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dos por San Martin entraron con bandera blanca y corneta, á tratar sobre el modo como debia hacerse la entrega. Se acordó por el Cabildo que, dos Diputados de su seno y dos que representaran al Gobierno interino, ofrecerian la Ciudad al General San Martin para que dispusiera su entrada en paz y la protegiera. El Arzobispo tambien ofició con el mismo objeto. San Martin ni podia ni debia hacer otra cosa que aceptar con entusiasmo las indicaciones que se le hacian. La noche del 9 entró la primera division patriota y fué recibida con aplausos. Al siguiente dia como á las siete y media de la noche entró el General San Martin á la Capital con el mayor silencio; tuvo una entrevista con el Gobernador Montemira y regresó como á las diez y media de la misma noche á establecer su campamento en Mirones, equidistante entre Lima y el Callao: escogió este punto con el objeto de establecer el sitio de las fortalezas en donde se habian refujiado los restos del ejército español y muchas provisiones de guerra. A pesar del silencio con que vino á Lima, se generalizó la noticia y el pueblo alborotado se agolpaba por las calles y llenaba el palacio por conocer á su Libertador. Al dia siguiente se publicaron vários bandos aquietando el espíritu tímido de unos, y el sobresalto de otros. Para disminuir el antiguo respeto que se tenia. á todo lo que era del Rey, se destrozaron los bustos y armas reales, reemplazándolas con las de la patria y con la inscripcion de Lima Independiente. Se prohibió severamente que se injuriase á los españoles, facultándolos para abrir sus tiendas de comercio; se ordenó que los Tribunales continuarán administrando justicia conforme á las leyes preexistentes, no contrarias al nuevo régimen; se permitió la entrada libre de todo comestible. Estas primeras providencias calmaron los temores y su efecto fué tanto mejor, cuanto que los enemigos habian procurado infundir en las masas y aun en la clase ilustrada la creencia de que los patriotas nada respetarian y en particular á los Españoles.

SAN MARTIN habia venido no como Conquistador ni como enemigo sino como auxiliar de una Nacion que aspiraba á su libertad; era preciso darle existencia política; y aunque el Estatuto provisorio de Huaura aseguraba en algo los derechos y soberania nacional, no podia considerarse como la expresion del pueblo: ahora dueño de la mas importante ciudad del Perú, debia conocer sus votos, para declarar conforme á ellos su independencia y soberania. Al efecto ordenó al Ayuntamiento de la ciudad que convocara á todos los vecinos notables, que representando al pueblo expresaran si la opinion general estaba decidida por la independencia; y para no demorar mas este acto dispuso que eligieran personas de conocida probidad, luces y patriotismo, cuyo voto le serviria de norte para proceder á la Jura de la Independencia, ó ejecutar lo que determinara la junta; pues sus intenciones solo se dirijian á favorecer la prosperidad de la América. El dia 15 de Julio, reunidos en el Ayuntamiento todos sus individuos, el Arzobispo, los Prelados de los conventos religiosos, los títulos de Castilla y vários vecinos de la Capital, dije

ron que la voluntad general estaba decidida por la Independencia del Perú de la dominacion Española y de cualquier otra extrangera. [*] En esta virtud el 21 de Julio se publicó por bando, que el Sábado 28 se proclamaria la Independencia del Perú, con toda la solemnidad que exigia un acto, el mas augusto y solemne para una Nacion. Llegado ese dia de eterna memoria, y desde el cual principiaria nuestra vida política, ocupando un lugar entre las naciones libres; se prepararon tablados en las plazas principales. Era un acto de verdadera ansiedad para los patriotas y de desengaño para los opresores del Perú. "Ordenado todo por el Ayuntamiento conforme á las disposiciones de S. E. el Señor General en Jefe D. José de San Martin, salió éste de Palacio á la Plaza Mayor, junto con el Excmo. Señor Teniente General Marques de Mon temira, Gobernador político y militar, y acompañándole el Estado Mayor y demas Generales del Ejército Libertador. Precedia una lucida y nu merosa comitiva compuesta de la Universidad de San Marcos con sus cuatro colegios: los Prelados de las casas religiosas, los Jefes militares, algunos Oidores, y mucha parte de la principal nobleza, con el Excmo Ayuntamiento, todos en briosos caballos ricamente enjalmados: marchaba por detras la guardia de caballeria y la de alabarderos de Lima, los Húzares que formaban la escolta del Excmo. Señor General en Jefe, el batallon Número 8, con las banderas de Buenos Ayres y de Chile, y la artilleria con sus cañones respectivos.

