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CAPÍTULO CUADRAGÉSIMO.

SUMARIO

Ocupa Bolívar el fértil valle de Jauja.-Desiste de la persecusion del enemigo.-Canterac continúa su rápida retirada.-Destruye el puente de Iscuchuca é incendia las poblaciones.-Descansa en Reyes el ejército independiente.-Comisiónase á Urdaneta para fomar un cuerpo en Tarma.-Ocupa el Libertador á Huamanga.-Sus medidas para aumentar el ejército.-Manda á Sucre á retaguardia para recojer los heridos y rezagados. --Cumple la comision y renuncia de seguida su empleo.-Su carta al Libertador.-Contestacion de éste.-Reencárgase Sucre del mando en jefe.-Toma cuarteles en Challhuanca.-Razones que deciden al Libertador á separarse del ejército y volver á la costa.-En Huancayo organiza el gobierno de las provincias libertadas.-Exime de contribuciones á los habitantes de los pueblos incendiados por los españoles.-Da el nombre de Junin á la provincia de Jauja y al pueblo de Reyes.Castiga con rigor las faltas contra la disciplina militar.-El congreso de Colombia deroga la ley de 9 de Octubre de 1821, sobre facultades discrecionales al Libertador.-Celos mezquinos de Santander. Solicita y obtiene de Bolívar una recomendacion al congreso en su favor.-Sumision generosa de Bolívar al congreso.-Delega á Sucre el mando del ejército de Colombia.-Memorial de los jefes de este ejército.-El Libertador envia refuerzos á Sucre.-Urdaneta con 1.500 hombres sufre una derrota cerca de Lima.-Varios oficiales ejecutados por cobardía.-Reorganiza el Libertador la division de Urdaneta.-Regocijos en Lima por la entrada del Libertador.-Fija en esta ciudad su cuartel general.-Llega de Colombia un cuerpo auxiliar.-Salom bloquea el Callao.-Encuentro naval favorable á los patriotas.-Va la escuadra á Guayaquil á repararse.-Organizacion del gobierno en la capital.-Nombra Bolívar un ministerio compuesto de Carrion, Unánue y Héres.-Restablece la Alta Corte.-Habilita para el comercio exterior el puerto de Chorrillos.

LA

A retirada de los realistas y el abandono del fértil valle de Jauja, fueron la consecuencia inmediata de la batalla

de Junin. A los que han criticado que el Libertador no persiguiese inmediatamente á los realistas, les contestaré: que no hay soldados de infantería en ninguna parte del mundo que superen, ni áun igualen, á los peruanos en la rapidez de sus marchas, y que de peruanos se componia, en su mayor parte, el ejército de Canterac. Intentar alcanzarlos con tropas fatigadas, despues de sus penosas jornadas al traves de los ásperos pasos de la cordillera, habria sido no sólo inútil sino contrario á las reglas del arte; sobre todo, si se tienen en caen. ta las facilidades que presenta la sierra para una guerra defensiva, por sus formidables posiciones para contener un ejér cito. Convencido de esto, el Libertador tuvo que arreglar sus movimientos á las circunstancias, contentándose con destacar en persecucion de los realistas, piquetes de caballería, y algunas guerrillas para molestarles y recoger los rezagados. Canterac en su retirada derribó el puente de Iscuchuca, taló los campos y destruyó cuanto pudiese servir á los patriotas. Harto trabajo y no pocos sinsabores habia costado al Libertador la formacion de su pequeño ejército, y sabiendo que no podria reponerlo se vió obligado, á pesar de su carácter em. prendedor, á dedicarse ante todo á conservarlo. Muy poca con. fianza además, le inspiraban las tropas peruanas, tan dadas á la desercion; con las guerrillas, sobre todo, no podia contarse fuera de los límites del distrito en que tenían sus hogares, y donde estaban acostumbrados á hacer la guerra. Así fué que áu cuando sus servicios fueron valiosos miéutras se estaba organizando el ejército, desde que éste ocupó el valle de Jauja dejaron de serlo.

En la mañana del 7 de Agosto entró el ejército á Reyes, que se prefirió á Caraz, porque en aquel lugar habia cómo dar cuarteles á las tropas, que necesitaban descanso. Allí permanecieron el ocho, y al dia siguiente siguieron su marcha. De Tarma se dieron instrucciones al coronel Urdaneta para organizar un cuerpo de los convalecientes y dispersos que habian quedado á retaguardia en el departamento de Trujillo, y de las guerrillas de Canta y Huarocha, que junto con un cuerpo colombiano que se esperaba por momentos de Guayaquil, de

berian pasar á bloquear el Callao. El 13 llegó el cuartel general á Huancayo, donde Canterac habia permanecido inac. tivo, mientras los patriotas atravesaban la cordillera. Allí se supo por primera vez el verdadero estado de la desavenencia entre Olañeta y el virey, de la que hasta entónces sólo se tenian vagas y contradictorias noticias; de las cuales, sin embargo, se habia aprovechado el Libertador para entrar en correspondencia con Olañeta desde el mes de Mayo, cuando le dirigió la siguiente carta:

"Cuartel general en Huarás á 21 de Mayo de 1824.

