OBRA ESCRITA POR Ricardo Pérez. (De la Sociedad Mejicana de Geografía y Estadística.) MEJICO. TIP. Y ENCUADERNACION "LA IDEA DEL SIGLO.” CALLE DE COCHERAS, LETRA C. 1904. PROLOGO Un laborioso trabajo de selección en el debatido laberinto dela Historia Nacional, me permite présentar al público en las páginas que siguen, una serie acumulada de acontecimientos notables del pasado, narrados imparcial y verídicamente, sin el veneno de las pasiones y en el lenguaje sencillo y perceptible del anécdota; desarticulados y sin enlace. Integran la narración, episodios de todas las épocas. Las novelescas y seculares peregrinaciones de nuestros antepasados, errantes hasta fundar entre lagunas el país en que vivimos; las costumbres, guerras, civilización y desarrollo de los pueblos que nos ́ han precedido; los descubrimientos y conquistas que hicieron inmortales á Cristóbal Colón, á Hernán Cortés y á otros arrojados capitanes y navegantes españoles; los sucesos de la vida excepcional de tres centurias en que el altivo imperio indio tan guerre. ro y tan valiente, hubo de soportar la dominación de España á que dieran acceso las supersticiones del pusilánime Moctezuma; la guerra de independencia con sus epopeyas y sus poemas heróicos; los imperios siempre malogrados y escarmentados, y la República tan trabajosamente erigida. He apuntado lo más notable de las dinastías indias en el torbellino de sus desvastadoras luchas y de sus horripilantes sacrificios humanos, de sus ritos y ceremonias, de su esplendor y de su grandeza sellados con la defensa brillante de Anáhuac, hecha por su último Emperador, el esforzado Cuauhtemoc, quien cautivó aun en su desgracia, á los conquistadores, por aquella virilidad no desmentida, hasta el postrer momento. Después del gobierno militar de Cortés y del de los Oficiales Reales, sucedidos por las Audiencias, pletóricos de intrigas y de disputas ruidosas, he tomado del periódo colonial mucho de lo ignominioso, como el fatídico aparato de la horca en que la justicia, agresiva y ensangrentada, prostituía su misión erigiendo cadalzos, alimentando hogueras, prodigando azotes y afrenta; muerte, desolación y terror; mucho de lo plausible, como las fundaciones de edificios públicos, de conventos y de templos; de mercados y de parques que constituyeron la Nueva España ó Méjico antiguo en que florecieron notables caudillos y arzobispos, jurisconsultos y literatos, arquitectos y legisladores, anotando diversos pasajes relativos al tribunal tenebroso de la Inquisición; los eclipses, temblores y aurora boreal; las labores del insigne Virrey Revillagigedo, de Bucareli y de otros gobernantes ilustres, y, condensando así en breves notas la historia del alumbrado público y de los empedrados, de los acueductos y entubaciones; y de otros muchos asuntos tan curiosos, como interesantes Ocupan respectivamente sus puestos Hidalgo, Morelos, Matamoros y demás caudillos insurgentes, en la narración de las luchas de independencia con tinuadas por Guerrero y coronadas por el éxito que alcanzó Iturbide, el ídolo de los mexicanos hasta antes de ceñir la efímera corona de falsa pedrería que fué causa de su destierro y de su muerte. Luego, Santa Anna proclamando la República de que tanto abusó D. Felix Fernández, primer Presidente de la misma, seguido de sus colegas y sucesores en el supremo mando; Maximiliano de Hapsburgo, víctima del imperio exótico importado por Almonte y otros malos mexicanos; y finalmente, la República moderna y contemporánea, con sus dos fases; la de la paz y la de la guerra. Las notas que forman este libro, correspondientes una á cada día, son independientes entre sí; estan escritas sin pretensiones de constituir una obra completa, perfecta, ni de estudios formales; ý destinadas únicamente á recordar y divulgar los episodios remarcables de nuestra historia entre las personas poco afectas á profundidades en esta materia; valiéndome para ello, de una lectura ligera y de sabroso entretenimiento. Así se explica que salga á luz un libro tan modesto, sin detenerse ante la crítica cuyos estragos es incapaz de resistir. Ricardo Pérez. |