Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Bolívar, que comprendía la necesidad de dar fuerza á la independencia del Perú, y libertar á Colombia del vecindario de un vireinato español, ofreció entonces, á título de auxilio, seis mil colombianos. El nuevo Gobierno peruano no pensaba como su antecesor, y no sólo lo aceptó, sinó que pidió urgentemente el amparo porque los momentos eran críticos. Salieron por lo pronto 3,000 hombres para el Perú, y Bolívar ofreció llevar 3,000 más, al recibir el permiso del Congreso de Colombia. Ocupado estaba en los preparativos de la segunda expedición, cuando recibió oficios del Vice-Presidente Santander, en los cuales le llamaba de urgencia, con motivo de las últimas operaciones de Morales en Venezuela.

No vaciló Bolívar en cumplir con su deber, y en el acto se puso en camino, enviando ántes al general Sucre como ministro diplomático al Perú.

En camino para Bogotá supo por ulteriores oficios del Vice-Presidente que las tentativas de Morales no tenían importancia alguna, y retrocedió á Guayaquil, donde recibió el de

creto del Congreso peruano, suplicando al de Colombia que le acordara el permiso de trasladarse al Perú, á mandar en persona el ejército.

Por lo visto, la situación de los peruanos debía ser crítica; y en efecto lo era, porque Canterac y Valdés, con 8,000 hombres de buenas tropas se habían presentado frente á Lima, y no siendo posible á los patriotas el sostenerse en la ciudad, habían resuelto evacuarla, confiando el mando del ejército al general colombiano. Trocó éste el espadín diplomático por la espada vencedora en Pichincha, y salvó aquel ejército, retirándose ordenadamente al Callao. Allí todo fué anarquía entre los peruanos. Riva-Agüero fué depuesto por el Congreso y reemplazado con Valdivieso.

Agüero se mofo del acuerdo del Soberano y siguió ejerciendo de Presidente. El general Sucre, que no quería tener parte en la política interior del Perú, viendo el giro que las cosas tomaban en favor de los realistas, envió á los díscolos, Congreso, Riva-Agüero y demás em

pleados, á Trujillo para que allí ultimaran sus disputas, mientras él salvaba la situación; y en efecto, puso al punto el Callao en estado de defenderse, reorganizó el ejército y preparó una expedición para Intermedios.

Los jefes realistas, al saber que tenían que habérselas con Sucre, y con Bolívar que no podía tardar, evacuaron á Lima Ꭹ resolvieron dividirse para emprender operaciones aisladas. Sucre ocupó en seguida la ciudad, y delegó el mando en el marqués de Torre-Tagle.

Á tiempo que esto ocurría en el Perú, impaciente Bolívar en Guayaquil, porque el permiso del Congreso no llegaba, recibió la noticia, muy grave por cierto, de que los pastusos se habían sublevado y derrotado completamente al coronel Juan José Flores, obligándole á retirarse á Popayán.

Salió inmediatamente para Quito con 400 hombres y un parque. En dicha ciudad completó 1,500, casi todos reclutas, y con ellos marchó en persecución de los pastusos, y habiéndolos encontrado, los atacó con tal im petu que fueron destruidos, dejando

en elcampo 800 muertos, y cuanto tenían. Después de esta victoria, regresó á Quito, encomendando al general Salon la dirección de las tropas para ocupar á Pasto. Á marchas forzadas volvió á Guayaquil : pero el permiso del Congreso colombiano no había llegado todavía, y era forzoso aguardarlo.

El Congreso había dado la autorización desde el 5 de Junio, pero precisamente por causa de la insurrección de los pastusos, el pliego no llegó á tiempo. Al recibirlo Bolívar decidió embarcarse para el Perú el 6 de Agosto, saliendo para el Callao el 7 del mismo

mes.

XIV

Bolívar llegó al Perú cuando la obra de San Martin estaba á punto de desaparecer por las disensiones y perfidias de los mismos peruanos. Riva-Agüero, depuesto, como hemos dicho, por el Congreso, se rebeló contra este Cuerpo, y lo disolvió fijándose en Trujillo. Los Diputados reunidos en Lima, lo declararon faccioso, nombrando á Tagle Presidente interino de la República. ¡Dos presidentes para el mismo país ocupado por un ejército español fuerte de 23000 hombres !.. La anarquía empezaba.

Bolívar, investido por el Congreso de la

« AnteriorContinuar »