"Señor general Pedro Antonio Olañeta:

"He tenido la satisfaccion de saber oportunamente la generosa resolucion que US. ha adoptado de desprenderse de ese odioso partido que hasta ahora ha oprimido á esta desgraciada parte del mundo.

"Sin duda que cuando US. abrazó esta noble determinacion no tuvo otro objeto á la mira que el único que es justo, los derechos de la humanidad doliente y la conservacion de las doctrinas sagradas del. Legislador del universo. En esta conviccion, yo me aventuro á dirigir á US. estas letras, para convidarle con palabras de paz y con ofertas de amistad. Si US. las acepta, la América habrá recibido el sello de su libertad y dicha de las manos de un guerrero afortunado que siempre se ha hecho respetar de sus enemigos y que no ha querido ser más tiempo el instrumento ciego de una faccion desenfrenada, que á la vez es parricida y opre

siva.

"Sí, señor general, La Serna y sus asociados están muy distantes de oprimir á la América en beneficio de la España: ellos pretenden el Perú para entregarlo á la extinguida faccion constitucional, que ni supo defender su patria, ni concilia los intereses de la Europa y de la América.

"Si La Serna lograse (por un milagro del cielo) un suceso en el Perú, la España no sería beneficiada por el producto de este suelo. Una independencia absoluta, pero constitucional, sería el fruto de esta ventaja. Y esta constitucion tan viciosa por su naturaleza, sería de tal modo opuesta á los intereses de todos, que ni la América, ni la España, ni la libertad, ni la religion lograrían la menor me. jora.

"US. sabe que la constitucion española es un mónstruo de una forma indefinible; semejante al gobierno del Gran

Turco, aunque con apariencias enteramente opuestas; lo que en Constantinopla hace el gran señor, en Madrid lo ejecuta constitucionalmente una asamblea de infinitas cabezas, tan absoluta en su voluntad, como el primer déspota del mundo. Así se ha visto, que ha hollado la religiou, ha hollado el trono, y no ha sembrado la libertad: porque esta preciosa planta no nace ni en los páramos helados, ni en los ardientes arenales, sino en aquellos terrenos donde la naturaleza ha combinado sábiamente los principios del calor y del frío. La constitucion española, en fin, no es más que un gobierno popular con un rey, para que estos dos extre mos en un choque perpétuo, produzcan el conflicto más doloroso y más interminable.

"Por estas consideraciones, señor general, yo no puedo ménos que persuadirme de que US., bien aconsejado por su propia rectitud, y por la experiencia, ponga á cubierto de sus enemigos personales esa parte del país y las tropas que le obedecen, con el fin verdaderamente laudable de asociarse á la buena causa de la América, que la Providencia habia se parado del antiguo mundo con el justo designio de darla en propiedad á sus moradores. US. no dejará de convenir en que la Providencia está declarada en favor de la independencia de América, y que el oponerse al imperio de sus decretos es una rebelion execrable. Eche US. la vista sobre toda la América y observe cuantos prodigios el cielo ha operado en estos dias para consumar la obra de nuestros gobiernos. Y observe US. igualmente los ejemplares castigos que sufre la España por los crímenes cometidos contra la América, pues no hay la menor duda de que en Europa la España es inocente; sin embargo, sufre los azotes más crueles.

"Ultimamente, señor general, la posicion de US. es al mis. mo tiempo tan crítica como ventajosa. Siempre que US. conserve la actitud amenazadora que US, tiene actualmente, su suerte no puede ser infausta, y probablemente debe ser honrosa. Nosotros vamos á emprender la campaña y debemos triunfar: entónces US. habrá sido uno de nuestros más grandes auxiliares por haber llamado la atencion de nuestros enemigos por esa parte: por consiguiente nuestra gratitud será igual al servicio que US. nos haya hecho. Tanto US. como los oficiales, tropas y pueblos de su mando, serán beneméritos del Perú y de la América y gozarán de las mayores ventajas, y yo ofrezco á US. una generosidad sin límites y la proteccion más cordial.

"Supongámos el caso más remoto que puede ocurrir jamás, de que nosotros, quiero decir, que todos los hijos del Nuevo

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