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Estamos todavía inciertos sobre el partido que tomará la Inglaterra, y este partido es el que determinará nuestra conducta hacia la Holanda. El Consejo, según el deseo de los Ingleses y Holandeses, hafija do los ojos en mí para ir á Inglaterra en embajada extraordinaria, con el objeto de hacer que se decida esta nación categóricamente por la paz ó por la guerra. En consecuencia, se ha dado orden á nuestro embajador Chauvelin de regresar. Se envía mañana á un agente secreto, muy conocido del señor Pitt y del señor Fox, para pedir á los dos partidos, es decir, á toda la nación, un salvo-conducto para mí, y la seguridad de ser bien recibido, sea cual fuere el éxito de la misión como es un sí ó un no lo que voy á pedir, como Catón en Cartago, esta misión no durará más de ocho días.

Esperando la respuesta, parto mañana en la noche para Dunquerque, de donde pasaré á Ostende, Newport, Brujas y Amberes y donde estaré á mas tardar el 30. Me detendré en Amberes, adonde haré venir mis caballos para continuar mi marcha hacia Ruremonde, Maseick y Tongres, y hallaré á Vd. en Lieja.

Se envía una persona de confianza á la Haya, á prevenir á milord Aukland y al gran pensionario Van-Spiegel para que se reunan á mí, según su solicitud, sobre la frontera, entre Amberes y Breda, con el objeto de entablar una negociación. Esta pequeña estancia en Amberes me dará tiempo para recibir el correo del ministro Lebrun, que me traerá la respuesta de Londres. Si ésta es categórica y amistosa, como todavía parece que se enorgullecen de ello, entonces volveré á pasar por París, para tomar mis últimas instrucciones, ó iré, según lo que elija el Consejo, de Amberes á Calais, para embarcarme. Si, por el contrario, la respuesta fuese ó perentoria ó evasiva, atacaré ocho días después á Maestricht, y haré un movimiento general para cubrir este sitio, al mismo tiempo que se apodere Vd. de Venlo, donde no hay más que un batallón de guarnición. Tengo sobre Maestricht notas muy ventajosas que me hacen creer en el éxito. Durante mi estancia en Amberes, ejecutaré de grado ó por fuerza

el empréstito sobre el comercio, para tener este primer numerario necesario para obrar. Durante este corto viaje, hé aquí lo que Vd. tiene que hacer: ir Vd. mismo á Louvain y á San Tron, para disponer nuestra artillería, con el objeto de que pueda marchará más tardar del 10 al 15 de febrero; adopte Vd. igualmente todas las disposiciones posibles con respecto á las tropas, sin que se trascienda esto demasiado; el punto principal es adelantarse á los Prusianos de Wesel, y que no se enteren demasiado pronto de nuestros preparativos. Le enviaré á Vd. de Amberes las disposiciones que adopte respecto á las subsistencias; pero tome Vd. desde luego el partido de ordenar inmediatamente al comisario ordenador y al administrador de los víveres, que hagan construir en Tongres hornos para 30,000 hombres. Anuncie Vd. mi llegada como una pequeña inspección general de cuarteles que paso á hacer, por orden del Consejo ejecutivo y del comité de defensa general. No hable Vd. en modo alguno del artículo de las negociaciones; no porque deba hacer un misterio de ellas, sino porque debe ser un secreto hasta tanto que hayan tenido buen ó mal éxito. Esta medida es grande y noble. Si sale bien, disminuimos el número de nuestros enemigos y podremos hacer la misma guerra que en la campaña anterior. Si sale mal, nos adelantamos á los Ingleses y Prusianos. Los sorprendemos con el ataque de la Holanda; simularemos un gran movimiento que salve al ejército de Custines, y quizás tendremos enseguida más fácilmente la paz; pues á esto sólo debemos aspirar por razones que le descubriré á Vd. No vaya Vd. á encontrarme á Amberes, porque esto estorbaría la apariencia de inspección que quiero dar á mi viaje. Nos daremos cita en Tongres ó en Ruremonde; pero si tiene Vd. algo que comunicarme de muy importante, envíeme Vd. al general Thowenot á Amberes, y se lo devolveré á Vd. enseguida. Le escribiré á Vd. desde Amberes con más detalles; entre tanto le abrazo á Vd. de todo corazón.

Firmado: El general en jefe, DUMOURIEZ.

El general Miranda al general Dumouriez.

Lieja, 28 de enero de 1793.

