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lar pasada en Setiembre último por el Gobierno de Colombia á los de las Repúblicas que antes fueron colonias españolas, invitándolos á unir sus esfuerzos para obtener de España el reconocimiento de la autonomía de Cuba; y que coincidiendo su objeto con el propósito que había animado á la Administracion actual desde su inauguracion, no solo aceptó la idea del Gobierno de Colombia sino que creyó que el medio propuesto no era bastante eficaz, y que sería mas conducente al mismo propósito el invitar á los Gobiernos Americanos para la reunion de un Congreso que se ocupe de un modo eficaz y decisivo de escogitar los medios de dar solucion á la cuestion cubana. Adjunta á esta comunicacion se ha servido US. remitirme copia de la contestacion dada á la circular referida, para que arregle mis procedimientos á las ideas en ella contenidas.

En su consecuencia, tuve una entrevista con el Ministro de Colombia para instruirme de los pasos que había dado, de las contestaciones que se habían recibido de los otros Gobiernos Americanos, y tambien para decirle que estaba pronto á secundar sus esfuerzos al instante de conseguir la regularizacion de la guerra en que están empeñados los beligerantes.

En respuesta á mis interpelaciones, me dijo el Sr. Martin, que lo único que hasta ahora había hecho era dar lectura al Sr. Secretario de Estado de la circular pasada por su Gobierno; que Mr. Fish le hizo comprender inmediatamente que la política Norte-americana era la de una perfecta abstencion en las cuestiones de otros países; que de esta regla fundada en la moral y la justicia no se había desviado por ninguna consideracion; que aunque sus simpatías habían sido pronuciadas en favor de todos los que sostienen los principios de libertad, no por ello se consideraba autorizado para salir de la senda por donde había marchado constantemente ; pero que esta respues ta, que no había sido acordada con el Presidente, no debía tomarse en su sentido irrevocable, porque, habiéndose pasado la circular que se le había leído á los Gobiernos de las Repúblicas Sud-Americanas, le parecía lo mas prudente aguardar la contestacion que diera cada uno de ellos, para en su vista reconsiderar el asunto.

Respecto á esto último me dijo el señor Ministro, que el Gobierno de Buenos Ayres se limitaba á decir que obraría en los términos que lo hiciera el de los Estados Unidos; que el de Guatemala se había adherido abiertamente á la invitacion y anunciaba que daría instrucciones á su Ministro; que el del Ecuador había contestado que aceptaba la invitacion, pero que no procedería sino de acuerdo con sus aliados y hasta el punto que le fuera permitido por la tregua que había estipulado con España; y que el del Perú lo había hecho en los términos de la comunicacion á que yo me refería. Al mismo tiempo me

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agregó el señor Martin que no tenía dato ni noticia alguna acerca de la línea de conducta que seguirían los demas Gobiernos, y que solo el Ministro de Méjico le había anticipado que esperaba que su Gobierno contestaría pronto y que le mandaría las respectivas instrucciones.

Siendo este el estado actual de la cuestion iniciada en favor de Cuba por el Gobierno colombiano, convine con el señor Ministro en que era indispensable aguardar las respuestas de algunos otros Gobiernos antes de reanudar la conferencia que dejó pendiente con Mr. Fish, y en la cual había que limitarse á solicitar la regularizacion de la guerra, supuesto que el Congreso Americano que deberá reunirse á invitacion del Gobierno del Perú es el que tendrá que ocuparse de discutir y fijar los medios mas eficaces y prontos que puedan adoptarse para dar solucion en lo absoluto á la cuestion cubana, sobre todo cuando España acaba de adoptar la forma de Gobierno republicano.

De todo lo demas que ocurra en este particular, daré á US. puntuales avisos.

Dios guarde á US.

S. M.

MANUEL FREYRE.

Legacion del Perú. - Washington, Abril 18 de 1873.

Señor Ministro de Estado en el Despacho de Relaciones. Exteriores.

Señor Ministro:

El día 10 del presente, fuimos invitados los Representantes de las Repúblicas Hispano-Americanas, existentes en esta capital, á una reunion privada en casa del señor Plenipotenciario de Colombia con el objeto de acordar lo que podía hacerse en favor de la independencia de Cuba. Estaban presentes los Plenipotenciarios de Méjico y Guatemala, el Ministro del Ecuador, el Encargado de Negocios de Chile, el Plenipotenciario de Colombia y yo.

Se empezó por dar lectura á la circular pasada por el Go bierno colombiano y á las contestaciones que hasta entonces se habían recibido. Eu casi todas ellas se aceptaba la idea y se referían los Gobiernos á las instrucciones que debían pasar á sus Representantes. Despues de examinar la cuestion bajo sus

diversas faces, convinieron todos, en que habiendo España abolido la monarquía y plocamado un sistema de Gobierno republicano, no podía darse ahora paso ninguno hasta que reunidas las Cortes y constituida legalmente la República, se viera si Cuba formaba parte integrante de ella, y entraba de consiguiente en el goce pleno de todos sus derechos políticos; que proceder de otra manera en las actuales circunstancias sería oponer embarazos y dificultades de la naciente República española; y que el Gobierno de los Estados Unidos, como lo ha bía manifestado expresamente, rehusaría toda participacion en este asunto, cualquiera que fuere el medio que se adoptara.

Sin combatir estas opiniones, yo añadí, que segun se había visto, mi Gobierno se proponía invitar á los de las otras Repúblicas para la reunion de un Congreso Americano, que se ocupase de solucionar la cuestion cubana; pero que mientras tanto podía secundar los esfuerzos que hiciera el Ministro de Colombia cerca del de la Union Americana, para la regularizacion de la guerra que se sostiene en la Isla.

