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S. E. el Supremo Delegado con los consejeros de estado y primeras autoridades se hallaban en el salon del Consejo, y un inmenso concurso se disputaba á porfía la mejor oportunidad para observar de cerca tan importante escena. El Ministro de Relaciones Exteriores, despues de ocupar su asiento, dijo:

Excmo. Sr:

Tengo la honra de presentar á V. E. al Ministro Extraordinario Plenipotenciario, nombrado por el Libertador Presidente de Colombia cerca del Gobierno del Perú ; y tengo igualmente la satisfaccion de anunciar, desde ahora, que las primeras páginas de nuestra historia diplomática, van á quedar marcadas con sucesos de la mas importante trascendencia á la causa general del Nuevo Mundo. Los héroes que hoy presiden á su destino en una y otra parte del Ecuador, quieren que los pueblos sean libres, y lo serán sin duda, porque todo el continente sigue sus votos: ambos han probado que son dignos del nombre de libertadores, y si el resultado de sus triunfos en Boyacá y Chacabuco, en Carabobo y Maypú ha sido la independencia de la América, la paz y la prosperidad serán el fruto de sus últimas combinaciones. Yo espero, señor, que durante la administracion de V. E., las armas de Colombia y del Perú terminarán la guerra, y los Consejos de ambos Gabinetes pondrán el sello á los pensamientos de paz que nos animan, dejando consolidada para siempre la dignidad nacional á que aspiramos.

En seguida, contestó como sigue el Ministro de Colombia.

Señor:

Cuando el Libertador de Colombia emprendía la campaña gloriosa que mudó en Boyacá los destinos de una gran nacion, S. E. el Protector del Perú veloz y terrible como el rayo, volando sobre Chile y destruyendo á sus opresores, le dió la libertad. El héroe de Carabobo aseguró la existencia política de la República de Colombia; y el Libertador del Perú ha colocado este grande imperio con gloria y esplendor entre las naciones independientes de la tierra. Estos acontecimientos grandes, que harán épocas distinguidas en los fastos americanos, que han asegurado la libertad del Nuevo Mundo, han puesto tambien en contacto á Colombia y al Perú. Mas estas dos naciones, que son parte de la gran familia americana, estaban ya unidas por el sentimiento de las desgracias comunes, por el deseo de la independencia, y por todos los vínculos que forman una nacion moral de sus diferentes estados.

S. E. el Libertador Presidente de Colombia, aplaudiendo los triunfos del héroe de Chacabuco y Maypú, y congratulándose por la libertad del Perú, ha aprovechado el primer momento para afianzar por medio de V. E. la amistad fraternal de los dos estados. Desea que se estreche por una alianza tan pública, tan franca, tan solemne, y tan íntima, como corresponde á dos pueblos que ha unido por todos intereses la obra de los siglos y de la naturaleza, que ha hecho llegar la hora de América. Esta alianza producirá la existencia política del Nuevo Mundo pero si ella está en el órden de las cosas, el asegurarla felizmente debe ser la obra de la union íntima y fraternal de sus pueblos y de sus jeses.

Un político, cuya opinion se escucha con respeto en Europa, ha dicho "que solo un concierto general puede amansar el orgullo, la obstinacion, los duelos y los temores de que se compone la duracion del gran drama de América." S. E. el Libertador de Colombia espera que V. E. contribuya á presentarla unida de corazon al mundo entero, para hacerla respetable. Desea que la union del Perú y de Colombia, sea una amistad tan sólida, que en las generaciones futuras los hijos de ambas naciones, dándose recíprocamente las manos, bendigan la época feliz que les trajo tanto bien.

Estos son los votos del padre de Colombia y de todos sus habitantes, cuya voz tengo el honor de llevar. Me lisongeo con la esperanza de que sean tambien los del Perú y su jefe inmortal. Ellos aseguran para siempre la independencia de América, su poder y su reposo. Entonces, señor, el Protector del Perù y el Libertador de Colombia, dando este día de gloria á un mundo entero, aparecerán mas grandes que Augusto, cerrando el templo de Jano, y dando la paz al universo.

S. E. el Supremo Delegado encareció en seguida al señor Mosquera los profundos sentimientos de amistad y union que animaban al Gobierno del Perú, respecto del de Colombia, no menos que el aprecio y admiracion con que contemplaba las glorias del Libertador: y como Jefe Supremo del Gobierno le encargó trasmitiese sin demora al Presidente de Colombia los votos y esperanzas del Gobierno y del pueblo peruano.

El señor Mosquera entregó entonces á S. E. los despachos oficiales que para este acto había recibido del Libertador. Se levantó la sesion del Consejo de Estado, y S. E., con el Ministro de Colombia y toda la comitiva, pasaron á la sala de ceremonia, donde el General en Jefe del ejército, el Presidente de la alta Cámara de Justicia, el Gobernador eclesiástico, Presidente de la Municipalidad y demas autoridades fueron introducidos por su órden al señor Mosquera por el gran maestro de

ceremonias, y le felicitaron por los progresos de la República de Colombia y su union con el Perú. Su Señoría el Ministro Extraordinario contestó á todos en el lenguaje de la fanqueza. y del entusiasmo propio de los que defienden una misma causa, y la mas noble de todas, que es la independencia nacional." (1)

LEGACION DE COLOMBIA.

