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También ordenó la prisión de Mariño, pero éste trasladándose á Margarita, obtuvo clemencia por mediación de su compañero Bermudez.

Pasaban estas cosas en el campo republicano, cuando Morillo, atento siempre á la campaña que intentar pudiera Bolívar, situó el grueso de sus fuerzas en Calabozo, incluyendo en estas las que el brigadier Canterac, que acababa de llegar de la Península, llevó consigo.

Este jefe se había marchado á Panamá con algunos cuadros de caballería. Propúsose el jefe realista reforzar á Calzada en Nutrias, para que cayera sobre Paez, y maniobrar con La Torre contra las fuerzas de Zaraza. Paez, al saberlo, se retiró á Arauca, pero no se salvó Cedeño, quién fué derrotado por La Torre en el sitio de la Hogaza con fuerzas inferiores, quedando en poder del vencedor, artillería, armas, caballos, imprenta, banderas, equipajes y más de mil muertos en el campo.

Pero Bolívar, sacando de Angostura las fuerzas que allí le quedaban en número de 2000 hombres, se reunió con Paez á fines de

Enero de 1818. El ejército republicano, fuerte ya de 3,500 hombres, se puso en marcha hácia Calabozo, donde estaba Morillo. Al llegar á San Fernando, no se detuvo, porque Paez y Aramendi con 50 hombres lograron tomar al abordaje las embarcaciones enemigas situadas al otro lado del río, y en ellas pasó el ejército.

Presentóse Bolívar frente á Calabozo el 12 de Febrero. La marcha había sido tan rápida que Morillo no tuvo de ella noticia anticipada, y fué sorprendido y su caballería destruida; pero no sucedió lo mismo con las infanterías, porque estas, sea por errores en los movimientos de las tropas de Bolívar, ó por otro motivo, lograron salir de la plaza y dirigirse por Villa de Cura á Valencia, después de haber rechazado en el Sombrero al ejército libertador. Debióse este fracaso á la diversidad de criterio entre los generales Bolívar y Paez en punto á las operaciones que preferentemente debieran hacerse. El hecho es que Morillo, con fuerzas inferiores, se retiró ileso, y que Paez fué enviado por Bolívar á Barinas con sus jinetes, llevando el nombramiento de

comandante general de aquella provincia para libertarla, luego que hubiera logrado la rendición de San Fernando, motivo éste ostensible de su separación del ejército en aquellos

momentos.

Bolívar dejó á Cedeño obrando con algunas fuerzas en los llanos de Calabozo y emprendió su marcha sobre Carácas, que era el secreto deseo de su corazón, no siempre el más acertado en achaques de guerra. Muy perjudicial le fué ese empeño en Ocumare y en Clarines, y más perjudicial habría de serle aún.

No digamos que la Junta de generales que Bolivar convocó ántes de la marcha así lo dispuso, pués en esa Junta pocos fueron los caractéres independientes que contrariasen el deseo de Bolívar, entre ellos, su más leal amigo y compañero general Urdaneta, quién opinó por la ocupación preferente de San Fernando, Barinas Ꭹ Casanare.

Emprendió pués Bolívar una aventurada campaña, porque iba á colocarse entre dos fuerzas enemigas considerables, Morillo en Valencia, y La Torre en Carácas. Y ya estaba en

el pueblo del Consejo, en seguimiento del úlMorillo había sorpren

timo, cuando supo que dido sus fuerzas en la Cabrera, y avanzaba. Esto le obligó á emprender precipitadamente la retirada hácia Villa de Cura y Bocachica, pero Morillo les alcanzó y les dió batalla, con buen resultado al principio para la causa de los patriotas, pero con gran desastre al fin, porque la derrota fué completa. Ni se salvaron siquiera los papeles de Bolívar. Urdaneta, Torres, Valdés y otros jefes fueron heridos; pero también Morillo, por lo cual fué trasportado á Valencia.

Retiróse Bolívar al Rastro, y allí rehizo el ejército. En su auxilio vinieron diferentes fuerzas, entre ellas las de Paez, que para aquella fecha había ocupado la plaza de San Fernando. Tenía para el 20 de Marzo 2,800 hombres. Buscóle La Torre que había reemplazado en el mando á Morillo, pero no juzgó conveniente atacarlo, por tener pocos jinetes. Los patriotas le alcanzaron el 26, y le apagaron los fuegos, pero el combate quedó indeciso, y La Torre se retiró hácia Valencia.

Pensó entónces Bolívar en el antiguo plan

que Paez Ꭹ Urdaneta le aconsejaran, y envió al primero al Pao, y á Monagas á Barcelona. Estableció después su cuartel general en Rincón de los Toros, cerca de San José de los Tiznados. Cedeño se adelantó con sus fuerzas hácia el Pao, y Bolívar quedó solo con 300 infantes y 700 jinetes.

Al siguiente día en la noche, se salvó milagrosamente, porque habiendo sabido Lopez por un desertor republicano donde dormía Bolívar, y hasta el santo y seña de la división, envió al capitan Renovales con 8 hombres competentes, para que se introdujeran en el campo republicano, y lo asesinaran.

En efecto, penetró Renovales en el campamento, logrando engañar al coronel Santander, que era sub-jefe de Estado Mayor; y á las cuatro de la mañana le hizo creer que venía de practicar un reconocimiento en el campo enemigo por órden del jefe supremo, y que estaba en el deber de darle cuenta de su comisión. debía avisarle que todo estaba

Santander, que preparado para la marcha, acompañó á Reno

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