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y entonces expidió el presidente su segunda proclama que demuestra el verdadero estado de la parte francesa; y decia así:

Haitianos!-El reinado desastroso de la tiranía acaba de extinguirse: el de la justicia traerá la alegría y la paz en el Norte, y, á excepcion de algunos perversos, la generalidad del pueblo haitiano no formará mas que una familia unida por los lazos de la fraternidad. La ambicion, que no ha podido ver sin despecho á la República andar con paso rápido en la carrera que la debe conducir al mas alto grado de prosperidad, se agita en todos sentidos, y en su rabia blandiendo la tea de la discordia, trató de reencender la guerra civil en el seno de nuestra patria.-Esclavos orgullosos de Cristóbal, hombres que se consolaban de la vergonzosa humillacion en que los tenia, haciendo gemir á su vez á sus muy desgraciados compatriotas bajo el peso de la mas vil opresion, esos hombres no miran sino con horror un cambio feliz que anula sus títulos, sus privilegios, y pone fin al despótico feudalismo. Ellos no consideran sino con repugnancia y desden este benéfico sistema de igualdad que los coloca ante la ley en la misma línea que á aquellos á quienes están acostumbrados á considerar por bajo de ellos.-En vano el liberal y equitativo gobierno de la República los llena de beneficios, en vano los confirma en el goce de todas las ventajas que no están en contradiccion con la Constitucion del Estado; sobre su corazon tienen mas poder el interés personal y la vanidad que los sentimientos del deber y el de la gratitud.-Desde el primer momento que siguió á la reunion del Norte á la República, no cesaron de formar complots para conseguir el trastorno del nuevo órden de cosas. Sus culpables maquinaciones consiguieron descarriar á algunos espíritus débiles, y cuando se creyeron en estado de poder obrar, intentaron la ejecucion de su abominable proyecto.-Sus planes eran vastos: el movimiento concertado entre los conspiradores debia insurreccionar á un mismo tiempo el Cabo Haitiano, los Gonaives, San Marcos y la parte de Artibonito.-Para dar al levantamiento que ellos querian promover, alguna apariencia de razon, los conjurados hicieron circular á propósito, rumores que tendian á alarmar á los ciudadanos sobre las intenciones del gobierno y á disminuir la confianza que debia inspirar. Pero el destino de Haytí estaba fijado irrevocablemente. Un genio protector velaba sobre él y aclaraba al gobierno sobre los tenebrosos procedimientos de aquellos que meditaban su ruina. Sus tentativas fracasaron contra las prudentes medidas que fueron tomadas para prevenirlos ó contenerlos. En San Marcos, el valor y presencia de ánimo del General Mare y del ayudante general Constant Paul, ahogaron la rebelion en su nacimiento. El pérfido corouel Paulin, del octavo regimiento, del cual habia seducido parte, abandonado casi totalmente por sus soldados, fué herido mortalmente y entregado al General Mare.-El General de division Bonnet que, durante estos sucesos, pasó por órden del Gobernador á este lugar, contribuyó grandemente por la precision de sus operaciones, á tranquilizar los espíritus y á derrotar los facciosos.-En el Cabo Haitiano, el General de division Magny, dió brillantes pruebas

