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1500 varas castellanas.

El 21 por la noche entró á Jauja la division, permaneció un dia y continuó su marcha sobre Tarma á donde llegó el 23. El Mayor Rojas, avanzó con tal celeridad, que tomó á los enemigos 6 piezas de artilleria, 50,000 cartuchos á bala, algunos fusiles, y mas de 200 caballos que el Sub-Delegado de Jauja D. Domingo Jimenez (*) habia reunido por órdenes anticipadas del Virey para que sirvieran á la division de O'Relly. Estos caballos facilitaron en gran parte el triunfo que luego obtuvo, por la celeridad de sus

marchas.

Dueño ya Arenales del Valle de Jauja y lleno de todos los recursos que habia conseguido en sus distintas empresas, dejando ántes en Tarma armamento y municiones bastantes para las milicias de los pueblos que habia libertado, se puso en marcha para Pasco, adonde supo se dirigia O'Relly. Nombró de Gobernador é Intendente de esa Provincia á D. Francisco de Paula Otero que desde años anteriores habia servido á la causa, especialmente en esta campaña. Antes de que Arenales llegase á Pasco recibió avisos de que el Brigadier O'Relly con su division, habia ocupado ese pueblo pero que variando de posicion, tomó la del pueblo del Serro resuelto á esperarlo allí y atacarlo. (†) Conocida la intencion del enemigo, para batirlo era preciso reconocer el campo cuya operacion practicó el mismo Arenales y resolvió atacarlo al dia siguiente. Al efecto hizo avanzar su tropa pausadamente á fin de no fatigarla, y á las nueve de la mañana estuvo al pie de un elevado cerro que debia subir para tomar las alturas que dominan la poblacion: apesar de una fuerte nevada y lo escabroso del camino llegó á la cumbre de esos cerros: allí subieron á brazos 4 piezas de montaña y las colocaron en la cima, mandadas por el Capitan Cabrera: aclarada la atmósfera observó que el enemigo los esperaba en la inmediacion del pueblo del Serro, decidido á comprometer un choque. La poblacion está en una hoyada accesible solo por bajadas escarpadas; entre ellas y el pico de los cerros y el pueblo hay un pequeño plano protejido por un barranco profundo, unos pantanos y dos pequeñas lagunas: O'Relly colocó su caballeria en el llano, la infanteria en una pequeña altura en donde desplegó algunas compañias de cazadores para impedir la bajada á los patriotas: estos,la verificaron en tres columnas: la de la izquierda compuesta del batallon número 11, á órdenes de su coronel D. Ramon Deza; la de la derecha por el batallon número 2, á órdenes del Teniente Coronel D. Santiago Aldunate, y la del centro ó de reserva á órdenes, del Teniente Coronel D. Martin Rojas: la caballeria á órdenes del Mayor Lavalle, estaba situada en el bajo á la izquierda, único terreno capaz de permitir en algo sus operaciones. Dada la órden de ataque el valiente Aldunate avan

(*) Jimenez era peruano de nacimiento; y depues llegó á ser Ministro de Hacienda en España.

(†) El nombre del pueblo del Serro, lo escribimos con S, por-conservar la ortografia que se usó en todos los partes y noticias de esa campaña.

za por el estrechísimo espacio que dejan las dos lagunas hasta encontrarse con el ala izquierda del enemigo, situada y protejida por peñascos del cerrito que ocupaban: á la vez cargaba de frente el batallon 11, la columna del centro y la caballeria con tal ímpetu y denuedo que, en pocos mementos los realistas se pusieron en vergonzosa fuga y desaparecieron como el humo. La caballeria los persiguió sable en mano; y para tomar prisioneros se destacó una pequeña partida á órdenes del Teniente D. Vicente Suarez; éste logró tomar al general en jefe O'Relly, y lo entregó al General Arenales quien lo remitió al cuartel general á disposicion de San Martin. El Teniente Coronel Santa Cruz tambien cayó prisionero, aunque parece que se entregó al mismo Mayor Lavalle. (*) [Cat. núm. 540. pág 237.]

Este espléndido triunfo costó á los españoles la pérdida de 58 muertos, 19 heridos, 343 prisioneros, incluso 28 oficiales, 2 piezas de artilleria 360 fusiles, todas las banderas y estandartes, pertrechos y cuanto tenian: la que sufrieron los patriotas no pasó de un oficial y 4 soldados muertos, y 12 heridos. [Cat. 520 número 7.]

(*) D. Juan Lavalle general Arjentino, nació en Buenos Ayres en 1797: cuando estalló el movimiento de la independencia dejó el colegio y se enroló como alferéz en el ejército patriota a los 14 años. Destinado al ejército expedicionario del General San Martin, se hizo notable desde el paso de los Andes, arrollando con un piquete de caballeria las fuerzas españolas que guarnecian los pueblos de San Felipe y Putaendo. Confirmó su naciente reputacion en Chacabuco y Maypú donde fué ascendido á Capitan. Su osadia como jefe de guerrilla en el sitio de Talcahuano, le valió un apodo característico entre los enemigos la guerrilla colorada, aludiendo al color de su cabello. Vino de sarjento mayor al Perú.

