cidieron la suerte de las Repúblicas de Colombia y el Perú. "

"Al concluir la campaña del sur de Colombia con las batallas de Bomboná y Pichincha, mandadas las fuerzas republicanas por Bolívar y Sucre, estos dos ilustres jenerales se unieron en Quito en el mes de junio de 1822-El sur de Colombia quedó enteramente libre, y los españoles que capitularon en Quito y Pasto (á las órdenes del mariscal de campo don Melchor Aymerich, capitan jeneral interino del antiguo vireinato de Nueva Granada, y del coronel don Basilio García, comandante jeneral de la tercera division del ejército llamado pacificador) recibieron sus pasaportes para restituirse á España. -En el vireinato del Perú y algunas provincias de Buenos Aires, que hoi forman la República de Bolívia, existia un ejército de cerca de 20,000 hombres á las órdenes del virei Laserna, y los jenerales Canterac, Valdés, Rodil, Carratalá, Monet, Olañeta y otros, sobre quienes habia emprendido operaciones el ejército repúblicano de la Confederacion Arjentina y Chile, mandado por el jeneral San Martin-Al aproximarse este ejército à Lima, el batallon 1o de Numancia, compuesto en su mayor parte de oficiales venezolanos y de soldados granadinos reclutados en la provincia de Popayán, se pasó al ejército republicano con lo cual se dió una fuerza mui importante á la causa de la independencia."

"El gobierno de Colombia, que habia sabido

apreciar dignamente la revolucion de Guayaquil, contra las autoridades españolas, tomó á su cargo⠀ auxiliar al gobierno provisorio que se instaló en esa parte del territorio del antiguo vireinató de Nueva Granada, que conforme á la lei fundamental. que dió el Congreso de Guayana en agosto de 1819, hacia parte de la República Colombiana. Los sucesos de la guerra fueron varios, y despues de las derrotas que sufrieron los republicanos en Guachi por dos veces, nuevos esfuerzos del gobierno colombiano fueron bastantes para sostener á Guayaquil, desde donde emprendió por última vez. sus operaciones el jeneral Antonio José de Sucre, mientras que por el norte del Ecuador obraba el ejécito colombiano á las órdenes del Libertador-Al jeneral Sucre, se le unió una division de dos batallones peruanos de nueva creacion, y un escuadron de Granaderos del Rio de la Plata, cuyas tropas reclamó el jeneral San Martin para sus operaciones, y que no le fueron devueltas porque él tenia á sus órdenes el batallon de Numancia, que era superior á aquellas fuerzas."

"La batalla de Pichincha permitió que estos cuerpos se restituyeran al Perú y se les completó reponiendo las bajas que tuvieron en la campaña, con soldados colombianos. No solamente se tomó esta medida por el Libertador, sino que dispuso la marcha de una division colombiana, compuesta de los batallones "Vargas" y "Vencedor en Boyacá" Al tercer dia de haber entrado el Libertador en

Quito, dispuso la marcha de ambas divisiones, y fuímos comisionados para ir á Guayaquil y preparar los buques en que debian embarcarse las dos divisiones, el sargento mayor Arenales de la division peruana y yo, que era ayudante de campo del Libertador Bolivar. A mas de la comision de preparar buques, llevé la de examinar el estado de la opinion de Guayaquil, para su incorporacion á la República de Colombia, á que pertenecia por derecho, pues el Libertador no quería hacer uso de la fuerza para cumplir con la mision que tenia de libertar y someter al rejimen constitucional todas las provincias de la república.-Habia un empeño en sustraer aquella provincia de la unidad colombiana, y era necesario obrar con prudencia, porque una disputa entre la república colombiana y la naciente del Perú podria ser aciaga á la causa de la independencia-Los acontecimientos fueron favorables al Libertador, me cupo la honra de tomar una pequeña parte en ellos, como puede verse por la nota oficial que como secretario jeneral del Libertador pasé al Poder Ejecutivo, comunicándole la incorporacion de Guayaquil á la república, y que corre impresa en la Gaceta de Colombia, número 51 de 1822.'

"A esto hace alusion el escritor de la necrolojía de San Martin, cuando dice: " que dicho jeneral, "colocado en una estrema posicion, tornó sus mi"radas hácia Bolívar, que venía del norte con un "ejército victorioso, que posesionado de Guayaquil, la habia agregado TEMERARIAMENTE á sus

"conquistas "--Y continúa el escritor mui temerariamente con el siguiente capítulo-"¿Qué queria "este hombre y cuales eran sus secretos designios?

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¿Qué objeto premeditado y ardientemente perse"guido le inspiraba la osadía de tratar como conquistador, una provincia americana, sin respeto "alguno á sus tradiciones históricas? ¿ Era codicia (i. personal? Quería ser emperador? ¿Quería for"mar de la América del Sur un vasto reino para "coronarse ?-Nadie podia penetrar esas intenciones, que aun se ignoran, porque la tumba de Bo"lívar ha sepultado al héroe con sus secretos. "

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"Bolívar no tenia designios secretos, cuando no hacia otra cosa que protejer la incorporacion de una provincia del antiguo vireinato de Nueva-Granada, que formaba parte de la union colombiana-No era como conquistador que obraba, sino cumpliendo el mandato del Congreso constituyente de que libertase al sur de la república y la sometiese al réjimen constitucional-Si habia algunas tradiciones históricas que respetar, eran las de unir en un solo cuerpo de nacion á la capitanía jeneral de Venezuela y al Vireinato de Nueva Granada. Sin la pronta. ayuda del gobierno, Guayaquil habria sucumbido bajo el peso de las armas españolas, y Mires y Sucre fueron los jenerales colombianos que obtuvieron los los triunfos de Iaguachi y Pichincha, á que se debió la libertad de esa parte de la República Colombiana."

"Bien se vé que que el escritor de la Necrolojía." del ilustre San Martin no conoce la historia de las

guerras de la independencia, y enfáticamente pre-gunta, para echar una sombra sobre la vida de Bolívar, si queria ser emperador, ó formar de la Amé rica del sur un vasto reino para coronarse-Por fortuna se ha escrito este papel, cuando vivimos aun testigos presenciales de los hechos, y que podemos dar una respuesta, desmintiendo semejantes calumnias, por que los secretos de Bolívar no se han sepultado en su tumba, y en un trabajo que preparo sobre la vida y hechos gloriosos de este gran capitan, se presentarán al mundo de Colon y al universo entero, para rectificar las inexactas producciones con que pretende mancillar al héroe, que como lejislador y guerrero ha ilustrado su nombre y el de la Amèrica española."

Interpretando las intenciones del jeneral San Martin, continúa su necrolojista diciendo, que— "inquieto este con semejantes sospechas, se de"terminó á estudiar personalmente al hombre "célebre que aun no conocia-Dejó pues Lima, de"legando el gobierno á un presidente interino, y' "marchó con destino á Guayaquil en donde esta"ba Bolívar. La entrevista de estos dos personajes "tuvo lugar el dia 22 de julio, y fué solemne. En "San Martin todo fué patriotísmo y abnegacion.

Aunque contaba cinco años mas de gloriosa edad

que su rival, le ofreció su ejército, le prometió "combatir bajo sus órdenes, y le conjuró á marchar junto con él al Perù á fin de terminar la guerra