irregularidad que es de lamentarse en poblacion tan bella como Puerto Cabello. En cuanto á su riqueza en aquel entónces, por el siguiente cuadro de exportacion en un año puede con facilidad dedu cirse. ... 30,690 $ ... 59,247 » 332,400 » ... 116,475 » ... 325,791 » 57,492 » 80,000 »> Café...... 3,069 quintales á 10 $ ... Total..... 1,002,095 $ Respecto á su salubridad, era fatal. Y tanto, que áun hoy en el extranjero la generalidad no conoce á Puerto Cabello sino por su fama de mortal. En esos tiempos, mucho más de mil personas eran atacadas anualmente por el vómito negro, cebándose en los recien venidos. Una escuadra en 1793 perdió la tercera parte de su dotacion. En 1802 tres buques franceses de guerra, pocos dias despues de su llegada, al permitirse á algunos pasar á tierra, inmediatamente fueron apestados; y de tal manera, que en 20 dias perdieron 161 hombres. Y estas noticias llevadas á Europa y exageradas naturalmente por el pavor, la distancia y la imposibilidad de descubrirse la verdad, impedian el aumento de la poblacion. Todos los autores están contestes en establecer como la causa de esa insalubridad los miasmas de la desembocadura del rio, y el no desagüe de las calles por falta de nivel á propósito. Pero hoy, ¿ á qué se debe lo contrario, esto es, la salubridad de este puerto? Examinaremos despues la cuestion. Es del caso recordar que así Humboldt como los demas autores que hablan de Puerto Cabello, se complacen en el recuerdo del médico frances, el Dr Juliac, instruido y humanitario, que fué el primero en estudiar esa fiebre, y á fuerza de contraccion y experimentos, logró, variando el método de los debilitantes, la diminucion considerable de la mortandad, reduciéndola hasta el 20 por 400 en los europeos criollos. Despues de la independencia, las muertes por consecuencia de las fiebres son tan escasas, como en los países más sanos; Seria, pues, exagerado el decir que en Puerto Cabello, hasta la salubridad del clima vino con el establecimiento de la República? Veamos ahora lo que era esta ciudad. Puerto Cabello fué en su orígen la madriguera de los contrabandistas y piratas que infestaban las costas de Venezuela, y el refugio de todos los criminales prófugos de los primeros establecimientos en el continente. Era natural. Lo escondido de su bahía; la facilidad de su defensa en aquellos tiempos en que la ley era la fuerza; y la proximidad á los centros de los recursos, hacian de su posicion lugar aparente al efecto. Tal ha sido generalmente el fundamento de las principales ciudades, desde la Roma colosal del paganismo. Tan sólo la colonizacion anglo-sajona ofrece hechos distintos, como Filadelfia, por ejemplo. Y ello es explicable. Es el malestar, por cualquier respecto, lo que obliga á un ciudadano á dejar las comodidades de la vida en las ciudades ; y como los extremos se tocan, al retirarse de los núcleos de poblacion prefieren los lugares más apartados y ocultos. Lo opuesto sucede á los pobladores que ex-profeso buscan donde fundar sus hogares, por la escasez de recursos ú otros motivos no indignos, del punto donde se hallaban anteriormente establecidos. El paraje donde encuentran semejantes es preferido á la soledad. Si son acreedores á la vida social que la comunidad reporta, la armonía y el trabajo vienen a fecundar muy luego el sér de la nueva colonia; si no (el mayor número, que siempre son los buenos, por más que digan los escépticos), junto con los animales dañinos de los alrededores lanzan á las fieras humanas que no se prestan á secundar las leyes de la regularidad y de la justicia. Así aconteció á Puerto Cabello. Sus primeros habitantes vinieron de Curazao, de la Borburata y de Valencia; los que fueron aumentados por los desertores de los barquichuelos del filibusterismo. Por recomendacion del gobernador de Venezuela, el licenciado Tolosa, Juan de Villegas fundó el pueblo ya mencionado de San Juan Bautista de la Borburata; pero teniendo que desempeñar una comision en otra parte, tuvo que abandonarlo, hasta que siendo interinamente gobernador el mismo Villegas, por ausencia de Tolosa, confiara igual encargo á Pedro Alvares, quien desembarcó en dicho puerto el 26 de mayo de 4547 y concluyó los establecimientos principiados el año anterior. Y fué Borburata el primer puerto y la ciudad principal de Venezuela; y el primer buque venido á América, de España, exclusivamente por asunto de comercio y no en son de conquista, fué á su bahía adonde llegó. Y es de advertirse que el comercio entre Venezuela y España fué implorado por Venezuela como gracia. España no se cuidó sino de la cuestion oro y perlas en granel, en cambio de su descubrimento. Estas colonias enviaron un diputado á la Península, al señor Sancho Briceño vecino de la Borburata, con el objeto de obtener el permiso de que por cuenta de sus habitantes se enviara siquiera un buque anualmente á dicho puerto, y se rebajara un 50 por 400 á los enormes derechos recaudados por los agentes |