas y marchar derecho al grano, si grano hay en un artículo de modas, y especialmente de Carnaval.

Una chaqueta de merino blanco guarnecida con alamares y galon de oro, y ancha y airosa enagua de raso azul constituyen la parte principal del trage. La falda debe ser corta como representa la estampa, y con tres guarniciones igualmente de oro, completando el arreo unos delicados borceguies de terciopelo encarnado con pulidas espuelas doradas y una ligera cachucha de terciopelo negro en forma de schacó guarnecida tambien con oro y con una pluma blanca. Guantes color de canario sientan

á este disfraz perfectamente, y por lo que respecta á peinado, debe llevarse el pelo en tren

[1] Por la oportunidad del dia anticipamos el artí culo de modas que correspondia al número 9, y como ven nuestros suscritores, presentamos el figurin iluminado apesar de los grandes gastos que han tenido que hacerse, como un testimonio de gratitud á las personas que nos han favorecido con sus suscriciones.

zas adornadas estas en su estremidad con un terciopelo negro que penden de la cintura, borlazo.

Si el trage cuya descripcion acabo de hacer es gracioso, no es comparable en mi concepto, al otro que le acompaña. La idea de una maga con su vara adivinatoria en la mano, bordada su ancha ropa de signos cabalísticos, me arrebata de tal manera, que pienso por un momento trasladarme á otros tiempos y á otros paises, quiero tenderle la mano para que consulte sus misteriosas líneas, y espero por instantes escuchar de su boca profética mi horóscopo.... insensato! me olvido de que tratamos de un disfraz, que existimos en el siglo XIX en México, y que por consiguiente, lo que es magas, á lo menos que digan la buena ventura, pocas hay; pero que consigan hacerle perder á uno el seso y hechizarlo verdaderamente, si no con conjuros y círculos mágicos, á lo menos con gracias y zalamerías, y con miradas que desecan el corazon y lo consumen, esas abundan; y ¿qué necesidad tienen estas de la mágia para adivinar, cuando sin ella conocen å las mil maravillas el interior del hombre, y pueden sorprender uno por uno sus pensamientos cuando le tienen delante? Probablemente no piensa en otra cosa sino en agradar å la maga, con quien departe y la mitad del mundo daria por oir su horóscopo que sin mucho trabajo po

dria decirsele....

VV. conocerán mejor que yo, lectoras mias, la justicia de mis reflexiones, algun vez quizá

habrán tenido en las manos, como las hechiceras de otros tiempos la suerte de algun hijo de Adan, media palabra le hubiera pronosticado su felicidad futura y las mas veces no habrá sido pronunciada, porque perdonándome VV. tengo para mí que en proporcion de la belleza, les acompaña la bellaqueria.

Mucho me temo haber disgustado á VV. con tanta reflexion y tanta gravedad inoportuna, hoy especialmente, dia en que debiera aparecer mas ligero y festivo. Perdon, queridas, perdon por haber dicho la verdad, cosa por cierto nada comun en los que de cualquiera manera escriben á VV.-Voy á concluir con algunos puntos importantes.

El trage de la maga en cuestion se compone de un corpiño ajustado de terciopelo escarlata, adornado por el frente con un centro de terciopelo negro bordado de oro, en forma triangular con unas pequeñas tiras sobrepuestas del mismo terciopelo negro menos bordado, y que tienen en la orilla una blondita negra, rodeando la cintura un circulo de picos de terciopelo del mismo color del corpiño; y de una ancha enagua de terciopelo igualmente escarlata con guarnicion de blonda negra y algunas tiras de

dadas con oro en ellas caprichosas figuras'y circuidas de blondita como la del corpiño.

