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ORDEN DE LOS LAGARTOS

Familia de los cocodrilos.-El caiman, reptil llamado tambien aligator, se distingue por su hocico ancho obtuso, piés medio empalmados, sin dentellones, y por la disposicion de sus dientes desiguales en el largo y grueso. Vive en los rios, caños, esteros y lagunas que no están á más de 700 varas sobre el nivel del mar. Permanece inmediato á las orillas entre dos aguas, en expectacion de los animales que llegan å beber; de éstos muy pocos se le escapan cuando los ataca. Este anfibio no puede comer debajo del agua y sale á tierra para devorar su presa. Los hay de más de 22 piés de largo, no tan abundantes los machos como las hembras, porque parece que se matan entre si en la época de sus amores. Un caiman no entra en la pubertad hasta los diez años, y entónces tiene 8 piés de largo, pudiéndose admitir que los de más de 22 piés tienen á lo menos veinte y ocho años. Este animal ataca de dos modos, con la boca y con la cola en el primer caso se pone al costado de la presa para morderla, no pudiéndolo hacer de frente; y en el segundo, se acerca á ella de costado tambien y da un gran golpe con la cola, que priva de sus sentidos á la persona ó animal, y entonces lo agarra y zambulle al fondo del agua para ahogarlo y acabarlo de matar. Cuando se mata una hembra, se le sacan los huevos que no tienen la cáscara dura, y cocidos y secos son una comida regalada, no sólo para el indígena sino tambien para otras personas; en Maracaibo los comen mucho.

En el Apure se caza el caiman de varios modos para coger sus dientes y sobre todo la manteca, con la cual se alumbran los llaneros. En el Orinoco, los indios otomacos y yaruros comen el caiman á pesar de su olor á almizcle; su grasa se emplea en las fricciones contra el reumatismo. Ponen sus huevos en las playas de los rios, y de ellos salen unos caimancitos que al momento se dirigen por instinto hácia el agua, en donde la madre los protege teniéndolos siempre arrimados á las orillas durante tres meses, para que no sean devorados de los otros animales, y sobre todo de los machos, que suelen comérselos. El caiman tiene la costumbre de salir al sol á calentarse, pero no se aleja mucho del agua. Se queda entonces como un gran tronco de árbol, con la boca abierta. Ciérrala cuando está llena da moscas y las engulle.

Los que están en los lagos suelen salir por las sabanas cuando las aguas faltan, á buscar caños, rios ú otras lagunas. Sus marchas las hacen de noche y siempre en la direccion del agua que huelen á muchas leguas de distancia. Caminan con gravedad, nadan con suma rapidez y corren con ligereza en línea recta; pero no pueden cambiar de direccion sino con dificultad á causa de la disposicion en que están las vértebras de su cuello, lo que hace fácil el evitarlos torciendo la direccion. Este animal tiene muchos enemigos, y en las orillas del Apure y del Orinoco hay llaneros é indios bastante atrevidos para atacarlos cuerpo á cuerpo y bastante diestros para darles la muerte. Los lugares en que más abundan son los llanos del Apure, á pesar de que no faltan en las demas llanuras. Los rios en donde se los ve en mayor número, extendidos sobre las playas, son el Orinoco, el Apure y la Portuguesa.

La baba, es una especie de caiman más pequeño y no tan feroz como éste. Su carne es más tierna y más gustosa, segun lo aseguran los indios que la comen; los huevos son tambien más delicados, y su cáscara es del tamaño de un huevo de gallina, de un blanco color de perla, y labrada tan simétrica y menudamente que es cosa particular. Hay babas en el lago de Valencia á 516 varas sobre el nivel del mar.

El lagarto, de la familia de su nombre. Tiene la cabeza y el cuerpo chatos, los ojos gruesos con pupilas que se contraen á los lados; sus párpados son muy cortos, se retiran enteramente entre la órbita y el ojo, y desaparecen; su lengua es escamosa, y vive de insectos. Su piel es como una escamilla, la cambia todos los años en la primavera; la cola tiene pliegues circulares y vuelve á salir ó crecer cuando se corta. Vive entre las piedras y muros y expuestos al sol: los hay de varias dimensiones y colores más o menos subidos y variados, y todos ellos los comen los indios.

