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V. E., en fin, ha visto ayer la gloriosa entrada de S. E. el Libertador Presidente, victoriada por toda la Capital, que proclamaba con entusiasmo á Guayaquil incorporado á Colombia. En este acto solemne y augusto no ha intervenido fraude ni artificio, porque el buen pueblo está suficientemente ilustrado en la materia de que tanto se le ha tratado en los papeles públicos.

Tenemos, pues, la absoluta pluralidad de la provincia en favor de la agregacion. Los demas pueblos son en realidad unos territorios de los propietarios de la Capital, como lo han dicho los impugnadores del manifiesto de Porto Viejo sobre su incorporacion á Colombia. La clase notable y propietaria de la provincia está unánimemente decidida por la misma agregacion. Consistiendo, pues, en estas voluntades la terminacion de este negociado, urge apresurarlo con solemnidad en favor de la República. Si el voto de los Representantes fuese contrario al de sus comitentes, se tendría por un acto de singular opinion: aguardarlo es inútil, porque dilata el cumplimiento que merece el plácito expontáneo y solemne de un pueblo que quiere leyes, reposo y felicidad.

Nosotros, que reconocemos en V. E. uno de los representantes nuestros, le invitamos reverentemente para que finalice este interesante asunto conforme á una decision tan altamente pronunciada. V. E. es el íris de nuestra prosperidad, y nunca empleará mas debidamente sus altas atribuciones, que contrayéndolas á sostener y fomentar el bien suspirado de esta provin cia leal y pacífica. Tenga V. E. presente, que desde el primer Congreso Electoral se conoció la uniformidad de nuestros intereses con los de Colombia, y nuestros Representantes conducidos entonces por el verdadero bien de nuestra sociedad, dispusieron en el artículo 15 del Estatuto, que nuestra ordenanza mercantil fuese en lo posible la de Cartagena. Hoy que vemos en todos ramos legislada la República del modo mas sábio y conforme á la dignidad de un pueblo libre, nos apresuramos á buscar en ella estos bienes de paz y de felicidad que jamás podremos conseguir en nuestra pequeña extension, por solos nuestros esfuerzos. Queremos tener libertad respetada, seguridad inviolable y propiedad sin turbaciones, para ser considerados nacionalmente, ponernos en actitud de unir nuestros recursos á los de los pueblos todavía tiranizados, y conduciéndolos al goce de sus derechos, finalizar la obstinada contienda con los Peninsulares.

Y exigimos que si en el mismo acto de presentar á V. E. nuestros votos, no fuesen elevados por el mismo conducto de nuestro Síndico al conocimiento de S. E. el Presidente de la

República de Colombia, lo haga por sí mismo con la protesta correspondiente.

Guayaquil, 12 de Junio de 1822.

Vicente Espantoso - Francisco de Arellano Pacheco - Tomás Espantoso (siguen las firmas.)

LIBERTADOR

SIMON BOLIVAR,

PRESIDENTE DE COLOMBIA ETC., ETC., ETC.

Guayaquileños!

Terminada la guerra de Colombia, ha sido mi primer deseo completar la obra del Congreso, poniendo las provincias del Sur bajo el escudo de la libertad y de las leyes de Colombia. El ejército libertador no ha dejado á su espalda un pueblo que no se halle bajo la custodia de la Constitucion y de las armas de la República. Solo vosotros os veiais reducidos á la situacion mas falsa, mas ambigua, mas absurda para la política como para la guerra. Vuestra posesion era un fenómeno que estaba amenazando la anarquía: pero yo he venido, guayaquileños, á traeros el arca de salvacion. Colombia os ofrece por mi boca justicia y órden, paz y gloria.

Guayaquileños! vosotros sois colombianos de corazon, por que todos vuestros votos y vuestros clamores han sido por Colombia, y porque de tiempo inmemorial habeis pertenecido al territorio que hoy tiene la dicha de llevar el nombre del padre del Nuevo Mundo; mas yo quiero consultaros, para que. no se diga que hay un colombiano que no ame su patria y le

yes.

Cuartel General en Guayaquil, á 13 de Julio de 1822, 12.°

SIMON BOLIVAR.

BARTOLOME SALOM,

DEL ORDEN DE LOS LIBERTADORES DE VENEZUELA Y CUNDINAMARCA, CON-
DECORADO CON LA CRUZ DE BOYACA, GENERAL DE BRIGADA DE LOS EJÉR
CITOS DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA, JEFE DEL ESTADO MAYOR GENE-
RAL, ETC., ETC., ETC.

