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obra es delicada para ser hecha por los años Palafox: se conoce que estudió las pinturas de

1691.

ADORNO DE LA IGLESIA. Comenzando por la capilla mayor, ó altar de los Reyes, ésta presenta un aspecto devoto, y recuerda el tiempo del V. S. Palafox. Su retablo mayor fué dispuesto por persona inteligente, aunque se conoce no le ayudaron los que trabajaron en él; su reparticion por mayor está bien combinada, correspondiendo sus partes con el todo, y presentando un carácter grandioso. Sería dificil en la actualidad repartirlo mejor, sin embarazar demasiado y oscurecer el lugar.

Dicho retablo se compone de cuatro cuerpos, comenzando por un zócalo de la altura de dos varas, de tecali, sobre el que comienza el primer cuerpo de órden jónico, sigue el segundo del corintio, el tercero del compuesto, y el cuarto es un ático con cuatro graciosos estípites. En una subdivision tal, parece imposible haber colocado en el lugar principal un gran lienzo en forma de medio punto sin tropiezos de mucha consideracion.

Las columnas del primer cuerpo son cuadradas, de tecali, y del mismo las del segundo y tercero, que son espirales ó salomónicas, siendo por todas 12 y 4 estípites del mismo mármol, coronados con su correspondiente corniza y un fróntis abierto.

En los intercolumnios de cada lado, están colocados nichos, que aunque de gusto antiguo, tienen buena forma y acertada combinacion, adornados de conchas, mensolas y carteles que surten buen efecto, y se conoce que esta obra fué hecha en el tiempo que se apreciaba la regularidad y decoro de la arquitectura, y no en la época que le siguió, en que por desgracia se introdujo el gusto estravagante de tanla ojarasca adoptada por los Jesuitas, que tanto atraso ocasionó á la arquitectura, hasta que el célebre profesor D. Manuel Tolsa sacó del olvido esta bella arte, é introdujo el buen gusto en la arquitectura greco-latina.

Rafael, y que queria seguir su escuela, como tambien que fueron hechas en el feliz tiempo en que la pintura comenzó á salir del olvido en que estaba, protegiendo las autoridades á sus profesores. Son cinco cuadros, el principal en forma de arco, de 9 à 10 varas de alto y su correspondiente ancho, representa á la Purísima Concepcion; su composicion es buena y abundante de ángeles bien dibujados y valientes escorsos; este ocupa el segundo y tercer cuerpo, y en el primero están colocados dos cuadros, uno del Nacimiento, en que está retratado el Sr. Palafox en trage de pastor, y otro de la adoracion de los magos; estos tienen un carácter mas firme, de suerte que parecen de distinto autor. En las enjutas del arco que forma el lienzo de la Vírgen están, sobre fondo oscuro, dos ángeles mayores que el natural, en ademan de adoracion. El último ocupa el cuerpo superior, en el que está la Santísima Trinidad.

Lo demas de la arquitectura es dorado, y en sus nichos están colocadas seis estátuas de santos Reyes, á saber: S. Fernando y Sta. Isabel, S. Luis y Sta. Margarita, Constantino y Sta. Elena; cuya escultura es mala, como la de los niños que sostenian anteriormente los escudos de las armas de España, cuyos huecos afean

mucho el altar.

Las pinturas que decoran este altar merecen aprecio, siendo su autor el V. Lic. Presbítero Pedro García Ferrer, familiar íntimo del Sr.

Ocupa el lugar principal de este altar un costoso sagrario de plata, donde está siempre el Santísimo Sacramento, con un frontal del mismo metal. Sobre el sagrario sigue un nicho de obra posterior al retablo en el que está colocada entre cristales la célebre imágen de Nuestra Señora de la Defensa. Esta imágen está decentemente vestida, y tiene su peana y columna de plata.

Los altares colaterales de esta capilla, son pequeños y de distinta mano que el mayor: uno está dedicado á Sta. Teresa y el otro å S. Francisco de Sáles. Son de muy mal órden corintio, y cada uno tiene ocho columnas espirales de tecali, y el zócalo del mismo mármol: las estátuas de ambos santos son de mala escultura. Cada altar tiene diez y seis cuadros con las vidas de los santos, cuyo autor no se firmó, y parecen de Villalobos, siendo de la misma mano los medios puntos de los lados de las ventanas.

