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CAPITULO III.

DESCUBRIMIENTO DE LA ISLA DE SANTO DOMINGO.

Año de 1492 del dia 5 de Diciembre al 25 del mismo.

Descubrimiento de la Isla de Santo Domingo.-Entra el Almirante en la bahía del Mole de San Nicolás.—Visita el puerto del Escudo.-Na vega el canal y costas de la Tortuga, la bahía de Mosquitos, Gros. morne, Tres Rios, Puerto-Pé, el Acul, Limonade, y Puerto-Margot.Encalla la nao Santa María en Caracol.-Los indígenas de Santo Domingo, sus Caciques y sus tierras descritos por el Almirante.

CIE IENTO veinte y un dias habia que el Almirante vagaba en el Océano y en el descubrimiento de las islas Lucayas y en la de Cuba, cuando se acercó á la costa de Santo Domingo. No quiero aquí separarme del diario de navegacion del Almirante porque, prescindiendo de la poesía natural y candor de sus conceptos, describe con exactitud la costa del Norte de la Española, los puertos y rios que la adornan y los usos y costumbres de los indígenas, reservándome tratar de estos mismos objetos mas adelante.

Miércoles 5 de Diciembre.-Toda esta noche anduvo á la corda sobre el Cabo Lindo, adonde anocheció, por ver la tierra que iba al Leste, y al salir del sol vido otro cabo (1) al Leste á dos leguas y media: pasado aquel vido que la costa volvia al Sur y tomaba del Sudueste, y vido luego un cabo muy hermoso y alto á la dicha derrota, y distaba desotro siete leguas: quisiera ir allá, pero por el deseo que tenia de ir á la isla de Babeque que le quedaba segun decian los indios que llevaba al Nordeste, lo dejó. Tampoco pudo ir al Babeque porque el viento que llevaba era Nordeste. Yendo así miró al Sueste y vido tierra (2) y era una isla muy grande, de la cual ya tenian diz que informacion de los indios, á que llamaban ellos Bohio, poblada de gente. Desta gente diz que los de Cuba ó Juana, y de todas esotras islas tienen gran miedo porque diz que comian los hombres. Otras cosas le contaban los dichos indios, por señas, muy maravillosas: mas el Almirante no diz que las creia, sino que debian tener mas astucia y mejor ingenio los de aquella isla Bohío para los captivar quellos, porque eran muy flacos de cora

[1] Punta de los Acúles. (Nav.)

2] Esta es la Española segun parece. (Casas.)-Asì es. (Nav.)

zon.

Así que porquel tiempo era Nordeste y tomaba del Norte, determinó de dejar á Cuba ó Juana, que hasta entonces habia tenido por tierra firme por su grandeza, porque bien habria andado en un parage ciento y veinte leguas; y partió al Sueste, cuarta del Leste, puesto que la tierra quél habia visto se hacia al Sueste, daba esté resguardo porque siempre el viento rodea del Norte para el Nordeste, y de allí al Leste y Sueste. Cargó mucho el viento y llevaba todas sus velas, la mar llana y la corriente que le ayudaba, por manera que hasta la una despues de medio dia desde la mañana hacia de camino ocho millas por hora, y eran seis horas aun no cumplidas porque dicen que allí eran las noches cerca de quince horas: despues anduvo diez millas por hora; y así andaria hasta el poner del sol ochenta y ocho millas, que son veinte y dos leguas; todo al Sueste. Y porque se hacia neche mandó á la carabela Niña que se adelantase para ver con dia el puerto, porque era velera, y llegando á la boca del puerto (1), que era como la bahía de Cádiz, y porque era ya de noche envió á su barca que sondase el puerto, la cual llevó lumbre de candela, y antes quel Almirante llegase adonde la carabela estaba barloventeando y esperando que la barca le hiciese señas para entrar en el puerto, apagósele la lumbre á la barca. La carabela como no vido lumbre corrió de largo é hizo lumbre al Almirante, y llegado á ella contaron lo que habia acaecido. Estando en esto los de la barca hicieron otra lumbre: la carabela fué á ella, y el Almirante no pudo y estuvo toda aquella noche barloventeando.

Jueves 6 de Diciembre.-Cuando amaneció se halló cuatro leguas del puerto; púsole nombre Puerto María (2), y vido un cabo hermoso al Sur, enarta del Sudueste, al cual puso nombre Cabo del Estrella (3), y parecióle que era la postrera tierra de aquella isla hácia el Sur, y estaria el Almirante dél veinte y ocho millas. Parecióle otra tierra (4) como isla no grande al Leste, y estaria del cuarenta millas. Quedábale otro cabo muy hermoso y bien hecho, á quien puso nombre Cabo del Elefante (5) al Leste, cuarta del Sueste, y distábale ya cincuenta y cuatro millas. Quedábale otro cabo al Lesueste, al que puso nombre el Cabo de Cinquin; estaria dél veinte y ocho millas. Quedábale una gran escisura ó abertura ó abra á la mar, que le pareció ser rio (6), al Sueste y tomaba de la cuarta del Leste; habria dél á la abra veinte millas. Parecíale que entre el Cabo del Elefante del de Cinquin habia una grandísima entrada (7), y algunos de los marineros decian que era apartamiento de isla; aquella puso por nombre la Isla de la Tortuga. Aque

[1] Puerto del Mole de San Nicolás en la isla Española. (Nav.) [2] Puerto de San Nicolás. (Nav.)

