Imágenes de páginas
PDF
EPUB

1725.

cicios en Pue.

bla.

...

esta llena de gente por ser dia de mucha solemnidad, se levantó improvisamente de su lugar, y penetrando por medio de todo el concurso que le miraba con espanto y veneracion, fué á ponerse sobre el mismo sepulcro de aquel indio, y prorrumpió diciendo en alta voz.... Este que está aquí le llamaban el Chico, ya está grande. ya está grande.... Era buen cristiano, y sirvió fielmente á Dios en esta iglesia. ¡Dichoso él, está gozando de Dios.... Luego, como avergonzado, añadió: Digo que quizas estará ya en el cielo. * Contaba uno de los padres que recien llegado á las misiones por falta de ayudante solia decir solo Ja misa. Quedábale de esto algun escrúpulo, hasta que entrando al colegio de Sinaloa á ciertos negocios encontró al padre Urquiza, quien en lugar de otra salutacion le dijo solamente..... Padre mio, bien se puede decir la misa sin ministro. Era fama comun que le visitaban las almas del purgatorio, ó para pedirle ó para agradecerle sus oraciones y sufragios. Varias veces (dice el citado capitan D. Sebastian Lopez de Ayala) decia en el tiempo de la misa de algunas personas que morian muy lejos de allí, nombrándolas, que las encomendaran á Dios y aplicaran aquella misa por su alma. Entre tantas divinas ilusiones no le faltó la noticia de su muerte. Se observó que mucho tiempo ántes, numerando los jesuitas sepultados en la iglesia de Sinaloa, despues del último tiempo ántes de enterrado se contaba á sí mismo, como efectivamente aconteció. En su entierro, faltando alhajas de que apoderarse la devocion, le despedazaron sus vestiduras, le cortaron los cabellos, y aun hubieran pasado adelante á no impedirlo los padres. Falleció el dia 12 de enero.

A la mitad del siguiente año de 1752 entró á gobernar la provincia Casa de ejer- el padre Gaspar Rodero, que ya habia vuelto de Roma con una muy numerosa mision por setiembre de 1723. Uno de sus primeros cuidados fué la subsistencia y restauracion de la residencia de Chihuahua, que por las muchas deudas y atrasos estaba muy próxima á su ruina. Señaló el padre provincial por superior de aquella casa al padre Constancio Galazati, quien por la estrecha familiaridad que tenia con D. Manuel de San Juan y Santa Cruz, y benevolencia de otras muchas personas, á costa de muchas fatigas puso en corriente las fincas con que

* Es probable que en el momento de estar rezando lo hubiese visto bicnaventu rado, y que entusiasmado de gozo con esta vision sé hubiera salido de sí y encami nádose al sepulcro; de otro modo no se puede entender esto.

hasta hoy se mantiene aquella residencia. Por este tiempo el Illmỡ. Sr. D. Benito Crespo, obispo de Durango, compadecido como celosísimo pastor de la pérdida de tantas almas como habitan la parte septentrional del Nuevo-México y provincias de Moqui, intentó pasar personalmente á la reduccion de aquellos pueblos. Determinaba llevar consigo algunos jesuitas, sabiendo lo que tantas veces se habia dicho, que no consentirian aquellos bárbaros la entrada á otros misioneros. Es cribió para este efecto á los superiores de la Compañía; pero ni á estos, ni al padre rector de Guadiana pareció conveniente hacerlo en el modo y forma que disponia su Illma., que era entrar por el Nuevo-México. El padre Agustin de Campos, que era uno de los sugetos que pensaba llevar el Sr. obispo, consultado sobre este asunto como hombre de tan larga esperiencia en treinta y dos años de misionero, en tantos viages hasta cuasi las mismas fronteras de Moqui, y que tanto habia deseado csta entrada, respondió que entrando por el Nuevo México, cuyo gobierno aborrecian los moquis, no habian de permitir el paso á su tierra, pensando que querrían sujetarlos á la obediencia de aquella provincia: que por la Pimería era el camino mas corto cerca de doscientas leguas, mas poblado, y mas seguro para no dejar espuesta la Sonora á las invasiones de los apaches; que aunque fucse al lado y sombra del Illmo. siempre se daria justo motivo de queja á los reverendos padres de S. Francisco, si pasando por medio de sus tierras y misiones se entrasen los jesuitas al Moqui; y finalmente, que por aquel rumbo no podia mantenerse la disciplina y modo de gobierno que usa en sus misiones la Compañía, por el estravío de las órdenes superiores, y ninguna comunicacion y mútuo alivio de aquellos sugetos con el resto de los misioneros. Estas poderosas razones obligaron á omitir por entonces al Sr. obispo aquella jornada, que no sabemos volviese á intentar en lo de adelante; pero lo que no pudo hacer por aquellas naciones hizo con el mayor esfuerzo por la conversion de los pimas, escribiendo á S. M. repetidos informes hasta conseguir se enviasen á aquella desamparada viña tres nuevos operarios, como veremos á su tiempo. Entre tanto, por orden del muy reverendo padre general debió pasar á Europa el padre Gaspar Rodero, destinado á la procuraduría general de las Indias. Por su ausencia se abrió el segundo pliego en que se halló nombrado provincial el padre Andres Nieto, actual rector del colegio máximo. En su lugar entró en aquel rectorado el padre Juan Antonio de Oviedo, que desde principios del año de 25 habia vuelto de Filipinas. El autor de la vi