Son peculiares de este vestido las mangas abiertas à la Norma, de terciopelo negro, forradas en raso blanco y adornadas con blonda negra en la orilla, con algunos bordados y luengas borlas de oro en sus estremidades. Cuadran perfectamente los botines de terciopelo del color dominante del traje, y si á esto se agrega el pequeño y gracioso turbante que se vé en la estampa, y la fatídica diadema que circunda la frente y que se acompaña tan bien con los rizos en que está dispuesto el cabello, se habrá obtenido un conjunto verdaderamente mágico y encantador. No debe omitir por ningun motivo la persona que elija este traje, llevar una lijera varilla de ébano que tanto contribuye á la magestad del personaje, y de que una muchacha un poco hábil puede sacar tanto partido.

Demasiado nos han entretenido las máscaras, y concluiria sin duda, si no fuera por que no quiero dejarme en el tintero una noticia que puede ser á vds. muy útil y satisfactoria, la de que à la tienda de Madama Virginia Gourgues acaban de llegar las mas esquisitas flores para la cabeza, la mano y el pechojen tanta variedad de formas, y tan graciosas algunas, que no dudo agradarán á vds. infinito, y elegirán entre ellas si las vieren. Tambien posee una multitud inmensa de magníficas plumas, de las que muchas esperamos ver ondear graciosamente en la cabeza de nuestras elegantes á los armoniosos acentos del waltz.

Concluyo al fin deseando á vds. se diviertan mucho, recomendándoles se cuiden al salir del baile, no vayan á cojer un constipado, y pidiéndoles consagren una memoria cuando recorran la sala como exalacion en brazos del descuidado compañero, á su buen articulista.

QUERUBIN.

Tenemos la mayor satisfaccion en ofrecer hoy á nuestros suscritores, el siguiente Waltz, composicion de la Señorita Doña Jesus Cepeda y Cosio, en el número inmediato publicaremos un artículo en prosa que tuvo la bondad de remitirnos otra paisana nuestra, y nos contemplaremos dichosos, si nuestro periódico llegare à ser el órgano que transmita á la posteridad las inspiraciones de las hermosas hijas de nuestro suelo.

Nada decimos á los jóvenes amantes de las letras y de las bellas artes en general, pues ya saben que ciframos nuestra mayor complacencia en publicar sus brillantes composiciones.

¡ÏÏÏCOSAS DE MI CASERO!!!

No

sé si le ha sucedido al lector cuando ha caminado, cogerle la noche en una mala rancheria, en donde no se hallan sino dos ó tres rancheros adustos y de mala catadura, que en todo piensan menos en procurar algun descanso al fatigado caminante; mas suponiendo que tal le haya acontecido, puedo suponer tambien que él tuvo que condimentar su cena y preparar su desayuno, y servise por sí mismo en cosas para él enteramente desconocidas; y ciertamente no se le habrá olvidado lo muy desagradable de sus guizos y el convencimiento que adquirió de que su vocacion no era vocacion de cocinero. Esto mismo, esceptuando lo de los ran cheros y el conocimiento final, acontece á menguados escritores que se meten al oficio sin tener vocacion para ello, pero que marchan inpávidos por entre una turba que los silva y.... Notará el lector que mas propio está lo escrito para freirse en un sarten, que para introduccion de un artículo, pero yo que soy hombre de buen humor, y muy capaz de declarar, imitando á algunos inbéciles, á los que no me entiendan ó no me aplaudan, me rio y prosigo con mi cuento.

Así habia yo comenzado á escribir no sé que noche y habia llenado dos ó tres pliegos de papel, porque para moralizar y disparatar á secas y con chocarreria, maldita la gracia que se ha menester, y menos cuando el escritor es sin conciencia; mas de pronto vínome en deseo ser un Fígaro ó cosa semejante, y para conseguirlo me propuse escribir un artículo de costumbres, que es como si dijéramos, cortar una pluma, mojarla en el tintero, apoyarse en una mesa, tomar una tira de papel y comenzará tocer, porque eso de tocer es un conjuro conque se llama à la inspiracion que no siempre cede à tal órden y que requiere tal vez el aroma de un cigarrillo, ó el baho de una taza de café, ó el movimiento oscilatorio del autor sobre su silla ó la triste esclamancion, ¡bah! ó el dibujo de tres ó cuatro figuras estrañas y de capricho, ó la cuenta exacta de las vigas que sostienen el techo (en materia de vigas debe saber el curioso lector, que los mas de los autores tieТом. 1.

