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XI

La constitución de Colombia decretada por el Congreso de Angostura, fué reconocida de buen grado en Nueva Granada porque el VicePresidente Santander, amigo leal de Bolívar, ejerció toda su influencia en ese sentido. Para la fecha en que se hizo este reconocimiento, 12 de Febrero de 1820, la situación de las provincias granadinas era satisfactoria. Apénas quedaban en armas en favor de la causa realista las provincias de Cartagena, Santa Marta, Río del Hacha y Panamá.

Los enemigos redoblaban sin embargo los

esfuerzos por todas partes, particularmente Aymerich, Presidente de Quito.

En Venezuela la situación podía considerarse como de simple espectativa. El ejército realista, comprendiendo las divisiones acantonadas en Mérida al mando de La Torre, en Calabozo bajo las órdenes de Morales, en las provincias Centrales y Oriente, ascendía á más de 12,000 hombres. El ejército realista esperaba refuerzos de la Península, para emprender de nuevo una campaña decisiva.

Por su parte, á los patriotas les preocupaba grandemente la idea de conservar la conquista de la Nueva Granada, y los sucesos que habían comenzado á ocurrir allí.

El Virey, aislado en Cartagena, había enviado al interior una expedición al mando del coronel Warleta.

El coronel Colombiano Obando había sido derrotado en Popayán por una fuerza realista. Tanto este desastre como los males que aquella expedición pudiera hacer, habían sido contrarestados por las disposiciones de Bolívar que ordenó á Cordova diera el grito de insurrección

en las llanuras del Corzal y en la ciudad de Monpox, y á Maza batiera las fuerzas sutiles que la asediaban, en tanto que las tropas del coronel Carmona ocupaban á Ocaña, obligando á Warleta á alejarse de muchas leguas.

Bolívar quería con estas disposiciones dar pronto auxilio al general Mariano Montilla, á quién había encomendado desde Guyana el ataque contra Cartagena. Él y Montilla estaban reñidos hacía tiempo, pero hallándose éste en Angostura cuando Bolívar regresó victorioso de la campaña de Nueva Granada, Montilla que era acendrado patriota y cumplido caballero, concurrió con los demás jefes y oficiales á cumplimentarle. Bolívar agradeció como debía la fina demostración de Montilla, y sin rencor contra tan benemérito servidor, le estrechó de gozo en sus brazos. De aquel abrazo salió la orden de marchar sobre Cartagena.

Pero la expedición no salió de Margarita hasta el 6 de Marzo en la escuadrilla de Brión, conduciendo apénas 678 hombres, irlandeses la mayor parte, y después de ocupar á Río Hacha el 13, y emprender las operaciones que

las circunstancias aconsejaban, llegó á verse en gran peligro por la sublevación de los irlandeses que componían su tropa, y hacían las más extrañas exigencias, á virtud de sus contratas de enganche, y en momentos en que le amenazaba una fuerza realista de consideración al mando del Coronel Sanchez. Montilla tuvo á pesar de ésto, la fortuna de derrotar á su enemigo con los pocos soldados venezolanos que tenía en aquel cuerpo, y con ellos invadió la provincia de Cartagena.

Los revoltosos irlandeses fueron embarca· dos para Jamaica, no sin que saquearan ántes é incendiaran la población de Río Hacha. El hecho es que Montilla, después de enseñorearse del Magdalena con la escuadrilla, y de aprovechar cuantas ocasiones se le presentaran de consolidar su situación, llegó á reunir en Sabanilla un cuerpo de 800 hombres, y se puso en comunicación con las fuerzas de Córdova Ꭹ otros jefes que, por órden de Bolívar, marchaban en su auxilio. Poco después emprendió el sitio de la plaza de Cartagena.

En las demás provincias granadinas los pa

triotas habían obtenido varios triunfos Ꭹ la causa republicana se consolidaba diariamente. Largo tiempo permaneció inactivo el ejército realista que ocupaba á Venezuela, y la guerra se limitó por el momento á escaramuzas de poca importancia; los diversos cuerpos patriotas conservaban sus respectivas posiciones, impidiendo así los auxilios que Morillo pre

tendía enviar á Nueva Granada.

Bolívar decidió entónces enviar á Europa, en desempeño de importantes comisiones, á un agente oficial, y designó á Zea para dicho cargo. El Congreso de Guayana le dió el permiso de ausentarse, nombrándole para reemplazarle en la Vice-Presidencia de Colombia al Doctor Juan German Roscio, que fué á su turno sustituido por Soublette, mucho más competente en la dirección de la guerra. Zea se embarcó el 1.° de Marzo.

Los auxilios que el ejército realista aguardaba de la Península, no llegaron con motivo de la revolución política que ocurrió en España en 1820. Las Cortés acordaron ofrecer á los Americanos una amnistía á cambio de su

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