de su patriotismo, de su prevision y de su energía. Por sus cuidados el General Richard, uno de los principales fautores de la conspiracion y varios oficiales, sus cómplices, fueron aprehendidos el veinte y cinco de Febrero y enviados á Puerto Príncipe, donde han caido bajo la cuchilla de la ley.-Y en fin, en Gonaives, único lugar donde la insurreccion hizo progresos, fué aplacada al cabo de algunos dias: la mayor parte de los revoltosos han sido dispersados; el General Dosson, uno de sus jefes, ha sido preso; otro, el General Josè Gerónimo, no tardará probablemente en caer en manos de las tropas que andan en su persecucion.-Semejante á la roca contra la cnal vienen á estrellarse las mugientes olas, la República, siempre firme é inalterable, ha resistido al choque de los facciosos. En todos los puntos, la causa sagrada que defendemos ha tiunfado por todas partes; los esfuerzos de los malévolos han sido inútiles, y no han servido sino para desenmascarar y hacer conocer los perturbadores y los enemigos del órden.—Haitianos! vosotros habeis sido testigos de la generosidad y de la moderacion del gobierno; vosotros los sereis de su justicia y firmeza. Ya, en fin, es tiempo de alejar de nosotros y de hacer desaparecer todos los elementos de anarquía y disensiones que han amenazado vuestra tranquilidad. Mi deseo de no confundir al hombre descarriado con aquel que lo impulsa, ha retenido hasta ahora el brazo del gobierno; pero no seria prudente prolongar por mas tiempo la indulgencia. Cuando la revolucion osa enseñar al descubierto su horrorosa cabeza, adelantémonos á abatirla!-La conducta de los Generales Magny, Bonnet, Marc y Constant Paul es digna de elogio Han cumplido el deber que les imponia el honor; han justificado la confianza del gobierno y merecido bien de la Patria.-Haitianos! Unios ahora mas que nunca! Agrupaos al rededor del árbol de la libertad! Rechazad las pérfidas insinuaciones de los que no desean la anarquía sino para robaros esa preciosa libertad que habeis alcanzado á costa de tantos sacrificios!--- Poned siempre la mayor confianza en el jefe del Estado, cuya solicitud tiene por objeto consolidar el edificio de nuestra felicidad. Viva la República!-Dado en el Palacio Nacional de Puerto Príncipe, á ocho de Marzo de mil ochocientos veinte y uno, año diez y ocho de la Independencia.-BOYER.

Por aquel tiempo tuvo el Presidente la fortuna de deshacerse del partidario Goman, que hacia muchos años se mantenia en las montañas de Jeremías; y acosado por las tropas de la República en sus últimos atrincheramientos, se arrojó de lo alto de una montaña y pereció.

Su gente se rindió, y Boyer, en vez de fusilarlos, les repartió tierras y medios para cultivarlas, y aumentó de este modo el número de sus amigos.

DIARIO

De Don Juan Sanchez Ramirez sobre la reconquista de la parte Española de la Isla de Santo Domingo, hecha de su puño y letra y empieza asi:

CL

L mes de Diciembre del año de 1803, salí emigrado con mi familia de esta Isla á la de Puerto Rico en que desembarqué el 3 de Enero del siguiente: ballándome allí sin propiedad ni establecimiento alguno imploré por la via reservada la Real proteccion, que se habia ofrecido por diferentes órdenes Soberanas concernientes al tratado de Basilea, para obtener la indemnizacion prometida con que poder subsistir en pais extraño, y nunca tuvo efecto mi solicitud como casi la de todos los emigrados en diversos puntos de la América: por esta razon consumí mas de once mil pesos que con indecibles trabajos y peligros, salvé de mi patrimonio sin haber podido sacar fruto alguno que me asegurase en aquel destino mi subsistencia y la de mi muger, hijos y hermana. De esta triste situacion y de la esperanza con que contaba sobre alguna parte de mi caudal que quedó en esta Isla, aunque destrozado por el Gob? Francés, me vino la resolucion de volver á Santo Domingo segun lo verifiqué, con las licencias necesarias en Junio de ochocientos siete desembarcando en el puerto del Macao, terreno de mi propiedad, en que tengo un corte de maderas de caboba, á barlovento de la célebre bahía de Samaná. Sabiendo los Franceses mi llegada trataron de emplearme en la comandancia de la Villa de mi naturaleza, llamándome con este fin, pero me excusé como pude con el de no comprometerme en sus enredos y determiné por consiguiente dejar lo que quedaba de mis haciendas en jurisdiccion de dicha Villa á personas de mi confianza permaneciendo con el ejercicio de continuar mi corte de maderas y establecer sobre aquella costa una pequeña habitacion de café en la de Roubert.

