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la pila de esta ciudad, escojiendo aquella mas conforme i saludable segun llevo espresado, por todo lo qual.=

AVEx. pide i suplica así lo provea i mande. que será justicia, la cual pide a favor del bien comun que lo espera de la poderosa i liberal mano de VEx., B'. Don Miguel Jordan Merino.

IV

Ducumentos relativos a la fundacion de la Casa

de Huérfanos en 1758.

I

Presentacion de don Juan Nicolas de Aguirre, solicitando la autorizacion de la Real Audiencia de Santiago para aquella fundacion.

El Marques de Montepio parece ante V. A. en la mejor forma que haya lugar en derecho i dice: que con la esperiencia que tiene de lo mucho que

padecen en esta capital de Santiago los pobres de ambos sexos; i sobre todo con el conocimiento que tanto le lastima de ver el que no haya ningun lugar destinado para el recojimiento i crianza de los muchos hijos espósitos, que se malogran por este defecto, ha deliberado aplicar para Hospicio de verdaderos pobres, con habitaciones separadas para hombres i para mujeres; i juntamente con apartamiento distinto para la crianza de huérfanos, unas casas que tiene en la traza de esta ciudad con cuatro cuadras en contorno, i con las proporciones necesarias a tan caritativos fines. I para que su proyecto tenga el éxito que tanto desea, se ha de servir V. A. mandar se reconozcan i dar las providencias que fuesen de su superior comprension; i con vista de todo informar al soberano, asi de la importancia de estos arbitrios; de las comodidades de sn sitio con respecto a todo lo que se estiende la idea, para que se conceda la licencia necesaria, como deponer en la justificada piedad de S. M. los medios que parecieren mas conducentes para ayuda i fomento de este hospicio.

El establecimiento de estas casas ha sido un deseo de todas las Repúblicas bien ordenadas, i

un acuerdo a que han aspirado todos los derechos; como que el principal motivo que lo exita es la caridad i las utilidades que resultan de tanto provecho, así para los infelices que participan de este beneficio, como para el público que distingue de este modo los verdaderos pobres de tanto holgazan que, sin la capa de esta mendicidad, pueden aplicarse al trabajo i adelantamientos del comun.

Aun entre aquellos que se hacen objeto de la compasion, o por su avanzada edad, o porque algun habitual accidente los imposibilita a buscar su alimento con el sudor de su rostro, cuántos se encuentran tan olvidados de su último fin, que parece solo le ponen en el sediento anhelo de facilitar la limosna de puerta en puerta, sin que cumplan con las obligaciones de cristiano, i sin que se solicite de ellos si ejercitan la mas mínima acción a que la relijion los necesita? Cuántos abandonados a su propio desprecio, ni se avergüenzan de los vicios de la embriaguez con que se hacen el escarnio del ínfimo vulgo, ni enmiendan otros defectos tan perjudiciales i contrarios a la buena armonía de la República? No faltan (particularmente en el sexo femenino) quienes abrazando a la pobreza por oficio, i adoptando en

ella a sus hijos desde chicos, sin los estímulos del pudor i del recojimiento, sino los impelen al desórden, a lo menos le facilitan los peligros; i en vez de acomodarlos a servir en las casas en donde lograrian ámbas conveniencias, se desdeñan de estas ocupaciones, como que fuese mas indecorosa la condicion de fámulos, que aquella desastrada indecencia que voluntariamente afectan como ceñuelo de su logro. Formándose de este modo un gremio de individuos sin cabeza, sin órden i sin quien se desvele en el modo con que deben arreglar su vida para no hacer mas sensible su miseria.

Por el contrario, con la fundacion del hospicio se remedian todos los inconvenientes ponderados, i otros infinitos que omite la discrecion, porque son manifiestos a la comprension de V. A.; i se consiguen las utilidades que han obligado al suplicante a dedicar todos sus esfuerzos a una obra que la contempla del mayor servicio de ámbas Majestades. Porque recojidos i congregados los que fuesen verdaderamente pobres, libres de la penosa inquietud de solicitar el alimento de casa en casa, i asegurados de tener el abrigo correspondiente a sus necesidades, podrán dedicarse.

enteramente al único negocio que tanto les importa, instruyéndose en las obligaciones de cristianos i ejercitándose en oraciones i pensamientos espirituales que puedan convertirles en regocijo o a lo ménos resignarlos a una piadosa tolerancia de su corta fortuna i sus desgracias.

¡Cuán distinto se debe considerar el estado presente con que corren con importunidad los pobres con poca ménos diferencia que si fuesen de otra especie, al que tendrán si llega a establecerse aquel hospicio! Aquí será su primera atencion el ejercicio de la relijion i del ejemplo. Aquí se multiplicaran las pláticas i sermones de tanto fervoroso relijioso, manifestará su celo con la propia edificacion que en otras comunidades. Aquí frecuentarán las confesiones i comuniones; i finalmente, reformadas sus malas habitudes, podrán esperar con mayor confianza su destino.

No solo se reflecciona ventajoso el recojimiento a los mendicantes en órden a sus almas, aun respectivamente a sus cuerpos puede ser de conocidas mejoras. Porque presindiendo de las continuas incomodidades que padecen a soles en el verano, i de frios i aguas en el invierno; abstrayendo el poco aseo que estudiosamente afectan, i

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