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JUL 1 1993

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INTRODUCCION

El libro que entrego al juicio del público, es la continuacion de la Historia de la Espedicion Libertadora del Perú, que escribí hace algunos años. El actual principia cuando San Martin se aleja del Perú i concluye cuando la independencia americana se afianza con la victoria de Ayacucho.

Quizas el lector encontrará que se interrumpe bruscamente, porque Bolívar i los cuerpos colombianos quedan en el Perú a la terminacion de este libro, i pareceria natural que el autor acompañase a los vencedores hasta que se restituyesen a su suelo natal. Sin embargo de comprender el valor de esta observacion, he preferido detenerme en el punto que lo he hecho, porque desde ese momento cesa todo interes jeneral i americano en el Perú, i los hechos en que se vió envuelto Bolívar i el ejército colombiano entran en la categoría de los trastornos internos de que está lamentablemente plagada la historia de Sud-América.

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Los sucesos del Perú i de Bolivia de 1826, 1827 i parte de 1828, no tienen ninguno de los caractéres que le dan su importancia a los que les precedieron; el tema se empequeñece, se estrecha el horizonte, la historia carece de enseñanza i de ideales. Al Bolívar guerrero i Libertador, sucede un Bolívar constituyente, que vierte al papel las ideas que le inculcó en su juventud don Simon Rodriguez; los principios políticos que profesó toda su vida, i que se encuentran esparcidos en sus escritos anteriores i en los ensayos constitucionales que presentó al Congreso de Angostura. La humanidad no gana nada con conocer esos errores, que son de la estirpe de casi todas las teorías en boga en Sud-América a raiz de la independencia. No hai de allí lecciones que sacar, a no ser una nueva comprobacion de que no se puede usar la espada que funda una nacion como pluma para dictar sus leyes.

Bolívar concluye su carrera cuando el Callao se rinde. Su estrella que habia hecho un círculo magnífico en el espacio, termina ese dia su gran mision redentora. Lo que haga de bueno.o de malo despues, no aumenta ni disminuye la importancia de sus antiguos servicios.

He aquí por qué he puesto fin a este libro cuando concluye la guerra de la independencia.

Tanto en esta obra como en la Historia de la Espedicion Libertadora, he tenido especialmente en vista las relaciones de Chile i el Perú, i he cuidado de seguir el desarrollo de la diplomacia chilena respecto de este pais, i la suerte de nuestros ejércitos en él.

Despues de la guerra de la independencia, Chile i el Perú siguen desenvolviéndose paralelamente, i sus destinos no vuelven a juntarse sino en 1837 i 1838. Perseverando en aquel propósito, pienso publicar una segunda edicion de la Historia de la Campaña del Perú en 1838, modificada sustancialmente, agregándole las causas i antecedentes que produjeron la guerra i la narracion de los sucesos que terminaron con el tratado de Paucarpata. Así quedará completa la historia de nuestras relaciones con el Perú hasta 1840, i solo faltará escribir la de la campaña de 1879.

No tengo nada que agregar sobre el libro que ahora aparece, fuera de lo que se desprende de él mismo. Por lo jeneral, los documentos que no tienen mencion de la obra o periódico en que han sido publicados, es porque son inéditos, i en tal caso, pertenecen casi todos a los archivos públicos que he consultado minuciosamente. En cuanto a las obras de que he sacado algunos datos, se encuentran citadas al pié del texto.

Puedo asegurar al lector que no he omitido ningun esfuerzo de investigacion, para formarme un juicio acertado de los acontecimientos i de los hombres que figuran en este período de la historia americana, i para apreciar con criterio de verdad los esfuerzos de todos, grandes o pequeños, llámense paises, jenerales o congresos que representaron algun papel en el drama de la emancipacion peruana.

Si alguna vez se encuentran apreciaciones que puedan envolver una censura, nada me seria mas agradable

que poder rectificarlas con nuevos datos, porque considero que la mision del historiador es de benevolencia i de justicia, que es lo menos que tienen el derecho de exijir de la posteridad los que se entregan al embate de las pasiones por servir los intereses públicos.

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