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RESTABLECIMIENTO DE LAS RELACIONES ENTRE EL PERÚ Y BOLIVIA.-RECEPCIÓN DEL MINISTRO PLENIPOTENCIARIO SEÑOR DON JUAN DE LA CRUZ BENAVENTE.

"Se ha verificado hoy (1) la recepción del Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario de la República de Bolivia, con toda la solemnidad propia de su elevado carácter, y de la alta misión que se le ha encomendado por su Gobierno.

Después de algún tiempo de paralización de aquellas relaciones que debieran existir perpétuamente entre los gobiernos de un mismo origen y de idénticos principios, era necesario que se reabriese el campo de la discusión para arribar á ese grado de inteligencia que conduce á la paz de los Estados, les hace conocer sus mútuas conveniencias y los dirige á la realización de sus destinos.

Así como en el órden civil, querellas que nacen de equivocados conceptos, en cuanto á la tradición de la propiedad y á los derechos individuales, vienen á alterar el reposo doméstico, ó á perturbar la paz entre vecinos, así en las Naciones la exageración del sentimiento de la patria, un excesivo interés por su engrandecimiento, 6 los errores políticos bajo la influencia de Jas facciones que se desbordan, vienen, por lo comun, á interrumpir el giro de las relaciones que afianzan la autonomía de cada Estado, y lo preseptan bajo su verdadera faz ante las de más naciones de la tierra.

Pero llega un día en que los progresos del buen sentido y la sana filosofía aconsejan fundir todos los resentimientos y relegar al olvido todos los actos que precedieron al interregno, y pudieron ser en momentos menos felices la causa eficiente de esa perturbación tan funesta para ambos pueblos, como sensible á los ojos de las demás secciones hermanas. Así la misión del señor don Juan de la Cruz Benavente y la pronta y bené vola acogida que ha recibido del Gobierno son de tan alta significación, respecto de nuestras relaciones con la República vecina, que bien puede augurarse un término feliz para la penosa situación, harto prolongada, de ambos pueblos, cuyas necesidades comerciales establecen virtualmente entre ellos un vínculo de asociación de carácter indisoluble, sin el cual ambos se encontrarían en una condición violenta y por consiguiente insostenible.

El Perú, pues, que tantas pruebas ha dado siempre de su respeto al derecho, de su espíritu de paz con todos los Estados del Universo; á que en su tratado de 848 (2) dió una clásica prueba de sus sentimientos hacia aquella República, vería con

(1) 22 de agosto de 1863.

(2) Ese tratado se registra en el tomo II.

aplauso restablecerse la paz entre ambas naciones y llegar á un estado de concordia que los ligase sólidamente, para asegurar el mútuo comercio de sus pueblos, retrazados por la es pectante actitud en que por largo tiempo han permanecido, y hacer de consuno algún día la defensa de sus comunes intereses."

("El Peruano"-Publicación oficial-Sección editorial.)

El Ministro de Bolivia, señor don Juan de la Cruz Benavente, al poner en manos de S. E. el Presidente de la República su credencial, dijo:

Excmo. Señor:

Es doblemente honroso para mí representar á mi patria en esta vez solemne, en que vengo, señor Presidente, á ofreceros. nuevas seguridades de la fraternal amistad que Bolivia y su Gobierno constitucional consagran á la magnánima Nación Peruana y á su Gobierno ilustrado, por cuya prosperidad y engrandecimiento hacemos sinceros votos.

La República Boliviana conserva por el Perú las simpatías especiales que vienen del recuerdo de su pasado comun de infortunio y de gloria; que se vinculan, Señor, por el rose de sus fronteras y por la asimilación de sus intereses; y que ante la perspectiva de su destino, que en el porvenir tiene de ser igual. mente uniforme para las dos, deben acrecentarse diariamente.

El Perú y Bolivia, pueblos recíprocamente productores y consumidores, cuyos mercados son indispensables para la regularidad y ventaja de sus transacciones, han menester, además, que sus Gobiernos se acerquen y comprendan bien. En la historia de las combinaciones políticas y económicas de ambos países, desde que su nacionalidad fué constituída, se muestra, Señor, como una noble precisión, la necesidad de que se arreglen sus relaciones de una manera no solo justa, sino fra. ternal también.

Muy satisfactorio es, Señor, que los Excelentísimos gobier nos de ambas naciones, que saben comprender esa necesidad, hayan concurrido, respectivamente, desde algún tiempo á esta parte, á darse la mano de amigos; ya cultivando un comercio diplomático que manifiesta su comun benevolencia, ya cumpliendo con hidalguía altos deberes de etiqueta internacional, que debían conducirlos á restablecer las mútuas relaciones, que ambos Jefes del Poder Ejecutivo encontraron interrumpidas al hacerse cargo del Supremo Poder.

En ese propósito digno, el Presidente Constitucional de Bolivia, estimando fraternal y decorosa la iniciativa, me ha investido, Señor, por esta carta de Gabinete que tengo la honra de presentaros, del carácter diplomático de Ministro Plenipotenciario.

Me congratula, Señor Presidente, que la misión principal que traigo cerca de vuestro Gobierno respetable, sea de resta. blecer sincera y noblemente las relaciones de perfecta amistad, que debían existir inalterables entre las dos naciones;

De entretenerlas y acrecentarlas con lealtad digna del Perú y de Bolivia;

Y de afianzaṛlas para que no fluctúen más en pactos solemnes, en que se consulte su estabilidad, procurando que ellos sean la fiel expresión del honor y de los intereses de ambas Repúblicas.

