Historia de la Compañía de Jesús en Nueva España: que estaba escribiendo el p. Francisco Javier Alegre al tiempo de su expulsión, Volumen1

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J. M. Lara, 1841

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Pasajes populares

Página 285 - ... ella no vayan ni pasen ni consientan ir ni pasar en manera alguna, so pena de la nuestra merced y de diez mil maravedís para la nuestra cámara.
Página 444 - Estuve con mis nuevos hijos algunos días, haciéndome continuas preguntas, que no eran de poca sustancia. Una de ellas fue, que cómo me había atrevido a entrar solo en tierra tan áspera, y que hasta entonces ningún cristiano había pisado [superó la ruta caminada por el P. RuizJ, que si no había temido que me mataran y comieran.
Página 273 - Cada día acuden mejor, y hoy se me vino á quejar uno muy escandalizado de que otro le había llamado diablo. El padre Monsalve les ayuda y enseña canto, y otro muchacho de los que vinieron de Tepotzotlán. Estos son de mucho provecho: nos hacen compañía aquí y donde quiera que vamos, y atraen á otros niños y aun á sus padres: proceden con mucha edificación confesando y comulgando á menudo para la enseñanza de los demás: no entran á ninguna casa de los indios del país, ni salen de la...
Página 388 - ... un compás de dos varas. En este altar tenían los ídolos y ofrecían las ofrendas, y cuando no había otra cosa ofrecían y ofrecen todavía una hoja de árbol, puesta una piedrecita encima. Otras veces un manojo de zacate y encima la piedra para que no se vaya. En las juntas de los caminos suelen tener un montón de piedra, en el cual ponen un manojito de zacate y una piedra encima para no cansarse en el camino.
Página 276 - ... ya saca de agua para el pueblo .y sementeras, hecha Iglesia y prevenida casa para mi habitación. A pocos días vinieron otros tres caciques del río de las Nasas pidiendo lo mismo, y representando que había entre ellos peste de...
Página 277 - Tres días estuve en este pueblo, y después de haberles dado á once caciques que me lo pedían, buenas esperanzas de ir á poblar entre ellos, di la vuelta á mi asiento, donde me recibieron con tanta alegría como si hubiese estado un año ausente. Traté luego de lo bien que me había parecido el otro pueblo, y que sería mejor hacer allí el asiento de la misión. El cacique que me oía se estremeció mucho, y dijo: Padre, aunque esta es mi tierra, yo estimo más mi salvación: si te vas, yo...
Página 276 - ... venir muchos caciques de esta provincia y algunos de la Laguna, pidiéndome que pase á sus pueblos, proponiéndome la comodidad de la tierra, y que tienen ya saca de agua para el pueblo y sementeras, hecha iglesia y prevenida casa para mi habitación.
Página 271 - No hay cabeza entre ellos, ni género de gobierno, si no es en la guerra, y esta es la mayor dificultad, porque es menester ganar á cada uno de por sí; tanto, que el hijo no reconoce al padre ó madre, ni le obedece.
Página 103 - Se delinearon en cuatrecientas y cuarenta varas de circunferencia, y ciento y diez de travesía cuatro patios. En el primero y principal se puso al Sur el general de teología, al Oriente las clases de filosofía, al Norte el refectorio, y al Oeste varias piezas de portería y bodegas. Arriba sus tránsitos y aposentos correspondientes, menos por el lado del Norte que ocupa una hermosa y bien poblada librería. En el segundo patio se...
Página 383 - Es la tierra templada mas abajo de los altos de la tierra una legua, en los cuales hacen unas botijas de cera tan grandes como huevos de palomas, haciendo tantas botijuelas, cuan grande es el agujero, y para seguir las abejas y saber dónde están, van siguiéndolas desde el agua donde van á beber, en lo cual hay indios muy diestros y muy rastreros, y de esta cera saben ya los indios hacer candelas para la iglesia.