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metales preciosos amonedados con relación al otro, marcando en cada moneda de oro la cantidad de monedas de plata que vale ó en que debe cambiarse, y diciendo, por ejemplo, la onza de oro vale diez y seis duros, ó sea diez y seis onzas de plata. Esto, como observa muy bien Chevalier, es establecer una ecuación absoluta de valores entre dos cantidades fijas de dos objetos diferentes, el oro y la plata, cada uno de los cuales tiene su valor determinado por circunstancias que le son propias.

Así es que la relación legal entre los valores del oro y de la plata es con frecuencia diferente de la verdadera, y una de dos:' ó se prescinde de ella, infringiendo la ley, ó se dificultan las transacciones, quedando sólo en la circulación la moneda del metal favorecido, y huyendo la del otro en busca de mercados donde se la admita por el precio que realmente tiene.

MARIANO CARRERAS Y GONZÁLEZ (Español).

LA LOCURA CONTAGIOSA

Á un cuarto principal de una casa nueva, sita' frente al Rastro de Valladolid, corte á la sazón de Felipe III, subían una tarde de otoño de 1603, mano á mano y en conversación al parecer de grave importancia, una mujer y dos hombres, personas los tres de razonable edad;* el uno con sotana y manteo de raja de Florencia; el otro con capa larga y gorra, bastón, guantes y grande anillo; y ella con tocas blancas y saya de jerga: es decir, un eclesiástico, un médico y una beata.

-Quien nos haya visto venir acá juntos desde la iglesia de San Ildefonso-dijo sonriendo el eclesiástico al poner el pie en el primer escalón-se habrá figurado que vamos á visitar á un enfermo de peligro.

'Una de dos-one of two things (will happen). "Sito-located.

Mano á mano-heads together.

Razonable edad-middle-aged.

'Raja-a kind of heavy woolen cloth.

-¿Parécele á vuesa merced, señor cura-replicó la beata - que es enfermedad poco peligrosa la de mi hermanastro?' - Aún-replicó el médico-no nos ha dado cuenta vuesa merced sino de alguno que otro síntoma, que no me parece decisivo.

-Ahora - prosiguió el cura-nos informará con más detención y descanso la hermana Magdalena; porque, hasta aquí, más nos ha aturdido con exclamaciones que instruído con noticias.

- Por eso rogué á vuesas mercedes-dijo Magdalena-que viniesen á casa, y aprovechásemos la buena coyuntura que se nos ofrece, por haber salido mi cuñada, mi hermana y sobrinas.

Llamó en esto la beata á la puerta, y habiendo preguntado desde adentro una voz el sabido ¿quién es? Magdalena respondió: Abre, María. - Abrió al punto la criada, y la beata, haciéndole primero una seña, como de quien encarga sigilo, preguntó muy quedo á la moza si seguía aún el amo en su cuarto.- Todavía está allí-contestó María-y tan enfrascado como siempre.

- Vuesas mercedes me hagan la honra de pasar á la sala — dijo la beata á sus dos acompañantes entonces; y dirigiéndolos ella, entraron en una pieza capaz y limpia, bien que alhajada con pocos y pobres muebles. Con esto, y con mandar á la criada que sacase chocolate al señor cura y al señor doctor, se retiró la moza; y quedando solos los tres interlocutores de al principio, entablaron, según noticias, la siguiente conversación.

El cura (bajito).- Con que díganos vuesa merced: ¿qué más motivos tiene para creer que el señor hermano se halle tan mal de cabeza?

Magdalena. - Dónde reclinar la mía me falte, señor cura, si no es cierto lo que imagino. Pues, señores.... (Suena en el aposento inmediato una ruidosa carcajada). ¿Oyen vuesas mercedes? Esas risas son las que me hacen llorar; desde que vino mi cuñado de Sevilla, donde estuvo preso, ha dado en la flor de encerrarse en ese cuarto, y de soltar de

'Hermanastro-stepbrother. "Enfrascado-bottled up.

cuando en cuando unas risotadas que me estremecen. Cuando le hablamos anda siempre distraído, y de ordinario contesta fuera de propósito. Á mi entender, el sentimiento de haberse visto en una cárcel y acusado injustamente de defraudador de la Real Hacienda, junto con la pesadumbre de considerar el desamparo en que su prisión dejaba á su familia, que somos cinco mujeres, sin contar con la moza, á quienes hasta ahora ha mantenido honradamente con su trabajo; estas consideraciones, repito, han hecho en su ánimo ancha mella,' y han debido trastornarle un poco el cerebro.

El médico.- Imposible no es: un hombre pundonoroso, y que pasa ya de cincuenta....

Magdalena.- Es que hay otra cosa, y á fe' que el señor cura me dé la razón. Mi madre, doña Leonor de Cortinas, que santa gloria haya,' me tiene dicho tantas veces, afligida de la traviesa índole de mi hermano, me tiene repetido tantas veces llorando, que las locuras de su hijo habían de dar qué decir al mundo! Las predicciones de los padres....

El cura (tomando el chocolate que trae la criada). — Cierta

mente son avisos de Dios.

El médico (despachando su jícara).- Pero esas risas pueden provenir de que el señor hermano tenga algún motivo oculto para estar contento; acaso sus negocios prosperan....

