El gran mariscal de Ayacucho

Portada
"Las Novedades, 1883 - 691 páginas
 

Páginas seleccionadas

Otras ediciones - Ver todas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 236 - ... fuerza ; que nada he disfrazado ni alterado; mi boca es el órgano de la verdad, pues hablo a la hora del desengaño, en el momento de la severa realidad, cuando nada tengo que esperar ni temer de los hombres.
Página 565 - Supremo cuya sabiduría quiso por sus fines inescrutables consentir en tu delito, sabrá exijirte un día cuenta más severa. Mucho menos imploro tu compasión : ella me serviría de un cruel suplicio. Sólo pido que me des las cenizas de tu víctima. Sí, deja que ellas se alejen de esas hórridas montañas, lúgubre guarida del crimen y de la muerte, y del pestífero influjo de tu presencia más terrífica todavía que la muerte y el crimen.
Página 46 - Si usted conociera esto con toda su frente, usted vería que este suceso horrible acaba de abrir las puertas a los asesinatos ; ya no hay existencia segura, y todos estamos a discreción de partidos de muerte. Esto me tiene volado ; ha sucedido en las peores circunstancias y estando yo al frente del Departamento.
Página 87 - Ud. que nuestros enemigos no mueren sino por sus crímenes en los cadalsos o de muerte natural; y los fieles y los heroicos son sacrificados a la venganza de los demagogos. ¿Qué...
Página 236 - ... la hora del desengaño, en el momento de la severa realidad, cuando nada tengo que esperar ni temer de los hombres. Mi conducta, desde que se inició el juicio, manifestará al mundo entero mi sinceridad, y que es la verdad pura, la que he proferido...
Página 675 - Vd. sabe que yo he mandado veinte años, y de ellos no he sacado más que pocos resultados ciertos: 1', la América es ingobernable para nosotros; 2', el que sirve una revolución ara en el mar; 3', la única cosa que se puede hacer en América es emigrar...
Página 80 - Si esta prenda de tan gran valor moral la cedéis, señor, al vencedor de Ayacucho, la pongo yo sobre la cabeza del general Sucre, a quien corresponde, como mi jefe en aquella batalla, no teniendo yo más mérito que haber sabido cumplir sus órdenes conforme las recibí.
Página 74 - Es inútil hacer recomendaciones por la conducta del señor general Flores, gallardo en todas ocasiones y señalado siempre. Yo aproveché el mejor momento de la batalla para nombrarle sobre el mismo campo general de división y para expresarle la gratitud de la república y del gobierno por sus servicios.

Información bibliográfica