I. H. S.

Lima, Mayo 9 de 1822.12.

Con la nota de US. I. de hoy, he recibido los Poderes con que US. I. ha sido plenamente autorizado por S. E. el Supremo Delegado para ajustar conmigo las negociaciones que puedan convenir al Estado del Perú y á la República de Colombia: y como US. 1. ha calificado ya los míos en calidad de Ministro de Relaciones Exteriores, evitando el presentarlos nuevamente, pasaré á la Secretaría de US. I. á las cuatro de la tarde, para dar principio á las conferencias diplomáticas.

Tengo la honra de repetirme de US. I. con la mas alta consideracion su atento servidor.

I. H. S.
JOAQUIN Mosquera.

I. H. Señor Ministro de Estado y Plenipotenciario del Estado del Perú, Don Bernardo Monteagudo.

Lima, Mayo 21 de 1822.

Al Libertador de Colombia.

Excmo Señor:

La asociacion de los cinco grandes Estados de América que tiene por objeto la nota de V. E. de 8 de Enero, que me ha entregado el Plenipotenciario de Colombia, naturalmente ha

(1) Gaceta del Gobierno de 8 de Mayo de 1822, página 1 núm. 37.

TOMO III.

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ocupado tiempo á todos los que mediten sobre la suerte y sobre los intereses del Pueblo Americano. Las circunstancias de la guerra y el carácter indefinido que presentaban las secciones del Nuevo Mundo, han retardado aquel acontecimiento, hasta que V. E. puesto en actitud de influir sobre todos los que admiran su gloria, ha dado el primer paso para realizar el plan mas digno de un guerrero feliz. Yo pienso como V. E., porque habiendo misma causa y viéndola triunfar en todas dad es el último voto de mi corazon.

combatido por la partes, su estabili

El Plenipotenciario de Colombia, ha recibido ya del Gobierno del Perú pruebas inequívocas de la unidad de nuestros sentimientos; y con tal garantía, es imposible que ellos dejen de prevalecer.

La libertad de la América y el nombre de V. E. me imponen el deber de emplear todo mi influjo en el mejor éxito de la mision del señor Mosquera, hasta ver reunido en un solo punto el poder moral de que podemos disponer, para concluir la guerra de la revolucion y fijar nuestros destinos.

Quiera V. E. permitirme le renueve las protestas de la profunda consideracion con que tengo la honra de ser de V. E. su obediente servidor.

JOSÉ DE SAN MARTIN.

Lima, Mayo 22 de 1822.

Al Libertador de Colombia.

Excmo. Señor :

Entre los grandes resultados que ha producido la campaña del Ejército Libertador, uno de los mas importantes ha sido poner en contacto á los pueblos de la República de Colombia con los del Perú, que á pesar de todos los vínculos que los unían, estaban separados contra el impulso de sus sentimientos, que nunca han podido dejar de ser los mismos, donde quiera que la España ha hecho sentir el peso de su cetro,

El día que recibí la comunicacion de V. E. que me entregó el Ministro Plenipotenciario de Colombia, al tiempo de ser presentado por el de Relaciones Exteriores, ví ya nuestros destinos exaltados al último grado de prosperidad por medio de la union sincera que existirá entre ambos Estados, mientras

dure en ellos la memoria de los actuales acontecimientos. La idea de un porvenir feliz ha quedado asociada desde entónces al nombre de V. E: pensar en el Libertador de Colombia, no es mas que calcular las nuevas garantías que hoy tiene la independencia del Perú.

Yo espero á V. E. con toda la fuerza de mis sentimientos, las obligantes expresiones con que muestra su interés por la suerte de los pueblos que tengo la honra de dirigir; y á su nombre ofrezco á V. E. los votos de admiracion y respeto que inspira su fama.

Por lo demas, no dudo que las conferencias en que ha entrado el Ministro de Relaciones Exteriores, autorizado por mí, con el Plenipotenciario de Colombia, terminarán de un modo satisfactorio á ambos Gobiernos. El gran designio de V. E. será cumplido; porque de él pende la estabilidad de las formas que adopten las cinco secciones principales de América, y al fin ha pronunciado esa palabra misteriosa que llena de energía á todos los pueblos de la tierra y hará renunciar á la España las empresas de su impotente orgullo.

Ruego á V. E. se digne aceptar la muy alta consideracion con que me honro de ser de V. E. su obediente servidor.

EL MARQUÉS DE TORRE TAGLE.

MINISTERIO DE ESTADO

Y RELACIONES EXTERIORES.

Lima, Mayo 23 de 1822.

Sr. Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Colombia D. Pedro Gual.

Señor:

El Gobierno del Perú ha tenido la mayor satisfaccion al ver que el de Colombia ha prevenido sus deseos, mandando al Sr. Joaquin Mosquera, encargado de estrechar las relaciones de ambos Estados, y acelerar el momento de la federacion del continente para dar la paz al nuevo mundo, y ofrecer al antiguo un memorable ejemplo de cuanto es capaz de superar el deseo de una libertad práctica y estable. Cuando los estragos de la guerra empiezan á cesar por todas partes, es tiempo de consolidar la obra de tantos sacrificios. Hasta aquí ha sido la América un gran campo de batalla: ella será en adelante el asilo de

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