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YA HEMOS visto que el Obispo de Trujillo Dr. D. José Carrion y Marfil siguió igual conducta, aunque por sus luces y prudencia no llegó al extremo de imitar al Reverendo Rangel.

El respetable Arzobispo de Lima Las-Heras, que asistió al Ayuntamiento cuando se trató de ver si se juraria la independencia, segun lo habia propuesto San Martin, procuró con debates y argumentos pomposos é insustanciales paralizar la marcha que todo el Perú seguia. Ni el respeto que infundian sus venerable canas, sus distinguidos servicios á la Iglesia y sus virtudes como Prelado, pudieron contener el irresistible impulso do las ideas dominantes; vió con dolor que su influjo, aunque poderoso, era ya insuficiente para contener la marcha de las ideas [Cat. núm. 746.]

El Obispo de Arequipa Dr. D. José Sebastian de Goyeneche aunque adicto de corazon al sistema del Rey, por su timidez no se atrevia á manifestar en público sus opiniones, ni ménos á proceder en contra de los patriotas: le faltaba valor para declararse abiertamente; y aun cuando en la apariencia era neutral en la marcha política, protegia en realidad al partido del Rey dando beneficios á los que con mas firmeza pudieran sostener sus ideas; ni podia dejar de hacerlo el hermano del célebre General Goyeneche que derramó tanta sangre americana en el Alto Perú y el que faltando á la sagrada fé de los tratados en Huaqui, obtuvo un título que le servirá de eterna mancha.

De este modo era abierta y escandalosa la lucha, entre los pastores de la Iglesia peruana, sus ovejas, curas y clero. Es muy singular que todos los Obispos no Américanos prefirieron el destierro antes que someter

No deis oidos á esos viejos de Susana, que nosotros conocemos muy bien, ni á esos jóvenes disolutos que tanto hemos favorecido; ellos son unos nécios Atenienses, y torpes Espartanios que á cubierto de su ignorancia quieren aparentar los mismos nombres que deshonran. Os quieren obligar á ofrecer inciensos á Baal, despreciando al Dios de Israel. ¡Ingratos! ¡Inhumanos! ¿Este es el pago que nos dais, y dais á nuestros padres? ¿Este es el beneficio que quereis hacerá vuestra patria? Todo hombre depende naturalmente de Dios, y del que lo representa. El nombre nada mas de independencia, es el nombre mas escandanloso. Huid de él hijos, como del infierno. Habeis jurado obediencia y respeto á vuestra nacion española y á vuestro Rey ¿Como haber de quebrantar este juramento? Por lo que á nos toca: cualquiera de nuestros súbditos que voluntariamente jurase la escandalosa independencia, con pretextos frívolos y de puro interes propio, lo declaramos excomulgado vitando y mandamos que sea puesto en tablillas; si fuere eclesiástico lo declaramos suspenso, y si alguna ciudad ó pueblo de nuestra diócesis, le ponemos entre dicho local y personal, y mandamos consumir las especies sacramentales, y cerrar la iglesia hasta que se retractare y juren de nuevo la Constitucion española, y ser fiéles al Rey. Si alguno de vuestros hijos obedeciere á otro Obispo, que á Nos ú á otros Vicarios que á los que Nos pusiéramos, ú oyere misa de sacerdote insurgente, ó recibiere de él sacramentos, lo declaramos tambien excomulgado vitando por cismático, y cooperador del cisma político y religioso, que es toda la obra de los insurgentes. Mandamos que sea circulado y leido este escrito que, anegado en lágrimas y consumido de las plagas, escribimos en el Marañon á 4 de Agosto de 1821, y lo mandamos refrendar á nuestro secretario.-Fray Hipólito, Obispo de Mainas.

Por mandato de US. I. el Obispo mi señor.-José Maria Padilla.-Secretario.

se al nuevo órden de cosas. El Obispo del Cuzco Dr. D. Fray José Calixto Orihuela que recibió en Tarma servicios distinguidos del General Arenales, le aseguró con los mayores encarecimientos que no perderia ocasion en ser útil á nuestra causa por cuantos medios fueran lícitos en su ministerio: este Obipo fué uno de los mas fervientes predicadores contra la independencia de su patria exigiendo á sus ovejas el mas fiel vasallaje al Rey Católico, la mas cordial detestacion de cuanto oliera á independencia y la sumision absoluta al primer Lugarteniente de Dios, el Rey Fernando 7. [Cat. núm. 794.] Es cierto que este mismo Prelado una vez constituido el Gobierno Republicano y cuando nada tenia que esperar de su ídolo, y si mucho que temer de Bolivar, no se ruborizó al injuriar con los mas negros calificativos á los mismos que poco ántes les dirijia vergonzosas adulaciones. Muchos de esos Prelados procedian como ciegos instrumentos de los Pontífices que daban el doloroso mal ejemplo de ser los protectores de los que nos oprimian. Pio VII. en su Breve de 30 de Enero de 1816 dirijido á los Arzobispos, Obispos y Clero de América obligaba á promover con el mayor ahinco la fidelidad y obediencia debida al católico Monarca en todas estas regiones. Leon XII. en su Breve de 24 de Septiembre de 1824 tambien calificaba á nuestros héroes como fruto maldito de la zizalia de la rebelion que ha sembrado en estas regiones el hombre enemigo, y aconsejaba á los mismos Arzobispos, Obispos y Clero de América, "que se dedicaran á esclarecer las augustas y distinguidas calidades que caracterizaban á su muy amado hijo Fernando." Necesitaba ser nuestra causa tan sagrada como lo fué para haber vencido contra tan temibles y poderosos adversarios.

