Antología de prosistas ecuatorianos, Volumen1

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Impr. del. gobierno, 1895
 

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Página 257 - Mantua me genuit, calabri rapuere, tenet nunc Parthenope: cecini pascua, rura, duces.
Página 79 - ... es imposible que una cosa sea y no sea al mismo tiempo y en las mismas condiciones".
Página 73 - Agnoscas, regina, libens mea signa necesse est : In quibus effigies crucis aut gemmata refulget, Aut longis solido ex auro praefertur in hastis.
Página 130 - Descripción de los pueblos de la jurisdicción del corregimiento de la Villa del Villar Don Pardo, en la provincia de los Puruhaes.
Página 327 - Cajón de España, entonces, estampaba las luces y las sombras, los colores y las líneas de perspectiva, en sus primorosos cuadros, el diestro tino de Miguel de Santiago, pintor celebérrimo.
Página 319 - ... la abundancia de genio que enciende y anima su fantasía. Todos y cada uno de ellos, sin lápiz, sin buril, sin compás, en una palabra, sin sus respectivos instrumentos, iguala sin saberlo, ya veces aventaja al europeo industrioso de Roma, Milán, Bruxelas, Dublin, Amsterdan, Venecia, París y Londres.
Página xiii - Parece que se opone á competencia En Quito aquella Safo, aquella Erina , Que si doña Jerónima divina Se mereció llamar por excelencia , ¿Qué ingenio, qué cultura, qué elocuencia Podrá oponerse á perfecciones tales , Que sustancias imitan celestiales? Pues ya sus manos bellas Estampan el Velasco en las estrellas.
Página 47 - ¿Piensas, hija, que está el merecer en gozar? no está sino en obrar, en padecer y amar, y esta lección aprendió tan bien nuestra purísima doncella, que toda la vida la empleó en obrar, padecer y amar, y, como su espejo fue siempre el de la muerte, observó la ley de Dios tan inviolable, que nunca la quebrantó gravemente. Padre, diréis, Joseph, virrey de Egipto, santo fue y observantísimo de la ley divina, y no siempre miró el espejo de la muerte; alguna vez apartó los ojos a las glorias...
Página 318 - ... el órgano por donde fluyan al común de nuestros patricios las noticias preciosas de su próxima felicidad. Sí, señores, este mismo permiso hará ver todo lo que el resto del mundo no se atreve todavía...
Página 327 - Carlos con el cincel y el martillo, llevado de su espíritu y de su noble emulación, quería superar en los troncos las vivas expresiones del pincel de Miguel de Santiago; y en efecto, puede concebirse, a...

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