Historia de Santo Domingo, Volúmenes1-2

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Imprenta de Garcia hermanos, 1890 - 319 páginas
 

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Pasajes populares

Página 188 - Obispo lo afirma, el filósofo era gentil, y está ardiendo en los infiernos, y por ende tanto se ha de usar de su doctrina, cuanto con nuestra Santa Fe y costumbres de la religión cristiana conviniere.
Página 276 - ... consientan ir ni pasar, por alguna manera, so pena de la nuestra merced y de diez mil maravedís para la nuestra Cámara.
Página 228 - DON CARLOS POR LA GRACIA DE DIOS, Rey de Castilla, de León, de Aragón de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de...
Página 16 - Ellos no traen armas ni las conocen, porque les amostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia.
Página 237 - ... los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al por alguna manera , so pena de la nuestra merced é de diez mil maravedís...
Página 271 - ítem, por cuanto al tiempo que nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica las islas y tierra firme del mar océano descubiertas y por descubrir nuestra principal intención fue al tiempo que lo suplicamos al Papa Alejandro Sexto de buena memoria que nos hizo la dicha concesión de procurar de inducir y traer los pueblos de ellas y los convertir a nuestra santa fe católica...
Página 113 - Ellos tienen en todas las islas muy muchas canoas, a manera de fustas de remo: dellas mayores, dellas menores; y algunas y muchas son mayores que una fusta de diez y ocho bancos: no son tan anchas, porque son de un solo madero; mas una fusta no terna con ellas al remo, porque van que no es cosa de creer; y con estas navegan todas aquellas islas, que son innumerables y traen sus mercaderías. Algunas destas canoas he visto con setenta y ochenta hombres en ella, y cada uno con su remo.
Página 255 - Yo no hallo ni jamás he hallado escriptura de latinos ni de griegos que certificadamente diga el sitio en este mundo del Paraíso terrenal, ni visto en ningún mapamundo, salvo, situado con autoridad de argumento. Algunos le ponían allí donde son las fuentes del Nilo en Etiopía; mas otros anduvieron todas estas tierras y no hallaron conformidad dello en la temperancia del cielo, en la altura hacia el cielo, porque se pudiese comprehender que él era allí, ni que las aguas del Diluvio hobiesen...
Página 15 - Por lo cual, cuando dijeron la Salve, que la acostumbraban decir e cantar a su manera todos los marineros y se hallan todos, rogó y amonestólos el Almirante que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y mirasen bien por la tierra...
Página 237 - ... á cualquier Escribano público que para esto fuere llamado que dé ende al que vos la mostrare testimonio signado con su signo porque Nos sepamos en como se cumple nuestro mandado.

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