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Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, 28 de noviembre de 1862.

Señor Prefecto del Departamento de Puno.

A consecuencia de una nota del Prefecto de Moquegua, en la que denuncia, como cierta, una expedición que organiza N. N. en la frontera de Bolivia, con el objeto de atacar á la adminis tración establecida en esa República, el Gobierno ha prevenido al referido funcionario que procure impedir esa cruzada por todos los medios que estén á su alcance, hasta mandar retirar de la frontera á los perturbadores de la paz pública, por no poder apoyar ni protejer semejantes proyectos.

Igual prevención hago á US. por si acaso se ramificasen en el Departamento de su mando los planes referidos, esperando que ÚS., con su acreditado celo, sabrá dar estricto cumplimiento á la mencionada disposición.

Dios guarde á US.

José G. Paz Soldán.

CIRCULAR Á LOS PREFECTOS DE PUNO, MOQUEGUA Y AREQUIPA

Lima, 24 de diciembre de 1862.

Habiéndose asegurado al Gobierno, que algunos emigra dos de Bolivia residentes en las fronteras intentaban hacer incursiones armadas sobre ella, y preparaban otros actos hostiles contra su tranquilidad y Gobierno, previene á US., que procure impedir,de todos modos esas tentativas inmorales que deben reprimirse y desaparecer para siempre entre pueblos americanos. Por los Ministerios de Gobierno y Guerra se han hecho á US. las necesarias prevenciones; y repitiéndolas ahora por especial acuerdo de S. E., prevengo á US. que redoble sus esfuerzos y vigilancia para impedir esos proyectos, si acaso fuesen ciertos, y si nó, para hacer desaparecer los temores, recelos é inquietudes que pudieran producir rumores vagos y quizá maliciosos.

También hará US. saber á los emigrados de Bolivia, que mientras residan en nuestro territorio y vivan de un modo pacífico, respetando las leyes que prohiben dañar á otros y turbar el reposo público, tendrán seguridad de sus personas y domicilio y gozarán de las garantías que aquellas conceden á todos los habitantes de la República; pero que si intentan seguir otra regla de conducta, ó se proponen formar expediciones contra Bolivia, ó cometer otros actos hostiles, entonces serán reprimidos eficazmente por US., sometidos á juicio como violadores de las leyes de la hospitalidad que se les concede y castigados conforme á ellas.

Para que la conducta de US. sea circunspecta y las órdenes que dicte no sean aventuradas, examinará con cuidado y sagacidad si es cierta la existencia de los expresados proyectos, ó si acaso son solo vanos temores, ó pertenecen á aquella clase de medios y de recursos, de que en las contiendas civiles suelen hacer uso los vencedores para perseguir á sus rivales vencidos, aun en el asilo que alcanzan en tierra extranjera.

De cuanto US. hiciere y practicase para la más exacta ejecución de esta órden, y de los resultados que sus investigacio. nes produjesen, se apresurará á dar cuenta al Gobierno en pri mera oportunidad.

Dios guarde á US.

José G. Paz Soldán.

Ministerio de Relaciones Exteriores

La Paz, 3 de diciembre de 1862.

De órden de mi Gobierno tengo la honra de dirigirme á V. E. con el fin de poner en conocimiento que muchos de los bolivianos, vencidos en San Juan y en las barricadas de esta ciudad, han pasado á los departamentos de Puno y Moquegua, y que se agrupan en distintos lugares de la frontera en persecución de su culpable propósito de derrocar el Gobierno legal de su patria, para sostituirlo con la dominación perso nal del General don Manuel Isidoro Belzu, que, por cierto, no es el caudillo natural de ese partido. Sabe también mi Gobierno, y me ordena asi mismo comunicarlo á V. E., que aquel General, alucinado con la idea de que las poblaciones de Bolivia se han de levantar en masa para reponerlo en el mando que dejó á impulso de la opinión, se prepara á una expedición subver

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siva sobre este departamento. Los escritos sediciosos que se publican en Tacna contra el Gobierno de Bolivia, desde que el General Belzu se ha situado en aquella ciudad, manifiestan su permanencia allí no ha tenido otro objeto que atizar la discordia entre sus compatriotas, hasta obligarlos á invocarlo como necesario.

El Gobierno de V. E. no pue le ser indiferente á las desgracias que una nación vecina y hermana del Perú, como Bolivia, sufre de algún tiempo á esta parte, por efecto del desencadenamiento de las pasiones revolucionarias; pues sabe muy bien que el contagio del desórden se propaga con tanta mayor violencia cuanto tienen de lisonjero las teorías insidiosas de que lo revisten los demagogos.

La paz interior de los Estados de América no es, por otra parte, una condición aislada de cada uno de ellos, en circuns tancias como la presente, en que un poderoso Imperio trasatlántico ha puesto el pié sobre el territorio de México, con el fin de colonizarlo y variar la forma de su Gobierno.

Estas graves consideraciones han determinado á mi Gobierno á recurrir al de V. E., reclamando el alejamiento del General Belzu y de los demás emigrados que se encuentran en los expresados departamentos de Puno y Moquegua, á cualquiera punto que diste ochenta leguas de la frontera. La tranquilidad interior de Bolivia, y las buenas relaciones de... ésta y esa República, deberán al Gobierno de V. E. un impor. tante servicio. Mi Gobierno tiene la más firme esperanza de que el de V. E. tendrá á bien satisfacer esta doble exigencia de la situación relativa de ambos países.