La cúpula tiene pintada una gloria de muy buen carácter y composicion; la pintó Villalpando, y lo mismo las heroinas que adornan los pendientes ó pechinas. Se sube á esta capilla por gradas, y queda separada por una baranda de hierro.

Cada nave colateral tiene su altar en la cabeza de ella: el del lado del Evangelio está dedicado al Señor S. José, y el de la epístola á S. Miguel: los dos son iguales, dorados y de órden corintio. Se componen de cuatro columnas grandes en el primer cuerpo y dos chicas en e segundo. Cada altar tiene un gran nicho ǝon

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cristales, y en ellos colocadas las imágenes á que están dedicados sobre hermosas peanas de p'ala, y cuatro ramilletes del mismo metal. El S. Miguel tiene su baston y demas aderezos de plata sobredorada, y à los lados, en los intercolúmnios, en unos repisones, están colocadas dos estátuas de S. Gabriel y S. Rafael sobre hermosas peanas de plata y sus albortantes del mismo metal para velas; siendo todas las figuras del tamaño natural.

La mesa de altar tiene su frontal de plata, y soporta esta un sagrario de una y media vara de alto del mismo metal, con un nicho en el medio, donde está colocado un Cristo de Cora, y otros á los lados con varias reliquias.

El altar de Señor S. José tiene el mismo adorno de plata, y las estatuas de sus intercolúmnios son de S. Joaquin y Sta. Ana. La de S. José es de Cora, célebre estatuario poblano, cuya memoria hace honor à su patria; pues sin visitar la Europa ni tener escuela ni modelos en que formarse, en fuerza de su natural talento sacó la escultura del atraso en que estaba en su tiempo, como lo prueban las obras de sus maestros y coetáneos. No nos aventuramos á decir, que así como es muy justo el que se le tributen al gran Rafael los elogios de que es digno como restaurador de la pintura en Europa, así este célebre profesor merece de los poblanos que sea eterna su memoria.

En el sagrario de este altar está colocado otro Sto. Cristo con la Virgen y S. Juan, y dos angelitos á los lados de las ventanas del segundo cuerpo de cada altar: estos se hicieron por los años de 1776.

CAPILLAS.

NAVE DEL EVANGELIO.

Omitiendo la descripcion de las capillas laterales del templo, pasamos á tratar de la de Santiago; es la primera despues del altar de Señor S. José, ésta tiene entrada por el Sagrario, y por la ancianidad de su retablo se desembarazo el año de 1819, y se pintó al temple interinamente, conservándose la estatua del santo en un repison, el que espera se le haga retablo nuevo.

Sigue la de S. Pedro á la que se hizo igual operacion; pero por devocion y solicitud del Sr. lectoral Dr. D. Ignacio Vazconcelos, se le hizo nuevo retablo, el que se estrenó el año de 1830. Es de órden compuesto con dos columnas Ꭹ seis pilastras y un nicho en que está colocado el Sto. Apóstol, decentemente vestido y sobre una peana de plata.

Sigue la de Nuestra Señora de Guadalupe, cuyo retablo es todo dorado y no muy antiguo. Ocupa el lugar principal la Santísima Virgen en un trono de plata con vidrieras; en el sagrario está una estatua de Sta. Catalina: en el segundo cuerpo está otra de S. Juan Bautista, de una y media varas de altura, toda de plata con su peana de lo mismo. En los muros laterales hay pinturas de las apariciones de la Virgen, hechas por Lara. El frontal y sotabanco son tambien de plata. En esta capilla están dotados cuatro capellanes que rezan por mañana y tarde el oficio de la Santísima Virgen.

A continuacion está el cruzero, en cuyo medio está la puerta que mira al norte, y en los muros laterales se ven dos grandes cuadros, uno que representa la aparicion de S. Miguel, de Luis Berruecos; y el otro á S. Cristóbal, pintado por Lara.

En seguida está la capilla de S. Andrés, la que está lo mismo que la de Santiago, pintada y esperando retablo.