Tengo el honor de trasmitir al conocimiento de US. el resultado de esta reunion, advirtiéndole que despues de ella, ha quedado en suspenso todo procedimiento.

Dios guarde á US.

S. M.
MANUEL FREYRE.

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Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Lima, Julio 26 de 1873.

Señor Secretario Encargado de la Legacion del Perú en los Estados Unidos de América.

Con fecha 16 de Febrero y bajo el número 8, trasmití á esa Legacion las instrucciones á que debía arreglar su conducta en la cuestion cubana. Por ellas quedaba autorizado el señor Freyre para secundar la accion colectiva de los Representantes a mericanos en esa capital, á fin de obtener la regularizacion de la guerra sin perjuicio de que el Gobierno del Perú pensaba provocar, por su parte, la reunion de un Congreso Americano que escogitase los medios mas eficaces para llegar á la inmediata liberacion de la heróica Antilla.

Circunstancias especiales y de no poca gravedad han impedido hasta ahora la realizacion de esta idea, á pesar de las vivas y ardientes simpatías que nos inspira la causa de Cuba,

Mientras tanto, por las notas de esa Legacion de 4 y 18 de Abril, se ha impuesto el Gobierno de las conferencias tenidas por el señor Freyre con Mr. Fish, y con los Ministros del Ecuador, de Méjico, de Guatemala, de Chile y de Colombia acerca de este importante asunto, en el que solo podrá avanzarse con el apoyo decidido de todos los Gobiernos americanos, ó por lo menos de la mayor parte de ellos.

Como el aplazamiento de la convocatoria del Congreso no importa ni puede importar una completa abstencion de nuestra parte, creo conveniente prevenir á US. que en ausencia del señor Freyre, debe concurrir como Representante del Perú á las conferencias que tengan los Agentes Diplomáticos de las expresadas Repúblicas, no solo para secundar las decisiones que se tomen, á fin de obtener la regularizacion de la guerra sangrienta que se hace en Cuba, sino tambien para apoyar cualquie ra otra determinacion que se adopte en el sentido de favorecer al Gobierno republicano de la Isla y llegar á la completa emancipacion de ésta.

Dios guarde á US.

J. DE LA RIVA AGÜERO.

Legacion del Perú. - -Nueva York, Setiembre 19 de 1873.

Señor Ministro de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores.

Me he impuesto con satisfaccion del oficio de US. de 26 de Julio N.o 41 por el que se me autoriza, en ausencia del señor Freyre, para representar al Perú en las conferencias que tengan los Agentes Diplomáticos de las Repúblicas Sud-Americanas sobre la cuestion de Cuba, no solo para secundar las decisiones que se tomen, á fin de conseguir la regularizacion de la guerra, sino tambien para tomar cualquiera otra determinacion que se adopte en el sentido de favorecer al Gobierno republicano de la Isla y su completa emancipacion.

En contestacion, me es grato decir á US., que daré cumplimiento á estas instrucciones cuando llegue la vez, tratando de interpretar fielmente los sentimientos del Gobierno acerca de esta importante cuestion. Me es sensible, sin embargo, tener que manifestar á US. que, por ahora, no podrá tener lugar una reunion de los Ministros Sud-Americanos, pues los señores Martin de Colombia y García de Buenos Ayres están ausentes

de los Estados Unidos en comision especial de sus respectivos Gobiernos, y el señor Gonzalez Errazuriz, que representa al de Chile, dejará pronto este país, porque, segun estoy informado, su Gobierno ha resuelto suspender la Legacion.

Dios guarde á US.

S. M

EDUARDO VILLENA.

Legacion del Perú. - Washington, Noviembre 15 de 1873.

Señor Ministro de Estado en el Despacho de Relaciones Exteriores.

El 31 de Octubre último, el telégrafo de la Habana trasmitió á Nueva York la noticia de que el vapor "Virginius" que enarbolaba pabellon americano, se había aproximado á las costas de la Isla de Cuba para desembarcar una expedicion armada y artículos de guerra con destino al ejército independiente; pero que apercibiéndose de que era observado por un buque de guer ra español, cambió el rumbo hácia Jamaica. Al día siguiente se recibió un despacho, anunciando que el "Tornado" había capturado el "Virginius" cerca ó en las aguas de Jamaica, hacien'do prisioneros la tripulacion y expedicionarios que fueron desembarcados en Santiago de Cuba, contándose entre los mas notables un hermano del Presidente señor Céspedes, D. Jesus del Sol, D. Bernabé Varona, y el americano D. Washington Ryan, General al servicio de la causa cubana.

Este suceso fué trasmitido á Washington y Madrid por las respectivas autoridades; y previéndose, desde luego, cual podría ser el destino de los prisioneros á merced de los voluntarios españoles, el Gobierno de Madrid, á peticion del Ministro americano, hizo un despacho telegráfico con fecha 5 á las autoridades de la isla, dando órden de suspender todo procedimien to contra los prisioneros. Desgraciadamente la órden llegó á la Habana un día despues de que habían sido juzgados sumariamente y ejecutados Céspedes, Varona, del Sol y Ryan.

Como era natural de esperarse, la indignación de este país se hizo inmediatamente sentir por la prensa y reuniones públicas en las principales ciudades de la Union, y hoy ha llegado á su colmo al saberse que no obstante las órdenes perentorias de Madrid y seguridades dadas al Representante americano, de que no sería fusilado un prisionero mas, en los días 7 y 8 fueron pasados por las armas, frente del local del camal, trein

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