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MINISTERIO DE GUERRA.

Las grandes acciones con que los hijos de la Patria han enseñado á sus enemigos la inferioridad del poder de un tirano, al ardor irresistible de los soldados de la libertad, deben recomendarse á la gratitud pública de un modo que el tiempo no borre su memoria. Quito libre por el valor heroico del ejército unido de Colombia y Perú, es el monumento mas honroso para cuantos han contribuido á restituir su independencia política. Ese supremo bien, de que ya gozan los habitantes de aquella importante seccion, debe ser la gloria de los bravos, que arrastrando la muerte por salvar á sus compatriotas, los han incorporado á la gran familia de los libres. Pero de parte del Gobierno peruano existe un sagrado deber en favor de los libertadores de Quito, que no podría eludir sin agravio de la justicia, y aunque la brillante conducta de los jefes y tropa de la Division de este Estado ha excitado ya la admiracion y gratitud comun; para que estos se disting an entre sus valientes compañeros de armas y puedan llevar á todas partes un testi. monio público del aprecio que han merecido de su Patria, por su constancia, valor y disciplina en la memorable campaña, á la de las bizarras tropas de Colombia, se ha declarado lo que sigue:

EL SUPREMO DELEGADO.

He acordado y decreto:

1. En prueba del reconocimiento del Gobierno del Perú al eminente mérito del ilustre y bravo General de la República de Colombia, Antonio José de Sucre, le será presentada una espada, que espera ceñirá con tanta gloria como la que ha empleado hasta ahora en defensa de la libertad de América.

2. Todos los jefes, oficiales y tropa de la division del N. del Perú, que tuvieron parte en la importante jornada de Pichincha, que dió la libertad de Quito, llevarán pendiente del cuello una medalla orlada de laurel con la inscripcion siguiente en el centro del anverso: A los libertadores de Quito: en el reverso: La Patria agradecida; y en la base de ambos lados, los trofeos militares que sean mas alusivos á las armas de Colombia, del Perú, y las provincias argentinas.

3. Los jefes y oficiales de que trata el artículo anterior, usarán la medalla de oro, pendiente de una cinta de seda tegida de color encarnado; con la diferencia, que el lazo de que penda la medalla, será de color blanco para los primeros, y encarnada para los segundos.

4. Los sarjentos y cabos llevarán la medalla de plata pendiente de una cinta de aguas tambien encarnada, pero sin lazo.

5. Los soldados llevarán la misma medalla que los sarjentos y cabos en el ojal izquierdo de la casaca, pendiente de una cinta blanca.

6. Son comprendidos en la gracia dispensada en los artículos anteriores, los bravos del Ejército de Colombia y de las tropas de Guayaquil, que unidos á la division del Perú, partieron con ella de las fatigas de la campaña y de los laureles del triunfo en la batalla de Pichincha.

7. Se solicitará del General en Jefe del ejército unido libertador de Quito, la relacion de las clases y nombres de los que se hallaron en dicha batalla, para que por el Ministerio de la Guerra se les remitan las medallas de honor y sus correspondientes diplomas.

8. El Ministerio de Estado en el Departamento de la Guerra, queda encargado del cumplimiento de este decreto, que se comunicará á quienes corresponda é insertará en la “Gaceta Oficial".

Dado en el Palacio del Supremo Gobierno, en Lima á 1.o de Julio de 1822.

Por órden de S. E. Tomás Guido.

REPUBLICA DE COLOMBIA.

TRUJILLO.

SIMON BOLIVAR,

LIBERTADOR, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.

Cuartel general en Quito, á 17 de Junio de 1822.

Excmo. Sr:

Al llegar á esta capital, despues de los triunfos obtenidos por las armas del Perú y de Colombia, en los campos de Bomboná y Pichincha, es mi mas grande satisfaccion dirigir á V. E. los testimonios mas sinceros de la gratitud con que el pueblo y Gobierno de Colombia han recibido á los beneméritos libertadores del Perú, que han venido con sus armas vencedoras á prestar su poderoso auxilio en la campaña que ha liber

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tado tres provincias del Sur de Colombia y esta interesantísíma capital, tan digna de la proteccion de toda la América, porque fué una de las primeras en dar ejemplo heroico de libertad. Pero no es nuestro tributo de gratitud un simple homenaje hecho al Gobierno y ejército del Perú, sino el deseo mas vivo de prestar los mismos y aun mas fuertes auxílios al Gobierno del Perú, si para cuando llegue á manos de V. E. este despacho, ya las armas libertadoras del Sur de América no han terminado gloriosamente la campaña que iba á abrirse en la_presente estacion.

Tengo la mayor satisfaccion en anunciar á V. E. que la guerra de Colombia está terminada, y que su ejército está pronto á marchar donde quiera que sus hermanos lo llamen, y muy particularmente á la patria de nuestros vecinos del Sur, á quienes por tantos títulos debemos preferir como los primeros ami. gos y hermanos de armas.

Acepte V. E. los sentimientos de la mas alta consideracion con que soy de V. E. atento obediente servidor.

Excmo. Sr. Protector del Perú.

BOLIVAR.