"En un espacioso tablado aseadamente prevenido, en medio de la piaza mayor, lo mismo que en las demas de la ciudad, S. E. el General en Jefe enarboló el pendon en que está el nuevo escudo de armas del Perú recibiéndole de mano del Señor Gobernador, que le llevaba desde Palacio: acallado el alborozo del inmenso concurso, pronunció estas palabras que permanecerán eternamente esculpidas en el corazon de todo peruano: el Perú desde este momento es libre é independiente por la voluntad general de los pueblos, y por la justicia de su causa que Dios defiende. Ba

(*) ACTA DEL CABILDO.

En la ciudad de los Reyes del Perú, en quince de Julio de mil ochocientos veinte y uno. Reunidos en este Excmo. Ayuntamiento los Señores que lo componen, con el Excmo." é Illmo. Sr. Arzobispo de esta Santa Iglesia Metropolitana, Prelados de los Conventos Religiosos, Títulos de Castilla, y vários vecinos de esta Capital, con el objeto de dar cumplimiento á lo prevenido en oficio del Excmo. Señor General en Jefe del Ejército Libertador del Perú D. José de San Martin, el dia de ayer, cuyo tenor se ha leido; é impuestos de su contenido reducido á que las personas de conocida probidad, luces, y patriotismo que habitan esta capital, expresasen si la opinion general se hallaba decidida por la independencia, cuyo voto le sirviese de norte al expresado señor General para proceder á la jura de ella. Todos los señores concurrentes por sí, y satisfechos de la opinion de los habitantes de la capital. Dijeron: que la voluntad general está decidida por la independencia del Perú, de la dominacion española y de cualquiera otra extrangera: y que para que se proceda á su sancion por medio del correspondiente juramento, se conteste con copia certificada de esta acta al mismo señor Excmo: y firmaron: [Cat. núm. 542.]

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LOS OBISPOS SON ENEMIGOS DE LA INDEPENDENCIA.

tiendo despues el pendon, y con el tono de un corazon anegado en el pla cer puro y celestial que solo puede sentir un ser benéfico, repetia muchas veces: viva la patria, viva la libertad, viva la independencia: expresiones que como éco festivo resonaron en toda la plaza entre el estrépito de los cañones, el repique de todas las campanas de la Ciudad, y las efusiones de alborozo universal que se manifestaba de diversas maneras y especialmente con arrojar desde el tablado y los balcones, no solo medallas de plata con inscripciones que perpetuen la memoria de este dia; sino tambien toda especie de monedas pródigamente derramadas por muchos vecinos y señoras, en que se distinguió el ilustre colegio de abogados.

"En seguida procedió el acompañamiento por las calles públicas, repitiendo en cada una de las plazas el mismo acto con las mismas ceremonias y demas circunstancias, hasta volver á la plaza mayor, en donde le esperaba el inmortal é intrépido Lord Cochrane, en una de las galerias. de Palacio: y allí terminó. Mas no cesaron las aclamaciones generales ni el empeño de significar cada cual el íntimo rogocijo que no podian contener dentro del pecho.

"Al siguiente dia 29, reunida en la Iglesia Catedral la misma distinguida concurrencia entre un numeroso gentio de todas clases, y con asistencia del Excmo. é Illmo. Señor Arzobispo, entonó la música el Te Deum y celebróse una misa solemne en accion de gracias, y en ella pronunció la correspondiente oracion el padre lector, Fr. Jorge Bastante.

"Concluido este deber religioso, cada individuo de las corporaciones así eclesiásticas como civiles, en sus respectivos departamentos presta ron á Dios y la patria el debido juramento de sostener y defender con su opinion, persona y propiedades la Independencia del Perú del Gobierno español y de cualquiera otra dominacion extrangera: con lo cual finalizó este acto de ciudadanos libres cuya dignidad hemos recuperado." [Cat. núm. 542 número 1.]