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S. E. el Libertador ha tomado la ciudad provincia de Gua• yaquil bajo la proteccion de Colombia.

ARTICULO II.

El pabellon y escarapela de Colombia los tomará la provincia como el resto de la Nacion.

ARTICULO III.

Todos los ciudadanos de cualquiera opinion que sean, serán igualmente protegidos y gozarán de una seguridad absoluta.

ARTICULO IV.

Colombia será vitoreada en todos los actos públicos, así militares como civiles.

ARTICULO V.

La autoridad de S. E. el Libertador y sus subalternos ejercerán el mando político y militar de la ciudad y provincia de Guayaquil.

ARTICULO VI.

Se encarga á los ciudadanos el mayor órden, á fin de evitar las disensiones que han ocurrido.

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ARTICULO VII.

Las antiguas autoridades han cesado en sus funciones políticas y militares; pero serán respetadas como hasta el presente y hasta la convocacion de los representantes de la provincia. Por órden de S. E. el Libertador, publíquese por bando. Guayaquil, Julio 13 de 1822 - 12.

BARTOLOMÉ Salom.

EXPOSICION QUE HIZO S. E. EL LIBERTADOR PRESIDENTE DE COLOMBIA Á LA JUNTA DE GUAYAQUIL, POR EL ÓRGANO DE SU SECRETARIO GENERAL, CORONEL JOSÉ GABRIEL PEREZ.

S. E. el Libertador de Colombia, para salvar al pueblo de Guayaquil de la espantosa anaquía en que se halla y evitar las funestas consecuencias de aquella, acoge, oyendo el clamor ge. neral, bajo la proteccion de la República de Colombia al pueblo de Guayaquil; encargándose S. E. del mando político y militar de esta ciudad y su provincia; sin que esta medida de proteccion coarte de ningun modo la absoluta libertad del pueblo para emitir franca y espontáneamente su voluntad en la próxima congregacion de la representacion.

Guayaquil, Julio 13 de 1822 - 12.

J. GABRIEL PEREZ,

Secretario General de S. E. el Libertador,

Al Señor Secretario General Coronel J. Gabriel Perez.

El Gobierno y pueblo de Guayaquil se han considerado siempre bajo la proteccion de la República. Y aunque no deba llamarse anarquía el que algunos pocos del pueblo hayan levantado el pabellon de Colombia, ni la mas ó menos exaltacion con que otra parte del mismo pueblo ha manifestado su júbilo y su opinion, (cuyos pequeños esfuerzos se contuvieron desde su principio con una insinuacion del Gobierno), sin embargo

deseando evitar todo motivo de inquietud y discordia, se ha comunicado á los cuerpos, que S. E. el Libertador ha resuelto encargarse del mando político y militar de la ciudad y la provincia: cesando desde luego el Gobierno en las funciones que le había confiado el pueblo.

Lo que participo á US. de órden del Gobierno para conocimiento de S. E.

Dios guarde á US. muchos años.

Guayaquil, Julio 13 de 1822.

PABLO MERINO.

Acta de 13 de Julio de 1822.

En la ciudad de Guayaquil, á trece de Julio de mil ochocien. tos veinte y dos: Habiéndose reunido en esta sala capitular un cabildo extraordinario que pidió el señor Procurador General D. José Leocadio Llona, se trató y acordó el particular siguiente por los señores que componen la Excma. Municipalidad de esta capital.

El citado señor Procurador General por sí, y á nombre de los que suscriben, presentó una representacion (1) en que algunos vecinos de esta ciudad solicitan que inmediatamente se dirija por conducto de la Municipalidad al Excmo. Sr. Presidente Libertador de la República de Colombia y dijo: Que bien pública era la aclamacion con que todo el pueblo había recibido á dicho Sr. Libertador á su llegada á este puerto: el entusiasmo y decision con que se han pronunciado por la incorporacion de esta provincia á la República de Colombia, cuyas justas leyes y respeto harían sin duda á Guayaquil y su provincia que estos sentimientos de justicia y gratitud habían sido repetidos en diversos actos; que en los momentos críticos de la transformacion política de esta capital desde luego se adoptó un Estatuto Provisorio, obra del momento y las apuradas circunstancias que exigían precaver una anarquía. Que este pueblo recomendable por tantos títulos á la gran República, á quien pertenece, había obedecido á las autoridades, prueba nada equívoca de su moderacion y tranquilidad. Que el mismo exponente había cumplido las obligaciones á que por su empleo estaba constituido con el

(1) Véase la página 81,

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