nen sus cuartos con sus vigas nudas y lirondas sin cielos ni artesonados, por mas que algunos quieran engañarle con descripcion de cosas que no son ciertas sino en la mente del escritor) Perdone el lector el paréntesis que ya vuelvo á las inspiraciones. Decia yo... no sé que decia; pero si sé de ciencia cierta que el que quiere escribir ocurre á todo esos medios dichos, ó sean llamamientos, y que si no surten el deseado efecto tiene que emplear el conjuro mas poderoso, conjuro eficaz é irresistible, lo que ejecula echando mano de lo que echa mano, es decir de su sombrero y de su capote, si lo gasta, y se sale corriendo por las calles olfateando como un galgo y mirando á todos lados, con lo que parece loco, y ved ahi como el conjuro evocó la sombra, es decir, como el llamamiento hizo venir à la inspiracion, porque un loco y un inspirado son lo mismo, ó de otro modo y como se esplicaria un hombre del siglo, es á saber un hombre positivo y calculista. El hombre, mas la inspiracion, igual al hombre menos el juicio; lo que puesto en forma, con sus respectivos signos matemáticos y suponiendo que el hombre es F. y el juicio Z, y la inspiracion G. parecerá una ecuacion. Así corriendo é inspirado vé el autor, cualquiera cosa, y la esprime y la estruja y le muda ropage y no cesa de trabajar hasta que no concibe una idea, y entonces la confecciona y la escribe, porque suponiendo que el autor es el autor no puede hacer otra cosa si no escribir despues de concebir y ya que está confeccionado el artículo lo aliña y lo adereza y lo acicala y lo llena de sal y de chiste; despues lo bautiza con un nombre alto y sonoro, como Esquila 6 Esquilón y lo firma en una gerga que parezca aleman, polaco ó disparate y luego.... luego lo envia á la imprenta y cate V. ahi un artículo de costumbres muy curioso y muy chusco.

Todo esto y mas.... Pero antes de pasar adelante debo deshacer una equivocacion, porque á fuer de moral escritor y para bien y provecho del prógimo tengo mis ribetes de escrupuloso, y no quisiera que el crédulo lector se quedara con un error á cuestas, que de mi se decir 25

nada tienen de curiosas, pero para mi lo eran en demasia; volvime á casa, tomé la pluma. Tan tan, tan, tan, tan,.... la campana de mi casa. ¿Que significa ese tan, tan, tan, dice frunciendo el sobre cejo el lector.

-Nada Sr. mio, póngolo pues por que es de moda, y porque asi lo ponen ciertos escritores de renombre mas alto que un campanario. Como iba de mi cuento, tin, tin, tan, tan, tin..........

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-¿Y esos puntos suspensivos tan sin gracia sin objeto, replica colérico el lector, que significan Sr. Anónimo?

-Tambien son de moda amigo, tambien los usa D. Taton, Trnmos (1) que es de los escritores dichos y los emplea para llenar papel y para dar cierto aire simétrico al escrito y para enseñar, cumpliendo con los deberes de cristiano al que no sabe; es decir para enseñar á escribir al que haya menester sus consejos.

