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y se ha visto la gente que con ellos ha ido en mucho-aprieto á cabsa de darse poco por lo que llevan á cargo. Yo, señor, he procurado de contino de facer que todo lo que se ha habido fasta hoy de lo facer muy bien repartir, asi el oro como guanin y perlas, sacando lo que pertenesce á vuestra muy R. A., como todas las otras cosas así de ropa como cosas de comer, que fasta aquí habemos tenido en más las cosas de comer, que el oro, porque teniamos más oro que salud, que muchas veces fué en muchas partes que holgaba más de fallar una cesta de maiz, que otra de oro: de tanto certifico á vuestra muy R. A., porque á la contina nos ha faltado más la comida que el oro. De tanto certifico á vuestra muy R. A. que si yo no hobiera procurado de andar con mi persona delante de todos á buscar los mantenimientos para los que iban conmigo y para los que en esta Villa quedaban, que fuera maravilla quedar ni estar en esta Villa ninguno ni esta tierra, si Nuestro Señor milagrosamente non quisiera obrar de misericordia con nosotros. La manera que he tenido en el repartimiento del oro que se ha tomado, ha sido que se' ha dado á los que lo han ido á tomar, dando á cada uno segund su persona, quedando todos satisfechos y contentos: de las cosas de comer todos alcanzan parte, aunque non vayan á entrar.

Quiero dar cuenta á vuestra muy R. A. de las cosas y grandes secretos de maravillosas riquezas

que en esta tierra hay, de que Nuestro Señor á vuestra muy R. A. ha fecho señor, y á mi me ha querido facer sabidor y me las, ha dejado descobrir primero que á otro ninguno, y más, por lo cual yo le doy muchas gracias y loores todos los dias del Mundo, y me tengo por el más bienaventurado hombre que nasció en el Mundo; y pues asi Nuestro Señor ha seido servido que por mi mano, primero que de otro, se hayan fecho tan grandes principios, suplico á vuestra muy R. A. sea servido que yo llegue al cabo de tan grand jornada como ésta, y esto me atrevo á suplicar á vuestra muy R. M., porque sé que dello ha de ser muy servido, porque yo me atrevo á tanto que con el ayuda de Dios, con mi buena industria que lo sabré guiar de tal manera que vuestra muy R. A. sea servido dello; y para poner esto en efecto, vuestra muy R. M. debe mandar proveer que para el presente vengan fasta quinientos hombres ó más de la Isla Española, para que con ellos y con los que acá están conmigo, aunque non son más de ciento para guerra, pueda proveer adonde sea menester, y entrar la tierra adentro y pasar la otra mar de la parte de Mediodía; y aunque de algunas cosas yo haya dado parte de lo que he sabido á los que van conmigo, ha seido livianamente, y el secreto y verdad de todo, es esto que à vuestra muy R. A. escribo.

Muy poderoso Señor, lo que yo con buena in

dustria y mucho trabajo con la buena ventura he descubierto, es esto. En esta provincia del Darien hay descobiertas muchas y muy ricas minas, hay oro en mucha cantidad: están descobiertos veinte rios, y treinta que tienen oro salen de una sierra que está fasta dos leguas de esta Villa; va su vía hacia la parte de Mediodía: los rios que llevan el oro van fasta dos leguas de esta Villa hacia el Mediodia: esta sierra vuelve por esta costa abajo hacia el Poniente: desde esta Villa para el Poniente por esta sierra, non se ha visto rio de oro ninguno; creo que los hay. Yendo este rio grande de San Juan arriba, fasta treinta leguas sobre la mano derecha, está una provincia que se dice de Avanumaqué que tiene muy grand dispusicion de oro, tengo nueva muy cierta que hay en ella rios de oro muy ricos: sélo de un fijo del Cacique de aquella provincia que tengo aquí, y de otros yndios e yndias que aquí están de aquella tierra que yo he tomado: yendo este rio grande arriba, treinta leguas sobre la mano esquierda, entra un rio muy hermoso y grande; yendo dos dias por él arriba estaba un cacique que se dice Davaive: es muy gran señor y de muy grand tierra y muy poblada de gente, tiene oro en mucha cantidad en su casa, y tanto que para quien non sabe las cosas de esta tierra, será bien dudoso de creer; esto sé de nueva cierta; de casa de este Cacique Davaive viene todo el oro que sale por este Golfo, y todo lo que tienen

estos caciques de estas comarcas, es fama que tienen muchas piezas de oro de extraña manera, y muy grandes: dícenme muchos yndios que lo han visto, que tiene este Cacique Davaive ciertas cestas de oro, que cada una dellas tiene un hombre que llevar á cuestas: este Cacique coge este oro porque está apartado de la sierra, e la manera como lo ha, es, que dos jornadas de allí hay una tierra muy hermosa en que hay una gente que es muy caribe y mala, comen hombres cuantos pueden haber: esta es gente que está sin señor, y non tiene á quien obedescer; es gente de guerra: cada uno vive sobre sí, son señores de las minas; son estas minas, segund yo tengo la nueva, las más ricas del Mundo: estas minas son en una tierra que hay una sierra la más alta del Mundo á parescer, y creo que nunca se ha visto otra de tan grand altura: nac de hácia la parte de Uraba de este Golfo, algo la erra dentro, que podia ser de la mar veinte leguas, va su vía de esta sierra metiéndose á la parte de Me · diodía: es tierra llana do comienza; desde el nacimiento della va creciendo en mucha cantidad; es tan alta que se cubre con las nubes: dos años ha que estamos de que nunca se ha visto lo alto della sino dos veces, porque á la contina está cubierta con los cielos; desque llega en la más altura, torna á decaer, fasta alli va montosa de grand arboleda, y desde allí van cayendo unas cordilleras de sierra sin monte ninguno, va á fenescer en la más her

mosa tierra del Mundo y mas llana junto con este Cacique Davaive: las minas muy ricas estan en esta punta de esta tierra volviendo hácia la parte del nacimiento del Sol; el Sol las da en nasciendo: hay dos jornadas dende este Cacique Davaive fasta estas ricas minas. La manera como se coge es sin ningund trabajo, de dos maneras; la una es que esperan que crezcan los rios de las quebradas, y desque pasan las crecientes quedan secos, y queda el oro descobierto de lo que roba de las barrancas y trae de la sierra en muy gordos granos: señalan los yndios que son del tamaño de naranjas y como el puño, y piezas segund señalan, á manera de planchas llanas. Otra manera de coger oro hay, que esperan que se seque la hierba en las sierras y las ponen fuego, y dempues de quemado van á buscar por lo alto y por las partes más dispuestas, y cogen el oro en mucha cantidad y en muy hermosos granos: estos yndios que cogen este oro lo traen en granos como lo cogen por fundir, y lo rescatan con este Cacique Davaive; dáles en precio por rescate yndios mancebos y mochachos para comer, y yndias para que sirvan á sus mujeres; non las comen; dáles puercos, en esta tierra muchos; dáles mucho pescado y ropa de algodon y sal, dáles piezas de oro labradas como ellos las quieren; con sólo con este Cacique Davaive tienen este rescate aquellos yndios, porque por otra parte non hay logar. Este Cacique Davaive tiene grand fundicion de oro en su casa:

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