La de la Purísima que llaman de los plateros, tiene su retablo dorado, en el nicho del medio está colocada la Purísima que cuidan los profesores de este arte, los que la visten y alha-|| jan para su dia que sirve en el altar mayor. Las pinturas del retablo, que son diez, no tienen firma ni son de autor conocido, y lo mismo una grande que ocupa todo el muro de un lado; en el otro está un nicho con vidrieras con una estatua del tamaño natural de S. Eligio obispo. Hay dos lámparas de plata; y la peana de la Santísima Virgen y distintivos del santo, son de lo mismo.

La capilla que sigue es dedicada al santo Cristo. Tiene un retablo en el lugar principal con la imágen del tamaño natural del Señor y otras mas chicas de la Virgen y S. Juan, de escultura lo mismo que un Ecce Homo y dos cabezas de S. Pedro y S. Pablo: en dicho retablo se ven seis lienzos de la Pasion y tres ángeles de medio cuerpo, pinturas hermosas de Juarez: á los lados hay dos pequeños retablos de órden corintio; en uno está colocado Jesus con la cruz acuestas, y en el otro S. Diego, ambos de escultura. Arriba de la cornisa del primero está un cuadro de la calle de la Amargura, de autor estrangero de muy buen carácter, y en el frente otro de la conversion de S. Pablo, tambien estrangero.

La última capilla de esta nave es la de S. Ignacio. La decoran tres retablos iguales, tan feos como costosos: en el principal está el santo en su nicho con cuatro columnas de tecali, y

en las de los lados están S. Francisco Javier y S. Francisco de Borja, todos de escultura; en cada retablo hay cuadros de las vidas de los santos, pintados por Villalpando.

NAVE DE LA EPÍSTOLA.

La primera es la de Nuestra Señora de las Nieves: tiene dos retablos de arquitectura que no pertenecen á ningun órden: en el primero está un nicho como de una vara de alto con un marco de plata, y en él está colocada una estatua pequeña de la Santísima Virgen, en su peana de plata: luego sigue una pintura en el lugar principal de una Concepcion, de pintor desconocido, como tambien otros lienzos que adornan este retablo, á excepcion de dos de la vida del Salvador y los santos Doctores que son de Magon.

El retablo de la derecha tiene un nicho con una estatua de S. Pantaleon, que parece de Co ra, arriba un lienzo de la Piedad, y los demas de la Pasion, los que parecen de Magon.

A la izquierda está la puerta que entra à la sacristía, y arriba de esta un cuadro grande de medio punto de Nuestra Señora de Guadalupe pintado por Luis Berruecos. A los lados de dicha puerta están dos bellos óvalos con S. Gabriel y S. Rafael, pinturas del célebre Ibarra. La capilla de Nuestra Señora la antigua, que es la que sigue, está en el estado que se dijo de la de Santiago, esperando que se le haga re tablo. Seria de desear que se le hiciera, tanto porque está situada enfrente de la de San Pedro, como por estar muy inmediata al tabernáculo. En el lugar principal se colocó un lienzo de Nuestra Señora, a cuyo título está dedicada, y encima del altar está la custodia de plata que llaman torrecilla.

Sigue la capilla de las reliquias, esta tiene retablos, con tantas, que seria necesario un catátologo: en las cuchillas del mayor están dos pinturas de San Miguel y San José, que parecen de D. Miguel Cabrera, y en el de la izquierda se ve otra de un muy buen San Sebastian, copia, si no es original, del que está colocado en el altar de ánimas de la Catedral de México, ejecutada por la célebre pintora mexicana, cuyo apellido es Sumaya, la que fué maestra y esposa del valenciano Baltazar Echave, pintor de nota. Si es copia, parece ser de Juarez. En la parte baja de este áltar está un cuadrito de media vara de una Santisima Vírgen, con su marco de plata y lo mismo el frontal del altar principal.

El crucero sigue à continuacion de esta capilla: en él está la puerta que mira al Sur; en sus

muros laterales están dos grandes cuadros con sus marcos dorados, iguales á los del otro, y representan, el de la izquierda el patrocinio de Sr. San José, con varios retratos y una excelente gloria, obra de D. Miguel Gerónimo de Zendejas, pintor poblano. El del frente es de D. Miguel Cabrera, en el que pintó pasages de la vida de San Felipe Neri.

