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En fé de lo cual, líbrase el presente protocolo en dos ejemplares, uno en portugués y el otro en español. (Firmado) Carlos Augusto de Carvalho. - (Firmado) - Federico Diez de Medina.

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Sucre 17 de setiembre de 1895. Es copia. El secretario, B. G. Seoane.

Copia.

(Memoria de Relaciones Exteriores del Brasil.) En el protocolo de 19 de febrero,

á que ya he hecho referencia, hice esta declaración:

"El doctor Carlos de Carvalho, debidamente autorizado, declaró que el señor Presidente de la Repúb ica de los Estados Unidos del Brasil, al completar, por su parte, la demarcación de la línea geodésica que constituye la frontera entre los dos puntos indicados del Madera y Yavarí, no tiene la intención de perjudicar cualquiera derecho que el Perú pueda tener al terri torio que aque la línea deja para el lado de Bolivia ó á una parte de él."

Esa declaración era necesaria para lo que paso á exponer: El Gobierno peruano, luego que tuvo concimiento del tratado de límites celebrado entre el Brasil y Bolivia, protestó contra la estipulación relativa á la frontera entre el Madera y Yavarí. Esta protesta fué hecha por medio de la nota anexa á esta relación dirigida al Gobierno boliviano en 20 de diciembre de 1857.

Cuando la comisión mixta, que demarcó los límites entre el Brasil y el Perú, concluyó sus trabajos, levantando el plano del nacimiento del Yavarí, la Legación del Brasil en Lima, congratulose por ese motivo con el Gobierno peruano, y el Ministro de Relaciones Exteriores respondiéndole, en 9 de junio de 1874, dice:

"Terminados los trabajos de la comisión demarcadora nombrada en conformidad con el art. 30 del tratado de 1851, se ha dado cumplimiento á una de las más importantes estipulaciones de ese pacto internacional. Justo motivo hay, pues, para que se congratulen, tanto el Gobierno de la República, como el de S. M. Imperial, por el resultado obtenido eu bien de ambos países, cuyos límites quedan así fijados de un modo práctico y sobre el terreno en toda la extensión comprendida entre la confluencia del Apaporis con el río Yapurá y las vertientes del Yavarí.

"Pero V. E. no ignora, que el tratado de 1851, en lo que se refiere á la demarcación de límites entre ambos países es deficiente; pues si bien los precisa hasta las indicadas vertientes, nada dice más allá de ese punto, dejando, por consiguiente, incompleta la obra de cerrar el cuadro con el Imperio hasta encontrar los límites con Bolivia.

"Fué fundado en estos precedentes, y en vista del tratado de límites ajustado en 27 de marzo de 1867 entre el Brasil y esa República, que uno de mis antecesores en este Despacho hizo en tiempo oportuno las correspondientes reservas, por estimar algunas de las estipulaciones de ese pacto como contrarias á los derechos territoriales del Perú.

"Al contestar la nota de V. E., creo, pues, conveniente y oportuno invitario para que, tomando las órdenes del Gobierno Imperial, provoquemos un acuerdo con el Gobierno de Bolivia, à fin de que autorizando éste á su Representante en esta capital, podamos abrir conferencias hasta llegar á un aveni miento, mediante el cual quedan determinados de un modo definitivo los límites de los tres países en la línea Oeste-Este que, partiendo del Yavarí, debe terminar en el Madera." (1)

Están convenidas las instrucciones por las cuales deberá guiarse la comisión mixta.

Constan del protocolo que firmé con el señor doctor Medi. na y que acompaña esta Memoria.

...... ......

Sucre, 17 de setiembre de 1895.-Es copia.-El Secretario, B. G. Seoane.

(1) Esa nota se registra en el tomo II, página 583.

DESÓRDENES EN EL DESAGUADERO

Legación del Perú en Bolivia

Sucre, 31 de octubre de 1895.

N° 14.

Señor:

Tengo el sentimiento de participar á V. E., que el 15 de setiembre último, han ocurrido, en el pueblo peruano del Desa. guadero, sucesos lamentables, que requieren una intervención eficaz del Gobierno de V. E., á fin de evitar que se repitan en lo sucesivo.

Es el caso que celebrándose pacíficamente en dicho pueblo la fiesta de la Natividad, y con el solo motivo de haber sobrevenido una reyerta particular entre un indio peruano y otro boliviano, cerca de 50 de estos salieron de la banda opuesta, atravesaron la frontera y armados de palos y piedras atacaron la población peruana, penetrando hasta la plaza. Como resultado del choque que se produjo, que duró cerca de una hora, y sólo pudo ser contenido mediante la sagaz interven. ción de nuestras autoridades, hay que lamentar la muerte del indígena peruano Ignacio Sarmiento, habiendo además resultado heridos trece individuos y dos criaturas.