da de este insigne jesuita, ponc estos sucesos en junio del año de 1727, en que se equivocó notablemente, pues fuera de otras muchas razones, basta que por noviembre de 1726 en que se celebró la vigésimaquinta congregacion provincial, ya gobernaba el padre Nieto que la presi dió, como veremos adelante.

Por este tiempo falleció en Guatemala el padre Ignacio de Azpeytia natural de aquella misma ciudad, y uno de los jesuitas que mas la han ilustrado con sus trabajos y ejemplo. Sin mas caudal que diez mil pesos, fiado en la Providencia de Dios, y en las limosnas que solicitaba personalmente, emprendió, y perfeccionó despues de veinte años de fatigas, el templo de nuestro colegio, uno de los mas hermosos y bien adornados de toda la América. - A este siguió la fundacion y fábrica del colegio Seminario de S. Borja, que tanto ha despues ennoblecido la ciudad. Se fundó muy á los principios del siglo no sin bastantes contradicciones que venció el padre Azpeytia pora obtener las licencias necesarias, á espensas por la mayor parte de la virmuy noble y tuosa señora doña Teresa de Loyola, quien fuera de diez mil pesos que dió para dotacion de cuatro vecas para otros tantos jóvenes de Chiapas, donde su marido D. Pedro Gutierrez habia sido gobernador, entrándose luego en el religiosísimo convento de la Concepcion, dejó al dicho colegio el resto de sus bienes. El padre Azpeytia lo estrenó con solos diez colegiales, y lo gobernó por algun tiempo, estableciendo en él aquellos ejercicios de letras y de piedad con que hasta ahora florece. Atendia el padre á estas obras públicas sin faltar jamás á las espirituales distribuciones que prescriben nuestras reglas. Era constantísimo en la oracion espiritual y cuotidianos exámenes, estremado en la pobreza, á pesar de las instancias con que procuraban proveerle de todo sus acomodados hermanos y parientes. En tantos años como vivió en Guatemala, que pasaron de cuarenta, teniendo á uno de sus hermanos muy cerca del colegio, jamás pidió ni admitió su coche, sino solas tres veces, aun en la postrera ancianidad estando ya muy enfermo de las pier Fué de una maravillosa abstinencia, ó por mejor decir, de un perpetuo ayuno toda su vida. Vestía un áspero jergon de cáñamo, y dormia sobre un colchonsuelo tan delgado, que nada disminuia la dureza de las tablas. Sus mas secretas mortificaciones dieron á conocer los horrorosos silicios, y las camisas ensangrentadas que se hallaron en su muerte acaecida en siete de junio de 1726.

nas.

En la Casa Profesa acabó su vida mortal el padre Joaquin Camargo

natural de Celaya, actual prefecto de la ilustre congregacion del Sal
vador. Fué de muy aplaudidos talentos para la cátedra y el púlpito,
á que sin embargo de sentir una gravísima repugnancia, se sacrificó
por la obediencia los últimos años de su vida. Su modestia, circuns
peccion y guarda de los sentidos, seria admirable en el mas fervoroso
novicio. Por este medio logró conservar intacta la pureza sin sentir en
esta materia el mas ligero escrúpulo en todo el tiempo de su vida re-
ligiosa, aun en medio de continuas
Ꭹ féisimas tentaciones, con que le
combatia el comun enemigo. Era observantísimo de la religiosa dis-
tribucion, especialmente de la oracion por la mañana, á que añadia
muchos otros ratos recogiéndose á esto cuatro ó cinco veces al dia.
Murió el dia 29 de octubre.

