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rápido pasaje pudo profundizar raices, ni la desigualdad de castas un odioso antagonismo entre las capas sociales, ¿quién se atreve á dudar que el continente americano fué destinado por la Providencia para ser el albergue de la libertad errante, y el asilo de todas las ideas nobles y generosas, que son el fruto de la civilizacion del siglo ?

Labrando la tierra, el brazo del colono podrá sentir pesado el trabajo, pues tendrá que extirpar de las entrañas de ella gigantescos troncos, ántes de imprimirle el sello de la industria moderna. Pero en el cultivo del espíritu, en la conquista de las ideas, ¡ cuántas facilidades para el legislador! A un pueblo que, rompiendo con las tradiciones del pasado, se constituye independiente, y jóven en cuyo corazon sin doblez se reflejan todavia en toda su pureza las virtudes con que salió de las manos del Creador; á un pueblo exento de los vícios que afligen á las viejas sociedades, con la experiencia acumulada de tantos siglos, absorto aun en la contemplacion del triunfo conseguido, ávido de nuevas conquistas, ¿qué le falta para marchar certero á sus grandes destinos? Un génio inspirado que le señale el camino; un espíritu verdaderamente superior que, elevándose á las regiones del futuro, y confiado en la suerte que está reservada á los pueblos de América, se coloque á la vanguardia del progreso, é imprima el movimiento y la vida en el adolescente cuerpo social, dándole por divisa trabajo, justicia, libertad y paz.

¿Cuántas naciones de esta parte del mundo podrian decir que recibieron de la Providencia esa preciosa dádiva? La historia responderá.

JUAN LINS VIEIRA CANSANSÃO DE SINIMBÚ.
Consejero, Estadista y Senador.

Rio de Janeiro, 1876.

SOBRE LA REFORMA ELECTORAL

Separados en lo demás los partidos políticos, pueden confundir sus votos en la misma aspiracion en presencia de un interés que es de ámbos, que es de todos en este país: deben unir sus esfuerzos para elevar el nivel político de la Nacion, inspirados por grandes principios y por los grandes sentimientos que llenan el corazon del

hombre público, el amor de la pátria y el amor de la libertad.

PAULINO J. S. DE SOUZA.
Estadista y Consejero de Estado.

Rio de Janeiro, 1874.

"El proyecto tiene imperfecciones; yo las noté; pero el proyecto tiene una inscripcion magnífica que me obliga á votar por él. He ahí la inscripcion:

"En la tierra de Santa Cruz, nadie mas nacerá esclavo."—(Apoyado, muy bien, muy bien).

Fueron estas las palabras con que concluí mi discurso, pronunciado en el Senado en la sesion de 26 de Setiembre de 1871, á favor de la emancipacion de los esclavos, palabras que con placer registro en este autógrafo.

José T. NABUCO DE ARAUJO. Estadista, Consejero de Estado y Jurisconsulto.

El déficit en las finanzas es camino cierto para la ruina de los Estados, si estos no lo combaten enérgicamente por los dos únicos medios que la ciencia indica y que la historia confirma como eficaces: el trabajo y la economía.

Z. DE GÓES E VASCONCELLOS.
Consejero, Estadista y Jurisconsulto.

I

La emancipacion ó liberacion completa de los esclavos en el Brasil, así como la de sus hijos constituidos siervos hasta su mayor edad, por la ley de 28 de Setiembre de 1871, es una aspiracion de la justicia absoluta y relativa, de la civilizacion y humanidad;-aconsejada igualmente por las primeras conveniencias sociales, políticas y económicas.

Sin que la vanidosa y pseudo filantropía la promueva de un modo arbitrario, despótico é inconveniente, ella se ha de efectuar por fuerza propia de la idea, irresistible como las leyes del Creador, de quien todo dimana, y la libertad, que es la vida.

Providencias adecuadas, sensatas y prudentes, facilitarán esa grande reforma, y aproximarian su época, sin peligro alguno; y mas bien con positiva ventaja para todos, ciudadanos y pátria.

La bendicion del Omnipotente descenderia sobre nosotros, sobre el Imperio de Santa Cruz.

II

El rey sábio Ꭹ humano hace las delicias de su pueblo, que vé en él la imágen de Dios. Si en el ejercicio de sus elevados Ꭹ sacrosantos poderes (la mas alta delegacion de la comunion social), respeta el pacto fundamental, la soberanía de la nacion, sus derechos, la libertad derechos y de los ciudadanos, hace observar las leyes y promueve el bien público, las bendiciones de todos lo acompañan en todas partes y por siempre: y mas allá de la muerte le espera la inmortalidad.

