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HISTORIA AMERICANA, LITERATURA, DERECHO Y VARIEDADES.

Periódico dedicado á la República Argentina, la Oriental del
Uruguay y la del Paraguay.

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241-IMPRENTA DE MAYO, CALLE MORENO-243

1868.

Siendo en su mayor parte inéditos los trabajos de La Revista de Buenos Aires, se prohibe la reimpresion de ellos.

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AÑO VI. BUENOS AIRES, SETIEMBRE DE 1869.

N. 65

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Pudiera no obstante suceder que si los enemigos no evacuasen esta república á consecuencia del movimiento ofensivo del ejército de Corrientes sobre Entrerios, pudiera sneeder, decimos, que ocupada militarmente esa provincia despues de haber batido al ejército enemigo que manda el general Garzon,se meditara por los vencedores la nueva direccion que debian tomar: en una palabra, que se opinase que el ejéreito de Corrientes debia pasar el Uruguay y abrir su campaña contra los invasores de este Estado, reforzado aquel por el ejército de esta capital desembarazada ya del asedio en cuya resistencia está actualmente empeñado. Decinmos que, en nuestra humilde opinion, el éxito de esta campaña tendria el mayor número de probabilidades favorables; pero no nos aventurariamos á asegurar que él fuese infalible. Aquí mas que en la provincia de Buenos Aires, los ene1. Véase la påj. 531 del tomo XVI,

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migos podrian oponernos una vigorosa y prolongada resistencia, y tal vez una sola batalla ganada no bastaria á decidir la cuestion: la terminacion de la guerra podria dilatarse, y cualquiera que fuese el resultado final, este país quedaria completamente arruinado. Algo mas, aun triunfando definitivamente tendriamos que hacer una segunda campaña sobre Buenos Aires.

Si, hemos dicho que los enemigos podrian oponer una vigorosa y tenaz resistencia, que la guerra podria prolongarse, y las razones son muy obvias: por que aquí las fuerzas de que dispone Oribe son superiores en número á las que el Dictador podria oponer en la provincia Argentina, y esa fuerza la de Oribe-es mas compacta, mas aguerrida y dirigida por gefes y oficiales que valen mas que los que Rosas tiene á su inmediacion, y está mas avesada á las prácticas y fatigas de la guerra: son los que hace siete años están sosteniendo y acrecentando su poder, á punto que si no fuese por la heróica constancia de los defensores de Montevideo, son los soldados que manda Oribe los que habrian consumado los planes liberticidas del Dictador. Y es por esto que crecmos que los enemigos tendrian mas capacidad en esta república para conservar por mas tiempo un equilibrio de fuerzas, por mas que como hemos indicado opinemos que en último resultado la guerra concluiría entonando los libertadores el himno de la victoria. Bien, pero Rosas entretanto quedaría en pié: debil si, pero era necesario ir á buscarlo. Es decir, que se habria perdido mucho tiempo, derramado mas sangre, y aumentadose el número de las vietimas, si se tomase desde el Entre-Rios la nueva direccion que hemos supuesto.

Preciso es ademas no olvidar, que ni el mismo Napoleon

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tuvo siempre encadenada la victoria á su carro de triunfo; y tener sobre todo muy presente, que la interrupcion de esas dos guerras seria forzosa desde que no siendo posible terminarlas antes del próximo invierno, cuando este nos alcanzase nos veriamos obligados á esperar la buena estacion-y tal vez para continuar la primera. Cuando por todas las razones que con difusion hemos manifestado, hay sobrado fundamento para esperar que llevando inmediatamente la guerra á la provincia de Buenos Aires, el resultado final serial mas rápido que el tiempo útil para hacerla y con mayor nùmero de probabilidades favorables,

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XXVII.

Desde que los señores representantes de las dos altas potencias interventoras se pronunciaron en abierta hostilidad contra el enemigo comun, es decir, desde que tenemos el dominio de las aguas, la escena ha completamente cambiado que gran diferencia de bloquear á ser bloqueados! La alteracion que ha surgido en los medios de guerra es tan esencial como el cambio de situacion respectiva, y por lo tanto natural que participen de una transicion tan instantanea y diametralmente opuesta, hasta las direcciones materiales que deben conducirnos á los campos de batalla. Nuestra actitud es enteramente nueva: antes estábamos á la defensiva, ahora la que nos corresponde, la que nos conviene y debemos asumir es-y no hay que perder momentos-la ofensiva.

Hubo un tiempo en que bloqueados por mar y tierra, encerrados en el estrecho espacio comprendido entre el mar

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