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tar el caracter público del infrascrito en abierta violación de la ley del Perú, como también de la ley internacional.

De igual modo, ningunos pasos de bona fide se han tomado para castigar, en conformidad de la ley, al falso calumniante coronel Iguain, no obstante la sentencia pronunciada por un respetable jury en 17 de agosto último, con respecto al libelo publicado por él en el número del «Comercio» que justamente puede llamarse atroz, incitando, como lo hace, al asesinato del infrascrito; por el contrario, la más absoluta impunidad se ha permitido á aquel crímen y á otros posteriormente cometidos por el mismo ofensor; pero quien, en vez de ser castigado, se le han conferido adicionales honores militares; manifestando consecuentemente que es protegido y apoyado del modo mas eficaz por su Gobierno.

Bajo estas circunstancias ¿no habría sido una mera burla haber ofrecido toda posterior evidencia respectiva al adicional crí men de un individuo, que no solamente le es permitido por su Gobierno desafiar toda ley y toda decencia, sino que ha sido premiado y confiado por él en el grado más extraordinario?

Los motivos, por tanto, que indujeron al infrascrito á condescender con los ruegos de confidenciales y juiciosos amigos, para que de una vez obtuviese un asilo á bordo de un buque de guerra, tan lejos de haberse debilitado por los acontecimientos que han ocurrido posteriormente, por el contrario, han sido grandemente fortalecidos por ellos.

Pero la suma desentendencia de la administración de S. E. don Manuel Menendez, para los derechos é intereses británicos está más incuestionablemente probada por sus constantes esfuer zos en humillar la Legación y las autoridades británicas en el Perú y aún en el Ecuador, á los ojos del público, tolerando y fo-. mentando la publicación, algunas veces aún en el periódico oficial, de insultantes y calumniosos ataques contra ellas en los diarios públicos del Perú, siendo notorio que en todos ellos es suscritor ó que están bajo su absoluta autoridad; y por la sistemática negativa ó evasión de justicia en las numerosas y bien fundadas quejas hechas á ella por ultrajes infligidos á personas ó propiedades de súbditos británicos por las autoridades perua.

nas.

El doctor Charun, sin embargo, en su nota del 18 del corriente, ha manifestado que su Gobierno insiste en su determinación de no contestar las notas del infrascrito de 29 de Octubre, ó cualquiera otra de sus demandas por satisfacción y reparación de agravios de que se ha quejado, fundando aquella determinación en argumentos que el infrascrito en su nota de 26 del úl

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timo ha declarado deberlos considerar como infundados, si acaso no como meros pretestos; á aquella declaración del infrascrito y á los argumentos contenidos en aquella nota relativa á la inadmisible pretensión del doctor Charun á considerar al infraserito como fuera del territorio peruano, referirá ahora al señor Ministro de Relaciones Exteriores, creyendo consecuentemente innecesario hacer una recapitulación de ellos en la pre

sente nota.

Sobre una deliberada revista de todo el curso de conducta que se ha seguido por el Gobierno del señor Menendez hácia la Legación de S. M. é intereses británicos, y en que está de manifiesto que él está resuelto en perseverar, el infrascrito considera que él consultará mejor la dignidad del Gobierno de S. M. y el interés de los súbditos británicos, como tambien el decoro de su institución pública y caracter personal, retirándose de la República Peruana; y refiriendo consecuentemente todas las cuestiones británicas formadas con el Gobierno del señor Menendez, á la decisión del de S. M. B.

Como el infrascrito está aún en el territorio peruano, y por el deseo de actuar con toda la debida cortesía hacia su Gobierno, se creería obligado si el señor Ministro de Relaciones Exteriores le trasmitiese su pasaporte en conformidad con la práctica de las Naciones, puesto que no quería dejar el territorio peruano sin él, como necesariamente será el caso, si su presente ruego no fueSe otorgado inmediatamente.

El señor don Jorge Timoteo Sealy, Vice-cónsul Británico en Lima y Callao, quedará encargado por el infrascrito del Consulado de S. M. B. en el Perú; y el infrascrito, por tanto, confía en que el Ministro de Relaciones Exteriores tendrá la bondad de comunicarse con él, para el conocimiento del Gobierno de S. M. de la adquiescencia de el del Perú en el nombramiento del señor Sealy.

El infrascrito, concluirá esta nota, declarando que conservará constantemente el grato recuerdo de la benevolencia y consideración que, en todos tiempos, ha recibido de los habitantes del Perú, en cuya prosperidad y felicidad debe siempre tomar el más vivo interés. Tales son los sentimientos con que el infrascrito se despide del señor Ministro de Relaciones Exteriores, de quien se suscribe obediente, humilde servidor.

Belford Hinton Wilson.

Al señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perú.

Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

Lima, á 23 de Diciembre de 1841.

Contra las miras del Gobierno del infrascrito, y á pesar de haberse ofrecido al señor Encargado de Negocios de S. M. B. todo género de garantías, para ponerle á cubierto de los temores que ha dicho en general tener de tentativas contra su vida; y á pesar de que no hay un solo hecho que, por parte del Gobierno, pueda ser imputable á falta de miramiento por los intereses británicos ó por la persona de su Encargado de Negocios, el señor Wilson ha tenido á bien retirarse, según su comunicación, fecha de ayer, y solicita que se le remita el pasaporte de que, conforme á la practica de las naciones, desca ir provisto.

El Gobierno del infrascrito no puede convenir en que ha llegado la vez de semejante paso, y fundará las razones que tiene para defender su recto proceder en una protesta que inmediatamente se prepara á circular al cuerpo diplomático y consular residente en esta capital, de la cual se acompañarán ejemplares al Gobierno de S. M. B., que, no duda el infrascrito, hará justicia á las miras y pasos del Gobierno con respecto á las últimas demandas del señor Wilson.