Me aprovecho de esta ocasión para ofrecer á V. E. los sentimientos de alta consideración y respeto con que soy de V. E. atento y seguro servidor.

Lucas M. de la Tapia.

Excmo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores de la Repú

blica del Perú.

Ministerio de Relacionee Exteriores

Lima, 2 de enero de 1863.

Al Señor Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia.

El infrascrito, Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, tiene el honor de contestar la nota de S. E. el Señor Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, fecha 3 de diciembre último, en que pide sean separados de la frontera los emigrados de esa República cuya permanencia es azarosa á su tranquilidad y necesaria para el restablecimiento del órden y de la paz, perturbados por los lamentables acontecimiensos ocurridos en ella.

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Bien sensibles han sido para el Gobierno del Perú las escenas de sangre y de horror que han tenido lugar en Bolivia, y en que se han visto sepultar en una misma tumba los sacrificadores y las víctimas. Armado el erú de una manera imponen. te y fuerte para exigir del Gobierno de Bolivia explicaciones y reparaciones por los inmerecidos agravios que le había hecho, y por haber violado la fé de los tratados, se abstuvo hacer uso de sus armas en aquellas circunstancias aflictivas, dando á conocer con su, moderación y absoluta neutralidad, que, si era sensible á las injusticias y ofensas recibidas, era también gene. roso y eminentemente americano. Han pasado esos momentos de cruel expiación; el órden ha sido restablecido en Bolivia, y ha quedado victorioso el Gobierno proclamado conforme á las prescripciones constitucionales.

Tantos acontecimientos, sobrevenidos con asombrosa rapidez, tantas vicisitudes sorprendentes, daban lugar para es perar que ese Gobierno, aleccionado por ellos, conociera que para establecerse sobre bases sólidas, debía reconciliarse con el Perú, satisfacerle con franqueza, buscarle con la confianza, con la lealtad y la buena fé de quién desea vivir y mantener con él relaciones, no sólo amistosas, sino también sinceras y fraternales. Mas nada hasta hoy ha hecho el Gobierno de V. E. que manifieste esta política de conciliación. Los gobernantes se han sucedido ali con rapidez; los promotores de la actual situación incierta de ambos pueblos, no sólo han desaparecido de la escena pública, sino también de la superficie de la tierra: se han cambiado las constituciones; pero la política de todos ha sido igualmente injusta para el Gobierno de Bolivia y pue

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blo peruano, como si fuese una ley inmutable y orgánica de tantos gobiernos y su sistema, vivir y conservarse en esa hostilidad abierta y en esa inmutabilidad ofensiva. Si así no fuera, ya habría adoptado otra línea de política más amistosa y cordial-más franca y resuelta.

Elevado á la suprema magistratura de Bolivia S. E. el General Achá, en 12 de agosto último, no ha hecho saber su exaltación á ella de una manera oficial y auténtica, ni al anterior Presidente del Perú, que en 24 de octubre concluyó su periodo, ni al Excmo. Señor Don Miguel San Román, que le ha sucedido: únicamente ha anunciado su existencia oficial por medio de demandas y reclamaciones, que suponen no sólo la desaparición de las causas de desinteligencia, sino también la existencia de tratados.

La seguridad y la libertad individual, y el respeto al domicilio no pueden ser inquietados ni perturbados, ni variados en el Perú, sino en virtud de sentencias judiciales, ó de tratados anteriores; pero, aun en este último caso, es necesario acreditar con datos fidedignos que uno ó más emigrados conspiran contra el Gobierno establecido en el país vecino, para alejarlos á cierta distancia de la frontera. Todos los vínculos que ligaban antes á ambas Repúblicas, han sido rotos por los gobiernos de Bolivia.

Apesar de esto, el del Perú, que para su engrandecimiento y progreso nada ambiciona, ni exige de Bolivia, á excepción de ser satisfecho y desagraviado, ha continuado dándole prue. bas voluntarias de generoso comportamiento. El finado presidente doctor Linares puso en interdicción el comercio de ambos países: el del Perú, decretó como medida de retorsión, la más amplia libertad y protección á los intereses comerciales bolivianos, franqueándoles sus puertos. (1) La guerra civil se presentó horrible y desoladora en Bolivia, y el Gobierno del Perú retiró de sus fronteras su aguerrido y disciplinado ejérci to, ordenando á sus autoridades la más severa prescindencia y la más circunspecta neutralidad. Ultimamente, los prefectos de uno y Tacna avisaron, que algunos emigrados se hacían sospechosos en la frontera, y tanto por este Ministerio, cuanto por los de Gobierno y Guerra, se han expedido órdenes terminantes y positivas para que reprimiesen é impidieran toda tentativa armada y todo proyecto agresivo contra el Gobierno de Bolivia. Al adoptar estas medidas, la actual administración. ha procedido siguiendo el plan de política amigable y pacífio que se propone seguir con todos los pueblos de la tierra, respe

(1) Página 5.

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