He recibido su carta del 23 de enero, y el teniente coronel.......... ha salido ayer para cumplir la comisión que Vd. me ha ordenado. Irá á darle á Vd. cuenta á Amberes hacia primeros de febrero. Los hornos se construyen en Tongres, según lo que me previno Vd. y se han tomado cuantas disposiciones met indicó Vd. Los enemigos aumentan sus fuerzas, haciendo pasar tropas por la orilla izquierda del Rhin todos los días en mayor ó menor número. No creo, como Stingel, que sean en número de cincuenta mil hombres, pero me imagino muy bien que puedan serlo en número de veinte y cinco mil. Según lo que me dice el general Lamarlière, parece que los Prusianos han hecho pasar algunas tropas por Meurs y Kaelde-Kirchen. Este movimiento puede tener por objeto la toma de Venlo ó talvez la marcha de un cuerpo de tropas de Wesel sobre la Holanda. He enviado á Stingel un refuerzo de cinco mil hombres, alguna artillería, y tres oficiales de ingenieros para fortificar provisionalmente algunos puestos. Esta medida le ha tranquilizado un poco, pero esto no impide que esté yo muy inquieto respecto á los puestos avanzados.

Firmado : MIRANDA.

El general Dumouriez al general Miranda.

Amberes, 5 de febrero de 1793
(año II de la República).

Tengo absolumente necesidad, general, del general Thowenot: es preciso que me traiga el estado de acantonamientos de su ejército de Vd., del mio del de Valence y del cuerpo de Harville.

Sobre esto debo yo arreglar el movimiento general, del cual he aquí el proyecto en globo :

1° Vd. se dirigirá con su cuerpo de ejército, cuatro piezas de á viente y cuatro y dos morteros sobre Venlo, mientras que con el cuerpo de ejército que yo mando y parte del de Valence, estableceré yo el sitio de Maestricht con el resto de la gruesa artillería, para atacar bruscamente esta plaza, como lo hará Vd. también con Venlo, donde no debe Vd. hallar resistencia, no habiendo en dicho punto guarnición alguna. Por mi parte, obraré con mucha prontitud sobre Maestricht, que espero se rinda á la tercera bomba.

2o Durante esta operación, que espero no sea larga, Valence tomará posiciones sobre el Roër, reuniendo sus fuerzas.

3o Al mismo tiempo, el general de Harville se reunirá en la parte de Namur para hallarse pronto á unirse á Valence, en el caso en que Clairfayt, reforzado con los socorros de la Alemania y quizás reunido con los Prusianos, quiera intentar el paso del Roër. Si acaso Clairfayt quiere volver á bajar el Rhin para unirse á los Prusianos por el lado de Wesel y del país de Cleves, para dirigirse desde aquí á las provincias de Groningue y Jutphen, entonces de Harville se quedará en la parte de Aix-la-Chapelle (1), mientras que Valence bajará el Roër hasta Ruremonde.

Espero, general, que acelerando nuestros movimientos, seremos dueños de estas dos plazas á fines de febrero no será tiempo todavía para nosotros de descansar; iremos á tomar juntos Nimegue y Grave. Yo considero Nimegue, en la posición de guerra en que nos hallamos, como la llave de Holanda. Si nos adelatamos á los Prusianos en este puesto esencial, estamos seguros de hallarnos quince días después en Amsterdam. Todo esto parecería quimérico, si el país no se hallase muy dispuesto en nuestro favor: pero todas las nociones que yo tengo sobre

1. Aix-la-Chapelle se llama en español Aquisgran. Para mayor claridad usamos el nombre francés.

este punto, me dan una esperanza que considero muy fundada. Le he devuelto á Vd. el teniente coronel T..., cuyo viaje ha sido muy útil, y cuyos informes se hallan enteramente de acuerdo con los que tengo de otros puntos. Voy á escribir al teniente general Omoran, para conocer exactamente el número de tropas que tiene bajo sus órdenes. Es posible que yo juzgue útil hacer una pequeña acumulación cerca de Amberes, para penetrar, entre Breda y Bois-le-Duc, en Gertruydemberg ó Heufden : este pequeño cuerpo, que yo confiaré al mando de Berneron, tendrá en jaque á todas las guarniciones, é impedirá el refuerzo de las de la frontera que nosotros debemos atacar.

Daré instrucciones muy claras para todos los jefes mis cooperadores; ruego á Vd. solamente, en este momento, que reflexione bien sobre este primer proyecto del plan de campaña, y me envíe sus observaciones con Thowenot, á quien, le ruego, haga salir inmediatamente, pues no tenemos un instante que perder.

El general en gefe,

Firmado: Dumouriez.

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P. S. Envíeme Vd. el ciudadano Lantin, mi secretario, con el mariscal de campo Thowenot.

El general Dumouriez al general Miranda.

Amberes, 8 de febrero 1793
(año II de la República).

Thowenot no ha llegado todavía á las nueve de la mañana : lo espero con la mayor impaciencia, para el detalle del movimiento de tropas. La toma de Venlo es de tal importancia que le ruego á Vd. envíe inmediatamente un correo á Champmorin para que

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