Excmo. Sr:

Lima, Julio 13 de 1822.

Los triunfos de Bomboná y de Pichincha, han puesto el sello á la union de Colombia y del Perú, asegurando al mismo tiempo la libertad de ambos Estados. Yo miro bajo este doble aspecto, la parte que han tenido las armas del Perú en aquellos sucesos, y felicito á V. E. por la gloria que le resulta al ver confirmados los solemnes derechos que ha adquirido al título de Libertador de Colombia. V. E. ha consumado la obra que emprendió con heroismo, y los bravos que tantas veces ha conducido á la victoria, tienen que renunciar á la esperanza de aumentar los laureles de que se han coronado en su patria, si no los buscan fuera de ella. El Perú es el único campo de batalla que queda en la América, y en él deben reunirse los que quieran obtener los honores del último triunfo, contra los que ya han sido vencidos en todo el continente. Yo acepto la oferta generosa que V. E. se sirve hacerme en su despacho de 17 del pasado: el Perú recibirá con entusiasmo y gratitud todas

las tropas de que pueda disponer V. E. á fin de acelerar la campaña y no dejar el menor influjo á las vicisitudes de la fortuna: espero que Colombia tendrá la satisfaccion de que sus armas contribuyan poderosamente á poner término á la guerra del Perú, asi como la de éste han contribuido á plantar el pabellon de la República en el Sud de su vasto territorio.

Ansioso de cumplir mis deseos frustrados en el mes de Febrero por las circunstancias que ocurrieron entonces, pienso no diferirlos por mas tiempo: es preciso combinar en grande los intereses que nos han confiado los pueblos, para que una sólida y estable prosperidad, les haga conocer mejor el beneficio de su independencia. Antes del 18 saldré del puerto del Callao, y apenas desembarque en el de Guayaquil, marcharé á saludar á V. E. en Quito. Mi alma se llena de pensamientos y de gozo, cuando contemplo aquel momento: nos veremos, y presiento que la América no olvidará el día en que nos abra

cemos.

Dígnese V. E. aceptar los sentimientos de admiracion y aprecio con que soy de V. E, su atento y obediente servidor.

JOSÉ DE SAN MARTIN.

Excmo. Señor Libertador Presidente de la República de Colombia.

Departamento de Quito, d 22 de Jnnio de 1822.

Sr. Ministro.

Tengo la honra de acusar á US. I. el recibo á su nota del 22 de Mayo, que ha llegado á mis manos ayer.

Me es altamente satisfactorio reiterar al Supremo Gobierno del Perú, mi expr esivo reconocimiento á la disposicion que US. I. me comunica, de que la Division auxiliar que manda el Sr. coronel Santa Cruz quede á mis órdenes, mientras lo juzgue necesario el Libertador &.

Como el Presidente de la República llegó á esta capital el 16, he podido someter á su consideracion este honroso y amigable despacho: y S. E., despues de dar las gracias, me ha protestado nuevamente que no solo el batallon Numancia, sino otros batallones de Colombia irán à partir los laureles que esperan en la próxima campaña los hijos del Sol, si así se lo significare el Supremo Gobierno del Perú. Nada será ciertamente mas lisonjero á Colombia, que los mismos soldados que

unidos dieron la libertad al primer pueblo de la República que proclamó su independencia, se vean otra vez como camaradas en la paz, que dió el mismo ejemplo en el Perú. Los estandartes que la fortuna y la gloria ligaron para siempre sobre el Pichincha, es justo se hallen alguna vez siempre unidos y triunfantes en la tierra de los Incas. ¡Dichoso yo, si puedo ser testigo de este lazo, y de todos los lazos que hagan unos mismos los intereses del Perú y de Colombia, y que nos forme, si puede decirse, en los dos una sola Patria!

La Division del señor Santa Cruz, se dispone á regresar, y lo verificará en principios de la próxima semana; ha sido reemplazada de todas sus bajas con viejos soldados hijos de Colom. bia, y será aumentada con alguna recluta que se hace en Cuenca.

Dios guarde á US. I. muchos años.

ANTONIO JOSÉ DE SUCRE.

Illmo. Señor Ministro de Estado, en el Departamento de la Guerra, H. General de Brigada Don Tomás Guido.

Ministerio de Guerra. - Lima, Julio 24 de 1822.

Al Sr. General Don Antonio José de Sucre.

Señor General :

S. Es el Supremo Delegado, á quien he hecho presente la co municacion de US. de 22 de Junio anterior, relativa á haberle continuado el Excmo. Señor Libertador de Colombia en el mando del Departamento de Quito, ha tenido particular complacencia de una resolucion con la que, premiándose el mérito adquirido por el vencedor de aquel territorio, se asegura su posesion y tranquilidad. Al mismo tiempo que S. E. el Delegado me ordenó manifestar á US. estos sentimientos que le animan, me ha prevenido le haga presente los de reconocimiento que le acompañan, por la oferta generosa que hace de emplearse en obsequio del Perú en las ocasiones que se le presen

ten.

Con este motivo, reitero á US. los sentimientos de la mas alta consideracion.

TOMÁS GUIDO.

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