crecida suma.-Secunda el plan el general Moctezuma.-Marcha á batirles el general Paredes.-Derrota á Moctezuma y muere éste en la accion.-Paredes obliga á Ugarte á capitular.-Conducta injusta de los Estados-Unidos con Méjico.-Se apoderan arbitrariamente del bergantin mejicano Urrea.— El gobierno mejicano se propone pedir al de Washington una satisfaccion á la ofensa inferida. - Pronunciamiento en Nuevo-Méjico y muerte del gobernador Perez.-Noble conducta de D. Manuel Armijo.-Revolucion sofocada en Puebla y fusilamiento de Fizt.-Se pronuncia el general Urrea en Sonora.-Peticiones al gobierno contra la constitucion de 1836.-Terremoto en Méjico y en Acapulco.-Una ley favorable á la agricultura y la industria.— Continuan los pronunciamientos.-Los indios son los destinados al servicio de las armas.-Pretensiones de los ministros de Francia.-Bloquea la escuadra francesa el puerto de Veracruz.-Ultimatum del almirante francés. -Orígen de las reclamaciones del gobierno francés.-Se conduce á la capital de Méjico las cenizas de D. Agustin de Iturbide, como justo recuerdo á su memoria.-Bombardea la escuadra francesa el castillo de San Juan de Ulua y lo toma.

De 1836 á 1838 inclusive.

1836.

El general D. Antonio Lopez de SantaAnna, terminados sus aprestos para la campaña y poniéndose al frente de seis mil hombres, penetró en el territorio de Tejas. De segundo en jefe del ejército iba el ral D. Vicente Filisola.

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Para que el gobierno pudiese atender à los crecidos gastos de la guerra, el congreso dió una ley, disponienque la mitad de las rentas de los Estados, que ascendian á cuatro millones de duros anuales, se destináran al efecto indicado; y por otra ley dada el 8 de Febrero de 1836, facultó al mismo gobierno para que se proporcionase seiscientos mil duros, al tres por ciento de interés mensual, con tal que no hipotecase las aduanas. Esta condicion manifiesta el triste estado en que continuaba la hacienda.

Pocos dias despues de dada la ley anterior, cayó enfermo, el 27 de Febrero, atacado de una terrible fiebre pútrida, el presidente interino D. Miguel Barragan, y entró á ocupar la presidencia el ministro de justicia D. José Justo Corro. El público se manifestó interesado en la salud del presidente interino, que era hombre digno del aprecio de todos, por sus nobles sentimientos, su probidad y su modestia. Habia nacido en el Valle del Maíz, estado de San Luis Potosí, en el año de 1789, siendo virey D. Manuel Antonio Flores. Sus primeros estudios los hizo en la capital de su provincia, y abrazó la carrera de las armas, en que manifestó su capacidad y sus pundonorosos sentimientos, siendo uno de los oficiales mas cumplidos en la observancia de sus deberes que tenia el ejército realista. Proclamado el plan de Iguala por D. Agustin de Iturbide, se unió á éste, y siguió en su carrera militar, alcanzando ascensos por su mérito, que todos reconocian. Siendo comandante general del Estado de Veracruz, fué cuando capituló en Noviembre de 1825 la guarnicion española que habia ocupado hasta entonces el castillo de San Juan de Ulua; y siempre que ocupó algun puesto distinguido, resaltó por las excelentes disposiciones que dictaba y por su caridad con la clase meneste

1836. rosa. La enfermedad de que se vió atacado, hizo rápidos progresos en breves horas; y el dia 1.o de Marzo de 1836, espiró, asistido por numerosos amigos que no se apartaron de su lado durante su enfermedad y sentido de la sociedad entera.

Nombrado D. José Justo Corro presidente interino por la cámara de diputados, procuró llenar cumplidamente

los deberes que exigia el alto puesto á que se le habia elevado. Corro habia empezado su carrera de alférez de un regimiento provincial, en 1810, y habia llegado á capitan, con grado de teniente coronel, cuando tomó parte en la independencia. Era hombre honrado; pero el menos á propósito, por su carácter irresoluto, para manejar el timon del Estado en la situacion difícil en que se encontraba el país.

La guerra de Tejas empezó siendo favorable á las tropas del gobierno. Los rebeldes colonos eran vencidos en todas partes á pesar del auxilio que recibian de los Estados-Unidos. El ejército mejicano avanzaba llevando en su marcha la victoria. La ciudad de Béjar fué abandonada por los tejanos, sin atreverse á esperar á las fuerzas mejicanas, y éstas entraron en la poblacion el 23 de Febrero, victoreando á Santa-Anna y á la nacion. El fuerte del Alamo fué atacado con vigor, y su guarnicion fué pasada á cuchillo. En Goliat fueron igualmente vencidos los colonos que mandaba el coronel tejano Tamin, y trescientos que llegaron á caer prisioneros, fueron pasados por las armas. El rigor desplegado contra los colonos usurpadores, era terrible: las poblaciones eran entregadas á las llamas por los vencedores despues de haber sido saqueadas, y la muerte era la que esperaba á los que caian prisioneros. Los tejanos eran derrotados en todas partes. En la villa de Gonzalez, en el Refugio, en Coporo, en Guadalupe Victoria y en otros diversos puntos, el triunfo fué de las armas mejicanas, cuya gloria habria sido mayor si se hubiera usado de alguna mas piedad con los vencidos. Justo habria sido el rigor con los que habian pagado la genero

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