Entre tanto el infrascrito no puede menos que extrañar asegure el Sr. Wilson que no tuvo otros medios de ponerse á cubierto de los nuevos peligros que le amenazaban, que el de refugiarse en un buque francés; porque creía infructuoso informar distintamente de ellos al Gobierno del infrascrito, á ese mismo Gobierno que, con solo la noticia vaga de un ase-inat● intentado contra el señor Wilson, le pidió una información para que se descubriese el hecho por los medios legales, lo que dió lugar al juicio que aún se está siguiendo ante el primer tribunal de la nación; y que procedió por medio de su fiscal á formar juicio á los autores de los escritos públicados en periódicos particulares en agravio del señor Wilson.

Tan justo modo de proceder del Gobierno del infrascrito, debió ser una seguridad al señor Wilson para haber esperado que se le diesen todas las garantías necesarias contra los nuevos peligros que le amenazaban, si el señor Encargado de Negocios de S. M. B. hubiese procedido con la franqueza necesaria para conservar, según está obligado, las buenas relaciones entre dos naciones amigas. Mas habiendo preferido el señor Wilson el medio violento que ha adoptado, y como una consecuencia de él, su petición de un pasaporte, que el infrascrito cree sinceramente uo haber llegado las circunstancias de pedirlo, el infrascrito, po

expresa orden de su Gobierno, protesta contra la conducta que el señor Wilson ha adoptado sin motivos fundados ni suficientes, y no duda que el Gobierno de S. M. B., y aún el mundo entero, le harán la justicia que merece.

El infrascrito, reitera, con este motivo, al señor Wilson, las seguridades del aprecio y consideración con que es su muy atento servidor.

El Gobierno queda instruido por el infrascrito de que el señor don Jorge Timoteo Sealy, Vice-cónsul Británico en Lima y el Callao, queda encargado del Consulado de S. M. B. en el Perú.

Agustin G. Charun.

Al señor Encargado de Negocios y Cónsul General de S. M. B.

Minsterio de Relaciones Exteriores.

Lima, Diciembre 28 de 1841.

Habiendo insistido el señor Encargado de Negocios de S. M. B. D. B. H. Wilson en obtener su pasaporte, el Gobierno, por consideración al carácter que inviste, le expidió el adjunto, que debiendo haber ido á sus manos, junto con una nota que se le remitió al efecto el Viernes 23 de este mes, quedó por un acaso detenido y no fué posible mandárselo por la violenta salida del señor Wilson, quien á pesar de haber recibido la nota relativa, de que el infrascrito habla, no pudo del mismo modo recibir el pasaporte.

Ha creído el infrascrito deber remitir dicho documento al señor Encargado del Consulado General de S. M. B. para los efectos que puedan lograrse en estas circunstancias.

El infrascrito aprovecha de esta oportunidad, para ofrecer al señor Sealy las consideraciones de aprecio y estimación con que es muy atento, obediente servidor.

Agustin G. Charun.

Al señor Encargado del Consulado General de S. M. B.

PROTESTA

El infrascrito, Ministro de Relaciones Exteriores, recibió or den de su Gobierno para dirigir una solemne protesta al cuerpo diplomático y consular residente en esta capital, desde que el señor don Belford Hinton Wilson, Encargado de Negocios y Cónsul General de su Majestad Británica en Lima, desatendiendo su obligación de cultivar las relaciones amigables que existen con su Gobierno, y ofendiendo á la Nación cerca de la cual se hallaba acreditado, se trasladó, de un modo violento, inesperado y casi furtivo, á bordo del bergantín de guerra francés el «Adonis». Algunas comunicaciones que posteriormente mediaron entre el Gobierno y el señor Wilson, y cuyo objeto era agotar los medios eficaces para traerle al pié de relaciones ordinarias y obtener la reparación que era débida á un Gobierno indignamente injuriado, suspendieron, por resultado de una política conciliadora, que se extendiese este documento. Nada ha bastado para conseguir que el señor Wilson se trasladase á su domicilio, y continuase, bajo las garantías que la Nación ofrece á los agentes públicos, el comercio oficial con la administración peruana; obstinándose en conservar la exterritorial posición en que se había colocado y bajo la cual el Gobierno no debía, ni podía entenderse con él, sin convenir, al mismo tiempo, en el motivo de falta de seguridad en el país alegado por el señor Wilson en la nota que dirigió en los mismos momentos de ausentarse de la capital.

En medio de las relaciones más pacíficas, y cuando todos los actos del Gobierno eran, como de ordinario, no solo conformes á la justicia internacional y á la situación de respectiva benevolencia y amistad, sino tambien adaptados á las demandas que el señor Wilson ha entablado relativamente á ataques contra su persona; y cuando lejos de hacerse ninguna exigencia para garantías y seguridades extraordinarias en favor de la persona del señor Wilson, que el Gobierno hubiera acerdado sin duda por tener los medios para ello; el señor Wilson, prefiriendo salir del territorio y tomar la cubierta de un buque francés le infirió el agravio más inesperado é inmerecido, é hizo de este modo imposible las relaciones habituales y el comercio oficial que el Gobierno no debía ya continuar sin oprobio de sí mismo, y sin presentar á las demás naciones amigas el testimonio mas clásico y vergonzoso de que las personas de sus agentes deberían considerarse privadas en el Perú de la protección del derecho de gentes.

Esta posición en que el señor Wilson se colocó innecesaria y

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