2 Mayo de 1808-Ocupado en mi nuevo establecimiento del Pulguero se me ofreció pasar al Pueblo de Sabana de la Mar en la misma costa, en dos de Mayo de 1808, y hablando con el Comandante de allí, en la tarde del mismo dia sobre el pasage de las tropas francesas á España en calidad de auxiliares añadió el expresado Comandante, que an buque que habia llegado á Samaná, puerto inmediato al de la poblacion en que estábamos, traia noticias que Napoleon conducia á Francia á nuestro muy amado Fernando 7o para educarle; que al Señor Don Carlos 4o lo habia destinado á vivir en

un convento; y que José Bonaparte iba á gobernar la Península interin nuestro Fernando se instruia lo necesario para regirla. Estas expresiones hirieron tanto mi corazon y me representaron tan vivamente la trahicion de Bonaparte; que arrebatado de ira, despues de discurrir algo en contra de lo que opinaba el referido Comandante, no pude dejar de prorrumpir diciéndole: "Yo aseguro á V. que la nacion Española no sufrirá jamás esa infamia; y que si eso es así, la sangre se está derramando hoy en España entre Españoles y Franceses. Desde aquel momento no pude sacudir de la imaginacion la idea de la guerra que suponia ya evidente contra los segundos, y aquel encuentro produjo en mi espíritu tal encono contra ellos, que apesar de la aceptacion que les debia, hasta llamarme ellos mismos el amigo de los Franceses no podia verlos ya desde entonces sin irritarme en extremo.

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Junio 3.-En Junio siguiente pasé del Obero á mi corte dicho del Macao en donde se hallaba D. Manuel Carbajal, mi socio en aquel establecimiento y tratándole sobre activar nuestros trabajos de maderas, le enteré desde luego de aquellas noticias, como habitante honrado y de toda mi confianza y suponiendo sin duda declarada ya la guerra por la Nacion Española y la Francesa, le hice pre-, sente, que era necesario tomar uno de dos medios: 6 trasladarnos á la Isla de Puerto Rico antes que se publicase la declaratoria que esperaba y se nos impidiese la salida ó que nos resolviésemos los Españoles á tomar con tiempo medidas adecuadas que nos proporcionasen la restauracion de nuestra Patria bajo la invocacion y á favor de nuestro legítimo Soberano. Me hice cargo 19 de la confianza que merecia á todos los compatriotas de nuestro suelo, y la constancia de la mayor parte de ellos en la fidelidad á los Monarcas de España por mas que en el tratado de Basilea fueron mirados con el mayor abandono; esta circunstancia tan esencial, me ofrecia el logro de su reunion para el intento; 2o que no eran tan considerables las fuerzas de los Franceses, que aunque los Españoles estuviésemos, como estábamos, desarmados, no pudiésemos dejar de sostenerles la guerra entre tanto se nos auxiliaba por los gobiernos Españoles inmediatos, especialmente ofreciendo la calidad y configuracion interior del territorio grandes ventajas para resistir los enemigos; 39 que si no aprovechábamos la ocasion y los momentos, se haria despnes muy difícil la empresa por las fuerzas francesas que debian aumentarse en Sto. Domingo; en razon de que de la Habana, Puerto Rico y otras partes habiau de lanzar los millares de individuos, que por las frecuentes transmigraciones pasadas se habian refugiado á aquellos parages y era forzosa su restitucion á esta Colonia, no teniendo otra de tanta capacidad, ensanche y medios para hacerse fuertes y vivir á menos costa.

Julio.-En medio de estas ideas resolví esperar las resultas que semejantes ideas habian radicado en mi imaginacion, y continuando en mis tareas domésticas pasé á mediados de Julio á la Villa de Hi

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