El Repertorio americano, Volumen1

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Bossagne, Barthés i Lowell, 1826
 

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Página 8 - Tú das la caña hermosa, de do la miel se acendra, por quien desdeña el mundo los panales. Tú en urnas de coral cuajas la almendra que en la espumante jicara rebosa; bulle carmín viviente en tus nopales, que afrenta fuera al múrice de Tiro; y de tu añil la tinta generosa émula es de la lumbre del zafiro.
Página 17 - ¡Ah! Desde el alto asiento En que escabel te son alados coros Que velan en pasmado acatamiento La faz ante la lumbre de tu frente (Si merece por dicha una mirada Tuya la sin ventura humana gente), El ángel nos envía...
Página 9 - ... desmaya al peso de su dulce carga: el banano, primero de cuantos concedió bellos presentes providencia a las gentes del ecuador feliz con mano larga.
Página 16 - Bendecida de ti se arraigue y medre Su libertad: en el más hondo encierra De los abismos la malvada guerra. Y el miedo de la espada asoladora Al suspicaz cultivador...
Página 12 - ... prisioneros. El vulgo de las artes laborioso, el mercader que necesario al lujo al lujo necesita, los que anhelando van tras el señuelo del alto cargo y del honor ruidoso, la grey de aduladores parasita, gustosos pueblen ese infecto caos; el campo es vuestra herencia: en él gozaos.
Página 15 - Que a numerosa tropa Largo tiempo fatiga: Batido de cien hachas, se estremece, Estalla al fin, y rinde el ancha copa. Huyó la fiera; deja el caro nido, Deja la prole implume El ave, y otro bosque no sabido De los humanos va a buscar doliente . . . ¿Qué miro? alto torrente De sonorosa llama Corre, y sobre las áridas ruinas De la postrada selva se derrama.
Página 8 - Tú vistes de jazmines el arbusto sabeo, y el perfume le das, que en los festines la fiebre insana templará a Lieo. Para tus hijos la procera palma su vario feudo cría, y el ananás sazona su ambrosía; su blanco pan la yuca, sus rubias pomas la patata educa, y el algodón despliega al aura leve las rosas de oro y el vellón de nieve. Tendida para...
Página 7 - ... y greyes van sin cuento paciendo tu verdura, desde el llano que tiene por lindero el horizonte, hasta el erguido monte de inaccesible nieve siempre cano.
Página 11 - ... animoso hará frente al genio altivo del engreído mando en la tribuna, aquel que ya en la cuna durmió al arrullo del cantar lascivo, que riza el pelo, y se unge y se atavía con femenil esmero, y en indolente ociosidad el día, o en criminal lujuria pasa entero?
Página 7 - A estas silvas pertenecen los fragmentos impresos en la Biblioteca Americana bajo el título América. El autor pensó refundirlas todas en un solo poema: convencido de la imposibilidad, las publicará bajo su forma primitiva, con algunas correcciones y adiciones. En esta primera apenas se hallarán dos o tres versos de aquellos fragmentos".

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