La primer capilla del crucero y cuarta de la nave, es la de San Nicolás obispo: en el retablo principal en un nicho con cristales, sobre una peana de plata está la hermosa estatua de San Nicolás, obra bien acabada, del dicho D. José Villegas de Cora, los cuadros que se ven en el retablo son estrangeros, abajo del nicho está otro pequeño con San Andrés. A la izquierda está otro retablo imitando el tecali, cón una estatua en su nicho, con cristales, de Nuestra Señora del Carmen, del mismo Cora, y en otro nicho pequeño una estatua de San Juan Nepomuceno: en este altar están cinco hermosos lienzos de Zendejas; el muro de enfrente está ocupado con lienzos de la vida del Santo, de buen pincel estrangero.

Sigue la capilla del Redentor; en su nicho principal está una devota estatua del Sr. de los azotes, con su columna de plata: su retablo es dorado, con 6 lienzos de la pasion y los Santos Evangelistas, de autor desconocido: en el pedestal del nicho hay varias reliquias. En el costado derecho está un pequeño retablo con una estatua de la Santísima Virgen de los Dolores, de Cora, y en el muro frontero un gran lienzo de medio punto en que está pintada la Transfiguracion y el pasage de la Serpiente, de metal, en el desierto, por Villalpando.

La capilla de la Sábana Santa, deposita en su altar mayor una cópia muy recomendable de la original, cuya historia conserva el venerable cabildo, solo se descubre al público el jueves y viernes santo. Figura estar en el Santo Sepulcro, asida por unos obispos y sacerdotes con estolas, y està un retrato que parece ser del que la donó, todo de buen pincel, al temple. En la misma Sábana Santa esta un letrero de letras mayúsculas rojas, que dice: Extractuad originali Taurini. En el muro de un lado está un cuadro que representa al Salvador como andaba en el mundo, y otro de buena mano, de la Piedad, con dos ángeles á los lados, pintura estrangera: frente está un pequeño nicho con San Francisco de Asis, y encima una estatua antigua de San Lorenzo. En las puertas que cubren la Sábana Santa hay doce láminas que parecen flamencas, con pasages de la vida del Salvador.

La última capilla es la de Nuestra Señora de unos canónigos en ademán de adoracion y el

la Soledad, junto à la puerta de esta nave. La imagen que se venera es de lienzo, cuya historia escribió el padre Francisco de Florencia en su Zodiaco Mariano. El retablo tiene tres cuerpos con diez columnas de tecali y siete lienzos de la pasion, de autor desconocido, tiene su frontal de plata y seis albortantes de lo mismo, su crujía de hierro. Ocupan los muros laterales lienzos de la Pasion, de autor desconocido.

ADORNO ESTERIOR DEL CORO.

El altar de ánimas ó sea del perdon, está frente de la puerta mayor de este nombre, es obra del año de 1796 á 1797, y el primero en que se empezaron á imitar mármoles en los altares. El diseño se conoce que seria bueno, consta de un solo cuerpo, de órden corintio, tiene tres altares. El primero ó del medio lo decoran cuatro columnas, que se elevan sobre sus correspondientes pedestales, y reciben un trozo de corniza, rematando con un frontis semicircular, despues corre esta por ambos lados, sostenida por seis pilastras quedando en los intercolúmnios de los estremos dos altares, cada uno de los cuales forma un tronito que consta de un zócalo, dos columnitas del mismo órden y su corniza, rematando con unas tarjas, agregado posterior, con unos nichos cuadrados, en que están San Luis Gonzaga y San Francisco Javier, estatuas de medio cuerpo: se agregó tambien en el altar del medio, sobre el tímpano y corona, un trono dorado, con una estatua del Eterno Padre, y dos defectuosos niños, y un nicho envidrierado con otra estatua ménos que el natural de la Purísima Concepcion. En los centros de los tronitos de los laterales están dos bellos lienzos, uuo con un excelente San Miguel, y en el otro el Santo Angel Custodio, de mano de Zendejas, y del mismo son las animas que están en los zócalos de los tronitos. En el Sagrario del altar del medio està un Calvario, siendo el Cristo y Dolorosa de escultura estrangera, y el San Juan, de D. José Zacarias de Cora, digno discípulo y sobrino del antiguo Cora. Entre cada altar hay una puerta que entra á la sacristía de esta colecturía, la que está habilitada de paramentos y utensilios de primera y segunda clase y dias corrientes, tan decentes que no dejan que descar.

