patagón que se hallaba á bordo, el cual murió al llegar á las proximidades de la linea equinoccial. 22

Eligieron de jefe à Jerónimo Guerra y llevando por piloto á Gómez, fueron á aportar en busca de agua á la costa de Guinea. 23

que «en la «San Antonio» habían llegado Jerónimo Guerra, y por piloto Esteban Portugués, piloto desta Casa, y con ellos hasta sesenta hombres entre marineros é sobresalientes». Si entre éstos no contaba á Mezquita, el número habia de ser 63.

22. «Esperaban haber llevado también á uno de los dos gigantes que habiamos cogido y que se encontraban á bordo de su nave, habiendo sabido à nuestro regreso que había muerto al aproximarse la línea equinoccial, cuyo gran calor no había podido soportar». Pigafetta, en Medina, Colección citada, t. II, pp. 435-436.

Juan de Barros en sus Décadas (III, libro IX, capitulo 1X) da á entender que los sublevados de la «San Antonio» recogieron en el puerto de San Julián à Juan de Cartagena y al clérigo su compañero, dejados alli por Magallanes. Leonardo de Argensola, en la página 17 del libro I de su Conquista de las Molucas, afirma categóricamente el hecho. No hubo en realidad tal cosa, habiéndose limitado los de la «San Antonio» á dar cuenta en España de la justicia hecha en aquéllos por Magallanes.

23. Como hemos visto, López de Recalde asegura que fueron derechamente» á Sevilla. La pasada à la costa de Guinea la refiere Maximiliano Transilvano, de quien Oviedo tomó sin duda la noticia. Historia, tomo II, pȧgina 12.

Para paliar su escapada, Guerra, Gómez y sus secuaces tuvieron siempre preso al comandante Mezquita, haciéndole confesar que por su consejo y amonestaciones habia su tio, el capitán Magallanes, usado de tanta crueldad con los españoles, matando y haciendo justicia de muchos dellos»... 24

"

La San Antonio» llegó al puerto de las Muelas en Sevilla el 6 de Marzo de 1521. 25

Herrera asi parece darlo también á entender cuando dice: «navegando la nave «San Antonio» desde Guinea á Castilla».

24. Maximiliano Transilvano, lugar citado.

Herrera añade que esa confesión se la arrancaron

con tormentos.

25. Carta citada de López de Recalde.

No aparece con certeza en la Relación de Maximiliano Transilvano si la partida de la «San Antonio»> desde el estrecho tuvo lugar en fin del mes de Julio del año 1521, ó si ese fué el día en que llegó á España. Lo que si resulta con claridad es que la nave tardó ocho meses en arribar á España. En todo caso se ve que estaba equivocado.

Oviedo le sigue en la cuenta de los ocho meses. (Historia, t II, p. 12).

Si aceptamos, como parece que debe ser, la fecha de la partida el 8 de Noviembre de 1520, la nave tardó en su viaje hasta Sevilla, siete meses menos dos dias.

Herrera, por su partė, afirma que la «San Antonio» arribó á San Lúcar en fines de Marzo de 1521; pero si

Guerra y Gómez entregaron alli con su proceso al comandante Mezquita, culpándolo, como hemos dicho, de ser el inspirador y amparador de los hechos de que acusaban á Magallanes, para lo cual tuvieron tiempo de sobra de concertarse á bordo; pero los jueces de la Casa de la Contratación quisieron averiguar por si mismos la verdad de lo que motivaba el regreso de la nave, y á ese intento, el dia de la Ascensión (28 de Marzo), esto es, dos dias después de la llegada de la «San Antonio», à hora de visperas, hicieron llevar en su misma calidad de preso á la cárcel dicha del Almirante à Mezquita, é inmediatamente después comenzaron à tomar sus confesiones à los tripulantes, habiendo ascendido el número de los que se llamó á declarar à cincuenta y cinco.

Como resultado de esa información fueron presos Guerra, Gómez y cuatro de sus correos, Angulo y Chinchilla y otros dos, y soltaron a los demás para ahorrar los

bien no menciona cuándo tuvo lugar la llegada a Sevilla, no es de creer que entre una y otra se pasase cerca de mes y medio.

gastos de su manutención, y acto continuo. dieron noticia de todo á los gobernadores del reino. Estos, que residian entonces en Burgos, dispusieron que se les enviasen los presos, como en efecto se ejecutó, 25

Hacianse por esos dias los aprestos para armar en Sevilla cuatro ó cinco navíos que fuesen à combatir à algunos de franceses que andaban pirateando por las costas de Andalucia en espera de los que venian de Indias. Confióse el mando de esa armadilla á don Pedro Manrique, quien habiendo salido apresuradamente con ella- por la noticia que se tuvo de haber los franceses apresado à dos de tres carabelas que venian de Indias, y que debían arribar pronto otras

26. No encontramos el proceso que se siguió á los tripulantes de la «San Antonio», en el cual debía á todas luces figurar la deposición de Gómez. Los hechos relatados en el texto están tomados de Herrera.

Como falta aquel documento, no es posible indicar el dia en que á Gómez se le encargó preso, pero sin duda lo fué con posterioridad al 12 de Mayo, fecha de la carta de López de Recalde, y aún podría decirse que algunos días después, como que las deposiciones de los testigos eran tan largas que en cada una de ellas se gastaba mucho tiempo. Asi, el 11 de Mayo, esto es en tres dias, sólo se habian tomado veintiuna.

cinco para favorecer á estas últimas se encontró con las naves enemigas, que le salieron frente al cabo San Vicente, se cañoneó con ellas durante largo rato, logrando al fin quitarles un navio que habian tomado cargado de trigo.

Hemos debido hacer mención de estos hechos por cuanto el cronista Herrera asegura que se mandó ir en esa armada á Esteban Gómez. 27

Algo de cierto hay en esta afirmación, pero en realidad Gómez no se embarcó en aquella expedición.

Enviado à Burgos, como hemos dicho, los gobernadores del reino dispusieron, en 4 de Octubre de 1521, que Gómez se volviese á Sevilla, encargando á los oficiales de la Casa de la Contratación que si les pareciese que convenia que fuese en la armada de los capitanes Rodrigo del Castillo y Rodrigo Bermejo, asi se lo mandasen, entre tanto que otra cosa disponian.

27. Véase al fin, entre los documentos, el texto integro de la relación que Herrera hace de estos sucesos. Harrisse también le ha dado asenso (Discovery, etc., P. 719).