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Venida de

ciudad de México en 29 dias del mes de agosto, año del nacimiento de Ntro. Salvador Jesucristo de 1576, por ante mí el escribano y testigos de sus escritos el dicho Alonso de Villaseca, dijo: Que por cuanto viendo cuán conveniente cosa era, que en esta Nueva-España y ciudad de México se hiciese y fundase casa de la Compañía del Santo nombre de Jesus, lo que á él fué posible, hizo escribiendo de que la dicha Compañía viniese á Nueva-España por el gran bien y fruto que de ello se esperaba, y por consolacion suya, y escribió á su hermano Pedro de Villaseca: que de su hacienda que él allá tenia, diese 2.000 ducados para las costas y gastos que hubiesen de hacer los padres y hermanos que viniesen á esta Nueva-España, y que S. M. por justas causas que le movieron, tuvo por bien que á costa de la real hacienda pasasen á estas partes, donde mediante la voluntad de Dios nuestro Señor, vinieron á esta Nueva-España el Dr. Pedro Sanchez, provincial, y Diego Lopez, rector, y Diego Lopez de Mesa, ministro, con otros padres y hermanos, donde llegado á México con los intentos que siempre tuvo de fundar la casa de la Compañía de dicha ciudad, les ofreció y dió unas casas con ciertos solares junto á las casas de su morada, y ha tenido siempre intento de favorecer la dicha casa y colegio. Y ahora entendiendo que convenia dar asiento á la fundacion de dicha casa y colegio, ha comunicado con el muy ilustre y reverendo Sr. Dr. Pedro Sanchez, provincial, de fundar el dicho colegio de la Compañía en la ciudad de México, y con deliberado acuerdo y consejo, habiéndolo encomendado á Dios nuestro Señor, y con algunos sufragios, suplicádole tuviese por bien de alumbrarle encaminándole á efecto de hacerle fundador, queriendo pagar en alguna parte á nuestro Señor las mercedes que de su mano ha recibido, y espera recibir, pidió al dicho Sr. Dr. Pedro Sanchez le admitiese por fundador de dicho colegio, porque su voluntad era de los bienes que nuestro Señor le ha dado dar para la dotacion de dicho colegio, obra y sustento de los religiosos que hay y hubiere de aquí adelante, 4.000 pesos de oro comun, en plata diesma. da; los que les tiene para el dicho efecto, y está presto á dar y en. tregar al dicho Señor provincial, ó á quien su poder hubiere &c. &c. &c."

Establecida así la fundacion del colegio máximo de S. Pedro y S. nuevos com- Pablo, se pudo dar mas prisa á la fábrica sumamente necesaria, así para la comodidad del noviciado y los estudios, como para la habitacion de los sugetos, cuyo número se acrecentaba mas cada dia. A princi

pañeros.

pios de setiembre llegó de España nueva tropa de operarios, enviados por el padre general Gerardo Mercuriano, tan aventajados en virtud y en letras, que se conoció bien el especial cuidado que desde sus cunas debió á S. P. M. R. esta religiosa provincia. Fueron estos el padre Alonso Ruiz, que vino por superior: el padre Pedro de Hortigosa, el padre Antonio Rubio, el padre Dr. Pedro de Morales, el padre Alonso Guillen, el padre Francisco Vaez, el padre Diego de Herrera y el padre Juan de Mendoza, con los hermanos Marcos García, Hernando de la Palma, Gregorio Montes y Alonso Perez. Vino el padre Pedro de Hortigosa destinado á leer una de las cátedras de teología; pero no habiendo por entonces quien la oyese. pareció mas acertado por no carccer tanto tiempo de tan hábil maestro, que siguiese el curso de artes con los discípulos del padre Pedro Lopez de Parra, ó lo volviese á comenzar, como en efecto lo ejecutó el 19 de octubre de 1576. En Oaxaca se abrieron tambien las clases de gramática y retórica, que pasó á leer de México el padre Pedro Mercado.

Fin del libro primero.

DE LA PROVINCIA

DE LA COMPAÑIA DE JESUS

DE

NUEVA ESPAÑA.

LIBRO II.

SUMARIO.

Progresos de los estudios en el colegio de México. Lee el padre Pedro Sanchez casos morales en el arzobispado. Cristiana humildad del Sr. arzobispo. Pretende el virey que lea en la Universidad el padre Hortigosa, y gradúase en ella con el padre Antonio Rubio. Ministerios en Pátzcuaro y sus gloriosos frutos. Ministerios en Oaxaca. Celébrase en México la primera congregacion provincial. Curso de filosofía por el padre Antonio Rubio. Envia el Sumo Pontífice un gran tesoro de reliquias al colegio de México. Incendio en Pátzcuaro, y amor de aquellos naturales á la Compañía. Inténtase la traslacion de la Catedral de Pátzcuaro á Valladolid. Descripcion de esta ciudad, y principios de aquel colegio. Inquietud de los naturales con esta ocasion, que sosiegan los jesuitas. Mision del padre Concha á la Puebla de los Angeles, y principios del colegio del Espíritu Santo. Solemnes fiestas en la colocacion de las santas reliquias. Aumentos del colegio de Valladolid. Principios de fundacion en la antigua Veracruz, y descripcion de aquel puerto. Dáse razon de no haberse encargado hasta aquí la Compañía de ministerios de indios. Principios de ellos en Huixquiluca.. Nuevo socorro de misioneros, é historia singular del padre Alonso San

