Nueva revista de Buenos Aires, Volumen4

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C. Casavalle, 1882
 

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Página 289 - He gain'd from heav'n ('twas all he wish'd) a friend. No farther seek his merits to disclose, Or draw his frailties from their dread abode, (There they alike in trembling hope repose,) The bosom of his Father and his God.
Página 167 - Rompa tu arado de la madre tierra El seno en que rebosa La mies temprana en la dorada espiga, . Y la siega abundosa Corone del labriego la fatiga. Cante el yunque los salmos del trabajo; Muerda el cincel el alma de la roca, Del arte inoculándole el aliento; Y, en el riel de la idea electrizado, Muera el espacio y vibre el pensamiento.
Página 261 - El viento azota el destrozado monte, Leves cortezas por el aire cruzan, Tiembla la tierra, y el estruendo ronco Se va a perder en las lejanas grutas. Todo queda en silencio. Acaba el día, Todo en redor desolación anuncia. Cual hostia santa que se eleva al cielo Se alza callada la modesta luna.
Página 161 - Y entre la luz, los cantos, los latidos, Roja, intensa mirada Que por el campo de la patria hermoso Paseó la libertad, pisan la frente Del húmedo arenal Treinta y Tres Hombres: Treinta y Tres Hombres que mi mente adora, Encarnación, viviente melodía, Diana triunfal, leyenda redentora Del alma heroica de la patria mía.
Página 235 - ... paternal.... La miro cual proscrito que se aleja Ve, de la tarde a la rosada luz, La amarilla vereda que serpea De su montaña en el lejano azul. Son un prisma las lágrimas, que prestan Al pasado su mágico color: Al través de la lluvia son más bellas Esas colinas que ilumina el sol. Infancia, juventud, tiempos tranquilos, Visiones de placer, sueños de amor, Heredad de mis padres, hondo río, Casita blanca.... y esperanza, ¡adiós!
Página 158 - Hoy la mano del cierzo deja en ellas el flébil son de tímidas querellas. Apenas si un recuerdo luminoso de un tiempo no distante, de un tiempo asaz glorioso, tímido nace entre la sombra errante, para entre ella morir, como esas llamas que, alumbrando la faz de los sepulcros, lívidas un instante fosforecen; como esos lirios pálidos y yertos, desmayados suspiros de los muertos, que entre las grietas de las tumbas crecen.
Página 284 - Tú que aún eres feliz, tú en cuyo seno Preludia el corazón su abril florido; Vaso edenal sin gota de veneno ; Alma que ignoras decepción y olvido...
Página 183 - El territorio salitrero de Antofagasta y el territorio salitrero de Tarapacá, fueron la causa real y directa de la guerra.
Página 290 - Pasáronse las flores del verano, el otoño pasó con sus racimos, pasó el invierno con sus nieves cano ; las hojas que en las altas selvas vimos, cayeron , ¡ y nosotros a porfía en nuestro engaño inmóviles vivimos...
Página 235 - Sí; cuando los cantos de un poeta han ido más allá del campanario de la aldea, y vagado en alas de las auras, y han sido repetidos por el murmurio de los arroyos, y reproducidos por el eco de las colinas, y antes que aplaudidos en los palacios del rico, han alegrado las vigilias en las cabanas de los pobres, y resonado en tierras remotas...

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