CAPITULO XII.

Correrias de Miller por el Sur-Entra a Tacna-Landa se le presenta-Sorpresa y accion de Mirave-Miller entra a Moquegua-La Hera se refuerza y se retira Miller a Arica-Se embarca y se dirige a Pisco-Atrevido proyecto de San Martin-Miller desembarca en Pisco y toma la villa de Ica-Santalla huye y pierde su fuerza-Miller regresa a Lima-Pérdida de la fragata “San Martin”--Sitio por mar-Crosby toma varios buques-Sitio por tierra-Heroico ataque contra los Castillos-San Martin se declara Protector-Sus Ministros Garcia del Rio, Monteagudo y Unanue-Noticias biograficas de estos.

MILLER que navegaba desde el 22 de Abril con direccion al Sur, se presentó en Arica el 6 de Mayo. Cochrane intimó rendicion al Gobernador de la plaza, pero como estaba defendida por mas de 300 hombres. y una bateria de 6 piezas, se negó á entregarla. No siendo fácil desembarcar por ese punto, fué preciso hacerlo un poco al Sur: aprovechando de la oscuridad de la noche se trasladaron del San Martin á los botes 250 hombres al mando del Teniente Coronel Miller y Capitan Wilkinson; despues de mil peligros y trabajos saltaron á tierra y encontrándose entre peñascos y precipicios, sin prácticos que les enseñasen el camino, y temiendo que los realistas, que no estaban muy lejos, los atacaran, cuando no tenian municiones, por haberse mojado en el desembarque, tuvieron necesidad de volver á sus botes, salvando no menores peligros: en efecto en la madrugada dominaba las alturas los realistas. A la noche siguiente intentaron nuevo desembarco por el Norte, sin obtener mejores resultados, desde que carecian de prácticos; pero los patriotas veian de á bordo que salian de Arica multitud de bestias cargadas, y creyendo que esas cargas eran de pesos fuertes creció el entusiasmo y deseo de apodererse de tan rica presa: al efecto Cochrane hizo trasbordar la tropa á dos goletitas y se dirigieron al Morro de Sama, diez leguas al N. de Arica, y aunque el puerto era malo, la codicia de la rica presa y el entusiasmo vencian todo temor del peligro: desembarcaron sin grandes dificultades, y sin descansar emprendieron la marcha por un desierto arenal, llenos de privaciones y escasos de todo recurso, pero en su corazon encontraban lo que les faltaba en el desierto. Despues de trece horas llegaron al Valle de Sama, descansaron un poco, reunieron caballos y continuaron hasta la ciudad de Tacna, distante diez leguas de Sama.

A la vez que Miller avanzaba sobre Tacna, el mayor Soler se dirigió desde Sama sobre Arica; la guarnicion española huyó, pero fué alcanzada en el Valle de Azapa, en donde le hizo cien prisioneros. Otro destacamento mandado por el mismo Soler, se apoderá de 120,000 pesos que se remitieron á bordo, con mas de 300,000 pesos de mercaderias apresados en los buques Lord Cathcart, Colombia y José pertenecientes, á españoles. La toma de Tacna y de las ricas presas compensaron sobradamente las fatigas y peligros de ese puñado de valientes, cuyo arrojo y temeridad apenas es creible. [Cat. núm. 5 III. núm. 7. I.]

EN ESTOS dias se presentó á Miller el peruano D. Bernardo Landa antiguo perseguidor de patriotas, ofreciendo prestar sus servicios. La franqueza de sus ofertas no lo hacian sospechoso y la experiencia lo probó así. [*]

EL GENERAL Español Ramirez al saber el desembarco de Miller y creyéndolo con una fuerza mucho mayor que la que llevaba, mandó tres destacamentos, uno de 200 hombres veteranos, desde Oruro á órdenes del Coronel D. Cayetano Ameller, otro de 250 veteranos del batallon del Centro, desde Puno, al mando del segundo Comandante D. Felipe Rivero, y el tercero de 350 algo reclutas de Arequipa á las del Coronel La Hera; estas tres columnas y 100 hombres mas, que existian en Moquegua debian reunirse cerca de Tacna, todas á órdenes de La Hera. Por precisas que fueran las combinaciones de este jefe no era fácil que en un dia dado estuvieran reunidos tres cuerpos que venian de tan larga distancia, atravesando lo mas crudo de la cordillera. La Hera llegó á Locumba, valle fértil y abundante, situado al pié de una serrania, en una hondonada inmediata al rio que baja en distintos brazos de lo alto de la cordillera: allí esperaba que se le reuniese Rivero que venia desde Puno.