Las proezas de Lavalle mientras sirvió en el Perú se referirán en su oportuno tiempo. Bolivar miraba con disgusto y desconfianza, ó mejor dicho aborrecia á los arjentinos, esto obligó á Lavalle, ya Coronel, á regresarse á su país: alli en la guerra que estalló el año 26 con el Brasil, derrotó al general Mendes en Bacacay. En la gloriosa jornada de Ituzaingo, mandaba una ala del ejército Arjentino, y una inspirada y audaz maniobra suya consumó la derrota de los imperiales, valiéndole su proclamacion de General en el mismo campo.

Durante la aciaga tirania de Rosas, el prestijioso General albergaba su familia en una choza construida por sus manos, en una estancia del estado Oriental, formada por la solicitud de sus amigos. Las instancias del almirante Leblanc que bloqueaba á Buenos Ayses y el voto de la emigracion arjentina le arrancan de su retiro en 1838 para organizar la espedicion Libertadora que invade la República en 1839. Fiel á su deber como arjentino, el General impone á los franceses la condicion de suspender toda operacion armada y limitarse á proveerle de trasportes, dinero y víveres: vencedor de las fuerzas de Rosas en Feruá Don Cristoval, Santa Fé, el Tala y Lujan, Lavalle se encuentra á 5 leguas de Buenos Ayres cuando se defeccionan los franceses y el almirante Mackau coucluye la paz con Rosas, privando al ejército Libertador de su base de operaciones y de todo recurso. Lavalle rechaza con indignacion la amnistia estipulada para él en el tratado Mackau, los honores de Mariscal de Francia, y una fuerte pension que le hace ofrecer Mr. Thiers, y soporta el peso de una campaña en adelante desastrosa, hasta que una bala perdida pone fin á su existencia en la provincia de Jujuy, el 9 de Octubre de 1842. Sus restos salvados por la fidelidad de sus tropas, de la activa persecucion de todo un ejército; fueron depositados en la Catedral de Potosí y recojidos en Chile por su familia aunque Rosas los reclamó de las autoridades Bolivianas. En 1860 fueron trasportados à Buenos Ayres por supremo decreto de su Gobierno. (Estos apuntamientos son dados por sumismo hijo D. Juan Lavalle.)

Los realistas quisieron apocar el mérito de este triunfo, haciendo entender que las fuerzas de O'Relly no pasaban de 600 hombres; pero segun los Estados que sé tomaron con los equipajes, aparece que tenia 600 hombres del batallon Victoria, veteranos en su mayor parte, 160 de caballeria de Dragones y Lanceros de Lima, y unos cuantos de Carabayllo; como 100 hombres del batallon Concordia del mineral, y mas de 200 de tres compañias del cuerpo del infante D. Cárlos y voluntarios de Cárdenas: es decir en todo mas de mil hombres; mientras que Arenales apénas contaba con 740 hombres de infanteria, 120 de caballeria y 4 piezas de artilleria. [Cat. MS. núm. 45.]

Esta primera victoria debia producir resultados tanto mas grandes en la opinion cuanto que los españoles calificaron de loca y temeraria la expedicion de Arenales y la habian visto casi con ménos precio, confiados en la superioridad del número y en el acreditado y nunca desmentido valor de O'Relly. La noticia del triunfo llegó á Lima el 10 de Diciembre, cuando todavia se hallaban atolondrados por la pérdida de la Esmeralda y los otros contrastes sufridos hasta entonces; y al campamento de los patriotas el 11, en los momentos que el batallon Numancia estaba recibiendo los honores de su reincorporacion al ejército Patriota. Bien puede concebirse el entusiasmo que produciria tan plausible nueva. A los vencedores se les decretó medallas que recordaran su mérito. [Cat. núm. 520. números 5 á 7.]

La vergüenza y desesperacion del Brigadier O'Relly al verse derrotado y prisionero abatió su orgullo, y su espíritu decayó notablemente. San Martin generoso con todos, y en particular con los vencidos, le trató con la afabilidad y afecto de un amigo; lo puso en calidad de prisionero en una casa del pueblo de Barranca, cerca de Huaura; allí le hacia dar dinero. y cuanto necesitaba, encargando al patriota y bondadoso D. Pedro Sayan que lo asistiera y tratase con toda la finura y consideracion compatibles con su seguridad. [*] Poco despues solicitó O'Relly regresar á España, San Martin se lo permitió y se embarcó en el San Patricio el 23 de Noviembre de 1821. Durante la navegacion se le veia sobre cubierta paseándose meditabundo: una noche [13 de Enero de 1822] se arrojó al mar, prefiriendo esta muerte al recuerdo de su desgracia y á la vergüenza de presentarse ante la Córte á dar cuenta de su derrota. O'Relly era Irlandes de nacimiento; habia servido en España en las guerras contra Napoleon. (Cat. MS. núm. 68 Cat. núm. 7. I. pág. 261.)

LOS PRISIONEROS tomados por Arenales en la batalla del Serro fueron

[*] Señor D. Pedro Sayan.-Huaura Diciembre 23 de 1820.

Muy señor mio: Pasa á permanecer en esa el Brigadier D. Diego de O'Relly hasta nueva órden, y deseo que U.le trate con toda la finura y concideracion que son compatibles con su seguridad.

Es de U. atento amigo y S.

José de San Martin.

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