cuando, segun su hijo, tomó amistad con dicho religioso, en lo que están conformes.

Añade García Hernandez que viendo aquel fraile las razones del extranjero, enviỏ á llamar á este testigo, con quien tenia amistad, y porque sabia algo de astronomía, para que hablase con Colon sobre su proyecto de descubrir: que este testigo fué luego, y todos tres hablaron de aquel negocio; y. eligieron á Sebastian Rodriguez, piloto de Lepe, para que llevase á la Reina Doña Isabel una carta de Fr. Juan Perez, que habia sido su confesor, deteniendo entretanto á Colon en el monasterio hasta recibir la respuesta.-Quien compare esta narra-. cion con lo que Don Hernando dice en el párrafo copiado anteriormente sobre las causas de la permanencia de su Padre en España, conocerá que ocultó la conferencia que hubo entre éste, el fraile y el Físico, para que ignorándose de donde tomó las noticias que refiere, no le echasen en cara la ficcion de que fué á Palos el Almirante á recoger su hijo Don Diego, que supone estaba en el Convento de la Rabida, cuando trataba de marchar á Francia.

A los catorce dias, segun el Físico, contestó la Reina al religioso agradeciéndole su buen propósito, mandándole se presentase en la Corte ante Su Alteza, y que dejase á Colon en seguridad de esperanza hasta que S. A. le escribiese. -Tambien omitió este pasaje Don Hernando por las mismas razo

nes. Para conocer cuán dispuesta estaba la Reina á aceptar la empresa de Colon, basta decir que solo tardó dos ó tres dias en contestar á la carta de Fr. Juan Perez, como resulta, calculando la distancia que hay desde Moguer á Santa Fe, y el tiempo que el piloto Sebastian Rodriguez hubo de gastar en ida y vuelta.

Continúa García Hernandez diciendo, que vista la carta, partió el fraile secretamente á media noche en un mulo, se presentó en la Corte, y allí consultaron se diesen á Colon tres navios para ir á descobrir segun prometia.-Don Hernando lo refiere en estos términos (1): «Partido el Almirante del Convento de la Rabida, que está cerca de Palos, con Fr. Juan Perez, al campo de Santa Fe, donde estaban los Reyes Católicos entónces en el sitio de Granada, habló Fr, Juan á la Reina con tan grande instancia, que logró que S. M. `mandase volver al tratado descobrimiento.» Si ántes hemos notado varias omisiones en el historiador, ahora se le ve alterar y desfigurar los hechos, suponiendo que su Padre fué con el P. Perez al campo de Santa Fe, contra lo expresado en la declaracion del Físico, la cual está confirmada por Juan Rodriguez Cabezudo, testigo presentado por su hermano Don Diego en su Probanza, cuando dice á la pregunta 1.* que

(1) Cap. 13.

haria 22 años que vió en Moguer al Almirante negociando para ir á descobrir las Indias, con un fraile de San Francisco que andaba con él: y que el Almirante pidió á este testigo una mula en que fuese el dicho fraile á la Corte á negociar, y se la dió. La cautela y sagacidad con que procede Don Hernando en estas omisiones y trastornos, ha alucinado á nuestros historiadores, para darle más crédito del que merece en ciertos pasajes y circunstancias.

Concluye la declaracion del Físico con que, «con>cedido esto» por la Reina, envió 20.000 maravedis en florines (1) con Diego Prieto, vecino de Palos, y los dió con una carta á este testigo, á fin de que los diese á Colon «para que se vistiese ho>nestamente e comprase una bestezuela, e pare>>ciese ante S. A.» (2); y que recibiendo Colon dicha cantidad, pareció ante S. A. á consultar sobre su propuesta, y de allí vino proveido para tomar los navíos que conviniesen para su viaje.-Don Her

(1) El florin era entónces moneda propia de Aragon, de cuyo Reyno facilitó Santángel los primeros dineros para la empresa de Colon. Diego Prieto, parece ser el mismo Diego Rodriguez Prieto, que era uno de los alcaldes de Palos en 23 de Mayo de 1492.

(2) Tratando Oviedo de los muchos ofrecimientos que hacia Colon de grandes riquezas y estados para la Corona Real de Castilla, añade-lib. 2, cap. 4:-pero como traia la capa raida ó pobre, teníanle por fabuloso soñador..... por no ser conoscido y extranjero.

nando omite ó suprime el contenido de este párrafo, y solo dice (1): «pero como por una parte le contradecian el Prior del Prado y sus secuaces, y por otra pedia el Almirantazgo, el Título de Virey y demas cosas de tanta estimacion é importancia, pareció cosa dura concederlas, pues saliendo con la empresa parecia mucho, y malográndose, ligereza, con lo cual cesó en el negocio..... Siendo estas cosas tan importantes, y no queriendo SS. AA. concederlas, se volvió á Córdoba para disponer su viaje á Francia, porque estaba resuelto á no volver á Portugal, aunque el Rey le habia escrito.» En el capítulo 14 cuenta Don Hernando la escena de Luis Santángel con la Reina en Enero de 1492, y que convencida de sus razones adoptó la empresa, y envió un capitan á traer al Almirante, á quien encontró cerca del puente de Pinos, á dos leguas de Granada.

Veamos ahora lo que dicen nuestros historiadores. Casas refierė (2) la venida de Colon á Sevilla, su propuesta al Duque de Medinasidonia, y que no aceptándola éste, pasó Cólon al Puerto de Santa María, donde residia el Duque de Medinaceli, á quien propuso tambien su proyecto; que el Duque lo aceptó, pero que habiendo pedido licencia á los Reyes para realizarlo, consideró la Reina su im

(1) Hist. del Almirante, cap. 13.

(2) Lib. I, cap. 30.

portancia, y escribió al Duque cesase en este negocio porque queria dirigirlo ella misma á sus expensas (1). En el capítulo siguiente trata Casas de <otra vía diversa de la precedente, que algunos >>tuvieron para que Cristóbal Colon fuese de los >>Reyes de Castilla admitido y favorecido,» y dice que visto que el Duque de Medinasidonia no le favorecía, se fué á la villa de Palos, al Convento de la Rábida, donde habia dejado á su hijo, determinado á irse á Francia, etc., y sigue casi enteramente cuanto declara el Físico, y refiere Don Hernando en los capítulos 12 y 13 de su historia. Tambien le copia Casas en el capítulo 32 refiriendo el razonamiento de Santángel con la Reina, para persuadirla á que aceptase la empresa de Colon.

A estos dos historiadores siguen Herrera y Muñoz, teniendo ambos presente la declaracion del Físico, y añadiendo el primero, despues de referir lo que dijo Santángel á la Reina, que tambien «se veia >>importunada en la misma conformidad de Alonso »de Quintanilla, que con ella tenia autoridad, y que »les agradeció el consejo, y dijo que le aceptaba >con que se aguardase á que se alentase algo de

(1) Esto dice Casas que lo supo en La Española, muchos años hacia, por un tal Diego de Morales, sobrino de un mayordomo que tenia el Duque; pero la relacion, aunque cierta en lo esencial, varía en las circunstancias, como puede verse en la carta del Duque, Tomo XXXVIII, pág. 120 de esta Coleccion.