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División topográfica de

la Guayana.

"Divisiones políticas.-La Guayana en la mayor acepción que puede darse á su territorio, desde la desembocadura del Amazonas á la del Orinoco, está hoy día dividida en cinco estados. La parte más oriental, vecina al río Amazonas, y que formaba lo que se llamaba la Guayana portuguesa, pertenece al imperio del Brasil, y forma parte de la provincia del Amazonas, de la cual damos más adelante la descripción. La parte más occidental comprendida entre la desembocadura del Esequibo y la del Orinoco, formaba en otro tiempo la Guayana española, pertenece á la república de Venezuela, y forma el departamento de Guayana, que hemos descrito anteriormente.

Entre estas dos provincias, que dependen de Venezuela y del Brasil, se hallan situadas las colonias de los europeos en la Guayana, que toman naturalmente el nombre del estado á que pertenecen, Guayana inglesa, Guayana holandesa y Guayana francesa. Vamos á dar de ellas una rápida descripción topográfica.

Gu ayana inglesa.

La Guayana inglesa, formada de una parte de la antigua Guayana holandesa, se extiende desde el Esequibo, al oeste, al río Corentín, al este. Los límites hacia el sur no están aún bien determinados; no obstante, puede evaluarse en superficie en unos 50 6 60.000 kilómetros cuadrados y su población en 117 6 118.000 habitantes, en los cuales van comprendidos los negros independientes, las tribus salvajes indígenas y algunos indios agregados venidos de las colonias de las Indias Orientales, para suplir la falta de brazos que ha resultado de la emancipación de los negros: la Guayana inglesa está dividida en tres condados, que son los de Esequibo, de Demerary y de Slabrock.

Slabrock, situado en la desembocadura del Demerary, y que los ingleses llaman Georgetown, es la capital de la Guayana inglesa. Esta ciudad cuenta cerca de 25.000 habitantes, que junta hoy día el lujo inglés á las maneras holandesas. Fort-Insel, en el condado de Esequibo, es un puerto poco importante.

El pueblo y puerto de Esequibo están en una excelente

situación en la confluencia de las dos grandes corrientes de agua de Curna y Esequibo. Los habitantes tienen la mayor parte de sus plantaciones á lo largo del río; gracias á la tala de árboles, el aire del mar circula más libremente y el clima es más templado que Surinam. Se había creído encontrar minas á lo alto del río Esequibo, cuyo curso es de unos 800 kilómetros; los antiguos mapas hasta indican allí una mina de cristal; pero los ensayos que se han hecho para descubrir estos tesoros no han producido resultado."

El geógrafo citado murió en 1826, y estimando la importancia de su obra, otro geógrafo eminente, Mr. Huot emprendió la tarea de revistarla y compilarla con los descubrimientos y datos más modernos, haciendo así de ella un libro reconocido universalmente por sus sobresalientes méritos.

A él hemos ido en nuestro afán de presentar esta cuestión, que venimos estudiando cada vez con mayor luz; y en él hemos encontrado nuevo testimonio de la justicia de las reclamaciones que Venezuela tiene el derecho de intentar contra el abuso de jurisdicción de autoridades extrañas en el territorio comprendido desde la margen occidental del Esequibo. (La Nación).

Opinión del geógrafo
Letronne.

Leemos á Letronne en la Geografía Universal, edición XXVI de 1855, refundida y ampliada especialmente en la parte que concierne á España y á los estados americanos; y encontramos en la página 996:

"LA GUAYANA INGLESA es la más occidental de las tres Guayanas y se halla confinando con la república de Venezuela, la Guayana holandesa y el Brasil: está limitada al espacio comprendido entre los ríos Corentin y Esequibo que la riegan" su extensión es de 65 leguas de largo y 30 de ancho.

Nada más, nada menos dice el geógrafo. Y cuando ocupándose de Venezuela consagra su atención á la antigua provincia de Guayana, escribe:

"Tomó su nombre de los indígenas que habitaban parte de aquel territorio, y fue después extendiéndose á todo el vasto país que queda encerrado entre el Orinoco, el Casiquiare,

Río Negro, Amazonas y el Atlántico, formando una inmensa isla de la cual pertenece GRAN PARTE á Venezuela y al Brasil y PEQUEÑAS PORCIONES á los ingleses, franceses y holandeses.

Y claros establece Letronne los límites de Venezuela cuando habiendo apuntado los precisos datos que ahora dejamos copiados, dice:

66 CONFINES DE VENEZUELA.-Al N. el mar de las Antillas; al E. este mismo mar y la GUAYANA INGLESA.; al S. la provincia brasileña del Pará; y al O. la república de Nueva Granada."

Esta geografía ha sido durante largos años texto obligatorio para todos los colegios y obra de consulta para los profesores.

Y á mayor abundamiento de datos, leemos en la Geografía Universal de Maltebrun refiriéndose á nuestro territorio de Guayana:

"La provincia de Guayana tiene más de 1.000 kilómetros de largo desde las BOCAS DEL ORINOCO hasta los límites del Brasil. Su anchura llega en varios puntos hasta 600 kilómetros. La superficie es de 350.000 kilómetros cuadrados."