Pero si, descarriado por la ambicion ó por la vanidad, sigue otra senda, pretende avasallarlo todo, concentrar en sí todos los atributos, y hasta servicios y glorias agenos, desciende á nivelarse con los fátuos, crea antipatías justificadas, aleja é inutiliza servidores, hace dudar de la sinceridad de sus intenciones, de la verdad y perfeccion de sus cualidades, y aventura trasmitir á la posteridad un nombre, si no desestimado, á lo menos indiferente.

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augusto y noble que deben ejercer, el sacerdote, el maestro de escuela y el juez.

D. VELHO CAVALCANTI DE Albuquerque. Consejero, Ministro de Justicia.

Rio de Janeiro, 1876.

La marina militar brasilera, si aun no puede en algun respecto ser equiparada á la de las principales potencias marítimas de uno y otro hemisferio, presenta, sin duda, elementos valiosos que, debidamente aprovechados y desenvueltos, han de elevarla á la categoría respetable que le está reservada en época no remota; haciéndose de ese modo digna de corresponder á la posicion importante á que fué destinado un país con centenares de leguas de costa, donde existen muchas ensenadas de abrigo, vastas bahías y magníficos puertos; surcado por gran número de rios caudalosos y de largo curso; y que á la par de los recursos naturales de que pródigamente le dotara la Providencia, cuenta en ancha escala con la inteligencia, denuedo y patriotismo de sus hijos, los cuales, aun há poco, en la lucha que el Brasil sostuvo honrosamente con el gobierno del Paraguay, dieron las mas significativas y elecuentes pruebas de pericia, valor y abnegacion mas que suficientes para hacer concebir una idea perfecta y completa del heroismo de un pueblo, aunque jóven, capaz de competir ya en dignidad é intrepidez con los mas esforzados, valerosos y aguerridos del universo.

LUIS ANTONIO PEREIRA FRANCO. Consejero, Ministro de Marina.

Pocos asuntos merecen tanto la solicitud del Estadista como la educacion.

Habilitar al ciudadano para las múltiples y variadas funciones de la vida civil y política, es consolidar el órden social, sin el cual la libertad se convierte en anarquía, y el progreso no pasa de un miraje fugaz.

Educar es regenerar por la enseñanza, y, sobre todo, por el ejemplo. Así, mal comprende la propia responsabilidad el gobierno que, descuidando la nocion de la moral cristiana, de la luz de la ciencia y de la fuerza del derecho, no mantiene en la altura del sacerdocio igualmente santo,

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En la guerra de los cinco años que sostuvimos con el apoyo de la alianza, dimos sobradas pruebas de ello.

Inspiradas en nobles motivos, nuestra ambicion y tenacidad no tuvieron otro objetivo: los sacrificios inmensos que hicimos, (puedo afirmarlo, habiendo desempeñado la cartera de Guerra en uno de los periodos mas afanosos de la lucha) no se encaminaron á otro resultado.

Y así debe ser siempre, para que podamos atraer de la vieja Europa lo que allí sobra en poblacion, en luces, esperiencia y riqueza, que los siglos acumularon y la naturaleza en su marcha providencial tiende á repartir entre las naciones libres de la jóven América.

JUAN LUSTOSA DA CUNHA PARANAGUÁ. Consejero y Senador.

Rio de Janeiro, 1876.

Los dos grandiosos hechos de mi pátria,—su independencia y la reforma del estado servil, ámbos realizados sin el derramamiento de una sola gota de sangre, revelan la energía sensata del espíritu público, y el venturoso porvenir que está reservado al Brasil.

Si desde 1850 la nacion consiguió labrar el prólogo de la emancipacion, extinguiendo por sus únicos esfuerzos el tráfico de Africanos, para cuyo fin la fortaleza de su espíritu y el amor de la humanidad no desmayaron ante las susceptibilidades patrióticas que se enardecieron con las agresiones británicas, fué mayor triunfo el de la reforma del estado servil, nobilísima osadía consumada por la ley de 28 de Setiembre de 1871.

Las perturbaciones y sacrificios serán com

pensados con las ventajas materiales y morales, económicas y políticas, cesando el mas funesto legado que la antigua metrópoli dejó á un pueblo americano.

Jamás se dirá de él, que no quiso acompañar á los otros pueblos por la senda de la civilizacion y de la humanidad.

TEODORO M. F. PEREIRA DA SILVA. Consejero y Magistrado.

Rio de Janeiro, 1877.

