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Destavorable fué la impresion que causó la vuelta de la division de Valdez á Lima, y al ver que Ricafort entraba en una camilla, herido de gravedad, se consideró que venian derrotados. Todos estos accidentes aumentaban el entusiasmo por la causa de la independencia, desprestigiándose considerablemente el decantado valor y disciplina de las tropas reales, y el saber de sus jefes. Para desvanecer esta idea se acordó celebrar con repiques de campana y otras demostraciones de júbilo la entrada de las tropas de Valdez. (Cat. MS. núm. 234.)

Todo indicaba movimiento en ámbos ejércitos y se veian aquellos preparativos precursores de una gran campaña.

EL CORONEL D. José Carratalá que quedó en esas provincias con alguna fuerza, pretendia sufocar por el terrorismo el entusiasmo de esos pueblos, creyendo contener ú observar los movimientos de la division de Arenales; ésta se hallaba en Oyon, esperando que se le reuniese el Coronel Alvarado con los Granaderos de á caballo y mientras tanto su tropa se aclimataba para pasar á climas mas ríjidos.

Los repetidos actos de crueldad de Carratalá formarán época en la historia del Perú. Sin necesidad cometia frecuentes atentados contrarios á la humanidad y á la forma regular que se habia dado á la guerra: consideraba como á bandidos y revoltosos á cuantos prisioneros caian en su poder. Los pueblos que no le prestaban prontos y abundantes auxilios, ó los que los habian proporcionado á los patriotas eran reducidos á cenizas: sus moradores ó quedaban enrolados en su ejército ó perseguidos unos, fusilados otros y atropellados todos. El Comandante Velazco, que mandaba unas guerrillas cayó prisionero y lo hizo fusilar, y creyendo difamarlo le hizo colgar un cartelon en que decia que era fusilado por traidor, ladron y asesino; este cartelon servirá de eterna ignomia al que lo mandó poner. (*) Las proclamas ó bandos indicaban sus medidas violentas, que llevaba á debido efecto. Las desgraciadas provincias de Lucanas y Parinacochas fueron testigos y víctimas de este Jefe: amenazaba con la muerte á los que siguieran las banderas de los patriotas. "Es preciso decia, desengañarse de una vez y procurar el esterminio de estos terribles enemigos de la verdadera felicidad del país." El valiente y denodado Cangallo, ese pueblo heroico fué tambien amenazado. Cuarenta y siete dias despues ese Neron del siglo diez y nueve, cum

(*) CARTELON.

Ha sido fusilado este desgraciado por traidor, asesino y ladron, y por no haberse acojido á la clemencia que manifiesta la proclama del Sr. Coronel D. Jose Carratalá de 1.0 del actual: sirva de ejemplo á todos los habitantes del partido y existan tranquilos en sus hogares obedientes á las lejítimas autoridades para no verse en tan fatal infortunio.

P. D. Dentro de breves dias vuelvo á este punto y sus contornos; y si no se enmiendan y me tienen reunidos todos los fusiles y armamentos haré otros castigos iguales; y si todos se presentan y obedecen la verdadera causa serán perdonados. [Cat. MS. núm. 186.] Este cartelon es de puño y letra de Carratalá.

plió su promesa porque no sabia faltar á su palabra: redujo á cenizas al pueblo de Cangallo [Diciembre 17] jactándose del triunfo y poniendo cartelones de su puño y letra como el del Comandante Velazco, (ámbos los conservo originales.) Ofreció hacer iguales escarmientos con los que no satisfacieran sus pedidos. [+] [Cat. MS. núms. 179 á 188.]

[+] PROCLAMA DEL COMANDANTE GENERAL DE LA DIVISION CENTRAL DEL EJÉRCITO DEL PERÚ Á LOS HABITANTES DE LUCANAS Y PARINACOCHAS.