MIENTRAS tanto Miller contaba con todas las ventajas que propor ciona la opinion: en Tacna se le reunió el Teniente Coronel D. Bernardo Landa que, ya como militar, ya como Sub Delegado que fué de Moquegua, tenia relaciones numerosas y le daba noticia de todos los movimientos de los realistas. La adquisicion de Landa era de grandes ventajas; á su valor acreditado agregaba un conocimiento especial de to

[*] D. Bernardo Landa tomó parte en la revolucion de Pumacahua en 1814 y por sus servicios se le nombró Sub Delegado de Moquegua; hallándose en esta ciudad el Obispo de Arequipa señor La Encina, lo sedujo para que se pasara. En efecto cuando el General Ramirez, se puso en marcha contra Pumacahua ya derrotado, Landa hizo una contra revolucion, apresó al Teniente Coronel Cherveches, Comandante de las tropas de la patria en Moquegua, á D. N. Astete y demas oficiales, y al cura D. Ildefonso Muñecas, estos se habian refujiado en Moquegua despues de la derrota de Pumacahua. Traicionando Landa á sus compañeros de causa, los entregó á Ramirez, quien fusiló á Cherveches y Astete: el cura Muñecas fugó en los momentos de la contra revolucion. Por este acto infame se confirió á Landa el grado de Capitan y la Sub Delegacion de Moquegua. [Cal. MS. núm. 238.]

dos los lugares y caminos de esa provincia. Si Miller desconfiandode aquel no hubiera aceptado sus servicios prestándole ilimitada confianza, ciértamente que no hubiera obtenido las ventajas que reportó muy luego. Asi mismo se puso en contacto con el Sub Delegado de Moquegua D. Mariano Portocarrero: con estos dos hombres y el entusiasmo del pueblo todo le fué fácil, y tenia noticia de los movimien tos combinados por Ramirez desde Arequipa; asi es que cuando supo la llegada de La Hera á Locumba y la aproximacion de Rivero, ántes de que se unieran estas fuerzas, salió de Tacna al pueblecito de Buenavista á donde llegó el 29 de Mayo y como La Hera emprendiera su movimiento sobre Ticapampa, con el objeto de aproximarse mas á Ri. vero que bajaba de Puno, Miller comprendió la importancia del movimiento y para cortarlo hizo una marcha forzada de 15 leguas, en 18 horas, por el desierto que media entre Bnena-vista y Mirave, sirviéndole de guia el patriota Landa, llegaron á media noche: ignoraban que los realistas dormian tranquilos en Mirave, creyendo imposible ser atacados, pues tenian los patriotas que atravesar un camino desierto, escabroso y sin recursos; el golpe hubiera sido certero si el oficial que iba de descubierta, con cinco soldados, no hubiera tropezado con un piquete de caballeria realista que estaba pastando en uno de los alfalfares; la alarma se infundió en el campamento que estaba muy inmediato: La Hera formó su tropa y en el laberinto del bosque y lo escabroso del terreno, tuvo Miller que atravesar el rio para librarse del peligro en que se encontró tan impensadamente: pasó la noche lleno de inquietud y en la madrugada resolvió el ataque formal, pues no convenia dar tiempo á la reunion de los destacamentos enemigos. "La aurora del 22 de Mayo descubrió las tropas combatientes del uno y del otro bando, unas frente de otras y á distancia de dos tiros de fusil, en una especie de ladera de media milla de ancho. Miller dispuso inmediatamente el ataque, y la celeridad con que lo ejecutaron frustró los esfuerzos de los realistas para apederarse de una loma que tenian á su izquierda. Su retirada por donde habian subido, desde los cercados de la tierras cultivadas del valle, la tenian tambien cortada. Desalojados de su posicion y arrojados á la extremidad de un monte cortado por un precipieio, los realistas combatieron por espacio de quince minutos con un valor desesperado, pero sin fruto. Noventa y seis murieron en el sitio que ocupaban, y ciento cincuenta y seis, la mayor parte de ellos heridos, fueron hechos prisioneros; tambien tomaron cuatro cientas mulas; solo escaparon como sesenta infantes y ochenta caballos. Asi que los realistas habian desaparecido, se presentó á la vista en su ayuda el refuerzo tan deseado de Puno y de La Paz montado en mulas; los patriotas se reunieron en el acto, y se prepararon á hacer frente á un nuevo enemigo que venia de refresco. En el acto en que estas tropas principiaron á atrevesar el rio, que los patriotas habian pasado durante la noche, estos les dirigieron algunos cohetes;

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