Mientras la industria y la economía, fuerza y carácter del actual siglo, se dilatan por el territorio de los paises cultos, y los dotan de un asombroso sistema de creacion excelente que vá haciendo de la materia el mas poderoso auxiliar de la civilizacion y de los goces del espíritu, no olviden los poderes públicos que la instruccion y la educacion de los pueblos debe ser el primer objeto de su solicitud; que de la educacion de la infancia dependen los destinos futuros de los Estados; que el pan del espíritu, bien escogido y sano, debe ser distribuido á manos llenas en medio de las poblaciones; y que, por consiguiente, la sociedad debe auxiliar con todo su poder el progreso de la razon pública, aun á costa de los mayores sacrificios, como el mas poderoso de los medios que la ciencia reconoce para curar de raiz las llagas sociales, y para hacer felices las generaciones que se levantan.

No llevemos la ciencia á todas las capas de la sociedad; una parte puede prescindir de ella; pero eduquémoslas todas, arrancándolas de la ignorancia en que no pueden vivir sin grande daño de la sociedad.

AMBROSIO LEITÃO DA CUNHA. Consejero, Abogado y Senador.

Rio de Janeiro, 1876.

Entre los pequeños servicios que he prestado á mi tierra, me envanezco de haber concurrido, como representante de la nacion y consejero de la corona, á la extincion del estado servil, que

ha de acabar en el Brasil por efecto de la ley de 28 de Setiembre de 1871.

Amo sinceramente la libertad, que es la idea madre del derecho, y aplaudo siempre sus legíti. mas manifestaciones.

La esclavitud es repugnante á un país de instituciones libres, que trabaja constantemente por el desenvolvimiento de la libertad política. ¿Cómo encarecer las prerogativas del ciudadano, si al lado de él el hombre es todavia objeto de propiedad?

M. A. DUARTE DE AZEVEDO. Consejero, Abogado y Profesor jubilado de la Facultad de Derecho.

Rio de Janeiro, 1876.

La solidaridad americana, por mas que sea todavia un sentimiento no bien acentuado, es, sin embargo, instintivo en el corazon de los pueblos de América. Cuando este sentimiento pase á la esfera de las altas concepciones, la solidaridad americana será el principio fundamental que rejirá la política de nuestro continente.

Para entonces la alianza oficial de los gobiernos habrá sido precedida por la alianza y la natural confraternidad de los pueblos.

Cuando el Brasil entre en ese concierto internacional, ya habrá desaparecido el único obstáculo que hoy se opone á la armonía de nuestra política continental: la monarquía brasilera, como toda organizacion social provisoria, habrá completado su triunfo y cedido el puesto á la idea democrática formulada en una constitucion federal republicana, que será para los brasileros la verdadera carta de su emancipacion social.

De aquí á allá, tres deberes esenciales reclaman de los pueblos de América estricto cumplimiento: desarrollar la instruccion popular, como la mas sólida garantia de la libertad civil y política;-desarrollar el trabajo y fecundar el desierto, como el medio mas seguro de asegurar con la riqueza del Estado y la independencia individual el progreso moral de las sociedades; -cimentar y mantener á toda costa la paz in. terna y las buenas relaciones internacionales

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Acababa yo de leer en El Globo, de esta mañana, la traduccion de los conceptuosos pensamientos del Sr. Dr. José Maria Zuviria, registrados en el Autógrafo Americano del Sr. Francisco Lagomaggiore, cuando recibí carta de este caballero, admitiéndome entre los colaboradores de su libro.

El Sr. Dr. Zuviria concluye sus conceptos, diciendo que Dios postra los Estados sin interrumpir el progreso indefinido de la humanidad. -De esta bella tésis tan complexa y filosófica han dimanado para mí, por asociacion de ideas, los siguientes pensamientos:

Jesu-Cristo nos dictó en el precepto de la Icaridad la teoría infalible de la civilizacion : Amar al prójimo como á sí mismo es unir los hombres, y realizar así la unidad efectiva del género humano.

En verdad, la civilizacion, para ser legítima y perfecta, debe tener por supremo término la identificacion de nuestra especie, tanto en el órden social, como en el moral, y aun tal vez en el órden intelectual; ahora bien: ningun método es tan propio para alcanzar ese fin, como el perfeccionar y hermanar á los individuos.

La fraternidad de los ciudadanos hace la unidad nacional: si esta se realiza en el sentido evangélico producirá necesariamente la fraternidad internacional: el tercer término de esta fórmula cristiana será, pues, la uniformidad de la especie humana.

Tal es la civilizacion concebida, enseñada, ejemplificada por Cristo.

