Historia del Perú independiente: Primero período, 1819-1822

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Alfonso Lemale, 1868

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Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 323 - Al deponer la insignia que caracteriza al Jefe Supremo del Perú, no hago sino cumplir con mis deberes y con los votos de mi corazón. Si algo tienen que agradecerme los Peruanos, es el ejercicio del Supremo Poder, que el imperio de las circunstancias me hizo obtener. Hoy que felizmente lo dimito, yo pido al Ser Supremo el acierto, luces y tino que necesita para hacer la felicidad de sus representados. ¡ Peruanos ! ! !. Desde este momento queda instalado el Congreso Soberano y el pueblo reasume...
Página 288 - Si por desgracia se interrumpiere la tranquilidad interior en alguna parte de los Estados mencionados, por hombres turbulentos, sediciosos, y enemigos de los Gobiernos legítimamente constituidos por el voto de los pueblos, libre, quieta y pacíficamente expresado en virtud de sus leyes, ambas partes se comprometen solemne y formalmente a hacer causa común contra ellos, auxiliándose mutuamente con cuantos medios estén en su poder, hasta lograr el restablecimiento del orden y del imperio de sus...
Página 326 - En cuanto a mi conducta pública, mis compatriotas (como -en lo general de las cosas) dividirán sus opiniones: los hijos de éstos darán el verdadero fallo. "Peruanos: os dejo establecida la Representación Nacional. Si depositáis en ella una entera confianza, cantad el triunfo; si no, la anarquía os va a devorar.
Página 191 - Al encargarme de la importante empresa de la libertad de este país no tuve otro móvil que mis deseos de adelantar la sagrada causa de la América y de promover la felicidad del pueblo peruano.
Página 191 - Perú que en el momento mismo en que sea libre su territorio, haré dimisión del mando para hacer lugar al gobierno que ellos tengan a bien elegir. La franqueza con que hablo debe servir como un nuevo garante de la sinceridad de mi intención.
Página 292 - Para mí hubiese sido el colmo de la felicidad, terminar la guerra de la independencia bajo las órdenes de un general a quien la América debe su libertad. El destino lo dispone de otro modo, y es preciso conformarse.
Página 219 - Gemía la América bajo la más vergonzosa y humillante servidumbre, dominada con cetro de hierro por la España y por sus reyes, como es notorio al mundo entero y lo han observado por tres siglos, con justa indignación todas las naciones. Llegó por fin el momento favorable en que disuelto el gobierno español por la prisión de su monarca; por sus observaciones repetidas; por la ocupación de la España y por otras innumerables causas, la justicia, la razón y la necesidad demandaban imperiosamente...
Página 325 - Mi presencia, señor, en el Perú, con las relaciones del poder que he dejado y con las de la fuerza, es inconsistente con la moral del cuerpo soberano y con mi opinión propia, porque ninguna...
Página 141 - Pueblos al establecimiento de aquellas reglas de que penden el orden y la seguridad general, el cual debe emanar en todas circunstancias de la suprema autoridad que existe de hecho, aun prescindiendo del derecho en que se funde: Por tanto, y con la expresa calidad de provisorio, movido del interés público, y autorizado por esa imperiosa Ley, que sólo deja elección en los medios, y no en su objeto; declaro y establezco lo siguiente: 1.
Página 191 - La religiosidad con que he cumplido mi palabra en el curso de mi vida pública me da derecho a ser...

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