El muro que corresponde á la nave del evangelio ocupa dos intercolúmnios de la iglesia: en el primero, está la puertecilla del coro y á los lados de ésta dos cuadros de mas de 3 varas con sus marcos dorados: el primero es una pintura alegórica del Sacramento con ángeles y

otro una hermosa Asuncion tambien con canónigos, ambos obra maestra del célebre pintor mexicano D. José de Ibarra, hechos en el año de 1732. En el otro intercolúmnio ocupa el medio un retablo imitando al tecali con sus adornos dorados en el que están dos nichos con sus vidrieras: en el superior se venera una escultura de Nuestra Señora del Prado vestida de raso y en el inferior S. Miguel Arcangel.

A los lados de este altar están otros dos excelentes cuadros del tamaño de los otros que no tienen firma, el uno representa la aparicion de Nuestra Señora de la Merced al rey D. Sancho, á S. Raimundo de Peñafort y á S. Pedro Nolasco, y el otro un milagro de Sta. Leocadia en presencia de S. Ildefonso: los dos de excelente composicion y colorido, se dice que son de Juarez: sean de quien fueren, son obras respetadas por los profesores de pintura.

En el muro que corresponde al lado de la epístola á los lados de la puerta del coro están dos cuadros del tamaño de los primeros en que está la Santísima Virgen con el niño y Sr. S. José y S. Miguel ofrciéndole la fábrica de la iglesia y en la parte inferior canónigos hincados. El del otro lado representa una gloria con ångeles y un gracioso niño Jesus sobre un globo con una estampita que presenta en la mano de la Santísima Virgen, la que tiene un lema que dice, ecce Mater tua: en la parte inferior bay canónigos entre los que se notan algunos retratos, como tambien en los otros. Estos tambien son de Ibarra, obra tan buena como los demás.

En medio del otro intercolúmnio está otro retablo igual al anterior: en su nicho principal está S. Juan Nepomuceno estatua de 11⁄2 de buena escultura, cuyo cristal es de mas de 2 varas y 1 de ancho: abajo está colocada una pintura del Señor, coronado de espinas, estrangera, de buen carácter, cuya sagrada imágen se dice que ultrajaba el hereje Diego de Alvarado y la que fué colocada solemnemente por el Ilmo. Sr. Campillo.

A los lados del altar están dos cuadros de pasages de S. Juan Nepomuceno presentando el primero, al santo muerto en el rio, por Zendejas, y el otro el martirio de las hachas, por D. Salvador del Huerto, pintor poblano.

En 14 de las columnas de las naves colaterales del templo, están colocados otros tantos óvalos de 2 varas con sus marcos dorados en que se representan las estaciones del calvario y en las que el gran profesor D. Miguel Cabrera pintor acreditado, apuró el manejo de su pincel.

INTERIOR DEL CORO.

Tiene éste una reja con sus puertas, que lo divide, la que se colocó el año de 1697: es de hierro, la hizo el maestro Mateo de la Cruz, pesa 269 arrobas 1 libra, y costó 4614 ps. 5 rs. Su forma es ligera y remata con un calvario de marfil que no tiene bueno mas de la materia: seria justo sustituirlo por una buena escultura aunque fuera de madera. La sillería es de un trabajo esquisito y merece conservarse; es de varias maderas con embutidos de inmenso trabajo, con torneados de hueso ó marfil; son 27 altas y 24 bajas. La silla del Sr. Obispo tiene buena forma, y en la espalda está un S. Pedro todo embutido de distintas maderas, á excepción de las manos y piés, que son pintados lo mismo que la cabeza; es pieza de muy buen gusto y apreciable. Es necesario examinarla bien y de cerca para desengañarse de que no es pintura. El facistol es igual á las sillas se eleva sobre dos gradas de tecali, y lo mismo el balaustre que lo soporta: fenece con un nicho cuadrado con una virgen de marfil y 4 niños de bronce dorado con tarjetas; toda esta es obra de Pedro Muñoz, quien la comenzó en 24 de agosto de 1719 y la acabó en 24 de junio de

1722.

