Historia de la Compañía de Jesús en Nueva España: que estaba escribiendo el p. Francisco Javier Alegre al tiempo de su expulsión, Volumen2

Portada
J. M. Lara, 1842

Dentro del libro

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 329 - habiéndose visto todo por los del dicho mi consejo con la atención que la materia pide, con lo que sobre ello pidió mi fiscal, y consultándoseme, atendiendo á lo que esta religión tiene merecido por lo que ha ayudado y ayuda al fruto espiritual de las almas, he tenido por bien de dar la presente, por la cual os ruego y encargo que
Página 79 - todos blasfemando) veremos si lo resucita su Dios ó lo libra de nuestras manos. ¿Qué piensan estos que no hay sino enseñar Padre nuestro que estás en los cielos, y Dios te salve María? A estas razones el celoso sacerdote no pudo menos que volver por la honra de
Página 180 - tirante. Son grandes labradores, crian aves de Castilla con abundancia, y muchos tienen sus manadas de ovejas, con lo cual mantienen algún trato y comercio con los españoles, que les ferian ropa y otras cosas. Son belicosos, y en las ocasiones que se han ofrecido han mostrado mucho valor,
Página 93 - que ella fundó y tuvo á su cargo el colegio de San Pedro y San Pablo de la ciudad de México, y por las diferencias que sus
Página 102 - á la dicha Compañía: y habiéndose visto en el mi consejo real de las Indias, lo que me informasteis en virtud de las dichas mis cédulas, en carta de 24 de mayo del dicho año, he tenido por bien de mandar dar esta mi cédula por la cual os mando, que estando vaco el dicho beneficio curato de la dicha iglesia, proveáis en él al ¿dicho
Página 33 - ya servirse para el resto de la jornada. Era muy natural que en soltándolos corriesen luego en busca de agua y de los otros compañeros que habían quedado en poder de los enemigos en el real desamparado. Los enemigos habían de creerse que los españoles afligidos de la hambre y de la sed, hacían el
Página 120 - mantas grandes de algodón y pita. Las mugeres van cargadas de vestidos, y al entrar en la iglesia hacen tanto ruido como si fueran españolas. Los faldellines que usan llegan hasta el suelo, de pieles bruñidas y blandas como una seda, con pinturas de colores
Página 4 - de capitanes y soldados, lo cual he procurado siempre, y procuraré, porque no habiendo extraordinarios gastos, con mejor gana los ministros del rey darán sacerdotes para la doctrina, y sin duda los naturales gustan de vernos solos en sus tierras, y en viendo soldados y españoles, se recatan. Acá lo que veo es, que habiendo
Página 56 - Los conchos de que acabamos de hablar, es nación bastantemente ta ~ numerosa que se estiende hasta las orillas del rio grande del Norte. Por la parte del septentrión confina con los laguneros, y al Mediodia tiene algunos pueblos de los tepehuanes y valle de Santa Bárbara,
Página 120 - son honestísimas. Son estos indios muy sobrios en el comer, y por eso gozan de muy buena salud. Sus casas son de barro y de terrado, á modo de las que se hacen de adobes, y mejores, porque aunque el barro es sin mezcla de paja, lo pisan y disponen de manera que queda como una piedra, y luego lo cubren con maderas

Información bibliográfica