Yo estaré satisfecho, Señor Vice-Presidente, si puedo, en mi calidad especial de representante de Bolivia y de amigo sincero del Perú, realizar con amplitud las elevadas y americanas miras de mi Gobierno. Y mi satisfacción será completa, si consigo también, Señor, hacerme personalmente acreedor á vues. tra noble confianza, y á la de los distinguidos personajes que forman el ilustrado Gabinete que vos, Excmo. Señor Presiden. te, sabéis presidir de tan digna manera.

S. E. (1) contestó en estos términos:

Señor Presidente:

El Perú no ha olvidado nunca las afinidades de orígen, de hábitos, de intereses y de principios políticos que lo unen á la República de Bolivia, nación cuyos recuerdos históricos vienen más de una vez á confundirse con los nuestros en la lucha glo. riosa de la Independencia. Accidentes desgraciados han tur. bado, en algunas épocas, relaciones que por recíproca conve niencia deben ser siempre duraderas y cordiales; pero la justi. cia ha sido escuchada al fin como el único medio de alcanzar la paz y consolidar la armonía en beneficio de entrambos pueblos. Al sostener el Gobierno, á cuyo frente me encuentro, los derechos que la patria le ha confiado, nada pretende con detrimento ni méngua de los agenos; y razón hay para esperar que el actual é ilustrado Gabinete de Sucre contribuirá con eficacia al restablecimiento de nuestra mútua inteligencia, necesaria, como nunca, para promover el mejoramiento comun y para realizar el pensamiento de una prosperidad verdadera.

(1) FI General don Juan Antonio Pezet.

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Vos, Señor Ministro, sois un órgano digno para expresar los sentimientos sinceros del Gobierno que representáis-Vues. tras luces y vuestra sagacidad, acreditadas antes de ahora, son fundadas garantías para el feliz término de la importante y elevada misió de que venís encargado.

memoria deL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES DEL PERÚ.— MEDIACIÓN ENTRE CHILE Y BOLIVIA.

....

La República del Perú ha concluído con la de Bolivia, dos pactos: uno de paz y amistad, y otro arreglando las comuni. caciones epistolares entre los dos pueblos. Ambos documen. tos se someten á vuestro conocimiento, separadamente y con los respectivos informes. El Tratado de Comercio, que tanto demanda la opinión pública y que está llamado á satisfacer exigencias recíprocas, debe ajustarse próximamente, lo que no ha podido verificarse hasta ahora, por las malas condiciones en que nos han puesto los últimos acontecimientos. Se han hecho estudios detenidos sobre esta interesante materia; se han reunido datos abundantes y se han examinado los sistemas que más pueden convenir para tratar acerca de este útil y delicado punto. De creerse es que los trabajos serán satisfac torios y acomodados á la conveniencia de las dos naciones. (1)

Las simpatías que nos ha mostrado esa República, en nuestro actual conflicto con la España, son muy dignas de gratitud: ellas revelan que estos pueblos son los mismos que juntos conquistaron su independencia, los que iguales sacrificios hicieron para sacudirse de la dominación peninsular, y los que, identificados en ideas y en principios, se comprenden y se aunan para defender sus instituciones. El Excmo. Señor Be navente, apreciando la importancia de su misión, cultiva con clara inteligencia y con rasgos exquisitos de cordialidad, tan gratas relaciones, de una manera que deja cumplidos los deseos de su Gobierno y los del nuestro, por más de un título, amigos y hermanos leales; y este mismo personage tiene las credenciales necesarias para representar a su Gobierno en el Congreso Continental.

El Gobierno del Perú ofreció su mediación á los de Bolivia y Chile, en la ruidosa cuestión de Mejillones. No podía ser in. diferente á los azares que iban corriendo dos Estados amigos.

(1) Vé ase esos pactos en el tomo II, páginas 303 á 322.

y hermanos; y obedeciendo á los generosos impulsos de una política verdaderamente americana, concibió la idea muy teliz de interponer sus buenos oficios, para ver si terminaban esas sensibles diferencias.

No llevó el Gabinete otro fin, en esta propuesta, que ver estrechados dos pueblos, con quienes tiene tantos lazos comu. nes; pero sus desinteresadas miras no han podido tener efecto hasta ahora, sin que por esto se desaliente en su propósito ni pierda la esperanza de que un arreglo concluya para siempre los motivos de desacuerdo que existen actualmente entre dos Repúblicas tan ilustradas y tan dignas de consideración como las de Chile y Bolivia. Los documentos relativos á este negociado, darán al Congreso una idea cabal del curso que ha llevado hasta los días que contamos.

(Memoria del Ministro de Relaciones Exteriores del Perú presentada al Congreso de 1864.)

MEDIACIÓN ENTRE CHILE Y BOLIVIA

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, 30 de enero de 1864.

Una de las necesidades más urgentes de todas las Repúbli cas sud-americanas es la estabilidad de la paz, sin la cual no es posible que, ni las instituciones democráticas se consoliden, ni la riqueza general se desenvuelva, ni la civilización se propague, ni el derecho se establezca bajo firmes é inamovibles condiciones. Hace tiempo que los trabajos de los Gobiernos del Continente debían haberse concretado á la plena adquisición de estos bienes, como los únicos elementos de ventura y como los principios más adecuados para realizar la unión harto apetecida de todos los pueblos de origen comun y de formas idénticas.

Cuestiones de diverso género pueden suscitarse entre las Repúblicas americanas, más o menos graves, como que no siempre las convicciones y los sentimientos marchan de acuer do acerca de los intereses de localidad y de miras de peculiar engrandecimiento; pero la solución de todas ellas no debe buscarse en el ejercicio de la fuerza material, sino en la discusión tranquila de los hechos y en la fiel aplicación de la justicia. La guerra, último recurso de las nacionès y el más funesto y des. tructor de cuantos sirven para la revindicación de los derechos

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