En casi todas las naciones reinan hoy grande agitacion y perplejidad: y á juzgar este hecho por otros análogos consignados y explicados en la historia, no es fuera de razon suponer que el mundo se encuentra en una hora de transicion, y que la civilizacion vá á entrar en nueva faz. De todos los hechos precursores de la crísis, uno me parece digno de particular atencion: aludo al paralelismo con que tanto en Europa

como en América están surgiendo las controversias de religion, y las de política. Hé ahí el movimiento preparatorio de la nueva era:-para fundar la alianza de las naciones, que es la civilizacion tal cual Jesu-Cristo la concibió, importa extirpar la alianza del altar y del trono, principio fundamental de la civilizacion inventada por los hombres de Estado.

Tal es el punto principal del litigio pendiente entre la Curia Romana y la Iglesia Masónica: aquí está Jesu-Cristo simbolizado en la caridad: allí está Satanás en esencia en las llamaradas de la Inquisicion.

Ocúrreme ahora, muy á propósito, la siguiente observacion. Los hechos de hoy atestiguan que Italia no ha podido realizar el primer término de la fórmula de la civilizacion cristiana, sinó aboliendo el poder temporal del Papa, ¿Podrá la humanidad efectuar el tercero, subsistiendo el poder monárquico?

Tengo para mí que mientras existiere en cada nacion, por efecto de una distincion jesuítica, nn circuito imaginario intitulado Estado; mientras en él se encastillare como propietaria feudal, por la teoría del uti possidetis, una familia inviolable, sagrada y perpetua; mientras esta contratare la administracion de su feudo con una compañía de agentes especiales denominados Estadistas, la teoría de la civilizacion y los principios de la política no podrán ser los de Cristo; continuarán siendo los del Sr. Krupp.

Hechas estas reflexiones cosmopolitas, es natural que yo, como brasilero y americano, las particularice en conclusion.

No me parece natural que el Brasil perpetue la única excepcion de la regla americana: en medio de tanta democracia nuestra monarquía solo podrá vivir á costa de modificaciones que poco á poco mudarán su esencia: ella, por consiguiente, irá perdiendo la condicion capital de principio, esto es, la inmutabilidad: descenderá á la clase de entidad condicional, será una transaccion nada mas.

Bien puede ser que Don Pedro II sea el último Emperador brasilero; y á mi ver, ya impera mucho menos por eficacia del principio monárquico, que por influjo de su grande capacidad personal. En vista de los hechos, ó se ha de confesar que él es hombre de esfera muy superior, ó se ha de reconocer que la de sus Estadistas

está muy abajo de la vulgar: es del propio procedimiento de estos que saco el dilema.

Si no me engaño, el modo como el Emperador se condujo en los Estados Unidos y la consideracion llena de afecto tributada á su mérito por la nacion americana tan positiva en todo sentido, lo han vuelto a naturalizar en América, donde la persona imperial, inmóvil y silenciosa en su nicho áulico, es mirada como un ser mucho mas europeo que americano, por ser la encarnacion del principio monárquico: ahora son muy diversas las condiciones en que se encuentra Don Pedro, y si las supiera aprovechar, tal vez pueda caberle papel muy conspicuo como colaborador eficaz en la reconstitucion política y social de nuestro continente, en el sentido de la divisa de los Estados Unidos: - E pluribus unum ". Para formar definitivo juicio á este respecto, conviene esperar el procedimiento del Emperador cuando regresare al Imperio; ó él viene á ser en su pátria lo que fué en la de Washington, ó continuará siendo el nieto de Don Juan VI.

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En la primera hipótesis aparecerá como la mayor figura americana de este siglo; será de hecho presidente vitalicio, transicion racional y pacífica de las fórmulas europeas á las americanas. En la segunda hipótesis la monarquía sufrirá los efectos de la indignacion y resentimiento del decoro nacional ofendido.

En cada uno de los puntos de este dilema se verifica, pues, la asercion del Sr. Zuviria. No obstante los errores de los hombres, á despecho de sus cavilaciones, sin embargo de las inevitables contingencias de los tiempos, la América ha de formar su civilizacion segun la fórmula cristiana.

El Autógrafo Americano es el anuncio del término fundamental de esa civilizacion. Así como ahora el Sr. Francisco Lagomaggiore reune en estas páginas, por medio de la autografía y de la ideología, tantos pensadores de cada una de las naciones americanas, así algun dia la América ha de convocar todas esas naciones para formar una Confederacion de Repúblicas centralizadas en la de los Estados-Unidos. ¿Y quién afirmará que no sea este libro el auto de alianza por el cual todos los americanos ahí inscriptos y confraternizados se obliguen sin cláusula expresa, pero en buena conciencia, á dar impulso á la cohesion internacional de los pueblos americanos? ¡Utopías! dirán los hombres positivistas, y tal

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