PARTE del Clero, especialmente los Curas eran patriotas, decididos y procuraban sembrar las ideas liberales; tampoco faltaban virtuosos sacerdotes del clero regular que seguian tan patriótico ejemplo; pero al mismo tiempo otra parte considerable, se oponia tenazmente á la propaga, cion de los principios de liberdad é independencia. Creian unos de buena fé, y muchos maliciosamente, que los patriotas trataban de destruir la religion dominante, haciendo entender que su sistema era irreligioso y contrario á las leyes cristianas; que no respetaban las personas ni las cosas de la iglesia, y ántes por el contrario las despreciaban, hollándolo todo. Es sensible que los Obispos que por su alta mision de pastores y representantes de los mansos, obedientes y humildes Apóstoles, hubieran sido los mas fervientes excitadores contra el sistema de la independenciafomentando la discordia y predicando la desobediencia á las nuevas autoridades.

FUROR ANTIPATRIOTA DEL OBISPO DE MAYNAS.

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D. Martin de Villodres Arzobispo electo de Charcas, (*) D. Fray José Calixto de Orihuela Obispo del Cuzco y D. Pedro Gutierres Cos Obispo de Huamanga, se hallaban en Huancayo por circunstancias causales: cuando supieron que Arenales marchaba á la Sierra se reunieron para acordar cual seria su conducta política; el Arzobispo resolvió refundirse en las montañas de aquella frontera con los padres de Ocopa; el Obispo de Huamanga irse hasta Lima, y el del Cuzco esperar en Huancayo, hasta que pasara la estacion de aguas, sin escusarse de comparecer ante el Jefe de las fuerzas patriotas. Este confiaba sin duda en que el nombre de su hermano el canónigo de Chuquisaca, ilustre patriota, le serviria de respeto. Hé aquí tres Prelados discutiendo lo que debieran hacer, olvidando el ejemplo de nuestro Maestro y de los Apóstoles que les enseñaban obedecer á las autoridades constituidas, porque su reino no es de este mundo. [+]

OTROS Prelados indignos de este nombre, exitaban la desobediencia á las autoridades constituidas y la revelion contra el Gobierno patriota: entre estos el de Maynas, Fray Hipólito Sanchez Rangel, español de nacimiento y primer Obispo de Maynas, que huyó á la Montaña, cuando Chachapoyas proclamó su independ encia, luego que se tranquilizaron las cosas regresó aconsejando, de un modo escandaloso á sus

(*) El señor Villodres, español de nacimiento fué cura de Concepcion en Chile y por sus servicios á la causa del Rey se le promovió al Arzobispado de Charcas; salió para Arica con ánimo de internarse á su Diócesis, pero las convulsiones políticas se lo impidieron y pasó hasta Lima, en donde tuvo que permanacer, porque todo el Alto Perú estaba en revolucion. Siendo muy pobre y para darle alguna renta, el Arzobispo Sr. Las Heras, lo hizo cura de Pasco y estaba desempeñando su curato hasta que, ya por su salud como por los movimientos revolucionarios, se estableció en Huancayo, en donde se reunió con los otros Obispos. El Sr. Villodres murió en la montaña.

El Illmo. Sr. Cos se retiró á Lima, de alií pásó á España. Poco despues lo nombra. ron Obispo de Porto Rico, en donde murió.

[+] Señor D. José de San Martin.-Canta Diciembre 27 de 1820.

Mi general: Consecuente con lo que U. se sirve encargarme en su apreciable de 22 de corriente, sobre el único particular de auxiliar al conductor de ella, lo he verificado en el mejor modo posible, y ha pasado al fin que lo envia U.

Cuando estuve en Tarma, me encontré allí con el señor Obispo Orihuela, quien anteriormente tuvo alguna relacion conmigo, por la intimidad con su hermano el gran patriota canónigo de Chuquisaca, del mismo apellido; se me prestó con mucha franqueza dicho señor Obispo, hasta llegar á pedirme, por via de limosna ó suplemento, algunos pesos para su subsistencia; se los di como explicaré á U. en mejor oportunidad, esperanzado en la aprobacion de U. Hizo una solemne protesta de reconocer la causa de la independencia; me aseguró con los mayores encarecimientos que no perderia ocasion en que pueda ser útil á nuestra causa, por cuantos términos sean lícitos en su ministerio, y por fin me encargó mucho, mucho que expresara á U. el mas sincero reconocimiento, por su comportacion en la devolucion. de sus bienes & y que le satisfaga acerca de que habiendo querido escribirle desde Lima dándole las gracias por el mismo suceso, se lo habia estorvado Pezuela con expresiones inmoderadas, diciendo que ya no era tiempo, porque se iban á romper las hostilidades de la guerra.

ovejas, ódio y venganza contra los patriotas; animándolas á que salieran á destruir á esas gavillas de bandidos y bribones y á perecer ántes que conformarse con un gobierno que extenderia el imperio infame y caprichoso de su corrupcion y de sus liviandades.