Algunos de vuestro pais olvidados de su deber y su dicha han dado oido á las infamias de los revoltoso cometiendo con ellos crímenes de alta traicion; y yo con el brazo de la justicia depositado en las irresistibles tropas que el Excmo. Sr. Virey me ha confiado, soy destinado á castigarlos. Pero mas propenso á una limitada humanidad, que al deber de juez, deseo usar ántes de un rasgo de compasion, pues me consta que muchos han sido seducidos. Por tanto prevengo á todos los habitantes de estos partidos, continúen tranquilos en sus hogares, y obedientes á las lejítimas autoridades, mostrando la fraternidad consiguientes á los defensores de la Nacion cuando transiten por sus moradas: El que así se comporte, aunque hubiese sido en algun tiempo criminal, acreditando arrepentiniento será sagradamente respetado en su persona y propiedades; pero el que se oculte y siga á los rebeldes será tratado con todo rigor de la guerra y de la ley. Todo será exactamente cumplido y en este concepto elija cada uno la parte que le acomode. Es tiempo ya de que todos conozcan que los faccionarios de la soñada independencia son una reunion de hombres sin virtudes, sacados de la hez de la sociedad y que tratan solo de locupletarse á espensas de las desgracias de los pueblos, haciendo un juguete de cuantos los escuchan. Es preciso desengañarse de una vez y procurar el exterminio de estos terribles enemigos de la verdadera felicidad del país. Decidanse á esta empresa desde luego los hombres de bien de toda poblacion interior: nuestros ejércitos aprovechando circunstancias y la próxima venida de fuerzas de todas clases de la Península, acabará para siempre con las tropas enemigas, y volverán al Perú la tranquilidad que gozaba en dias mas felices. Cuartel general en Soras---El Coronel Carratalá.-[Cat. MS. núm. 181.]

PROCLAMA DEL COMANDANTE GENERAL DE LA DIVISION CENTRAL
DEL EJÉRCITO DEL PERÚ.

Habitantes del partido de Cangallo: ¡es posible que aun continueis obsecados y criminales al lado de los rebeldes, sin que os hayan desengañado los infinitos compromisos en que tantas veces os han puesto y en los que os han abandonado al filo de nuestras boyonetas!....hombres temerarios, mirad mejor por vuestra tranquilidad y vuestros intereses. Reconoced que los mayores enemigos de vuestros intereses y de la verdadera dicha del Perú son esos infames sediciosos. Os halagan con que estais exhonerados de contribuciones Ꭹ no reparais que esto es imposible y que ya han establecido en vários puntos que creen suyos otras mas exorbitantes que las moderadas de nuestro Gobierno, que aun reducirá á menores, la nueva Constitucion de la Monarquia. Seducidos tampoco veis que la faccion de la supuesta independencia no es sino una reunion de hombres desmoralizados, usurpadores de mil derechos; que jamas han tratado de daros ni aun la dignidad de hombres sino de sojusgaros mas á su antojo, en el mismo tiempo que el liberal sistema de Gobierno que ha adoptado la gran nacion española, os eleva á todos los grados de mérito de que sois susceptibles. No seais pues mas condecendientes, y detestad esos inícuos, sino quereis ver la última desgracia de vuestra credulidad.

Por órden del Excmo Sr, Virey he venido, con una fuerza irresistible sobre esta provincia, para tranquilizar vuestros países por todos medios: elegid pues el que os convenga,

Una accion tan bárbara como el incendio de un pueblo, mereció la aprobacion del Virey [22 de Enero de 1822] que pocos meses antes habia protestado evitar los horrores de la guerra. Pero ese acto de barbárie fué contrapuesto con el decreto de San Martin, 27 de Marzo de 1822, en que se mandaba reedificar la heróica Villa de Cangallo y erigir en su plaza un monumento, y con diferencia de un dia [28 de Marzo] el Gobierno de Buenos Ayres tambien mandaba que una de las mejores calles de esa ciudad llevara el glorioso nombre de Cangallo. [Cat. núm. 600 números. 24 y 25.]