que pesa mas un talego de piedras, aunque no
á todos les sucede lo mismo. Y es el caso ad-
vertirle, que no crea que eso de confeccionar y
y azucarar y llenar de sal y de chiste, es hacer
del pobre artículo un guizo y echarle esos in-
gredientes dichos y ponerle pimienta para su-
plir lo del chiste, y luego colocarle en un plato
y aderezarle con lechugas en lugar de ensalada,
porque resultaria un artículo tan de cocina, que
ni el mas epicureo podria pasarlo de punto
azucarado y meloso; sino hacerle comprender
al lector que eso de la sal se suple con puntitos y
suspensivos, que al fin tan granos son unos co-
mo otros, sin que entre ellos haya mas diferen-
cia que hay entre la sal y la tinta, que cierta-
mente es imperceptible, y lo del chiste se com-
pone con lo que los antiguos, que eran gente
torpe y poco sabida, llamaban descaro y alha-
raca; cuyos ingredientes tambien se cultivan,
con otro nombre por supuesto, en los campos
del nuevo mundo; y compuesto asi el artículo
se pone la firma de dos maneras, para prueba
de ingenio: la primera vez con las letras fue-
ra de su lugar verdadero, y la segunda que es
cuando alguno grita al autorcillo. Seo guapo,
porque entonces este dá una órden de evolu-
cion, y las letras se mudan y tornan á su debi-
do puesto, con lo que se descubre el legítimo
nombre del escritor y se impone respeto, que
asi es fama que hizo Victor Hugo en cierta oca-
sion, y condimentado y confeccionado el repeti-
do artículo con la sal y el chiste que ahora ya
sabe el lector lo que significan, se pone en un
platillo cuyas funciones hace un periodico y se
le espeta al público, que es como si digéramos
que se le enviaba de regalo al vecino de en-
frente ó á la comadre mas parlera del barrio..
....Mas he aquí que despues
de seguir al pie de la letra los consejos ó ad-
vertencias, ó si quier noticias que tomo, ó prólo-

go he puesto al artículo de costumbres que al
principio ofrecí, me sucedió que para hacerlo,
solo contaba con la intencion, por lo cual de-
terminé salirme à la calle y no solo olfatear y
mirará todos lados, sino correr, cantar,
no por-
que lo hacen los dilletanti, gente necia, imbécil
y dilletanti, que es mas todavia; pero sí gritar
y danzar en busca de inspiracion articulistica,
(con perdon del idioma) y volverme luego á mi
casa á escribir. Salí pues y fuime calle arriba
dando mil zapatetas y haciendo mil diabluras
en desdoro del renombre de escritor, digo en
desdoro, porque segun opinan por ahí ciertos
autorcillos, el escritor debe andar con tal ti-
rantez, que parezca uno de esos otros bailarines
que muestran los saltimbanquis; ví cosas que

Continua la historia. Tin, tan, tin, tan, tan tin........... La campana de mi cuarto.—Serán mañana lo aviso en el Liceo al público.-Porque suscritores, dije para mi coleto, los apunto y es bien que sepa lo que nos acontece.-Voy alla dije.-Tilin, tilin, tilin, talan, tilin....—¡Adentro! grito con fuerza.-A esta voz se apareció...... mi casero, lector, el desapiadado casero, el acreedor mas feo de cuantos acreedores conozco, y note V. que tengo muchos de ellos. el sombrero'y limpiándose la frente con la mas—¿Me paga V.? Dijo con altaneria quitándose cada.-Pequeñito, gordo, calvo, cano, narices muy largas. ¡No hay duda es el hombre mas feo de toda la cristiandad! Asi meditaba yo que siempre estoy meditando en cosa muy diferente de aquella en que debiera yo ocuparme,-¿Me paga V.? Repitió bruscamente el deforme casero.-Por ahora.... hombre.... mi

re V....-Dilaciones, mas dilaciones, el gobier

no no espera, ni admite.... Por ahora, ni que

jas.... Ahí tiene V. esa cita para conciliacion mañana. Dijo y desapareció. Yo me quedé cavilando como pagaria al hombre, sin tener ya ganas de escribir ni inspiracion para ello, porque la sola idea, no digo á¡V. la voz ó la presencia del casero, basta para que huya la inspiracion, como huye despavorido un can cuando le muestran alzado el látigo conque es

y

costumbre castigarle.-Pensando en esta desgracia esclamé—¡¡Cosas de mi casero!! he ahí porque puse este título à mi artículo.