[3] Cabo de San Nicolás. (Nav.)

[4] La continuacion de la costa septentrional de la Isla Española. (Nav.) [5] Es la Punta Palmista. (Nav.)

[6] Puerto Escudo (. Nav.)

[7] Canal de Isla Tortuga. (Nav.)

la isla grande parecia altísima tierra, no cerrada con montes sino rasa como hermosas campiñas, y parece toda labrada 6 grande parte della, y parecian las sementeras como trigo en el mes de Mayo en la campiña de Córdoba. Viéronse muchos fuegos aquella noche, y de dia muchos humos como atalayas, que parecia estar sobre aviso de alguna gente con quien tuviesen guerra. Toda la costa desta tierra va al Leste. A horas de vísperas entró en el puerto dicho, y púsole nombre Puerto de San Nicolao, porque era dia de San Nicolás por honra suya, y á la entrada dél se maravilló de su bermosura y bondad. Y aunque tiene mucho alabados los puertos de Cuba, pero sin duda dice él que no es menos este, antes los sobrepuja, y ninguno le es semejante. En boca y entrada tiene legua y media de ancho y se pone la proa al Sursueste, puesto que por la grande anchura se puede poner la proa adonde quisieren. Va de esta manera al Sursueste dos leguas; y á la entrada dél por la parte del Sur se hace como una angla, y de allí se sigue así igual hasta el cabo, adonde está una playa muy hermosa y un campo de árboles de mil maneras, y todos cargados de frutas, que creia el Almirante ser de especería y nueces moscadas, sino que no estaban maduras y no se conoscia, y un rio en medio de la playa. El hondo de este puerto es maravilloso que hasta llegar á la tierra en longura de una (1) no llegó la sondaresa ó plomada al fondo con cuarenta brazas, y hay hasta esta longura el hondo de quince brazas y muy limpio, y así es todo el dicho puerto de cada cabo hondo dentro á una pasada de tierra de quince brazas y limpio, y desta manera es toda la costa muy hondable y limpia que no parece una sola baja, y al pié della tanto como lougura de un remo de barca de tierra tiene cinco brazas, y despues de la longura del dicho puerto yendo al Sursueste, en la cual longura pueden barloventear mil carracas, boja un brazo del puerto al Nordeste por la tierra dentro una grande media legna, y siempre en una misma anchura como que lo hicieran por un cordel, el cual queda de manera questando en aquel brazo, que será de anchura de veinte y cinco pasos, no se puede ver la boca de la entrada grande, de manera que queda puerto cerrado (2), y el fondo deste brazo es así, en el comienzo hasta la fin de once brazas y todo basa ó arena limpia, y hasta tierra y poner los bordos en las yerbas tiene ocho brazas. Es todo el puerto muy airoso y desabalado, de árboles raso. Toda esta isla le pareció de mas peñas que ninguna otra que haya hallado: los árboles mas pequeños, y muchos dellos de la naturaleza de los de España, como carrascos y madroños y otros, y lo mismo de las yerbas. Es tierra muy alta, y toda campiña ó rasa, y de muy buenos aires y no se ha visto tanto frio como allí, aunque no es de contar por frio, mas díjolo al respecto de las otras tierras. Hácia enfrente de aquel puerto una hermosa vega, y en medio della el rio susodicho: y en aquella comarca (dice) debe haber grandes poblaciones segun

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[2] Es el carenero dentro del mismo puerto de San Nicolás. (Nav.)

se vian las almadías con que navegan tantas y tan grandes dellas como una fusta de quince bancos. Todos los indios huyeron, y huian como vian los navíos. Los que consigo de las isletas traia tenian tanta gana de ir á su tierra, que pensaba (dice el Almirante) que despues que se partiese de allí los tenia de llevar á sus casas, y que ya lo tenian por sospechoso porque no lleva el camino de su casa, por lo cual dice que ni les creia lo que le decian, ni los entendia bien, ni ellos á él, y diz que habian el mayor miedo del mundo de la gente de aquella isla. Así que por querer haber lengua con la gente de aquella isla le fuera necesario detenerse algunos dias en aquel puerto, pero no lo hacia por ver mucha tierra, y por dudar quel tiempo le duraria. Esperaba en nuestro Señor que los indios que traia sabrian su lengua y él la suya, y despues tornaria y hablará con aquella gente, y placerá á su Magestad (dice él) que hallará algun buen resgate de oro antes que vuelva.