El vecino que al paso de mis tropas se presente pacífico, en el seno de su familia será sagradamente respetado en su persona y propiedades. Yo lo aseguro y no sé faltar á mi palabra. Pero el que solo a esta manifestacion se aleje de su pueblo y siga á los malvados sufrirá todos los rigores de la guerra y de la ley; últimamente sus bienes serán entregados á los hombres de bien y por tan total ruina quedará su familia envuelta en el mayor infortunio. Me estremesco de pensar lo que podeis padecer y lo que demanda la justicia divina y humana si reincideis en vuestros delitos. Os prevengo de mis operaciones, porque estoy seguro que ni vosotros ni vuestros seductores han de perturbarlos: y para daros tiempo sobre todo á una reconci.acion que tanto os interesa y que deseo por vuestro propio bien. Quiera el Altísimo acuda's à la reflexion, y tenga yo el dulce placer de usar felizmente del olivo y embainar mi espada para siempre. Tan grato descenlace numeraria entre vuestros mas decididos hermanos á Carratalá.

Cuartel general en Guamanga Noviembre 1. de 1821.

INCENDIO DE CANGALLO.

Queda reducido á cenizas y borrado para siempre del catálogo de los pueblos el criminalísimo Cangallo, cuyos habitantes, continuando en su perfidia se han negado con su fuga y sus excesos á la fraternidad con que mis tropas han mirado á los demas del partido. En terreno tan proscripto nadie podrá reedificar y se trasmitirá la cabeza de la Sub-delegacion á otro pueblo mas digno: mayores castigos dictará aun el brazo invencible de la justicia, para que no quede memoria de un pueblo tan malvado que solo puede llamarse nidero de ladrones, asesinos y toda clase de delincuentes. Sirva de escar miento á todas las demas poblaciones del distrito.-Carratalá.

Cuartel general en Putica.

CAPITULO X.

Segunda campana de Arenales sobre la Sierra-Expedicion a las costas del] Sur, al mando de Miller-Nuevas dificultades con Cochrane-Debilidad de San Martin y del Gobierno Chileno-Se sufoca la revolucion de Lavin en el Cuzco-Peste y hambre en Lima-La Corte de Madrid envia comisionados para tratar-Se forma una Junta Pacificadora-Se abren las negociaciones en Punchauca-Diversas propuestas-Entrevista de San Martin con el Virey --Continuan las negociaciones-Ideas monarquicas de San Mastin-El Cabildo de Lima pide que se celebre un tratado definitivo-Los negociadores varian de lugar-Nuevas propuestas -Terminan las negociaciones.

EL CALOR de la estacion aumentaba la insalubridad del campamento de Huaura y llenaba de enfermos sus hospitales; se hacia necesario separar de allí al ejército, pero de modo que esta separacion ó diminucion del número fuera ventajosa. Al mismo tiempo se sabia que los españoles reconcentraban parte de sus tropas sobre la Sierra, pues Ricafort regresó el 25 de Enero á reunirse con Canterac, que quedó en esos pueblos, y Monet salió el 2 de Febrero al mando del batallon del Infante.

Estos desacertados movimientos de los realistas, que extendian demasiado el círculo de sus operaciones, agregados á la necesidad que tenia San Martin de conservar la Sierra, de donde podia aumentar su ejército y quitar los recursos á la Capital, lo decidieron á que el General Arenales emprendiera una segunda Campaña en el mismo territorio en que se habia distinguido por su valor como guerrero, y por su sagacidad como político, llevando una division que, unida con la de Gamarra, maniobrara contra Valdez y Ricafort, mientras el resto del ejército emprendia otros movimientos en las cercanias de Lima. [Cat. MS. núm. 124.]