[1] La segunda parte del pecudónimo, anagrama ó lo que fuere, es de pronunciacion italiana, que es como si dijéramos, suavísima.

Fuese pues la inspiracion, á galope, volando, sin volver siquiera el rostro hacia mí, pecador, y ya no escribiré de costumbres ni seré un Fígaro.-¡Imposible! ¿Que quieren VV. que haga un hombre sin inspiracion?

Conténtese pues el lector con lo que le he dicho imitando el lenguaje de D. Tacton Trnmos que harta gracia hace con no continuar charlando el caritativo-ANÓNIMO.

UN RECUERDO

A 3 AMIGA 3....

POR UNA SEÑORITA MEXICANA.

I.

ERA una tarde de agosto de 184.... el sol cami- el pensamiento de los que amamos!—Amiga,

naba á su ocaso, cubriendo el cielo de nubes color de fuego: yo contemplaba este hermoso espectáculo desde mi ventana: mi alma estaba triste: hacia un año que no veía á mi amiga Cecilia, á la única depositaria de todos mis secretos: recordaba el memorable dia de nuestra separacion repentina, causada por hallarse su hermana gravemente enferma, por cuyo motivo el médico le habia ordenado mudar temperamento, y Cecilia habia tenido que seguir á su familia, con el sentimiento de alejarse de mí. Absorta en mis tristes pensamientos oigo que un coche se detenia á la puerta: un momento despues se abre la de mi gabinete y Cecilia se precipita en mis brazos anegada en lágrimas. Las espresiones de ternura que nos dirigimos, las preguntas confusas que alternamos, mezcladas de tiernas caricias, solo podrá comprenderlas quien como yo tenga una amiga íntima, tierna, á quien ame de todo corazon. Sin embargo, mi amiga no era la misma jóven alegre y festiva, que en otro tiempo me divertia con sus chistes y con su viva y animada conversacion; sus ojos estaban empañados, sus lábios blancos, y en su frente pálida se veía pintada una horrible melancolía. Aquella palidez, y aquella sonrisa amarga que vagaba por sus lábios, me rasgaron el corazon: no sabia á que atribuir tal mudanza en mi pobre amiga, y sin poderme contener le dije.--¿Qué tienes, Cecilia? ¿estás enferma? -Enferma! repitió con voz triste, estrechándome la mano; sí, estoy enferma.... pero mi mal no tiene remedio. Al instante comprendí lo que queria decirme: ¡es tan fácil comprender hasta

continué, dime tus pesares por favor, desahoga en mi corazon la pena que aflije el tuyo. Cecilia se puso la mano en la frente, como para recordar; una lágrima rodó por sus megillas, y despues de un momento de silencio me dijo. —,,Había jurado no volver á hablar de esto jamas, pero es preciso que lo sepas porque nunca te he ocultado nada." Se sentó á mi lado y comenzó su relacion de esta manera.

II.

Despues de quince dias de camino, llegué á P..... ya supondrás la tristeza que me acompañó, desde nuestra separacion; porque tu vista me era tan necesaria como la de mi madre; tu amor y el de mi familia formaban mi felicidad, y nada ambicionaba mi corazon sino volver á tu lado. Cuatro dias hacia que habiamos llegado á aquel triste pueblo, cuando mi tia Margarita nos convidó á un dia de campo que habia dispuesto con motivo de nuestra llegada. Era indispensable ir, y aunque no tenia humor de divertirme, me resolví á ir por complacerla. La mañana estaba hermosa, el sol brillaba en todo su esplendor, cuando nos dispusimos á partir al pequeño pueblo de L.... donde estaba preparada la fiesta. Por la noche nos condujeron á un hermoso jardin, alumbrado con vistosas lamparillas de colores colgadas de los árboles; la luna brillaba en la mitad del cielo, y las flores exhalaban su fragancia suave, mecidas por el aliento de la brisa. Una orquesta preparada de antemano sonó en aquel momento.... yo sentí en el corazon una cosa inesplicable, una

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