Está entarimado todo el coro y tiene un surtido de libros de canto llano para cuantas funciones desempeña la iglesia, tan apreciables por las muy buenas composiciones y oficios que hay en ellos, como por su escritura y pinturas. El S. Pedro dicho arriba sirve de puerta á un nicho donde se depositan reliquias de consideracion.

Los órganos son dos, uno grande muy bueno, y otro chico lo mismo; el primero tiene 82 mixturas y el segundo, 29.

Alaban al Señor en este lugar 27 canónigos, 18 capellanes, 6 salmistas, 14 músicos, 2 organistas, y 16 infantes.

Tiene la iglesia 5 puertas; 3'al poniente, una al sur y otra al norte; en ella hay cuatro hermosas pilas de agua bendita, de tecali, y de lo mismo es el púlpito, obra de D. José Medina, el año de 1731.

En el trascoro delante del altar del Perdon están dos memorias sepulcrales, la una es del Sr. Palafox, cuya inscripcion dió él mismo; y aunque no se enterró aquí por haber muerto en Osma, se conserva; y la otra es una lápida sobre el sepulcro del Illmo. Sr. D. Domingo Pantaleon Alvarez de Abreu.

ADORNO DE LA CUPULA.

16 pilastras pareadas jónicas, las que se elevan sobre un pedestal y reciben un cornezuelo; entre estas hay 8 espacios que anteriormente eran otras tantas ventanas; en la actualidad no hay mas de 4; ocupando los otros espacios, cuadros con los Evangelistas, pintados por D. Julian Ordoñez el año de 1819. En los intercolúmnios hay 8 nichos con otros tantos jarrones, que se colocaron el mismo año.

En los 4 pendientes ó pechinas se notan otros tantos ángulos colosales de bajo relieve, los que à la verdad hacen mal efecto con la hermosa arquitectura del edificio, pues no corresponde á ésta la escultura de aquellos.

TABERNACULO.

Por los años de 1798, siendo obisbo el Sr. Bienpica, se trató de hacer nuevo tabernáculo. Se pensó que fuera de plata, para lo que se trató muy superficialmente con el patron D. José Barrios, y este pretendió que le ayudara D. Pedro Montes, del que sabemos esta noticia.

Desde luego se desechó este pensamiento y se trató con D. Manuel Tolsa, director de escultura en la academia de México, el que dió primero un diseño y luego modelo de bulto. Contratado que fué, se nombró por comisionado al Sr. D. Ignacio Domenec, canónigo de esta Santa Iglesia, sugeto de gusto y que apreciaba las artes. El 1. de setiembre de 1799 se desbarató el antiguo, y se comenzó la obra con inmensos gastos, los que administraba el Sr. Domenec; por su muerte dió el cabildo la comision al Illmo. Sr. D. Antonio Joaquin Perez, canónigo magistral entónces, cuyo buen gusto y amor á las artes, todos saben; el que continuó la obra hasta que fué nombrado diputado á las cortes españolas. Por la ausencia de este señor se confirió la comision al Sr. prebendado D. Bernardino Osorio, quien la desempeñó hasta el año de 1819, en que renunció. En este año se trató con el mayor empeño por su Illma. el Sr. Percz, y por el cabildo la conclusion de la obra, y para esto se nombraron à los señores tesorero D. Francisco Angel del Camino, y doctoral D. Pedro Piñeyro y Osorio, estando á su cabeza el Sr. obispo. Así estos señores como su Illma. depositaron su confianza para la administracion general y conclusion de la obra, en D. José Manzo, sugeto de gusto é instruido. (1)

Se trabajó con el mayor empeño sin omitir

(1) A este ilustrado poblano debemos los pormenores referidos y todos los que vamos refiriendo, estractaEl domo de ésta es un cuerpo que sostienen dos con la mayor exactitud de un manuscrito suyo.

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