Imágenes de páginas
PDF
EPUB

en las haciendas colgasen de los pies á los sirvientes y les diesen látigos hasta que entregaran el último caballo; y que si en estas correrías encontraban á alguno que manifestara ser insurgente, lo matasen también. Todo se cumplió exactamente, y á este pretexto se cometieron asesinatos, robos, estupros; forzaban á las mujeres casadas á presencia de sus maridos, que eran lanceados después de presenciar su deshonra; en fin, no hubo crimen que no se cometiese por aquella tropa autorizada y sin frenɔ. En seguida quiso su señoría aumentar el regimiento hasta ochocientas plazas: en los mismos términos se hizo una recluta, sin excepción de viejos, niños, casados é imposibilitados, que fueron amarrados y conducidos al cuartel, y hasta las mujeres, entre tanto parecieran sus maridos ó hijos, ó daban un hombre á cambio de la libertad. Todos fueron enrolados á las filas para ser víctimas de la ferocidad de este español que se complacía al ver correr la sangre americana: si alguno no podía aprender el ejercicio difícil de caballería era bañado (1) al momento, esto es atado á un pilar y muerto á pequeñas lanzadas por cada uno de los soldados, con prevención de que ninguno hiriese en la parte herida; ni introdujese la lanza más de un dedo de profundidad. Si alguno tenía la desgracia de haber desertado, al soldado que seguía en número se le daba el baño en público, colgándolo en las ventanas de hierro de las casas de Santo Domingo, donde tenía su cuartel. En suma, á varios infelices, por que reclamaron sus caballos su

(1) Bañar, meter en baño, dar baño fueron voz y frases que equivalían á matar..

plicando su devolución por no tener otro patrimonio para su subsistencia, tuvo la inhumanidad de hacerlos enterrar dejándoles la cabeza afuera, y haciendo que pasara por encima la caballería tantas veces, cuantas eran necesarias hasta que la cabeza desaparezca, y que no queden señales de la víctima. Cada soldado tenía tres caballos á su cuidado, y si alguno se dejaba arrastrar al conducirlos á beber, ó caía estando montado ó se descuidaba en su alimento, sufría precisamente quinientos palos con lo que no hubo ejemplar de que viviera ninguno. En fin, más gente mató Payol el tiempo que estuvo en Riobamba de guarnición, que murió en las dos acciones referidas. Tuve la desgracia de ser testigo ocular de todos estos sucesos.>> A pesar del respetable testimonio del autor, creemos que hay suma exageración en si relato.

Cierto, sí, que los apellidos de Payol y de Viscarra, otro español muy parecido al primero por su indole y barbaridades, quedaron por muchos años atronando entre nuestros pueblos y presentándose como figuras espantosas, causadoras de pesadillas. Francisco Carbajal, el Demonio de los Andes, acaso no imprimió tanto horror entre los indios y entre sus propios compatriotas cuando la conquista, como aquellos capitanes feroces en las agonías del gobierno al cual servían. 1 Parece que buscaban la vida de su gobierno en el espanto que habían de producir las brutalidades que cometían.

CAPITULO VI.

Bolívar, su nacimiento, educación y viajes. Su primera campaña.- Campaña de Venezuela. El sitio de San Mateo.- Carabobo.-Bolívar en N. Granada.- Parte para Jamaica.- Tentativa de asesinarle.- Expedición de Cayos.-Bolívar en Venezuela.-Se va para Haiti y vuelve para Venezuela. Congreso de Angostura.- Čampaña de Nueva Granada.- Campaña de Venezuela.- Armisticio de Santana.- Congreso de Cúcuta.

I

Tiempo es ya de que hagamos conocer á un grande hombre, intencionalmente reservado para un capítulo especial, á un hombre cuya vida é historia son la vida é historia de cinco pueblos soberanos, á un hombre cuya frente vino á ceñir la guirnalda de cuantos laureles recogió la independencia americana, á Simón Bolívar. Méjico, Perú, Bolivia, Chile, Buenos Aires y principalmente Yapeyú, pueblo corto de las misiones del Uruguay, que dió á San Martín, brotaron héroes sobre héroes en los tiempos de esa larga y san grienta lucha, en que se combatía por la esclavitud

ó la libertad, por la monarquia ó la república, por la oligarquía ó la democracia, la más racional, la más justa, aunque también la más turbulenta, de las instituciones humanas, y la que arrebata el vivo anhelo de la mayor parte de las sociedades. Pero esos héroes, vivos é históricos monumentos que embellecen el territorio de sus pueblos, quedan enanos al lado del coloso, sin cuya aparición y genio para la guerra se habrían sepultado talvez los nombres y glorias de todos ellos.

Tenemos, pues, que volver atrás del tiempo á que hemos llegado con nuestra narración, para tratar de Bolivar desde su cuna hasta verle á la cabeza de nuestros soldados en 1821, pues los sucesos del Ecuador, posteriores á este año, se hallan encadenados todos con el grande hombre. La figura de Bolívar es por demás elevada, y harto bien merece que narremos algunos pormenores de su vida.

Simón Bolívar,descendiente en línea recta de don Simón Bolívar, que allá, por 1589, ya hacía figura como procurador general de Caracas en la corte, nació en esta ciudad el 24 de Julio de 1783 (1). Sus padres don Juan Vicente Bolivar y doña Concepción Palacios, pertenecía á las familias distinguidas de Venezuela, y poseían el marquesado de Bolivar y el vizcondado de Coporete. Simón

(1) "En la ciudad de Mariana de Caracas, en 30 de Julie de 1783 años, el doctor don Juan Felix Jerez y Aristeguieta presbítero, con licencia que yo el infrascrito teniente cura de esta santa iglesia catedral le concedí, bautizó, puso óleo y crisma, y dió bendiciones á Simón, José, Antonio de la Santisima Trinidad, párvulo que nació el 24 del corriente, hijo legitimo de don Juan Vicente Bolívar y de doña María Concepción Palacio y Sojo," etc.

era el cuarto hijo de esta familia, como San Martín el cuarto hijo de sus ilustres padres,

Don Juan Vicente, que murió á los dos años del nacimiento de Simón, dejó dos hijos y dos hijas, dueños de una gran hacienda, y recomendó á sus esposa que enviase á los varones á Inglaterra para que se educaran en los colegios ingleses; mas el abuelo materno, don Felipe Palacio, católico de corazón y enemigo de la libertad religiosa proclamada en este pueblo, se opuso tenazmente á ello para preservarlos, decía, de las heregías. En consecuencia, Simón recibió las primeras lecciones en la misma Caracas, y tuvo, entre otros maestros á don Simón Rodríguez, filólogo de nota, viajero observador y metafisco erudito. «Primeras letras, gramática latina y española, esgrima, natación, historia natural, profana y eclesiástica, y algunos principios de matemática, fueron los ramos de enseñanza ó primera educación del joven Bolívar hasta la edad de quince años, en que su curador, don Carlos Palacio, después de la muerte de la madre, le mandó á España para que completara sus estudios» [1]

[ocr errors]

En España tomó puerto en Santoña y siguió su viaje para Madrid. Hospedóse en casa de su tío don Esteban Palacio, al parecer hombre de cuenta, puesto que gozaba de la gracia que le dispensaban los reyes, sinó por él mismo, por sus conexiones y amistad con el privado de ellos, Mallo, hijo de Popayán y educado en Caracas. Merced á estas circunstancias, Bolívar tuvo entra

[1] «Memorias sobre la vida del libertador Simón Bo lívar» por el general Tomas C. Mosquera.

« AnteriorContinuar »