Seria dudoso creer que un Pastor, discípulo del mas manso cordero y obediente ciudadano, cual fué nuestro divino Jesus, se hubiera convertido en un furioso calumniador, lleno de sed y venganza; y aun se podria dudar de la autenticidad del documento que lo comprueba, si uno de los muchos edictos que firmó y remitió oficialmente no hubiera estado en nuestras manos, y si sus hechos no hubieran comprobado que deseaba de corazon llevar á cabo sus ideas. Hizo cuanto pudo por evitar el que se jurara la independencia, pero sus esfuerzos se estrellaron ante el poder de la opinion. (*)

El estuvo con el Arzobispo de Charcas, y el Obispo de Guamanga en el pueblo de Huancayo. Allí conferenciaron los tres sobre la determinacion que deberian tomar, en razon de venir las tropas de mi mando, marchando sobre dicho pueblo: el primero resolvió refundirse en las montañas de aquella frontera con los padres de Ocopa: el tercero irse hasta Lima, y Orihuela esperar en aquella provincia hásta que pase la estacion de aguas, sin escusar de comparecer ante el jefe de dichas tropas, y asi se lo ha comunicado el de Huamanga al Virey, quien por este motivo estaba ya echando ternos contra este Orihuela, segun cartas en que se lo habian participado.

Lo pongo en conocimiento de U. por lo que pudiera convenir en su inteligencia; y se repite siempre invariable este su amantísimo y apasionado Q. B. S. M.—Juan A. Alvarez de Arenales. [Cat. MS. núm. 49.]

(*) Nos el Dr. D. Fray Hipólito Sanchez Rangel y Fayas: por la gracia de Dios, y de la santa sede apóstólica, Obispo de Mainas del Consejo de S. M.

A todos los fieles de nuestra diócesis, salud, y paz en nuestro Señor Jesu-Cristo. Hijos: nos visteis huir el pasado año de la rebelde Chachapoyas, en busca de nuestro amparo, perseguido de los malos: nos habeis visto tambien en el presente precipitarnos por esos rios peligrando nuestra vida, nuestros intereses y nuestro reposo, por no condecender con las ideas tumultuosas de los rebeldes, y porque herido el pastor podrian descarrearse las ovejas de nuestro amado rebaño. Hijos; hemos vuelto á vosotros con los brazos abiertos y con la medicina en las manos, pero los lobos que os acometen quieren devorarnos, primero á vosotros, para despues á su arbitrio extender el imperio infame y capcioso de su corrupcion y rebeldia. ¿Quién os há fascinado á algunos de vosotros hijos? ¡Ay! ¡Cómo la infernal serpiente os está crivando, como al trigo! Viendo esto; que nuestras amonestaciones no sirven, y que la paz y concordia huyen de nuestros paises, con dolor hijos (á paz de muerte) nos retiramos de vosotros tercera vez. ¡Qué lastima! ¿Es posible que los hijos de las tinieblas sean mas pudientes que los hijos de la luz? ello es asi por nuestra desgracia, y porque asi lo há dicho el hijo de Dios. Habíamos subido al Marañon en tres dias de San Régis, y una tempestad furiosa, de noticias funestas á vosotros y á vuestro pastor nos han hecho bajar de nuevo, cubierto de confusion y angustia para buscar un lugar seguro desde donde tratar otras proporciones de vuestra felicidad. ¡Hijos muy amados! ¡Ah! lo repetimos y quisiéramos escribíroslo con nuestra propia sangre; no os dejeis engañar; sed otros Fábios, otros Paulo Emilios, otros Escipiones para defender y aumentar los derechos de vuestra religion y de vuestra patria. Salid al frente de esas gavillas de bandidos y bribones; presentad vuestros pechos al acero, ántes de condescender á un juramento, que os hace perjuros para Dios y traidores á vuestro Rey, á vuestra patria y á vuestra nacion.

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