La iguana, es como un gran lagarto: su cola y cuerpo llegan á tener hasta cerca de 3 piés de largo, de los cuales la mitad es cola. Tiene un pellejo que le cae desde la punta de la quijada hasta el pecho, casi semejante al del buey. Tiene una cresta en la cabeza, que le sigue despues por todo el cuerpo como los dientes de una sierra, hasta perderse sobre la mitad de la cola. Los ojos tienen mucha vivacidad; la cabeza es la del lagarto y los colores tambien los mismos. Las hembras son más pequeñas y de un verde muy claro; ponen más de 40 huevos á la vez, en agujeros que hacen en la arena ó terrenos próximos á los rios. Los huevos y la carne de este reptil tienen gusto agradable; la carne es blanca, del sabor de

la de gallina, y se consume bastante en todas las partes del campo, por llaneros é indígenas. Mantiénese este animal en los árboles, y por medio del silbido lo entretienen hasta que con un palo ó caña le pasan un lazo al pescuezo. Parece que se divierte de tal modo con aquel sonido, que aunque se le toque no se mueve. Luego que se les pasa el lazo al cuello, se tira del animal con fuerza y se le arranca del árbol. Si la iguana se ve perseguida, corre con presteza, y si encuentra un rio ó laguna, se arroja al agua y allí permanece mucho tiempo sin respirar el aire.

El basilisco, reptil tan célebre en otros tiempos y cuya mirada se decia que causaba la muerte, es un animal inocente que vive en las orillas del agua. Llega á tener de 3 á 4 pulgadas de largo y su carne se come. Aliméntase de insectos; la piel de su garganta es floja, y tiene una cresta escamosa que puede servir de aleta para nadar.

El cotejo. Es de la familia de los geckotiens, su color amarillo con rayas negras y una longitudinal blanca sobre el espinazo, el vientre blanco con las patas largas. Son nocturnos, comen insectos y andan por las paredes. Estos no los comen los indios, y dicen que su picadura da fiebre.

El camaleon. Símbolo de los lisonjeros que aprueban todas las opiniones y se doblan y amoldan á todos los genios, porque se ha creido que este animal no tiene color propio y que siempre toma el de los objetos inmediatos. Puede vivir, como algunos otros lagartos, un año sin comer, lo que dió lugar á la frase vivir como el camaleon.

ORDEN DE LAS SERPIENTES

La boa constrictor, llamada culebra de agua, una de las más temibles culebras que habitan este país. Abundan en la Guayana; su cuerpo, cuyos colores están variados de gris, amarillo, negro y rojizo, lleva sobre el lomo un dibujo en cadena que agrega á la hermosura la fuerza estas cualidades le han valido un culto entre los salvajes. No tiene veneno, pero ciñe y destruye su presa con sus tortuosos pliegues y la engulle al instante, cualquiera que sea su volúmen, para satisfacer su apetito voraz. Algunas boas tienen de 30 á 50 piés de largo. No se la encuentra más arriba de 1,196 varas sobre el mar. La presa la hace siempre en el agua, en donde habita. Tiene una fuerza tal, que contiene á un toro siempre que pueda asirse con la cola de alguna rama ó tronco. Agarra el hocico del toro y no lo deja por más esfuerzos que éste haga, batiéndose y dando saltos para escaparse del monstruo, hasta que exhausto y agobiado del dolor se somete á ser víctima. Entónces la boa lo ciñe con su enorme cuerpo y lo comprime tanto, que le da muerte para engullirlo despues. Su ancha boca tiene dos órdenes de dientes en cada mandíbula. Se sacan de la parte musculosa del lomo cuerdas de guitarra preferibles à las de los intestinos del mono aluate.

La traga-venado. Es una culebra muy grande, de más de 15 piés de largo, casi con los mismos colores que la boa, á no ser que los tiene todos más brillantes. Se mantiene en tierra y en los árboles y su presa son anima

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