Viernes 7 de Diciembre.-Al rendir del cuarto del alba dió las velas y salió de aquel Puerto de San Nicolás, y navegó con el viento Sudueste al Nordeste dos leguas hasta un cabo que hace el Carenero, y quedábale al Sueste un angla y el Cabo de la Estrella al Sudueste, y distaba del Almirante veinte y cuatro millas. De allí navegó al Leste luengo de costa hasta el Cabo Cinquin, que seria cuarenta y ocho millas; verdad es que las veinte fueron al Leste cuarta del Nordeste, y aquella costa es tierra toda muy alta y muy grande fondo: hasta dar en tierra es de veinte y treinta brazas, y fuera tanto como un tiro de lombarda no se halla fondo; lo cual todo lo probó el Almirante aquel dia por la costa mucho á su placer con el viento Sudueste. El angla que arriba dijo llega diz que al Puerto de San Nicolás tanto como tiro de una lombarda, que si aquel espacio se atajase é cortase quedaria hecha isla, lo demás bojaria en el cerco tres ó cuatro millas. Toda aquella tierra era muy alta y no de árboles grandes sino como carrascos y madroños, propia diz tierra de Castilla. Antes que llegase al dicho Cabo Cinquin con dos leguas, halló un agrezuela (1) como la abertura de una montaña (2), por la cual descubrió un valle grandísimo, y vído. lo todo sembrado como cebadas, y sintió que debia de haber en aquel valle grandes poblaciones, y á las espaldas dél habia grandes montañas y muy altas y cuando llegó al Cabo de Cinquin, lo demoraba el Cabo de la Tortuga al Nordeste, y habria treinta y dos millas, y sobre este Cabo Cinquin, á tiro de una lombarda, está una peña en la mar que sale en alto, que se puede ver bien; y estando el Almirante sobre el dicho Cabo le demoraba el Cabo del Elefante al Leste, cuarta del Sueste, y habria hasta él setenta millas, y toda tierra muy alta. Y á cabo de seis leguas halló una grande angla (3), y vido por la tierra dentro muy grandes valles y campiñas y mon

[1] Así en el original, quizá abrezuela ó anglezuela. (Nav.)

[2] Bahía Mosquito. (Nav.)

[3] Puerto Escudo. (Nav.)

tañas altísimas, todo á semejanza de Castilla. Y dende á ocho`millas halló un rio muy hondo sino que era angosto, aunque bien pudiera entrar en él una carraca, y la boca todavía sin banco ni bajas. Y dende á diez y seis millas halló un puerto (1) muy ancho y muy hondo hasta no hallar fondo en la entrada ni á las bordas á tres pasos, salvo quince brazas, y va dentro un cuarto de legua. Y puesto que fuese aun muy temprano, como la una despues de medio dia, y el viento era á popa y recio, pero porque el cielo mostraba querer llover mucho y habia gran cerrazon, qués peligrosa aun para la tierra que se sabe, cuanto mas en la que no se sabe, acordó de entrar en el puerto, al cual llamó Puerto de la Concepcion, y salió á tierra en un rio no muy grande questá al cabo del puerto, que viene por unas vegas y campiñas que era maravilla ver su hermosura: llevó redes para pescar, y antes que llegase á tierra saltó una lisa como las de España propia en la barca, que hasta entonces no habia visto pece que pareciese á los de Castilla. Los marineros pescaron y mataron otras, y lenguados y otros peces como los de Castilla. Anduvo un poco por aquella tierra qués toda labrada, y oyó cantar el ruiseñor y otros pajaritos como los de Castilla. Vieron cinco hombres, mas no les quisieron aguardar sino huir. Halló arrayan y otros árboles y yerbas como los de Castilla, y así es la tierra y las montañas.

Sábado 8 de Diciembre.-Allí en aquel puerto les llovió mucho con viento Norte muy recio: el puerto es seguro de todos los vientos excepto Norte, puesto que no le puede hacer daño alguno, porque la resaca es grande, que no da lugar á que la nao labore sobre las amarras ui el agua del rio. Despues de media noche se tornó el viento al Nordeste y despues al Leste, de los cuales vientos es aquel puerto bien abrigado por la isla de la Tortuga, questá frontera treinta y seis millas.

Domingo 9 de Diciembre.-Este dia llovió é hizo tiempo de invierno como en Castilla por Octubre. No habia visto poblacion sino una casa muy hermosa en el Puerto de San Nicolás, y mejor hecha que en otras partes de las que habia visto. La isla es muy grande y dice el Almirante no será mucho que boje doscientas leguas: ha visto qués toda muy labrada; creia que debian ser las poblaciones lejos de la mar de donde ven cuando llegaba, y así huian todos y llevaban consigo todo lo que tenian, y haciau ahumadas como gente de guerra. Este puerto tiene en la boca mil pasos, qués un cuarto de legua: en ella ni hay banco ni baja, antes no se halla cuasi fondo hasta en tierra á la orilla de la mar, y hácia dentro en luengo va tres mil pasos, todo limpio y basa, que cualquiera nao puede surgir en él sin miedo y entrar sin resguardo: al cabo dél tiene dos bocas de rios que traen poca agua: enfrente dél hay unas vegas las mas hermosas del mundo y cuasi semejables á las

[1] La misma Bahia Mosquito que vió antes. (Nav.)

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