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biese, con lo cual e con esta Nuestra cédula, siendo asentado en los libros de Nuestros descargos que tiene Juan Lopez, Nuestro Contador, Mandamos que vos sean rescebidos en cuenta los dichos doce mil e trescientos e catorce maravedis: e non fagades ende al. Fecha en Sevilla á veinte e dos de Febrero de quinientos e dos años.-YO EL REY. —YO LA REINA.-Por mandado del Rey e de la Reina, Miguel Perez de Almazan.

Carta del Almirante Colon á su Santidad, informándole de los sucesos de sus viages anteriores: le manifiesta su deseo de presentarse á Su Santidad; y le suplica mande ir con él, pues iba á emprender nuevo viage, seis religiosos para predicar el Evangelio.

B

FEBRERO DE 1502 (1).

EATISSIME Pater: Luego que yo tomé esta empresa, y fuí á descobrir las Indias, prepuse en mi voluntad de venir personalmente á V. Santidad con la relacion de todo: nasció á ese tiempo diferencia entre el Sr. Rey de Portogal y el Rey e la Reina mis Señores, diciendo el Rey de Portogal que tambien queria ir á descobrir y gànar tierras en aquel camino hacia aquellas partes, y se refería á la justicia.

El Rey e la Reina, mis Señores, me reenviaron

(1) En las espaldas de este escrito hay la nota siguiente: 1502 por Febrero.

Copia antigua de letra al parecer de D. Fernando Colon, existente en el Archivo del Sr. Duque de Veragua.

apriesa á la empresa para descobrir y ganar todo; y así non pudo haber efecto mi venida á V. Santidad. Descobrí deste camino, y gané mil e cuatrocientas islas, y trescientas y treinta y tres leguas de la Tierra-firme de Asia, sin otras islas famosísimas, grandes y muchas al Oriente de la Isla Española, en la cual yo fice asiento, y la cual bojé ochocientas leguas de cuatro millas cada una, y es populatissima, de la cual fice yo en breve tiempo tributaria la gente della toda, al Rey y á la Reína mis Señores. En ella hay mineros de todos metales, en especial de oro y cobre: hay brasil, sándalos, linaloes y otras muchas especies, y hay encenso; el árbol de donde él sale es de mirabolanos. Esta isla es Tarsis, es Cethía, es Ofir, y Ophaz e Cipanga, y nos, la habemos llamado Española. Deste viage navegué tanto al Occidente, que cuando en la noche se me ponía el Sol, le cobraban los de Calis en España dende á dos horas por Oriente, en manera que yo anduve diez líneas del otro hemisferio; y non pudo haber yerro, porque hubo entonces eclipsis de la Luna en catorce de Setiembre. Dempues fué necesario de venir á España apriesa, y dejé allá dos hermanos con mucha gente en mucha necesidad y peligro.

Torné á ellos con remedio y hice navegacion nueva hacia al austro, adonde yo fallé tierras infinitísimas y el agua de la Mar dulce. Creí y creo aquello que creyeron y creen tantos santos y

sabios teólogos, que allí en la comarca, es el Paraiso terrenal. La necesidad en que yo habia dejado á mis hermanos y aquella gente, fue cabsa que yo non me detuviese á esperimentar mas esas partes, y volviese á mas andar á ellos. Allí fallé grandísima pesquería de perlas, y en la Isla Española la mitad de la gente alzada, vagamundeando, y donde yo pensaba haber sosiego ya de tanto tiempo que yo comencé, que fasta entonces non me habia dejado una hora la muerte de estar abrazada conmigo, refresqué el peligro y trabajos. Gozara mi anima y descansara si agora en fin pudiera venir á V. Santidad con mi escriptura, la cual tengo para ello que es en la forma de los comentarios e uso de César, en que he proseguido dende el primero dia fasta agora que se atravesó á que yo haya de facer en nombre de la Santa Trinidad viage nuevo, el cual será á su gloria y honra de la Santa Religion Cristiana, la cual razon me descansa y face que yo non tema peligros ni me dé nada de tantas fatigas e muertes que en esta empresa yo he pasado, con tan poco agradecimiento del Mundo. Yo espero de aquel eterno Dios, la vitoria desto, como de todo lo pasado. Y cierto sin ninguna duda, dempues de vuelto aquí non sosegaré fasta que venga V. Santidad con la palabra y escriptura del todo, el cual es magnánimo y ferviente en la honra y acrescentamiento de la Santa Fe Cristiana.

Agora, Beatissime Pater, suplico á V. Santidad

que por mi consolacion, y por otros respetos que tocan á esta tan santa e noble empresa, que me dé ayuda de algunos sacerdotes y religiocos que para ello conozco que son idóneos y por su Breve mande á todos los Superiores de cualquier Orden de San Benito, de Cartuja, de San Hierónimo, de menores e mendicantes, que pueda yo, ó quien mi poder tuviere, escoger dellos fasta seis, los cuales negocien adonde quier que fuere menester en esta tan santa empresa, porque yo espero en nuestro Señor, de divulgar su Santo Nombre y Evangelio, en el Universo. Así que los Superiores destos religiosos que yo escogeré de cualquier Casa ó Monasterio de las Ordenes suso nombradas, ó por nombrar, cualquier que sea, non les impidan ni pongan contradicion por privilegios que tengan, ni por otra cabsa alguna; antes los apremien á ello y ayuden e socorran cuanto pudieren, y ellos hayán por bien de aquiescer y trabajar e obedecer en tan Santa y Católica negociacion y empresa; para lo cual plega eso mesmo á V. Santidad de dispensar con los dichos religiosos in administratione spiritualium non obstantibus quibuscumque, etc. Concediéndoles insuper y mandando que siempre que quisiesen volver á su monasterio sean rescebidos y bien tratados como antes y mejor, si sus obras lo demandan. Grandísima merced rescebiré de V. Santidad desto, y seré muy consolado y será gran provecho de la Religion Cristiana

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