Cuando se supo la nueva campaña que iba á emprenderse, los cuerpos señalados para la empresa recibieron con entusiasmo la órden, y hasta los soldados enfermos se levantaban pará seguir á sus compañe ros, creyendo con su decision suplir la falta de salud. Con algunos fuú preciso usar de rigor para obligarlos á volver al hospital que odiaban, mas que por sus sufrimientos, porque se creian privados de alcanzar nuevas glorias.

Para la campaña fueron destinados el escuadron Granaderos de á caballo de los Andes, Coronel D. Rudecindo Alvarado; batallon Numancia, Coronel D. Tomas Heres; batallon Número 7 de los Andes, Coronel D. Pedro Conde, batallon Cazadores del Ejército, Teniente Coronel D. José M. Aguirre; cuatro piezas de artilleria con un destacamento de la

arma: esta division salió de Huaura el 21 de Abril. Los Coroneles Heres y Conde tuvieron que dejar sus cuerpos por un grave enfermedad. El 6 de Mayo llegó Arenales al pueblo de Oyon en donde encontró á Gamarra que acababa de pasar la cordillera con el resto que le quedaba de la division que consistia de la caballeria.

En este pueblo Arenales mejoraba la disciplina-de su division y la arreglaba como para una formal campaña; nombro á Gamarra Jefe de Estado Mayor; á Alvarado, segundo Jefe de la division, y él tomó el mando de la vanguardia. La tropa del recomendable Aldao recibió algunas armas y útiles de guerra. Mientras Arenales continúa en Oyon, veamos lo que pasaba en el cuartel general.

CONVENIA dividir la atencion de los realistas: la campaña que Arenales emprendia sobre la Sierra fué despues de haber hecho salir de Huacho, el 13 de Marzo, una pequeña division de 500 hombres escogidos de las mejores tropas de infanteria y 80 de Caballeria, al mando del Teniente Coronel Miller, con el objeto de inquietar las provincias de intermedios de la costa, é interrumpir la comunicacion entre Lima y las del Sur. El convoy salió protejido por el navio San Martin al mando de Cochrane. Llegaron á Pisco en la noche del 21 y habiendo desembarcado sin dificultad, pasaron hasta el pueblo inmediato de Chincha; en donde el Coronel español Loriga, atacó con 80 hombres, en la tarde del 26, la pequeña avanzada de 43 infantes al mando del bravo Capitan Videla: éste rechazó á los enemigos, matando seis hombres. [Cat. MS. núm. 122.] Cuando el Virey tuvo noticia de esto, envió al Teniente Coronel Garcia Camba á la cabeza de 200 hombres de Caballeria. Lo crecido de los rios de Chincha y Pisco, y la peste que acometió á los jefes de estos destacamentos, impidieron que sus fuerzas tuvieran un choque decisivo, limitándose á pequeñas escaramuzas.

La epidemia que grasaba en toda la costa hacia tambien en Chincha estragos. Cochrane que en el momento de desembarcar la tropa de Miller se habia dirigido al Callao, regresó el 17 de Abril y conociendo el mal estado de la salud de Miller y de la tropa, resolvió que se reembarcaran y dió á la vela con direccion al Sur, en el navio San Martin, ordenando que los otros buques regresaran al Callao con todos los enfermos. Antes de embarcarse sacaron de la hacienda de Caucato 100 esclavos, 6,000 pesos, 500 botijas de aguardiente, 1,000 cargas de azúcar. (Cat. núm. 7. I.)

MIENTRAS que la division de Arenales hacia la campaña sobre la Sierra y el astuto y y activo Miller se dirigia al Sur, San Martin se preparaba para trasladar su campameuto de Huaura; se previno nuevamente al Almirante, en 28 de Febrero, que sin demora se dirigiera al puerto de Huacho, pues todo se hallaba pendiente del plan que se habia combinado con él para el movimiento de la Escuadra y del ejército. Los diversos sucesos hacian variar las combinaciones para un pronto ataque, pero ya hemos visto que este marino altanero, desconcertaba con su voluntariedad muchos proyectos.

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