Opiniones de La Nación, de Caracas, y de publicistas extranjeros.

Vamos á establecer doctrina fundada en los irrecusables principios de la ciencia política. Luego ampliaremos esos indiscutibles corolarios, comparando, y mucho ayudará el esclarecimiento de la cuestión que estudiamos, la simplicidad de nuestro plan.

Trátase de un territorio disputado por poseedores y propietarios. Aquellos están obligados desde luego, conforme á las prescripciones del derecho universal, á probar los títulos que les asisten para mantener su posesión; éstos disponen á toda hora del derecho incontestable de reclamar contra esa posesión ilegal y arbitraria.

¿Cómo adquieren los estados la propiedad? pregunta Carlos Calvo en su grande obra de Derecho Internacional.

Y escribe á renglón seguido:

Los estados adquieren la propiedad por los mismos me

dios y de la misma manera que los individuos, es decir, por compra, cesión, cambio, herencia ó prescripción. Tienen además, un modo de adquisición que les es propio, y que consiste en la apropiación de un territorio por derecho de conquista, el cual se convierte en título trasmisible de propiedad de los más regulares y de los más legítimos, desde que ha recibido la sanción de un tratado formal de abandono.

Exposición clarísima de doctrina jurídica es esta, que no deja, por cierto, campo á divagaciones ni dudas.

Si los invasores de nuestra Guayana poseen alguna porción con sólo el título de la mera ocupación y no prueban otro alguno de dominio, fuóra están de la ley. Si tienen títulos

para haber adquirido cuáles son ellos?

Y entiéndase que el estado es como una gran individualidad que goza de ciertos derechos, pero tiene también ciertas obligaciones para con los demás estados, y entre éstas, figura la de respetar el derecho que á ellos asiste sobre el propioterritorio.

į Han comprado los colonos ingleses la región comprendida desde la margen occidental del Esequibo hasta el Orinoco?

¿Dónde están los títulos de esa compra? ¿Pueden invocar en su favor para seguir poseyendo, la prescripción y usucapión?

Tampoco; porque la prescripción no tiene jamás lugar cuando se interrumpe su término y desde los más remotos tiempos, España y Venezuela han venido protestando contra esos invasores de su territorio; y más aún, cuando con malicioso designio, tal vez, se ha dado á los cuatro vientos de la publicidad una carta geográfica que perjudicaba á nuestros límites en las fronteras del Esequibo, como el inconsulto atlas de Colombier, nuestro gobierno ha sabido oportunamente declarar ese atlas espúreo y proscribir su circulación por inexacto y señalarlo á las naciones como desautorizado.

Aquí, en esta usurpación de territorios, cuesta trabajo buscar para contradecirla, la razón de la arbitraria ocupación.

No hay conquista ni ha podido haberla; la historia no lo dice ni ha podido decirlo; y lastimoso será que invirtiendo los

términos, se nos sustituyese en lengua extraña explotación por conquista. Sinonimia inaceptable!

No asiste á los injustos poseedores el título que ampara á los que ocupan regiones desiertas. Desde 1814 la Guayana que es hoy venezolana, descubierta, explorada y evangelizada por la antigua madre patria, quedó con la sanción de los tratados, confinada en sus límites justos.

Y si la mente pudiéramos un momento apartar de estas consideraciones secas á que la materia jurídica nos obliga, párrafos muy largos escribiríamos, robustecidos por la serena demostración de los hombres de la ciencia.

Ahí están Vattel y Grocio y Puffendorf; Twiss cuando nos entrega su Peace; Ortolán, maestro cuyas lecciones parecen á todo instante alumbrar los horizontes del porvenir; que alentado por la prodigiosa fuerza de su talento investigador, no ha dejado materia que abordar sin dejar brillantemente esclarecida; Bello, soberano en las eximias alturas del derecho; y Riquelme, maestro inolvidable; y así en la larga serie, Vergé, Rutherforth, Rayneval, Cujas, Merlin y Pradier Foederé y

Burke.

Legión de la ciencia jamás contradicha y que ha profesado estos principios en que ahora sustentamos nuestro aserto. ¿Y han descubierto ese territorio los usurpadores actuales? Nó. Cuando la geografía nos da en una de sus páginas la descripción de la Guayana dice:

"GUAYANA.-Se da el nombre general de Guayana, á la vasta región situada al noreste de la América Meridional, entre los ríos Amazonas, Negro, Casiquiare y Orinoco y el mar Atlántico.

"Fue descubierta en 1498 por Colón y visitada y explorada por navegantes españoles."

Y hay, dice Calvo, un título que reclama el derecho de civilización, pero entiéndase bien que el mismo autor al detenerse en este acápite, declara que ese título se circunscribe á poblaciones salvajes y bárbaras, lo cual no puede invocarse en nuestro caso; y si ese derecho de civilización pudiera aducirse en esta cuestión, amplio lo tienen á mayor abundamiento de

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