DE SANTO DOMINGO POR DON ANTONIO DEL MONTE Y TEJADA. PUBLICADA POR LA SOCIEDAD LITERARIA AMIGOS DEL PAIS." TOMO TERCERO. SANTO DOMINGO. IMPRENTA DE GARCIA HERMANOS. 1890. Carlos Rafael Yñiguez. Fiall M16 1890 V.3-4 - CAPITULO Î. El descubrimiento y poblacion del continente americano no impiden el UNQUE desfallezca älgun tanto el interés de la narracion al entrar en este nuevo y largo período que vamos á recorrer, alejados ya del campo de las maravillas del descubrimiento, ó del interés que inspira la suerte de una raza que vemos desaparecer casi instantáneamente de nuestros ojos, pasarémos por esta transicion de acontecimientos y fenómenos naturales, y del estado normal de paz y ventura á que llegó toda la isla, á la revolucion espantosa que, conmoviendo todo el mundo, trajo á Santo Domingo las mas graves y azarosas perturbaciones. Hé aquí como descubriendo en un horizonte extenso las causas naturales, económicas y políticas del progreso de Santo Domingo, examinamos en un órden lógico las que le condujeron mas tarde á su estancamiento y retroceso á principios de este siglo. El reinado de Felipe II y los posteriores de Felipe III, Felipe IV y Carlos de Austria tuvieron poco eco y escasísimos resultados en los medros y progresos de Santo Domingo. Y esto era muy natural: ocupado el primero en las guerras y turbulentos debates de Europa, apenas podia dirigir su atencion á estos remotos luga res, y en cuanto á los monarcas sucesores, fija su atencion mas tarde en los pingües productos de Méjico, Perú y otras provincias descubiertas en América debieron preferir lo que prometia mayores esperanzas. Este estímulo que alcanzó hasta á los Reyes tomaba orígen en el espíritu de los particulares: la Europa se despoblaba para venir á Méjico y al Perú y los naturales de Santo Domingo, lov 841 |