No es esta, señor Ministro, la primera vez que ocurren en el Desaguadero sucesos semejantes, pues acostumbrados los pobladores de la parte boliviana á asistir á las fiestas que se celebran en dicho pueblo, con frecuencia han provocado allí desórdenes y choques, aunque no de la magnitud del que he relatado á V. E.

. En vista de lo ocurrido, y ante la necesidad de evitar que se repitan acontecimientos tan deplorables, que pudieran originar alguna desavenencia, he recibido encargo de mi Gobier no de pedir á V. E. que se sirva dictar las órdenes más eficaces para que las autoridades de la frontera, ejerciendo una activa vigilancia y con medidas sagaces, á la vez que enérgicas, impidan y repriman atropellos como el que me ocupa.

No dudo que el Gobierno de V. E. se dignará atender esta petición, que tiende á procurar que no se desarrolle entre los

pueblos fronterizos del Desaguadero una enemistad peligrosa que no tendría razón de ser.

Con este motivo, renuevo á V. E. las protestas de mi distinguida consideración con que me es grato suscribirme, de V. E., su muy atento servidor.

E. de la Riva Agüero.

Excmo. señor doctor don Emeterio Cano, Ministro de Relaciones Exteriores.-Presente.

Ministerio de Relaciones Exteriores

y Culto

Sucre, 7 de noviembre de 1895.

N14.

Señor:

El estimable despacho de V E., N° 14, de 31 del mes próxi mo pasado, me informa que el 15 de setiembre último ocurrie. ron, en el pueblo peruano del Desaguadero, sucesos lamentables, que requieren unajintervención eficaz de mi Gobierno, á fin de evitar se repitan en lo sucesivo.

Refiere V. E. "que celebrándose pacíficamente en dicho. pueblo la fiesta de la Natividad, y con el solo motivo de haber sobrevenido una reyerta particular entre un indio peruano y otro boliviano, cerca de cincuenta de estos, salidos de la banda opuesta, atravesaron la frontera, y armados de palos y piedras atacaron la población peruana, penetrando hasta la plaza."

Añade que: "en vista de lo ocurrido, y ante la necesidad de evitar que se repitan acontecimientos tan deplorables, que pudieran originar alguna desavenencia, ha recibido encargo-de su Gobierno de pedir al mío que se sirva dictar las órdenes más eficaces para que las autoridades de la frontera, ejerciendo una activa vigilancia y con medidas sagaces, á la vez que enérgicas, impidan y repriman atropellos como el que le ocupa."

Deploro los sucesos que V. E. relaciona; y á efecto de investigarlos, se ha expedido las órdenes debidas á la Prefectura de La Paz, la que mandará producir el sumario correspondiente.

A mi vez, insináo á V. E. la conveniencia de que su Gobierno trasmita los requerimientos necesarios para prevenir en la línea peruana, motivos que pudieran desarrollar entre los pueblos fronterizos del Desaguadero una enemistad peligrosa y que no tendría razón de ser.

Con este motivo, reitero á V. E las seguridades de mi par. ticular estima, y me suscribo muy obsecuente servidor.

Excmo. Sr. Ministro.

Emeterio Cano.

Excmo señor doctor don Enrique de la Riva Agüero, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Perú en Bolivia.

Legación del Perú en Bolivia

Sucre, 12 de noviembre de 1895.

N” 140.

Señor Ministro:

Remito á U. S copia de la contestación que ha dado este Gobierno á mi nota sobre los últimos sucesos del Desaguadero.

Como verá V. E., se limita, por ahora, deplorando los hechos, á avisarme que se ha expedido órdenes á la Prefectura de La Paz para investigarlos, y que se practicará el sumario correspondiente. Como si la agresión hubiera partido de nuestro lado, se insinúa también la conveniencia de que las expidamos, á nuestra vez, para impedir la repetición de tales

sucesos.

No pudiendo oponerme á la investigación que este Gobierno ha creído oportuno hacer previamente, esperaré que ella se realice para insistir en que se proceda del modo que tengo pedido.

Dios guarde á U. S.

E. de la Riva Agüero.

Señor doctor don Melitón F. Porras, Ministro de Relaciones

Exteriores.

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