En 2 de diciembre le siguió el padre Pedro Spectiali natural de Ancona, una de aquellas almas privilegiadas á quienes previene el cielo con particulares bendiciones. Su tenor de vida, su edad, su muerte, fué una entera semejanza del angélico jóven S. Luis Gonzaga. El mismo fervor en dedicarse á Dios desde luego que pudo conocerle con uso perfecto de la razon y en cortar la raiz de todo deleite impuro con un muy temprano voto de castidad, el mismo deseo de mortificarse desde su mas tierna edad, y las mismas ingeniosas industrias para ocultar su penitencia, la misma ternura para con la Vírgen Santísima, la mis. ma atencion interior de la divina presencia, el mismo continuo ejercicio de jaculatorias y actos de amor, que debilitándole la salud dieron lugar al mismo árduo precepto que se impuso á S. Luis, y le hicieron tan dificil como al santo la obediencia. Finalmente, la misma enfermedad de una lenta calentura, que con poca diferencia de años de sali. do de esta vida á los 28 de su edad, espiró la víspera de S. Francisco Javier, á los dos meses no cabales de ordenado sacerdote

[ocr errors]
[ocr errors]

1

ta congrega

cial.

Poco antes se habia, como apuntamos arriba, juntado en México la Vigésimaquin vigésima quinta congregacion provincial, en que presidiéndola el padre cion provin Andres Nieto, fué elegido secretario el padre Antonio de Peralta, primer procurador el padre Nicolás de Segura, rector del colegio de S. Ildefonso de Puebla. Segundo, el padre Juan Ignacio de Uribe, maes, tro de prima de teología en el colegio de México, y tercero, el padre Juan de Guendulain, visitador general que entonces era de las misiones. En la congregacion no se trató alguna otra cosa digna de memoria fuera de la pretension de que el dia 20 de mayo se celebrase fiesta anual de la conversion de nuestro Santo Padre Ignacio, lo que hasta el

[blocks in formation]

1727. Temblores en

Sr. S. José.

presente no ha llegado á tener efecto alguno. Los padres procurado res se hicieron á la vela á la mitad del siguiente año de 1727. El padre Juan Ignacio Uribe, obtenida licencia de nuestro padre general, se quedó en la Europa de donde había venido no mucho tiempo ántes.. El año de 1727 fué fatal á la ciudad de Oaxaca por los continuados Oaxaca lla espantosos temblores con que por muchos dias se sacudió la tierra el mados allí de dia 10 de marzo. * El colegio de la Compañía, aunque recien edificado, siguió la fortuna de muchas otras fábricas que fué menester derribarlas para no perecer debajo de sus ruinas. Los padres pasaban la noche en chozas cubiertas de esteros (ó petates) que se habian levantado en la huerta. La iglesia, abiertas por muchas partes las bóvedas, no estaban mucho mas seguras; sin embargo, ningun peligro bastó para que en aquella comun consternacion se dejasen los ordinarios ministerios de cuaresma en confesonario y púlpito, cuyo fruto era correspondiente al temor de que estaban tan saludablemente prevenidos los ánimos. Para aplacar la ira del cielo, se resolvió llevar en procesion á la catedral, y hacer allí un solemne novenario á la milagrosa imágen de la Soledad; se fijó la ceremonia para el dia 18 de marzo, y estándose ya formando, al salir de su iglesia la soberana imágen, sobrevino un nuevo terremoto mucho mas violento que todos los pasados. Corrieron todos fuera de sí por espanto, y nadie pensaba ya en la devota procesion á que habian concurrido. † En esta turbacion, dos padres, subien do el uno el púlpito, y saliendo el otro al cementerio, despues de haber

* Fueron horribles los que despues sobrevinieron en aquella ciudad el dia 28 de marzo de 1787 de que dan idea exacta las gacetas del gobierno de aquel tiempo, y el del dia 4 de octubre de 1800, llamado del Rosario, en que vino á tierra la magnífica cúpula de de la iglesia de la Compañía.

+ Multa renascentur habia dicho Horacio: los sucesos se repiten en el mundo, y en Oaxaca se ha verificado al cabo de sesenta años lo mismo que refiere el padre Alegre. En la mañana jueves del dia 29 de marzo de 1787, salió igual procesion de nuestra Sra. de la Soledad de Oaxaca, cuya órden ví yo dar al Sr. obispo Ortigosa en medio del pátio de su palacio á las doce del dia anterior, donde estaba sufriendo los vaivenes de la tierra y absolviendo desde allí al campanero de la Catedral que pedia, dando horrendos gritos, misericordia, decia que no podia bajar por el caracol porque lo escupia la tierra. Efectivamente, salió la Vírgen; mas al pasar bajo elarco de la puerta del cementerio fué tan violento el vaiven de la tierra, que abrién. dose el arco se creyó que se desplomaba la clave sobre la cabeza de la imágen; entónces se oyó un grito de muchas personas que poblaban aquel vasto cementerio, se retiró la imágen y continuó la grita inconsolable de las gentes que afligian estraordinariamente á los que estaban presentes.-EE.

« AnteriorContinuar »