Magdalena.-¡Qué han de prosperar, señor doctor de mi alma, si jamás se ha visto peor! En otro tiempo escribía comedias, que le daban algo de sí, porque los comediantes y el auditorio las recibían bien; pero ya dicen todos que ha perdido la gracia, y que ni aun sirve para componer coplas de ciego. Acomodo estable no ha podido lograrlo nunca; las cobranzas esas que tenía le ocasionaban continuos viajes y desazones, y le rendían muy poca utilidad; como fué soldado, no se da maña para hacer la corte á los señores de ella, y así ninguno le atiende: con que ya ve vuesa merced qué motivos de alegría le asisten. Pero lo más particular es que desde que le ha acometido esa manía, se ríe de cualquier

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'Hacer mella-to make deep impression.

Á fe-certainly, evidently.

'Que santa gloria haya-may she rest in peace.

cosa por sencilla que sea, y le ocurren unas bobadas, que jamás se han visto en él ni por pienso; pues seguramente que nunca ha pecado de bobo mi hermano de madre. Figúrense vuesas mercedes si es para extrañar el caso que voy á referir, que es el primero en que yo reparé. Recién llegado mi hermano de Sevilla, tuvo que tratar con un labrador de Sepúlveda no sé que asuntos correspondientes á la administración de unas tierras de aquella villa; y como en la lista de ellas hubiese una, sita en un término que parece llaman de Sancho Pulza, no bien oyó este nombre mi buen hermano, rompió á reír como un mentecato, diciendo: "¡Famoso nombre, mudándole algo! ¡Famoso!" Porfiaba el labrador que no había que mudar al tal nombre nada, y mi hermano que sí; y anduvieron de este modo altercando media hora, hasta que se separaron los dos: el labrador harto mohíno, y mi hermano muy satisfecho. Pocos días después, habíamos salido él y yo á dar una vuelta fuera de la ciudad; y al subir una loma, encima de la cual hay un molino de viento, vimos que un muchacho se agarró ó se dejó coger, no sé cómo, de una de las aspas del molino, que le volteó y arrojó á gran distancia, dejándole sin sentido del golpe. Yo me asusté de manera que no pude dar un paso para socorrer al chicuelo; mi hermano acudió á él, le alzó, y le hizo volver en su acuerdo; pero querrán vuesas mercedes creer que mientras le levantaba y hacía por volverle en sí, no paraba de reírse, exclamando: "¡También es rara casualidad! ¡vaya que no puedo contener la risa!"

El cura. - Poco cristiano es en verdad eso de alegrarse del mal del prójimo.

El doctor. -Que se alegre un médico de que se le presente ocasión de hacer una buena cura, pase;' pero un ingenio lego no está en igual caso. Con todo, aun eso no prueba que el amigo se halle fuera de juicio.

Magdalena. - Pues vaya otro pasito más. Vuesa merced, si no me engaño, es pariente de aquel famoso Juanelo Turriano, el del artificio para subir el agua del Tajo á Toledo.

'Pase-may be excused.

El doctor.-Cierto que sí.

Magdalena. - Vuesa merced mismo es quien me ha contado aquel lance de Juanelo con el emperador....

El doctor. - En efecto, yo he sido.

El cura. -¿Qué lance es ése?

El médico. - Uno que no deja de ser curioso. Cuando el César Carlos V, habiendo renunciado las coronas imperial y real, se retiró al monasterio de San Jerónimo de Yuste, Juanelo, deseoso de dar á su Majestad un buen rato, construyó una máquina de figuras de movimento, que representaba la batalla de Pavía. Dada cuenta de sus intenciones á los monjes, ellos le proporcionaron con todo secreto sitio á propósito en que armar su tramoya; y cuando estuvo lista, dijeron al emperador que viniese á ver una curiosidad de buen gusto. Holgóse mucho su Majestad con ella, porque el sitio de la pelea estaba representado al vivo,' y las operaciones de los dos ejércitos perfectamente imitadas. Pues como la figura del rey de Francia hiciese que se retiraba en derrota, y se hubiesen atascado con no sé qué tropiezo las de los nuestros que le perseguían; el emperador, que tenía los ojos fijos en ellas, como si mismamente estuviese viendo combatir hombres de carne y hueso, se dejó por un momento llevar de su imaginación guerrera y fogosa, y exclamó á voz en grito, cual si estuviese mandando sus invictas escuadras: "¡Corre, Juan de Urbieta! ¡Diego de Ávila, corre! que se os escapa el rey Francisco." Figúrese vuesa merced, señor cura, qué efecto harían estas expresiones en todos los circunstantes. Aunque casi todos eran monjes, padre hubo que se arrojó á coger del pescuezo al rey francés para que no se nos huyera.

El cura.-Yo, por mí, le juro á vuesa merced que más hubiera querido presenciar ese lance, que ser presentado para la mitra arzobispal de Toledo.

Magdalena.- Pues bien: refiriéndole yo, há pocos días, ese acontecimiento á mi hermano, soltó también una carcajada, diciendo; "¡Brava aventura para achacársela á un titerero!"

'Al vivo-life-like, realistic.

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