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admita usted, jeneral, esta memoria del primero de sus admiradores: con estos sentimientos, y con los de desearle únicamente sea usted quien tenga la gloria de terminar la guerra de la independencia de la América del Sur, se repite-

Su afectísimo servidor

José de San Martin.

"No haré, dice el señor Lafond, ningun comentario sobre esta carta publicada hoi por la primera vez: ella basta para hacer apreciar el carácter noble y desinteresado, y la grandeza de alma del jeneral San Martin.

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Hé aquí develado, á mi entender, el misterio atribuido á uno de los últimos actos del jeneral San Martin, al cerrar su carrera pública como primer majistrado del Perú.

Mas para que el lector no carezca de otro dato que lo ponga en vía de apreciar debidamente la situacion, voi á agregar un párrafo con que el mismo capitan Lafond ilustra esta parte de sus viajes. Es nada menos que el juicio que San Martin pudo formar del jeneral Bolívar en la entrevista, cuya significa

cion quizá es tan evidente como su autenticidad misma, y que traducido por el doctor don Juan Bautista Alberdi en los apuntes biográficos que publicó en Paris en 1844, se encuentra reproducido en la "Revista del Paraná, tomo II., pájina 59-Hélo aquí:

"BOLIVAR Solo tres dias he tratado á este jeneral, en la entrevista que tuve con él en Guayaquil: por consiguiente, en tan corto periodo es imposible ó á lo menos mui dificil, formar una idea exacta é imparcial del carácter de un hombre, con tanto mas motivo, cuanto su presencia no predisponia á primera vista en su favor: sin embargo, espondré mis observaciones, las que, unidas á las que me dieron algunas personas imparciales que lo habian tratado con intimidad, pueden suministrar datos para formar juicio de un jeneral que ha rendido servicios eminentes á la independencia de Sud América, y que puede asegurarse, es el primer hombre que ha producido la revolucion."

"Los signos mas característicos del jeneral Bolívar, eran, un orgullo mui marcado, lo que presentaba un gran contraste con no mirar de frente á la persona que hablaba, á menos que no fuera mui inferior. Su falta de franqueza me fué demostrada en las conferencias que tuve con él en Guayaquil, en las que jamas contestó á mis propuestas de un modo positivo, y siempre en términos evasivos. El tono que empleaba con sus jenerales era estremadamente altanero y poco digno de conciliarse su aprecio.

Noté, y él mismo me lo dijo, que su principal confianza la depositaba en los jefes ingleses que tenia en su ejército. Por otra parte, sus maneras eran distinguidas, y demostraba haber recibido una buena educacion: y aunque su lenguaje fuese algunas veces algo grosero, me pareció no le era natural el tenerlo, sino que lo empleaba para darse un aire mas militar."

"La opinion pública le acusaba de una ambicion desmedida de mando, y su conducta confirmó esta opinion. La misma lo caracterizaba de un gran desinterés, y en mi concepto con justicia: lo que comprueba esta verdad es, el haber muerto en la indijencia. Bolívar era mui popular con el soldado, á quien permitia mas licencias que las que prescriben las leyes militares: por el contrario, lo era mui poco con los jefes y oficiales, á los que trataba del modo mas humillante-En cuanto a los hechos militares de este jeneral, puede asegurarse, ser el hombre mas eminente que ha producido la América del Sur : pero lo que mas caracterizaba el alma grande de este hombre estraordinario, fué una constancia á toda prueba en los diferentes contrastes que sufrió, en tan dilatada como penosa guerra en el espacio de trece años de trabajos-En conclusion puede asegurarse, que una gran parte de la América del Sur, debe á los esfuerzos del jeneral Bolívar su actual independencia."

"Tal fué el juicio formado por San Martin de la persona del jeneral Bolívar-Y para redondear esta

parte, voi á reproducir el de un publicista americano, que se ha hecho célebre por sus producciones históricas; el señor don Benjamin Vicuña Mackenna, quien en sus "Revelaciones Intimas de San Martin en Europa," consignó poco há lo siguiente:

"San Martin, como hombre de estado (ha dicho un moderno escritor,) ha sido uno de los pocos americanos, quiza el único en su elevada esfera, que comprendió el alcance de su mision y supo ponerle término. Todos los demas, los soldados como los políticos que le acompañaron ó le sucedieron, desde Bolívar á Castilla, desde O'Higgins á Freire, no poseyeron ese instinto salvador que podria llamarse el jenio del desinteres-Repetia de continuo aquel hombre eminentemente sagaz, un proverbio que para él debia seruna máxima moral, por que era la de finicion filosófica de su vida-Serás lo que debes ser; sinó, no serás nada--Y San Martin al ocaso de su vida, ya no era nada y no queria ser mas que nada-San Martin como Washington, fué un gran filósofo político."

REFLEXIONES

VI

No se me oculta que necesitan esplicacion algunas de las incidencias referidas en los presentes párrafos, particularmente aquellas sobre puntos históricos por lo jeneral no bien conocidos de nuestros pueblos. Pero á decir verdad, no sin sentimiento he tenido que renunciar á la idea de intentarlas, tanto por que sería motivo de una digresion larga y sin cohesion con mi actual objeto, cuanto por que, correspondiendo ellas á los detalles de la campaña libertadora, es trabajo de que pienso ocuparme un poco mas tarde si la vida no me abandonase. En este concepto, y aunque la entrevista fué asunto de los poco comunes, y quizá por ello algunos escritores lo han calificado de misterio; no considerándolo yo en la categoría

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