chez, y novedades que introduce en lo doméstico. Cédula de concordia en los estudios de la real Universidad y del colegio máximo. Llega el padre Dr. Juan de la Plaza, primer visitador de la provincia, con el hermano Márcos. Carácter del padre Plaza. Tentacion del padre Lanuqui y algunos otros. Pide el Illmo. Sr, arzobispo de Manila je. suitas para Filipinas, y compendiosa descripcion de aquellas islas. Principios de la fundacion de Tepotzotlán y sus efectos. Mudanza en el seminario de S. Pedro y S. Pablo. Ministérios en los demas colegios. Fundacion del seminario de S, Gerónimo. Muerte de D. Alonso de Villaseca, y su elogio. Muerte del hermano Diego Trujillo, y estado del colegio de la Puebla, Intenta el Sr. arzobispo dar á la Compañía el seminario de S. Juan de Letran. Auto de la real audiencia para que se encargue la Compañía del seminario de S. Pedro y S. Pablo. Mision en Guatemala y en las villas de Zamora y Guanajuato. Pretende la Compañía ausentarse de Tepotzotlán, preséntanse los indios al Sr, arzobispo, y auto honorífico de su Illma. en el asunto. Ocupacion de los misioneros de Filipinas, y embajada del padre Alonso Sanchez á Macao, sus trabajos y feliz éxito. Reunion de los seminarios de S. Bernardo, S. Gregorio y S. Miguel en el famoso colegio de S. Ildefonso. Seminario de S. Martin en Tepotzotlán. Pretende el visitador D. Pedro Moya de Contreras se gradúen los jesuitas en la Universidad sin propinas. Aumentos de los colegios de Pátzcuaro, Puebla y Valladolid. Sucesos de Filipinas y nuevos misioneros. Concilio quinto mexicano. Segunda congregacion provincial, y mision á Teotlalco. Principios del colegio de Guadalajara, y descripcion del pais. Noviciado en Tepotzotlán. Partida del arzobispo y virey D. Pe. dro Moya de Contreras. Sucesos de Filipinas. Viage á Europa del padre Alonso Sanchez. Ventajoso establecimiento del colegio del Espíritu Santo por D. Melchor de Cobarruvias, y breve descripcion de aquella ciudad.

en el colegio máximo.

La recluta de los nueve sugetos en que se habia aumentado la nue- Progresos de va provincia, era la mas á propósito del mundo para llevarla á su per- los estudios feccion, y darle todo aquel lucimiento, y todo aquel crédito de que se necesita por lo comun en los principios de las grandes empresas. Se determinó como dijimos, que el padre Pedro de Hortigosa prosiguiese ó comenzase de nuevo con la misma juventud el curso de artes que habia comenzado el año ántes el padre Pedro Lopez. La profunda TOM. I.

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crudicion de este insigne maestro, su prudencia y destreza en manejar los fondos de la América, y la emulacion de los distintos seminarios, parecieron desde luego en las públicas funciones con aplauso de la real Universidad y cabezas de la República, que se distinguieron en grandes demostraciones de sólido aprecio. El Sr. arzobispo, no pu diéndose resolver á que la luz de tanta doctrina se limitase á sola la juventud en los privados estudios del colegio, en que á muchos por sus ocupaciones ó su carácter les seria imposible, 6 pudiera parecer indecorosa la asistencia; determinó que alguno de los padres leyese la teología moral en su mismo palacio. Escogió para esta importante ocupacion al padre Pedro Sanchez, que en medio de los grandes afanes del gobierno de la Provincia, se encargó con gusto de un cuidado tan provechoso. Juntaba su ilustrísima todo su clero en dias determinados, y asistia personalmente á oir de boca del padre los principios de la moral cristiana, las resoluciones de casos prácticos, que se proponian con la mas humilde atencion. Así debemos entender las palabras del maestro Gil Gonzalez Dávila, en su Teatro eclesiástico de la Améri ca, cuando dice:,,que este señor, deseoso del aprovechamiento de su ,,clero, pidió del padre Pedro Sanchez leyese el catecismo en su palacio, ,,y que el mismo arzobispo era de los oyentes." Sin duda por la palabra catecismo debió de entender, no precisamente la exposicion de las doc trinas y artículos de nuestra fe, sino todo el fondo de la doctrina evangélica, aun en la parte que mira á los preceptos y obligaciones en que nos empeña la profesion del cristianismo. No contento aun este ejemplar prelado con una distincion tan ruidosa, reconociendo en las mismas conferencias morales la falta que le hacia el método, la precision y el órden de la filosofía y la teología escolástica, quiso que padre Hortigosa le leyese privadamente una y otra. Sin embargo del grande peso de la mitra, daba lugar bastante á este penosísimo géne ro de literatura. Hacia muchas veces el honor de convidar á su mesa á algunos maestros de la Universidad y de las religiones para gustar de su erudita conversacion, y de las disputas escolásticas que hacia nacer con arte entre los manjares. Esta especie de actos literarios era tal vez con mas formalidades, retirándose á la granja de Jesus del Monte en tiempo de vacaciones, donde como uno de nuestros hermanos estudiantes se dedicaba enteramente á la tarea de lecciones, repeticiones, conferencias y demas ejercicios de la escuela. Raro ejemplo de sinceridad, que prueba bien cuánto la cristiana humildad

el

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